Ella no entendía nada solo escuchaba a las demás en la mesa.
-que hace el aquí – pregunta la chica a su lado con los ojos bien abiertos.
-es imposible seguro que me engaña mi vista – comento la otra.
-enserio, como crees eso si estamos viendo lo mismo, al igual que toda la cafetería – dijo la última en hablar.
Los mormullos y ojos estaban al pendiente de aquel chico que acaba de pasar por la puerta principal del comedor, ella no entendía que pasaba o por qué a todo mundo le parecía sorprendente que un estudiante estuviese allí.
Para ella era como un chico normal, no le veía nada para sobresaltar. Pero la vida nos engaña pues dice el dicho "no juzgues un libro por su portada" y eso fue lo que ella hiso; juzgar al diablo.
°• ARDIMOS EN CONTRA DEL DESTINÓ Y NOS OLVIDAMOS DEL PECADO AL FOLLAR •°
Empezamos con una nueva historia, espero les agrade y disfruten