La boda de Olivia fue preciosa. La novia estaba muy hermosa, sus padres, muy emocionados y sus hermano, felices. Nadie presento a Tn como la compañera de Christopher, iba en todo momento junto a Malena, que la presentaba como una amiga.
Durante el banquete, Tn se sentó entre Malena y Christopher, quien, como no podía reprimir la necesidad de tener contacto con ella, en más de una ocasión puso la mano en el muslo de la joven por debajo de la mesa. Cada vez que lo notaba, ella se movía y él quitaba la mano, aunque, de manera casi inconsciente, a la mínima de cambio, volvía a buscar el contacto. No le hizo mucha gracia verla bailar con los amigos de sus hermanas, pero estaba dispuesto a que nadie la pudiera relacionar directamente con él y prefirió morderse la lengua y aguantar.
Malena, consciente de las ganas que su hermano tenia por acercarse a la joven, propiciaba encuentros entre ellos siempre que podía y ellos los aprovechaban al máximo. Incluso bailaron un par de piezas bajo la atenta mirada de cientos de ojos: todo lo que hacía Christopher allí era observado con lupa y eso lo enojaba cada segundo más y más.
Cuando por fin termino la boda, y todos regresaron a su casa, él se negó a evitar que Tn tuviera que ir. Al final, los novios, sus amigos y los padres se marcharon a una conocida sala de fiestas de Loja a continuar con la fiesta.
Una vez solos en la casa familiar, Christopher no se hizo esperar. Nada más cerrar la puerta, tomo a Tn entre sus brazos y la beso; le devoro los labios con tal ansia que ella se sintió desfallecer.
Chris: - No veía el momento... -dijo mientras desabrochaba la cremallera del vestido.
Beso y más besos regaron el cuerpo de la joven cuando, como un lobo hambriento, la desnudaba deseoso de sexo. En cuanto llegaron a la habitación de Christopher, el cerro la puerta y la miro con fijeza a los ojos.
Chris: - Te deseo.
Ella asintió y, sin hablar, acerco su boca a la de él y le demostró que era mutuo. La ropa voló por la habitación hasta quedar desnudos sobre la cama; excitada, Tn se abrió de piernas y lo tentó, deseosa de que la poseyera. Christopher sonrió al tiempo que se ponía un preservativo.
Sin hablar, se acostó sobre ella haciéndola gemir. Su duro pene la golpeaba entre las piernas y su ansia por ser penetrada crecía más y más.
Tn: - Hazlo ya- susurro.
Christopher sonrió seductor y paso con delicadeza el dedo por la hendidura húmedad de ella.
Chris: - ¿Me deseas?
Tn: - Mucho.
Sin dejar de mirarla, metió uno de sus dedos en su interior, lo movió con ímpetu e hizo que ella soltara un gemido.
Chris: - Bésame, cielo.
Hechizada por lo que decía, lo obedeció. Un nuevo gemido salió de ella cuando él introdujo dos dedos en su interior con brusquedad. Ansiosa de sexo, ella empezó a mover las caderas, en un movimiento semiconsciente pero a la vez armónico.
Chris: - Así... vamos... muévete –insistió.
Lo hizo sin ningún tipo de pudor; movió las caderas con ímpetu de adelante atrás para tener más contacto con sus dedos, para que entrasen más en ella, hasta que él los saco y, con un rápido movimiento, introdujo el pene de una embestida, que a ella le resulto del todo inesperada, aunque lo había estado pidiendo con sus caderas. Todo su cuerpo se arqueo, y el eco de su alarido invadió la habitación.
De rodillas sobre la cama, como un Dios todopoderoso y omnipresente, Christopher observaba a Tn, desnuda ante él. La tomo por la cintura y se volvió a hundir en su interior; ella jadeo y él repitió la maniobra. Una y otra vez disfruto de aquella lenta pero maravillosa agonía mientras ella se abría para recibirlo. Agarro sus pequeños pechos, que se movían al compás de las embestidas, con los dedos pellizco los pezones y tiro de ellos justo en el momento en que ella gritaba de nuevo y notaba como la humedad los inundaba. Mirándola, disfruto de su deleite mientras gozaba del suyo propio y, cuando no pudo más, tras una certera embestida, se dejó caer sobre ella y se corrió.
Pasados unos segundos, sin soltarla, rodeo la cama para no aplastarla y la beso en la frente.
Chris: - Me moría por hacerte esto.
Al escucharlo, le sonrió agotada pero desafiante.
Tn: - Cuando te repongas, quiero repetir.
Christopher soltó una carcajada y se pudo de nuevo sobre ella.
Chris: - Vaya... vaya... ¿te excitan las bodas?
Divertida, levanto la cabeza de la almohada, lo beso y, cuando separo su boca de la de él, susurro dispuesta a todo:
Tn: - Me excitas tú.
No hizo falta decir nada más; el morbo del momento, el saber que estaba profanando la casa de sus padres, los hizo volver a hacer el amor un par de veces más, hasta que, agotados, se quedaron profundamente dormidos.
Cuando se despertaron, desnudos y abrazados, la luz del día entraba por la ventana. Tn se horrorizo al oír ruido en el exterior de la habitación. Seguro que la madre de Christopher sabía que estaban juntos.
Tn: - Chris... Christopher... despierta.
El futbolista, al oírla, se despertó con brusquedad.
Chris: - ¿Qué pasa?
Tn: - No hemos dormido y creo que tu madre sabe que estoy aquí.
Él respondió con una sonrisa, y se acerco a ella para abrazarla de nuevo, para volver a la posición en la que habían dormido.
Chris: - Buenos días, preciosa.
Tn: - Pero... Chris... tu madre...
Divertido por ver la inquietud en la cara de ella, le dio un beso en la punta de la nariz para que se callara.
Chris: - Mi madre es mi madre, tú no te preocupes por nada.
Tn: - Pero tu madre dijo...
La beso con pasión para hacerla callar y cuando separo sus labios de los de ella, añadió:
Chris: -Mi madre puede decir misa, tu y yo somos mayorcitos y estamos aquí, juntos y en mi cama porque nos ha dado la gana; no te apures ni te agobies, ¿de acuerdo?
Aquella situación la hacía sentir fatal, súper incomoda. De repente, sonaron unos golpes en la puerta que precedieron a la voz de la madre del futbolista.
Jenny: - Chicos... vamos, ¡arriba! Son las 12:20
Christopher soltó una carcajada y Tn se tapó la cara con la sabana. Divertido al ver lo avergonzada que ella se sentía, la destapo de un tirón y, antes de que pudiera pronunciar una palabra, la acallo con un beso. Cuando abandono su boca, se dirigió a la mujer que esperaba al otro lado de la puerta.
Chris: - Enseguida salimos, mamá.
Roja como un tomate, se zafo de sus brazos y comenzó a juntar su ropa tirada por el suelo.
Tn: - Dios, ¿cómo no me he dado cuenta de la hora?
El futbolista se levantó desnudo y la tomo entre sus brazos.
Chris: - Dame un beso.
Tn: - Christopher, ¡suéltame! Tu madre... esta...
Chris: - Dame un beso –repitió.
Tn: - Pero ¡Christopherrrr...!
Chris: - Hasta que me des un beso y sonrías no te voy a soltar, y vamos a tardar más en salir. Así que ya sabes.
Sin tiempo que perder, Tn le dio un beso y, al separase de él, murmuro con una fingida sonrisa:
Tn: - Ahora me vas a soltar.
Divertido por el apuro que veía en ella, camino hasta la cama, la dejo caer sobre ella y cuando ella iba a levantarse, él se lo impidió, sujetándola tan fuerte por las muñecas que prácticamente la estaba aplastando contra el colchón.
Chris: - Si no estuvieras tan tensa te haría ahora mismo el amor, pero creo que no lo vas a disfrutar, ¿verdad? –ella negó con la cabeza, así que le dio un beso, la soltó y dijo: - Venga, vístete y corre a tu cuarto a cambiarte.
Como alma que lleva el diablo, ella se puso el vestido y abrió la puerta con cuidado; cuando comprobó que no había nadie fuera, salió a toda prisa y entro en la habitación de invitados, la que le había designado la madre del futbolista. Una vez dentro, respiro aliviada y decidió ducharse; debía darse prisa.
Tuvo que pasar el bochornoso momento de aparecer ante la madre de Christopher y darse cuenta de que la mujer estaba molesta, aunque un rato después, se tranquilizó. A las dos de la tarde llegaron los recién casados para comer en familia y, 10 minutos después, apareció Malena.
Male: - ¿Todo bien por aquí?
Christopher sonrió y Tn le dio los pormenores con disimulo.
Tn: - Perfecto, si omito que me quede dormida en la cama de tu hermano y que esta mañana tu madre nos ha descubierto. ¡Madre mía, qué vergüenza!
Malena contuvo una carcajada e imito a su madre en voz baja.
Male: - ¡Por el amor de Dios, cuanta indecencia!
Durante la comida, Olivia charlaba con su madre loca de contenta. De repente sonó el timbre de la puerta, y dos minutos después todos miraban las fotos de la boda junto con el fotógrafo que las había tomado. Tn observo las instantáneas con curiosidad, eran las típicas fotos de boda: la novia con el padre, con la madre, con los hermanos... Sonrió al ver una en la que se los veía a ella y a Christopher bailando. Por sus gestos parecían felices y divertidos, la foto le gusto, así que saco su móvil y le hizo una foto; sería un bonito recuerdo.
Chris: - Esta me la llevo yo para Milán –dijo al ver que Tn la miraba.
Oli: - De eso nada. Que te saquen una copia y te la enviamos.
Christopher se acercó a su hermanita, la beso en el cuello y le hablo en un tono meloso en que era difícil negarle algo.
Chris: - Oli... tú te vas de viaje de luna de miel, ¿qué más te da no tener esta foto?; sin embargo a mí me encantaría tenerla en Milán. Venga... se buena con tu hermano. Al fin y al cabo, es una foto en la que se nos ve a Tn y a mí.
Al final se salió con la suya y, ante el gesto risueño de Tn, se la entrego.
Chris: - Guárdala, esta nos la llevamos nosotros.
Male: - Tn, ¿dónde tienes la pulsera que te di la otra noche? –pregunto de repente.
Tn: - Esta en la habitación, dentro del bolso rojo que llevaba en la despedida.
Male: - ¿Te importa si voy a buscarla? Es que no quiero que se me olvide.
Tn: - Para nada. Está en el bolsillo interior. Ah, encontraras el bolso sobre la mesilla.
Malena se levantó mientras todos seguían mirando las fotos de la boda, y fue en busca de su pulsera. Al entrar en su antigua habitación sonrió al descubrir lo ordenada que la tenía Tn. Vio el bolso y fue directo hacia él. Lo abrió, tomo la pulsera y, cuando iba a salir, vio un envase del perfume 212 de Carolina Herrera dentro del neceser abierto.
Ella había usado esa colonia y se la acerco para inspirar el aroma; de inmediato, dejo el bote donde estaba y entonces se fijó en lo que había dentro del neceser. Se quedó sin palabras cuando leyó en un envase la palabra "Tamoxifeno"; bloqueada, saco el franco de pastillas del neceser, se lo acerco a la vista y lo volvió a leer, y se quedó perpleja al comprobar que, en efecto, aquello era lo que le habían parecido en un principio.
Rápidamente dejo el frasco donde estaba y salió de la habitación. Al llegar al salón, Tn la miro, le enseño la pulsera, le guiño un ojo y ambas sonrieron.
A las 6 de la tarde, Christopher y sus padres fueron al aeropuerto para despedir a Olivia y a su marido, que se marchaban de luna de miel a Cancún. Malena y Tn los esperaron en la casa familiar, viendo una película. Malena, que no podía quitarse de la cabeza lo que había visto, seguía dándole vueltas y más vueltas, hasta que no pudo más y apretó el stop.
Male: - Tn... sabes que te aprecio aunque acabemos de conocernos, ¿verdad?
Tn, sorprendida por el tono de la hermana de Christopher, asintió.
Male: - Quiero que sepas que...
Tn: - ¿Qué ocurre? –pregunto inquieta, al ver que Malena se removía incomoda en la silla. – Pero ¿qué te pasa?
Sin saber cómo afrontar la pregunta sin parecer una autentica metida, finalmente Malena dijo:
Male: - ¿Por qué tomas Tamoxifeno?
Tn reacciono como si le hubieran echado un balde de agua fría: ¿cómo podría ella saberlo?
Male: - Al tomar la pulsera, he visto tu perfume, me he acercado a él y, sin querer, he visto las pastillas en tu neceser.
Pensó no contestar, pero no podía, la pregunta había sido clara y directa. Malena sabía lo de su medicación y no podía mentirle. Durante unos segundos, sintió como la boca se le secaba y comenzó a retorcerse las manos. Malena, al ver su reaccion, suspiro y, tocándole las manos, le pregunto:
Male: - ¿Chris lo sabe?
Tn: - No. Y... bueno... yo... yo... no...
Al ver el desconcierto de Tn, la abrazo y, cuando noto la tención que atenazaba su cuerpo, saco sus propias deducciones.
Male: - Él no lo sabe y tú no piensas decírselo, ¿verdad? –ella asintió y Malena susurro: - ¡Dios...! ahora entiendo por qué me dijiste que lo suyo duraría poco. Ay, ¡Dios míooo!... no puede ser... no puede ser...
Tn se dio cuenta de la gravedad de lo que la hermana de Christopher estaba interpretando, la miro y, zarandeándola, la aclaro:
Tn: - Oye... que no me muero... tranquilízate. Yo estoy bien.
Male: - ¿Me lo prometes?
Tn: - Sí... de verdad. Te lo prometo.
Malena respiro hondo para hacerse cargo de la nueva situación y relajarse un poco, después del susto.
Male: - Pues claro que estas bien, que idiota soy, claro que lo estas.
Tn: - Tomo Tamoxifeno desde hace unos años. Me detectaron cáncer de pecho en dos ocasiones, pero está superado y, hoy por hoy, estoy bien. Mi última revisión fue perfectamente y... bueno... y... y...
Male: - ¿Y por qué se lo ocultas a Chris?
Tn: - No quiero asustarlo, Malena.
Male: - ¿Asustarlo? Pero, cielo... si aquí la única que puede estar asustada eres tú.
Tn: - La palabra "cáncer" lo asusta. Y yo solo quiero que el tiempo que estemos juntos, estemos bien.
Male: - Pero él se merece saber la verdad, puede sentirse engañado...
Tn: - Sé que no estoy actuando bien, Malena, y también sé que se lo tendría que decir, pero nunca pensé que esto duraría tanto tiempo y ahora... ahora no sé qué hacer y...
Male: - Se lo tienes que decir. Christopher lo entenderá.
Tn: - No.
Male: - ¿Cómo qué no?
Tn: - No puedo, Malena, lo nuestro se va a acabar cuando lleguemos a Milán.
Male: - Ni se te ocurra hacerlo, Tn, ni se te ocurra dejar a mi hermano por una maldita enfermedad que no tienes –le ordeno molesta.
Desesperada, Tn se levantó, abrió la ventana para que le diera un poco el aire de la calle y murmuro con una media sonrisa:
Tn: - ¿Sabes que a tu hermano le gustan las mujeres técnicamente perfectas?
Male: - Eso es una estupidez. Nadie es perfecto y...
Tn: - Pero le gustan así. Él es Christopher Velez, uno de los más mujeriegos de la liga italiana del futbol. Legiones de mujeres se mueren por estar con él, se mueren incluso por hacerse una simple foto con él. Y sé que tarde o temprano, en cuanto retome la actividad habitual con su equipo, lo nuestro se terminara.
Malena se levantó del sillón y se sentó mas cerca de ella, a ver si así se entendían mejor.
Male: - Pero Tn, ¿cómo puedes pensar así?
Tn: - Porque soy realista, Malena, sé que en el momento en que Christopher comience a viajar y a estar con Jandro y el resto de los jugadores solteros del Inter, todo va a cambiar y yo no voy a hacer nada para que no cambie. Me limitare a dejar que ocurra para que lo nuestro no sea traumático y...
Male: - ¿Y qué pasa contigo? ¿Acaso para ti no va a ser traumático? ¿Acaso tú no lo quieres?
Tn sonrió, tomo las manos de aquella y le respondió abriéndole su corazón, o eso pensaba ella que estaba haciendo.
Tn: - Lo mejor para él es no estar conmigo, Malena. Piénsalo con frialdad: él es joven y vive la vida a tope, conmigo todo el tiempo estaría limitado. Como le digo siempre a Antonella, mi mejor amiga: "Mi cuerpo es una bomba de relojería que en cualquier momento puede comenzar la cuenta atrás", y Christopher no se merece eso.
Lo que acababa de oír hizo que a Malena se le saltasen las lágrimas. La tranquilidad y la sensatez con la que Tn estaba afrontando algo tan duro le ponían los pelos de punta. Quiso protestar pero no pudo, la angustia que se había instalado en su interior solo la dejaba lloriquear.
Tn: - Vamos, vamos, no llores, por favor... Te pido que intentes entender lo que te estoy diciendo. Christopher tiene un precioso futuro por delante y yo solo tengo un presente, que se alarga o se acorta cada 6 meses y... Yo no tengo futuro más allá de la próxima revisión.
Male: - ¿Cómo puedes decir eso, Tn?
Tn: - Porque te estoy siendo sincera del todo. Y quiero que Christopher sea muy feliz con alguien que le dé los hijos que él quiere tener.
Male: - Pero...
Dispuesta a que Malena no develara su secreto, la tomo de las manos y le suplico:
Tn: - Por favor... por favor... prométeme que no le vas a decir nada. Si le dices algo le vas a hacer daño y es lo último que ambas queremos, ¿verdad? –Malena asintió. –Déjame que disfrute a su lado del poco tiempo que queda hasta que él comience a hacer su vida de nuevo. He intentado dejarlo, pero me ha sido imposible, porque pasamos demasiado tiempo juntos; sin embargo sé que en unas semanas todo va a cambiar. Por favor, Malena, concédeme ese tiempo y, por favor, nunca le comentes nada de esta conversación.
Malena sollozo y Tn, incapaz de no hacerlo, la siguió.
Abrazadas, se sentaron en el sillón, e incapaces de hacer nada, lloraron. Cuando Christopher regreso con sus padres tres horas después, las observo sorprendido. Ambas tenían los ojos hinchados y, cuando la madre del futbolista le pregunto, Tn respondió con una de sus sonrisas:
Tn: - Es que hemos visto Ghost y... bueno... ya sabes, ¡somos de lagrima fácil! Y la peli es de llorar y llorar.
Male: - De mucho llorar –afirmo, se levantó y se marchó a la cocina.
Los padres del futbolista se miraron y, sorprendidos, siguieron a su hija mayo; esa no era una reacción normal en ella. Al quedarse solos, Christopher se acercó a Tn y se sentó a su lado.
Chris: - Dime que ha pasado aquí, no me creo que están así por una película.
Tn fabrico una de sus mejores sonrisas y le toco el pelo.
Tn: - Ok, ha sido una tarde de confidencias; hemos hablado de mi hermana Janet y ella me ha contado como se sintió tras su divorcio y tal. Hemos llorado por cosas que nos duelen, pero, por favor, no digas nada, ¿ok?
Christopher, conmocionado por ver los enrojecidos ojos de Tn, no quiso preguntar más. Sabia cuanto le dolía hablar de su desaparecida hermana Janet, pero lo que no entendía para nada eran las lágrimas de Malena; ella nunca antes había llorado por su divorcio.
Al día siguiente, Chris y Tn regresaban a Milán. Malena y sus padres fueron a despedirlos y a nadie se le pasó por alto como su hermana y Tn cuchicheaban con complicidad:
Male: - Pienso ir a visitarte aunque no estés con mi hermano, ¿entendido?
Tn: - Y yo quiero que lo hagas. Te estaré esperando en mi casa.
Malena, mientras veía que su hermano abrazaba a su madre y que no podía oírlas, volvió a la carga.
Male: - Díselo, Tn. Creo que mi hermano lo entenderá y...
Tn: - No, y por favor, no comentes nada. Me has prometido guardarme el secreto.
Tras unos segundos de silencio, Tn murmuro con los ojos vidriosos:
Tn: - Te espero en Milán, ¿ok?
Chris: - ¿Otra vez vas a llorar? –le pregunto muy serio al acercarse, observando a su hermana sin reconocerla.
Malena negó con la cabeza y su padre la abrazo por detrás, mientras le daba un beso en el pelo.
Leonardo: - No hay caso, hijo. Cuando no es una, es otra. El caso es que estoy rodeado de lloronas.
Male: - Papaaaá –se quejó al tiempo que sonreía.
Jenny, la madre de Christopher, se acercó a Tn, la tomo de las manos y, tras abrazarla, le demostró cómo había encajado en la familia.
Jenny: - Eres bienvenida a nuestra casa siempre que quieras, cariño. Y por favor, cuida de mi príncipe en Milán, que tenga cuidado con su pierna y...
Chris: - Mamaaaá –protesto.
Tn, con una encantadora sonrisa, ordeno callar al futbolista y cuchicheo mirándola:
Tn: - Tranquila, Jenny. Le prometo que su príncipe está muy bien cuidado.
Tras una última ronda de besos y abrazos, el futbolista y Tn pasaron por el arco de seguridad del aeropuerto; él la tomo de la mano con fuerza y le dijo con cierto alivio:
Chris: - Volvemos a nuestras vidas.
Tn asintió con una sonrisa prefabricada. Sin saber nada, él había dado en el clavo; debían regresar a sus vidas.