Epilogo

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Los resultados de las pruebas de Tn fueron positivos. Eso, unido a la incorporación completa de Suhaila e Israel a la familia y a la felicidad de la joven y el futbolista, hizo que todos fueran dichosos como llevaban muchos años sin serlo.

La prensa se hizo eco de la escena del balcón protagonizada por el toro ecuatoriano. El futbolista más querido por las féminas y adorado por los fanáticos del Inter, se había enamorado de la hija del entrenador Norton. La imagen de él declarándose en un camión de bomberos se difundió por todos los medios, y rápidamente la prensa invento una increíble historia de amor.

En agosto, tras unas estupendas vacaciones en Tenerife, Christopher y Tn regresaron a su casa morenos, relajados y encantados. Todo el tiempo que estaban juntos les parecía poco y, aunque les costó dejar a los niños una semana con los abuelos, al final lo hicieron y disfrutaron a solas el uno del otro.

En septiembre, Christopher, cansado de dormir una noche en cada casa, decidió dar el gran paso y pedirle a Tn que se casara con él delante de toda la familia; ella acepto sin dudarlo. Lo quería y como él decía "nada ni nadie los separaría".

En noviembre, en plena temporada futbolística decidieron casarse en la catedral de Milán. Su boda fue un gran acontecimiento para la ciudad y un enorme orgullo para John Norton, que entro en la catedral llevando a su hija del brazo, e hizo ver a todo el mundo que hasta los más duros tienen debilidades.

En la fiesta posterior, Tn y Christopher abrieron el baile. Cuando sonaron los primero acordes, se miraron y bailaron enamorados su canción.

Sin importarles que todo el mundo los estuviera observando, se miraban a los ojos mientras ella canturreaba y él murmuro:

Chris: - Nunca terminaste de contarme que dice esta canción.

Sonrió encantada e índico:

Tn: - La canción habla de un amor, dice que cuando vio por primera vez la sonrisa de su amada, cayo rendido a sus pies. Él siempre ha estado buscando ese amor, y una vez que lo ha encontrado, quiere todo de ella. Sus labios lo excitan y su cuerpo lo invita a abrazarla y asegurar que el momento para amarse es ahora o nunca, porque ese amor no quiere esperar.

Cuando ella acabo de explicarle lo que decía la canción, la beso lleno de amor y todos los vitorearon. Esa canción sin saberlo resumía su historia de amor.

Una hora después, Norton volvió a sorprender a todos cuando se bailó con su hija algunas piezas de rock and roll, ante los aplausos de los invitados y familiares. Rache y Jenny, la madre de Christopher, cuchicheaban y aplaudían emocionadas mientras el futbolista se reía con sus hermanas.

Male: - Tienes una cara de tonto ahora mismo que no puedes con ella –se burló.

Chris: - Gracias, hermanita, ¡yo también te quiero! –exclamo riendo y sin quitarle la vista de encima a la que ya era su mujer mientras ella bailaba con su padre.

Olivia: - Ni caso, Chris; ya sabes que las bodas no son el punto fuerte de Malena –se burló divertida.

Pero le gustara o no reconocerlo, Christopher sabía que así era. Estaba tan orgulloso de su mujer que desbordaba de admiración por ella por todos los poros de su piel. Tn era la persona más luchadora que había conocido en su vida: había luchado de pequeña por salir adelante; había luchado de jovencita para superar la muerte de su hermana; había luchado por ella misma para superar el cáncer; había luchado por Suhaila e Israel para darles una familia y, en cierto modo, había luchado con un futbolista creído hasta hacerle ver que la vida era algo más que belleza y mujeres técnicamente perfectas.

Aquella madrugada, cuando acabo la fiesta y entraron en la habitación del hotel, el flamante marido dejo a su mujer sobre la cama y murmuro con una sonrisa de lobo:

Chris: - Te voy a comer entera.

Tn murmuro con expresión divertida y sensual:

Tn: - Cómeme.

Sin prisa, pero sin pausa, se desnudaron e hicieron el amor. Ya agotados, se dejaron caer en la cama, y Christopher dijo besándola en la cabeza:

Chris: - Siento mucho que todavía no podamos irnos de viaje de luna de miel debido a mi trabajo.

Tn: - No pasa nada, cielo. Ya nos iremos más adelante, ahora tienes que darlo todo hasta el final de la temporada.

Chris: - Todavía no hemos decidido adonde ir; ¿tienes alguna idea?

Acurrucándose en él, sonrió y murmuro deseosa de más sexo:

Tn: - Me da igual el lugar si estoy contigo.

Christopher asintió emocionado; se incorporó, tomo su chaqueta del suelo, saco de ella un sobre y le dijo mientras se lo entregaba:

Chris: - Yo ya elegí lugar, ¡espero haber acertado!

Con curiosidad, Tn abrió el sobre y, al leer el documento que había en su interior, lo miro y, después de pestañear como una chiquilla, grito:

Tn: - ¿En serio?

Chris: - Sí, preciosa, ¡en serio!

Tirándose sobre él, lo beso con pasión y, cuando se separó, murmuro a escasos centímetros de su boca:

Tn: - Vamos a ir a Joulupukin Pajakylä.

Chris: -Sí –rio feliz.

Tn: - A Laponia para ver la casa de Santa Claus.

Chris: -Sí, señora Velez, allá vamos.

Tn: - Madre míaaa, creo... creo que me voy a desmayar de la emoción.

Chris: - ¡Ni lo sueñes, preciosa...! Hoy no puedes desmayarte, tengo prevista una larga y ardiente noche contigo.

Tn: - Yupi... yupi... hey –se burló al escucharlo.

Christopher soltó una carcajada, era consciente de lo feliz que la hacia aquel viaje, y le explico los detalles:

Chris: - Salimos el 16 de diciembre y regresaremos el 21, así podremos pasar las Navidades con la familia. Nos alojaremos en un precioso hotel desde donde me han asegurado que veremos la aurora boreal. Visitaremos a Papá Noel para que le des tu carta –al decir aquello, ella soltó una carcajada – Pasearemos en un trineo tirado por renos. Jugaremos en la nieve, y cuando lleguemos a nuestra habitación te hare el amor sin cesar para que digas eso de yupi... yupi... hey.

Tn soltó una carcajada y, antes de que pudiera decir nada más, Christopher añadió:

Chris: - Y para que tu felicidad sea completa, quiero que sepas que Suhaila e Israel nos acompañaran en este viaje.

Tn: - ¿En seriooo?

Chris asintió y añadió:

Chris: - Y también mi hermana Malena; ella se ocupara de los niños en ciertos momentos para que tú y yo podamos estar a solas.

Sin poder creerse todo lo que le decía, Tn se tiro a sus brazos y lo abrazo. Christopher era lo mejor... lo mejor que le había pasado nunca.

Tn: - Te quiero, principito, eres el mejor.

Él se acoplo a los brazos de su encantadora mujer, la miro y con una sonrisa llena de deseo, acerco su boca a la de ella y susurro:

Chris: - Muy bien, tocapelotas, demuéstramelo.

FIN

¡Ni lo sueñes! Where stories live. Discover now