Capitulo 24

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Al llegar a Ecuador, el padre de Christopher estaba esperándolos, pero también un enjambre de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, así se lo advirtió en un mensaje a su hijo. Al ver aquello, Christopher propuso a su hermana que acompañara a Tn por la otra salida, para evitar que tuviera que enfrentarse a los focos. Quedaron en encontrarse en la casa familiar.

Por su parte, Tn llamo por teléfono a su hermano y quedo en verlo. Deseaba locamente volver a estar con él.

Cuando Malena y Tn llegaron en un taxi al barrio de Loja, Christopher y su padre ya estaban allí. La madre de Christopher se tapó la boca con las manos al verla entrar en la casa familiar.

Jenny: - ¡Santo Dios! Pero ¡si eres tú! La ecuatoriana que conocí aquel día en el hospital.

Tn: - Encantada de volver a verla, señora –la saludo dándole dos besos.

Jenny: - Hija, ¡por Dios!, llámame Jenny, corazón –la agarró del brazo y añadió: -Cuando Chris me dijo que traía acompañante no lo creí, pero me alegra ver que era verdad. Por cierto, cariño, te he preparado la habitación de invitados. Ya le he dicho a Chris que aunque ustedes son muy modernos, yo no lo soy, y sin estar casados no puedo permitir que duerman en la misma habitación.

Chris: - Mamaaá –se quejó.

Jenny: - Mira, príncipe, he dicho que no y no se hable más –y luego miro a Malena, que había permanecido callada, y murmuro: - Y tú y yo tenemos que hablar, descarada, quiero que sepas que tienes a una hermana muy enfadada y que, te guste o no, esta tarde-noche ella ha preparado su despedida de soltera y vas a ir.

Male: - Vamos, mamá, ¡no me jodas! No soporto a las amiguitas de Olivia; por favor, son todas una panda de niñitas reprimidas que...

Jenny: - ¡Por el amor de Dios, Malena! ¡Cuidado con lo que vas a decir!

Male: - Ok. Mejor me callo.

La mujer se arremango, se plantó ante su hija y le ordeno:

Jenny: - Vas a ir, claro que sí. Y Tn también va a ir con ustedes.

Chris, al escuchar aquello, iba a decir algo, pero entonces su madre insistió:

Jenny: - Tn ira, tu hermana la espera y no permitiré que me digas que no.

Malena miro a su hermano y le susurro:

Male: - Ni lo intentes, si la Jenny dice que va... ¡va!

Ambos suspiraron.

Male: - Ok, mamá, Tn y yo iremos. A ver, ¿dónde es el gran fiestón?

Jenny: - Van a merendar en una estupenda pastelería.

Male: - Que planazo... planazo –se burló, y antes de que su hermano pudiera media, añadió: - ¿Puedo llevar una de mis tartas?

Christopher soltó una carcajada y su madre le grito histérica:

Jenny: - Como se te ocurra llevar una tarta de esas de marihuana que haces, te juro que te desheredo, ¡sin vergüenza!

El pobre padre de Chris, que había escuchado impasible la conversación, al oír aquello miro a su hija y, con una media sonrisa, murmuro al tiempo que se llevaba a su mujer:

Leonardo: - Malena... cierra un poquito el piquito, cariño.

A Tn le pareció muy divertido ese ambiente familiar y sonrió mientras Malena se marchaba a su casa y prometía regresar en un par de horas para buscarla. Estaba deshaciendo el equipaje en la habitación que le habían designado cuando de repente se abrió la puerta; era Christopher. La cerro sin hacer ruido, cerró con llave y se acercó a ella sonriente.

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