Capitulo 5

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Todos los días Tn llegaba a su hora, entraba en el impresionante gimnasio que él tenía en casa y se dedicaba en su cuerpo y alma a recuperar al futbolista. Algo que paso a paso estaba siendo muy positivo para él. Su mejoría era bien visible, ya comenzaba a caminar casi con normalidad, aunque todavía se ayudaba con las muletas.

A su llegada al mediodía, Tn veía siempre a una mujer distinta comiendo en la cocina con Christopher. Nunca repetía: rubia, morena, pelirroja... siempre era diferente a la del día anterior y a todas las llamaba bella. Eso le hacía gracia... ¡Menuda pieza era el deseado Christopher Velez!

Aquellas mujeres se volvían tontas cuando el guapo jugador las miraba. Tn se percataba de que todas lo adoraban, dijera lo que dijese, lo consentían en todo. Ella, sin embargo, lo habría mandado a tomar viento fresco en más de una ocasión después de oír alguno de sus comentarios.

Un día, Tn se sorprendió al ver allí a la endiosada Bimba, la súper top model. Esta la miro con desprecio de arriba abajo y después dijo que se iba a relajar en el jacuzzi. Pero un par de horas más tarde se le ocurrió meter sus largas piernas en el gimnasio, Christopher le ordeno salir de inmediato.

Bimba: - ¿Me estas echando? –protesto.

Chris: - Si, bella... sal. Espera afuera. Esto es algo entre la fisio y yo.

Bimba: - Pero si no molestoooo, amoreee –insistió.

Christopher resoplo, Tn lo miro e intuyo que iba a decir uno de sus desagradables comentarios; entonces Bimba se le adelanto y dijo:

Bimba: - Si salgo de aquí, me marchare.

Sorprendida por aquello, Tn observo con curiosidad su reacción, y él sentencio implacable:

Chris: - Adiós, bella, ya te llamare.

La top model, al escuchar aquello, levanto el mentón y se marchó.

Chris: - Continuemos –pidió, terminando el asunto de forma expeditiva.

La joven no dijo nada, pero se lo agradeció con la mirada. Una de las clausulas era que no habría una tercera persona durante las sesiones y hasta el momento él las había cumplido todas.

Cuando aquella tarde terminaron la sesión, Tn comprobó que Bimba se había ido de la casa, algo que a Christopher aparentemente no le había molestado. Es más, antes de que se marchase ella, le había sonado el móvil y lo oyó decir con tono alegre.

Chris: - ¡Hola, bella!

Los días pasaban y, al acabar las sesiones, aquellas "bellas" estaban siempre en el sofá o deambulando en la cocina. Todas querían demostrarle lo maravillosas y perfectas que era, prodigándole mil atenciones de lo más sugerentes, mientras Tn se preguntaba por qué aquellas se querrían tan poco.

En cuanto lo veían aparecer, se le acercaban como gatitas ronroneantes y se le tiraban al cuello deseosas de sus atenciones. Cuando Christopher aceptaba el mimo gustoso, Tn, aprovechaba para despedirse sin hacer ruido y marcharse. Tenía otras cosas más importantes que hacer que ver como se metían mano con descaro.

Una de las tardes, llego a la casa del futbolista con retraso, pues había tenido un compromiso importante; Tn se sorprendió al encontrarse al entrenador allí y lo saludo con profesionalidad.

Chris: - Llegas tarde –le recrimino el futbolista con gesto hosco.

Tn: - Lo siento, he salido tarde de mi clase de yoga y el tráfico estaba fatal –reconoció mientras dejaba en un rincón su bolsa de deporte.

El entrenador los miro, iba a decir algo, pero Christopher se le adelanto.

Chris: - Te pago para que seas puntual, no lo olvides.

¡Ni lo sueñes! Where stories live. Discover now