Capitulo 6

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La semana paso y, día a día, Christopher iba suavizando su carácter. Se encontraba mejor. Más fuerte. Su pierna comenzaba a parecerse a lo que había sido y eso lo llenaba de positividad. Ya no era tan gruñón como al principio, aunque a veces a Tn lo mataba su prepotencia. Se creía el dueño del mundo simplemente por ser rico y estar como un Dios.

Cada día se sentía más atraída por él y decidió hace algo al respecto. Llamo a su ex, Enzo. Estar con él la hacía disfrutar de buen sexo y, sobre todo, le confirmaba que no quería nada serio con ningún hombre.

Pero de lo que no se había percatado era de que el futbolista empezaba a observarla con disimulo y a valorarla como mujer. Tn era graciosa, divertida, optimista, todo el tiempo estaba de buen humor y le sacaba una sonrisa. Y lo mejor, siempre le respondía con sinceridad, nada que ver con las mujeres que acudían a su casa en busca de fama y sexo. Ella era diferente, no le bailaba el agua y eso, unido a su continua sonrisa y su entusiasmo vital, era lo que más le llamaba la atención: ella era real y sincera.

Uno de los viernes, cuando ella llego para comer, se sorprendió al ver que no había ninguna de sus conquistas. Solo la esperaba él y había cocinado unos espaguetis carbonara. Comieron entre risas y decidieron dejar que les baje la comida sentados un rato frente al televisor.

Chris: - ¿Qué te parece si vemos una película?

Tn: - Una película dura mucho y tenemos que trabajar; mejor algo más corto.

Chris: - ¿Qué clase de cine te gusta?

Ella apoyo la cabeza en el sofá.

Tn: - De todo un poco y si, antes de que me lo preguntes, me encantan las películas románticas. Al menos mientras las veo paso un rato agradable siendo testigo de cómo se crea una bonita historia de amor que pocas veces tiene algo que ver con la cruda realidad.

Ambos rieron y él susurro:

Chris: - Ey, que yo no he dicho nada, sonrisitas.

Tn: - ¿"Sonrisitas"? –se burló ella. – Vaya... creo que me gusta más cuando me llamas "tocapelotas".

Christopher la miro directamente a los ojos y dijo:

Chris: - Eres la única persona que conozco que siempre está de buen humor y siempre sonríe.

Tn: - Me gusta sonreír.

Chris: - Pero, ¿tú nunca te enfadas?

Con un gesto de lo más cómico, ella asintió.

Tn: - Me gusta ver la vida desde el lado positivo y será mejor que no me hagas enfadar, no te lo recomiendo. Cuando me enfado soy lo peor... de lo peor... de lo peor. Como dice mi padre: no tengo término medio, pasó de ser un bomboncito dulce a un auténtico cardo borriquero (es una planta con muchas espinas).

Christopher soltó una carcajada justo en el momento en el que a ella le sonó el móvil y él pudo leer en la pantalla que era Israel quien llamaba; ¿quién sería ese Israel? Ella se levantó y contesto. La oyó reír durante unos minutos y le prometió que iría con él al cine. Cuando regreso, se sentó a su lado y Christopher encendió el televisor. El futbolista fue cambiando de canal mientras estaban tirados en el sofá, hasta que ella dijo de pronto:

Tn: - Castle. ¡Dios, qué bueno! ¿Te gusta esta serie?

Chris: - No sé; ¿de qué va?

Encantada, le explico que Richard Castle era un escritor que colaboraba con la policía de una manera muy curiosa y decidieron ver el capítulo. Ambos rieron divertidos. Ver como aquel escritor guasón e irreverente intentaba coquetear con la inspectora Becket mientras resolvían un asesinato era todo un espectáculo. Cuando el capítulo termino, Tn se levantó, le entrego las muletas a Christopher y dijo:

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