Lecciones de Amor

Von starmy89

107K 7.6K 566

¿Puede un corazón acostumbrado a la decepción confiar en el amor? Celia esta convencida de que en la vida no... Mehr

¡Eres un desastre Celia!
La necesidad tiene cara de...
Malos ratos, Buenas noticias
Cena de ¿celebración o liberación?
Las mentiras tienen las patas cortas
La propuesta de Celia
Detalles de mucha importancia
El juego comienza
Preparativos
Matrimonio
Una noche de perros
Buscando un significado y sentido de las cosas
Duele no tener, pero duele mucho mas perder
De vuelta a sobrevivir
Sobrevivir puede no ser tan malo, casi siempre
Una velada agradable revestida de un nostálgico final
La estupidez en ocasiones no es excusa.
Un secreto a voces
Tratando de ser quien no soy
Cubriendose las espaldas
Nadie me conoce lo suficiente
Entre hombres verdaderos y falsos cobardes
Convalecencia
Una confrontacion necesaria y otra no tan necesaria
Jugando a los enfermeros
Confesiones
En los brazos de tu amor
Adrián
Adrian y Celia
Entre el amor y el deber
Escándalo debería ser mi segundo nombre
Permitiéndome soñar
Abriendo Caminos
Un pequeño pero significativo percance
Noticia que no se espera es como una oferta cuando ya estabas dispuesto a pagar
Una sorpresa tras otra
¿Enferma o Presa? es difícil establecer la diferencia :(
Cuando una duda puede mas que mil certezas
Cuando piensas que todo va mal...
... la demencia hormonal aparece
Algo mas
El principio de nuevos comienzos
Segundas ocasiones
Vestida para ser feliz
Luna de miel
Epilogo
Aviso de Historia de Adrian

Olvidate de ti misma

2.4K 165 11
Von starmy89

Aquí estoy otra vez después de un buen tiempo fuera, es una lastima que no tenga todo el tiempo del mundo, pero hago con el poquito que me queda el esfuerzo de subirles los capítulos que me faltan, ahora estoy viviendo en Miami y se podrán imaginar, buscando trabajo, el colegio de los niños un nuevo idioma, en fin, aquí les dejo este nuevo capitulo y espero de todo corazón poder subir mas seguido y así seamos todos felices, un beso a todas, se les quiere...

-          ¿Sabes lo que esto significa para mí? – Celia intento mantener la expresión serena, Sara la observó inquieta - ¡Es tu felicidad Celia! – exclamó casi molesta, luego bajo los hombros casi derrotada mientras Celia perdía poco a poco su pose indiferente – Anthony dice que me preocupa más que la mía – se sorbió la nariz y Celia le ofreció el pañuelo que estrujaba sin cesar en sus manos – Y no me vengas con esa mentira de que no significo nada – la señaló con su dedo índice de forma acusadora - porque te conozco, además lo que vi cuando entre es más prueba que cualquier cosa que digas – Celia cerró los ojos y bajo la cabeza.

-          Quisiera poder decirte que lo lamento y que no quería que te enteraras así – bajo su mirada escondiendo un poco el rostro - pero la verdad es que esta relación o lo que sea que tenemos John y yo cada vez es menos comprensible – negó con la cabeza suspirando -  ahora mismo solo le estoy haciendo un favor.

-          Estoy segura de que eso no es lo que realmente quieres – Celia cerró los ojos exasperada, Sara tenía la seguridad de conocerla, y a veces se lo creía.

-          Me hubiese gustado que mientras durara fuera real – abrió los ojos dispuesta a abrirle su corazón - entre él y yo – volvió a mira sus manos - pero él no lo quiso así, y no es porque no me quiera – volvió a vela a la cara para hacerse entender - de hecho, creo que allí radica el problema, John está convencido de que lo nuestro puede durar toda la vida.

Celia sintió como su corazón aleteaba esperanzado, sonrió sin ganas y volvió su atención a su amiga.

-          Me conoces, sabes que no sirvo para relaciones largas, además hay muchas cosas que deben permanecer como están – Sara negó con la cabeza y Celia suspiró.

-          Claro que pueden cambiar, tu mereces tener todo lo que una mujer sueña, mereces un hombre a tu lado, para quien seas lo más importante, que se desvele atendiéndote, que te cuide, que te mime, que este en las buenas y en las malas, que celebre contigo sus alegrías y las tuyas, que te de seguridad, y que te muestre que la vida al lado de la persona adecuada puede ser maravillosa.

-          Eso suena muy bonito, pero se te olvida el detalle de que no soy tu, no aspiro a eso, solo le pedí a John unos días de convivencia en pareja porque sé que es mejor no dejarse llevar por ilusiones vanas y darse contra la pared, cuando sabes que eso pasara.

-          Ya entiendo porque no lo acepto, y si lo hizo por eso tiene mi apoyo, no puedes seguir pensando así, y te lo digo de una vez estoy del lado de John, y si hay algo que pueda hacer para ayudarlo lo hare – Celia no podía creerlo, ¿en seria tenía que lidiar con todo eso? Esa era la razón por la que Sara no debía saberlo – tengo una reunión, pero esto no acaba aquí – la apuntó con el dedo – me pasare por el apartamento una de estas noches y hablaremos largo y tendido.

Celia asintió y la vio salir, luego recostó su cabeza en el escritorio y lamento su suerte, una ráfaga de aire le dio y el olor, que aun conservaban sus manos, a la colonia de John le llego directo, inhaló profundamente sintiendo un poco más de tranquilidad, el recuerdo de la sensación de seguridad que sentían en sus brazos le ayudo a volver a sentirse tranquila. Si, Sara y Anthony lo sabían, solo debía asegurarse de que no pasara de allí, no quería ni imaginar que haría Adrián con esa información, se estremeció, mientras tuviese tras si esa sombra nunca tendría una tranquilidad real.

Sara la observaba con esa mirada de “no estoy muy segura”, ya con ese, era el cuarto vestido que se probaba y se le estaban agotando los recursos.

-          Me gustaría más bien algo como más jovial  -  Celia se dejó caer en la cama derrotada – John se casó contigo por quien eres, y esa ropa no eres tú.

-          Gaste toda mi quincena es esto – se señaló a sí misma y luego a la ropa que ya se había probado.

-          ¿Por qué intentas dar una impresión tan…?- se quedó pensativa, Celia sabía que no quería herirla pero la palabra adecuada era fresa, fresa y ridícula, de sirena mente poquita, pero no quería que todo el mundo supiera que era una don nadie que a duras penas alcanzaba a pagar el alquiler de su apartamento - ¿Por qué mejor no vamos a mi apartamento y te pruebas algunas cosas mías? Creo que tengo justo lo que necesitas para estar al lado de John y ayudarlo con la junta – Celia se levantó de la cama más animada, esa había sido su intención desde el principio pero por alguna estúpida razón termino comprando ropa que nunca usaría, a quien quería engañar, si John la viera con esa ropa lo primero que haría sería reír pues Celia nunca podría ser como esas chicas con las que el acostumbraba a salir.

Se fueron en el carro de Sara hasta el piso que, hasta hacia algunos meses, era de Anthony solamente, al entrar Sara se fue directo a su cuarto indicándole que la siguiera, una vez en el cuarto Sara abrió otra puerta y la invito a pasar. Celia recordaba que su amiga tenía un gusto especial por lo zapatos y la ropa de trabajo pesado, pero eso que tenía ante sus ojos era otra cosa, sus ojos se pasearon por un armario amplio y perfectamente organizado por tamaño, estilo, color y textura, muy al estilo de Sara, a su espalda estaba la sección de Anthony pero ella no iba a desviar su vista hacia allí, puesto que sus ojos se había detenido en un par de prendas que llamaron su atención, se acercó hasta ellas y las saco del perchero.

-          Excelente elección, yo también había pesado en algo como eso – Sara alabo el que ella escogiera un traje tipo taller, pero bastante casual – pruébatelo, posiblemente te quedara un poco ajustado y creo que la falda te quedara más larga que a mí pero eso en este caso nos favorece.

Celia hizo lo que le pidió y una vez que Sara le hubo alcanzado unos zapatos a juego vio el efecto completo, se veía jovial, atractiva y profesional, sí, eso era justo lo que necesitaba.

-          Es perfecto – dijo emocionada, Sara el abrazó y comenzó a sacar toda clase de prendas.

John le había dicho que serían cuatro días, y que tendrían diversas actividades, desde cocteles, reuniones de negocios, fiestas y le aseguró con esa sonrisa pícara que podrían apartar algo de tiempo para divertirse juntos y solos. Celia estaba nerviosa, no quería meter la pata y dejar a John en ridículo y Sara estaba ayudándola mucho con eso, le presto en total 10 prendas de vestir, lo único a lo que Celia no accedió fue a tomar prestado ropa para bañarse en la piscina o playa.

Cuando hubieron metido todo en una maleta, Celia se despidió y se fue de allí antes de que llegara Anthony, tenía escasas tres horas para estar lista, John pasaría por ella a su casa y luego tendrían que tomar un avión hasta un resort ubicado al oriente del país.

-          Lista – preguntó John a través del intercomunicador, Celia tomó una respiración profunda antes de contestar.

-          Si, en un momento bajo – dejo el intercomunicador en su lugar y este volvió a sonar haciéndola brincar del susto.

-          Ya bajo – comentó molesta.

-          Ábreme te ayudare con las maletas – Celia entornó lo ojos y presionó para que la puerta se abriera.

Busco su cartela y se vio por última vez en el espejo, llevaba un vestido color crema con una pañuelera en su cuello, un par de pulseras y unas sandalias bajitas, se sentía cómoda a pesar de no estar acostumbrada a verse vestida así, le gustaba y sabía que daría la impresión que necesitaba dar, ayudaría a John a conseguir la confianza de la junta, de eso estaba segura.

Escuchó el timbre y abrió, John la examinó de arriba abajo, y ella hizo lo propio, se veía hermoso, una sonrisa cruzo su rostro en cuanto sus miradas se encontraron.

-          Esta hermosa – le aseguró John.

-          Tú también estas muy guapo – John sonrió y se acercó hasta ella, Celia esperaba que tomara su rostro entre sus manos y le diera un beso, lo necesitaba para calmarse un poco y… porque lo quería y ya.

-          Déjame está a mí – Celia vio con decepción que John pasara a través de ella y tomaba su maleta y le guiñaba un ojo para luego salir, no le quedó más remedio que cerrar la puerta y seguirlo, se imaginó a sí misma en esos momentos teniendo a la mano un par de tobos con agua bien fría y vertérselos poco a poco en ese cabello rebelde pero exquisitamente suave que tenía.

-          Puedo escucharte desde aquí – Advirtió John, Celia se extrañó.

-          ¿Qué dices? – John volteo hacia ella sonriente.

-          ¿Por qué refunfuñas? – Celia entornó los ojos y ahora fue ella quien paso atravesó de él.

-          Apresúrate llegaremos tarde.

-          Estos días serán divertidos – aseguró John a su espalda y valla que lo serian pensó Celia.

Lo primero en lo que se fijó Celia al bajarse del auto de John fue en un avión más pequeño que un avión comercial pero igual de impresionante y caro, podía asegurarlo, no terminaba de salir de la impresión de saber que su “esposo” usaba chofer de vez en cuando, y que en esa ocasión el hombre había viajado en la parte de atrás del coche, ya que John había decidido manejar hasta el aeropuerto. Observo de reojo como el chofer bajaba el equipaje para subirlo al avión y luego se llevaba el auto de John a la empresa, Celia tragó con fuerza, eso sí era una dosis fuerte de la cruda realidad de que ella y John era definitivamente personas de mundos muy distintos, sintió que unos brazos la rodeaban por la espalda y reconoció el tacto inmediatamente, observó a su derecha como un grupo no tan numeroso de personas les observaban atentamente, se recostó sobre el pecho de John y le dejo acceso libre a su cuello con una sonrisa complacida.

-          ¿Ves? No es tan difícil – Celia quiso reír ante ese comentario – solo esperamos por mis padres y partiremos – una tos nada elegante le sobrevino al escuchar esto último.

-          ¿Tus padres? – preguntó aun con una sonrisa para que nadie notara que por dentro estaba que se moría.

-          Si – respondió John cual si fuera lo más normal del mundo – ellos también forman parte de la junta.

-          ¿Tu madre también? – la curiosidad pudo más que la impresión, John solo asintió acariciando su espalda – pudiste advertirme antes – John le dedicó una de sus mejores sonrisas.

-          No pasara nada, lo prometo – dijo un poco más serio – estaremos juntos en todo momento – Celia cerro los ojos y volvió a recostarse en su pecho, necesitaría una dosis extra de tranquilidad que no había presupuestado.

Un par de señores se acercaron a ellos, en cuanto Celia los vio venir ajustó su postura y se preparó para su primera actuación.

-          ¡John! Puntual como siempre – observó a Celia y luego comentó – tenías razón, esta chica vale todo lo que has peleado por ella – Celia frunció el ceño al no entender a qué pelea se refería.

-          Cariño – señaló al señor – este es Andres Alvarez, Mi asesor financiero y – señalo a la mujer que lo acompañaba – esta es  Rosa, su esposa.

Celia les tendió la mano y les saludo, más la mujer no se conformó con un simple apretón de mano, la atrajo hacia ella y la abrazó, a Celia le agrado su perfume, cuando su madre vivía le decía seguido que los perfumes de las personas decían mucho de su personalidad, ella tenía escasos ocho años cuando escucho por última vez eso, pero con el tiempo pudo comprobar la teoría de su madre y el perfume de esta señora le decía que era una mujer con carácter pero buena persona, así que le sonrió con sinceridad e hizo nota mental de tenerla en cuenta para sus planes.

Se escuchó un carro a sus espaldas e inmediatamente John se tensó, Celia lo sintió y seguidamente se puso alerta, una mujer de una sonrisa impresionante se bajó de una camioneta último modelo blanco, y prácticamente corrió hacia John, este también sonrió y su cuerpo se destensó un poco.

-          Mama – la saludo cuando llego a él, Celia se separó un poco para que la Madre de John lograra su objetivo, abrazar a su hijo, y no pudo evitar sonreír ante la escena.

-          Hijo – Celia vio como una lágrima se le escapo a la madre de John y se preguntó cómo se sentiría John al ver afectada la relación con su madre por querer mantener distancia con su padre – y tú debes ser Celia – Celia no extendió el brazo como lo había hecho con las otras personas sino que fue ella quien tomo la iniciativa y abrazo a la mujer quien en un principio pareció sorprendida pero luego le correspondió con igual efusividad – Oh hijo, es hermosa – Celia sonrió agradecida – tenemos muchas cosas de que hablar, y a ver si logras que este niño deje de trabajar tanto y finalmente puedan ir a cenar a casa, aunque con tu permiso, aprovechare este viaje para ponerme al día con él, esto ha sido una idea maravillosa.

-          Si claro – se escuchó la voz amargada que Celia supo sin llegar a verlo era de su padre – vamos directo al avión, quiero salir de esto de una vez por todas – la madre de John entorno los ojos y lo siguió a regañadientes luego volteo y le guiño un ojo a Celia y le sonrió a John, este le hizo un gesto con la mano que Celia no alcanzó a detallar y su madre se llevó la mano a la cara tapándose una sonrisa que sus ojos no pudieron evitar.

-          Mis padres – dijo John reflexivo.

-          Tu madre es hermosa – John sonrió asintiendo – tienes su sonrisa – finalmente John la miro.

-          Todo el mundo asegura que Anthony y yo salimos a nuestro padre – Celia negó con la cabeza.

-          tal ves el color del cabello, y la piel un poco, pero tienes mucho de tu madre, además me parece que son algo así como cómplices ustedes dos – John sonrió de lado.

-          La extraño mucho, todo este lio me ha alejado mucho de ella y no quiero que sea así, no quiero ponerla en una posición en la que tenga que escoger – Celia entendió y lo abrazó por la cintura, no porque la estuviese observando, o porque era parte de la actuación, sino porque el hombre a quien amaba por muy relajado que pareciera llevaba una enorme carga en sus hombros y ella sitio en deseo de compartirla para que se le hiciera más ligera.

-          Creo que es hora de irnos, ya todos están subiendo – le comento Celia mirando hacia el avión y viendo como terminaban de subir el señor Alvarez y Rosa.

-          Si – John tomó una respiración profunda y le dio un corto beso en los labios – hora de empezar con esto ¿sabes? Lo bueno de todo esto es que pasaremos unos días juntos, no podemos pelear, y tendremos una enorme suite – le sonrió con picardía – no se tú, pero a mí me encantan las pijamadas – Celia no pudo evitar soltar una carcajada.

-          Y ¿a qué viene eso? – John se encogió en hombros.

-          A que me encanta pasar tiempo contigo y creo que sería un desperdicio dormir si podemos hacer otras cosas – la observó con picardía y luego continuo - ¿sabes jugar twister? – Celia negó riendo – te enseñare – y dicho esto emprendieron su camino al avión donde los esperaban personas que deseaban por distintas razones verlos interactuar de cerca.

-          ¡Muy buenos días a todos! – saludó John al entrar – sé que muchos quieren conocerla, así que les presento a mi Esposa Celia – Celia lo observaba atentamente, era mejor verlo a él, que ver los rostros de aquellos a quienes tenía la responsabilidad de impresionar de forma positiva para ayudar a John – ya tendrán tiempo para conversar con ella, sin embargo debo pedirles como un favor personal que no se molesten pues como todos saben estamos recién casados y queremos, así como ustedes, aprovechar este viaje para disfrutar a solas – guiñó un ojo y sonrió de esa forma tan seductora, Celia se solidarizó con todas las mujeres que estaban en ese avión sabia de primera mano los estragos que esa sonrisa hacía en una, ella sonrió un poco y recibió el beso que John se empeñó en darle delante de todo el mundo aunque agradeció que fuera corto y sencillo, luego fueron hasta la parte de adelante del avión, sus asientos como los de todos, tenían todo el confort que se ofrecía en primera clase pero estaban alejados de los demás, Celia agradeció esos minutos a solas con John, una vez sentados se recostó en su hombro y sintió como el recostaba su cabeza en la de ella.

-          Lo estás haciendo muy bien, muchas gracias por esto – Celia atrajo su rostro al de ella y le dio un beso, John profundizó el beso y Celia agradeció el gesto, necesitaba perderse en sus labios e imaginar que estaban solos  y no en un avión con un montón de desconocidos y los padres de John.

Weiterlesen

Das wird dir gefallen

14.9M 838K 54
-Esos ojos están fijos en mí-no puede ser ... ¡Oh mi Dios! ¡Ese es mi nuevo jefe! Una historia que te sorprenderá,te enamorara y no te dejará pensar...
107K 7.4K 36
«Tras una serie de fracasos amorosos, Amanda, se ve arrastrada por sus amigas a cinco citas a ciegas. ¿Conquistarán su corazón o no está hecha para e...
21.8K 1K 10
Hina y yuzuha están enamoradas de takemichi shinichiro vivo shinichiro amigo de takemichi
781 224 10
Bienvenidxs a min nueva historia de amor. Josh es programador informático y su proyecto estrella, ADA, le ha llevado a preparar una casa domótica en...