Heinz Wolfgang.
Los disparos no cesan, pasamos por un pasillo rápidamente y doblamos una esquina mientras esquivamos un par de personas, que ahora no sé diferenciar si son de nuestro bando o no. Otra bomba vuelve a sonar y nos tenemos que esconder detrás de una pared, al igual que los otros. Mi cabeza duele y estoy sangrando de varias partes, mientras me ahogo levemente por el humo y todo el polvo que se ha creado.
—¿Qué pasa? — Austin habla, lo veo con el ceño fruncido —, Gracias a Dios — él suelta un leve suspiro.
—¿Qué? — pregunto.
—Paris está bien — escucharlo decirle eso fue como todo mi cuerpo reaccionó y se puso más atento que nadie en esté lugar.
—¿Y Vinicio? — pregunto.
—Está muerto — esboza media sonrisa.
El hijo de puta está muerto y mi hermosa mafiosa lo ha matado, esbozo media sonrisa. Le quito el arma a uno de los nuestros, reviso las balas y la alisto, cuanto hasta tres juntamente con Austin y salimos detrás de la pared y empezamos a disparar a los que están enfrente de nosotros, mientras el humo se cruza por todos lados y los zumbidos.
Voy por ti zorra.
Loukas.
Los disparos empiezan a escucharse más fuerte y más cerca, la gran puerta de metal que está al fondo se abre de golpe, veo como varios hombres de negro entran al lugar con grandes armas, detrás de ellos viene Feller, esbozo media sonrisa al ver que los otros intentan sacarnos de las celdas.
Mi primera reacción al salir es ir con Bellamy, ella me abraza con fuerza y yo se lo devuelvo, beso su frente y empezamos a andar para salir del lugar.
—¿Y Paris? — le pregunto a Feller.
—Ya viene para acá — responde.
—Pensé que vendría con ustedes — Bellamy habla.
—Hubo un... contratiempo — por el tono de voz que utiliza puedo deducir que no fue nada bueno.
—Pero, ¿ella está bien? — Hakim pregunta, frunciendo levemente el ceño.
—Créanme, que mejor que nunca— responde Feller.
Salimos del calabozo horrible y empezamos a caminar un poco más rápido, al tener todo el pasillo libre, mientras hay hombres delante y atrás de nosotros, Feller se quita su protector antibalas y se lo pasa a Bellamy, que luego de una pequeña discusión de ver quien lo necesita más, ella termina accediendo a tomarlo.
Doblamos una esquina y es cuando los disparos empiezan a escucharse, paramos un momento mientras los hombres de nuestro lado empiezan a disparar y alejarse un poco de nosotros para poder hacerlo bien.
Me hago un poco para atrás para esconderme juntamente con Bellamy, entonces alguien me toma por detrás, colocando su brazo en mi cuello y halándome, me remuevo, pero siento un golpe en la sien que hace que pierda el equilibrio y cierra los ojos levemente, soltando una maldición.
Bellamy.
—¿Loukas? — giro a ver detrás de mi y no lo veo. — ¿Loukas? — pronuncio su nombres un poco más fuerte y empiezo a buscarlo con la mirada.
Agarro a Hakim del brazo, para que me vea.
—Loukas no está.
Feller.
—¿Cómo que no está? — escucho a Hakim decir algo exaltado.
—¡No está! — Bellamy le grita algo preocupada — un momento estaba conmigo, detrás de mí, sentía su mano en mi hombro y luego de unos segundos no había nadie.
—¿Quién no está? — frunzo el ceño.
—Loukas — Hakim me responde.
Mierda. Prendo el intercomunicador.
—Austin — lo llama —, Loukas no está con nosotros, se lo han llevado, si lo ves, agárralo — le ordeno.
—Estaré al pendiente, le avisare a Klaus — me confirma.
Empezamos a caminar de nuevo, mientras disparo, juntamente con Hakim, mientras Bellamy viene detrás de nosotros, tratamos de protegerla de cualquier movimiento de cualquiera de nuestro alrededor.
—¿Feller? — Austin me llama.
—¿Qué pasa?
—Klaus no contesta — menciona.
Maldita sea Klaus.
—¿Klaus? — hablo desde su señal. — ¿Klaus? — menciono un poco más fuerte.
—¿Qué pasa? — Hakim pregunta.
—Klaus no contesta.
Heinz.
—¿Qué pasa? — pregunto, al ver como Austin se mira un poco exaltado.
—Alguien se llevo a Loukas y Klaus no contesta y Paris no viene — para de caminar.
—¿Cómo que alguien se llevo a Loukas? — frunzo el ceño.
—No lo sabemos, estaba con Feller, Hakim y Bellamy y luego de un segundo ya no — dice algo frustrado.
—No podemos salir de acá — hablo serio—, no pienso irme sin mi hermano.
—Heinz, necesito sacarte a ti antes, no estás bien, al parecer has perdido mucha sangre y —
—A la mierda, me siento perfectamente bien — gruño—, no me iré sin Loukas — repito.
—Paris vendrá y ella se encargará, mientras, debemos de salir nosotros de acá — me repite desesperado.
Los disparos empiezan a aparecer, pero ahora más fuerte y más rápidos.
—¿Esa es una puta ametralladora? — me escondo detrás de una pared y Austin detrás de otra.
Miramos a nuestra guardia que ahora está tirada en el suelo, muertos, todos.
Puta madre, zorra maldita.
—¡Hay otra salida! — Austin me grita.
—¡¿Dónde?! — pregunto.
Saco un poco la cabeza para ver y veo a un tipo enmascarado, disparando hacia todos lados.
—¡Está de mi lado, debes de cruzar! — me grita.
—¡¿Cómo mierda pretendes que cruce?!
—¡Vamos, Heinz! — me grita.
Vuelvo a girar y enseguida meto la cabeza, los disparos están solo en mi dirección ahora. Luego de unos minutos los disparos paran, veo a Austin, quien me hace ceñas con los dedos, para poder pasar al lado de él.
—Uno... dos... ahora — le veo susurrar.
Me apresuro a salir de mi escondite y pasar a el de él. llegando en medio del pasillo, siento algo golpearme la cabeza, algo de metal, caigo al suelo casi hincado, luego siento el mismo golpe en la espina dorsal. Hago una mueca de dolor.
Veo como Austin eleva su arma para disparar, pero de un golpe otra persona se la quita, haciéndolo caer al suelo y pegarle con la parte trasera del arma. Mala idea, mala estrategia. ¿Por qué mi padre no me entreno para esto? Puta madre.
Alguien me arrastra con fuerza y solo me limito a quejarme, como mi piel se raspa por el suelo y algunas partes de ella se abren por otras cosas. Suelto un quejido de dolor y una maldición. Me dejan de golpe tirado y a la par mía tiran a Austin quien parece medio inconsciente.
Elevo levemente la mirada y veo a Sierra a la par de ella hay un hombre de negro quien tiene agarrado a Loukas del cuello y le apunta con una pistola dorada.
—Loukas — menciono su nombre en bajo.
—La mafia Heinz, ahora y nos evitamos la muerte de tu amigo — Antonella dice seria.
—¿No te rindes? — le hago una mueca.
—¡La mafia!
—¡No! — Loukas grita —, Heinz, ni se te ocurra darle la mafia.
Aprieto los manos en el suelo, volviéndolas en puños, tenso la mandíbula y maldigo en lo bajo.
—Heinz por favor no — Loukas repite.
—¡Y dejar que te maten! — le grito, desesperado.
—Heinz, piensa — veo como leves lagrimas salen de sus ojos cafés.
—Sobre mi cadáver voy a dejar que maten a mi hermano.
Veo a Sierra quien tiene un sonrisa esbozada.
—¿Quieres la mafia? — trato de levantarme del suelo — bien, la mafia neoyorquina es tuya, pero deja a Loukas, si vas a disparar a alguien, que sea a mi — me coloco enfrente de ella, serio.
—Solo faltaba un poco motivación — sonríe descaradamente.
—¡Suéltalo! — le grito.
—¿Tengo tu palabra, Heinz? — pregunta seria.
—¡No! — Loukas grita.
—Tienes mi palabra, Sierra — suelto un leve suspiro.
Sierra le quita el arma a su hombre y luego me apunta a mí, aprieto las manos a los lados, volviéndolas puño. Su hombres suelta levemente a Loukas, pero todo pasa rápido. Los gritos se dejan escuchar, Sierra desvía el arma y le dispara a Loukas.
—¡No! — grito.
—¡Loukas! — cuatro personas gritan su nombre, juntamente.
Hakim, Bellamy, Helena y... Paris.
Veo como Loukas cae hincado al suelo, tocándose en el lugar donde le han disparado y sus ojos se fijan en mí.
—Hermano — lo escucho susurrar.
—No, no — me acerco a él rápidamente, hincándome a su lado, mientras hago presión en su herida.
Sus ojos cafés me miran y esboza media sonrisa.
—No vas morir, ¿me oíste? — le digo desesperadamente.
—Está bien, Heinz.
— ¡No! ¡No está bien! — grito— ¡Le vas a pedir matrimonio a Bellamy, se casarán, tendrán hijo y una hermosa familia! ¿Me oíste? — grito desesperado— ¡Así que sé un hijo de puta y NO MUERAS!
Nunca en mi vida me había sentido como ahora, desesperado, con una opresión en el pecho, pensando que la única familia que me queda va a morir ahora, no Loukas, él es mejor persona que yo, él no puede morir.
Poso mi vista en Paris, quien está estática, aprieta los manos en puños, tiene una herida en su cabeza y sangre por todo su cuerpo, como si hubiese tenido un accidente. Sus ojos empiezan a cristalizarse, pero ella misma se impide llorar.
—He ganado, Paris — Sierra habla feliz.
Paris.
Veo a todos a nuestro alrededor, Bellamy llorando, Hakim abrazándola, Feller a la par de ellos. Helena llorando a la par mía, junto a Arango y Marcel. Heinz se encuentra a la par de Loukas en el suelo y Austin está en medio, sentado y algo abrumado.
—No, no, no — niego, viendo a Sierra.
—Ojo por ojo, diente por diente — sonríe.
Saco el arma dorada y le apunto, estoy apunto de dispararle cuando alguien más lo hace. Le da en la pierna derecha, ella grita de dolor.
—Ups, no era ahí — y vuelve a dispararle, pero en la otra pierna.
Sierra cae hincada al suelo, gritando de dolor.
—Ahí tampoco era, lastima, que mala puntería tengo — veo a Klaus quien ha sido quien le ha disparado a Sierra.
Tiene una herida en la frente, viene medio ensangrentado, puedo jurar que tiene una abertura por el abdomen, pero aquí está, parado enfrente de todos, esbozando una sonrisa satisfecha. Klaus está demente.
—Toda tuya, linda — me guiña un ojo.
—Vamos, querida, acaba con tus pesadillas —Marcel me esboza media sonrisa.
Me acerco decidida a Sierra, quien ahora llora hincada en el suelo. Apunto en su dirección.
—Estuviste en la gloria unos segundos ¿no? — hablo—, yo lo estoy desde hace más de veinte putos años — le esbozo media sonrisa.
—No — sisea —, Por favor.
—¿Ahora estás en plegaria? — le hago burla. — ¿En el cráneo o el corazón?
—No, Paris — ruega.
Me acerco a ella, pegando la punta del arma a su frente, sus ojos lloran y ella tiembla.
—Tu esposo tuvo un agujero en el corazón, tú tendrán un agujero en el cráneo — esbozo una sonrisa. — Dije que sería yo quien acabara contigo.
—¡NO! — grita de último.
Disparo. Su cuerpo se expulsa hacia atrás, cayendo por completo al suelo, armando un charco de sangre. Bajo levemente el arma y la tiro a la par de ella. No necesito un arma dorada, todo esto se ha acabado, esté infierno tiene punto final.
Suelto un leve suspiro y es algo inexplicable como mi cuerpo y mi corazón siente calma y paz, después de tantos meses y años, me siento tranquila.
Veo a Loukas y Heinz y me acerco a ellos.
—Vamos Loukas — le pido— un poco más.
—Paris — me sonríe.
—Voy a acompañarte a comprar ese anillo de propuesta — acaricio su mejilla, mientras pequeñas lagrimas salen de mis ojos.
—La ambulancia ya viene — Marcel informa, detrás de mí.
Bellamy se acerca a Loukas.
—Gracias— Loukas me sonríe.
—¿Por qué? — lo veo sin entender tanto.
—Por ser mi hermana y ser parte de mi familia — sonríe.
—Siempre y toda la vida — le sonrío entre lágrimas.
La ambulancia llega y toman a Loukas rápidamente y lo suben, Bellamy, Helena, Feller, Austin y Arango se van con él, todos en la ambulancia. Salimos de la mansión, yo salgo juntamente con Klaus y Marcel. Al salir abrazo a Klaus.
—Cumpliste tu promesa — sonríe.
—Te dije que todo iba a estar bien— río— una que otra complicación, pero ya sabes— me separo de él.
—Lo normal — ríe.
—Tenias que ir al hospital — le regaño.
—Ya iré luego — me esboza una sonrisa.
Veo a Hakim, me esboza media sonrisa, me pega a él en un abrazo, yo le correspondo, él hunde su cabeza en mi hombro, siento como esboza una sonrisa.
—Viniste — dice.
—Soy su salvadora — sonrío.
—Gracias — se aleja de mí.
—De nada— le sonrío —, Marcel también se lleva una parte — Veo a Marcel, ladea una sonrisa — si no fue por él estaría muerta.
—Uf, debes de contarme eso — sonríe, Hakim.
Desvió mi mirada a Heinz, quien se ve adolorido, sudado, sin playera, pantalones desgastado y sucio, no quiso irse con Loukas.
—Yo no tengo abrazo, ni un: que bueno que estás bien — dice sarcástico—, solo estoy verguiado —roda los ojos.
—Heinz resentido en su mayor color — sonrío.
Me da una mala mirada.
Me acerco a él, rápidamente sin que le de tiempo de reaccionar, me pego a él, escucho como suelta un quejido, pero lo ignoro, pego sus labios con los míos y le doy un beso rápido, sin esperar a que me responda y luego me alejo de él.
Veo como se queda estático en su lugar, con los ojos muy abiertos y casi pareciera hipnotizado. Escucho a Klaus reírse, mientras Heinz sigue estático. Parpadea un poco y luego me mira.
—Tus labios saben a sangre — comento.
Heinz esboza una sonrisa.
—Creo que me he curado — dice sin más.
Yo río y me vuelvo a acercar a él para abrazarlo, él me corresponde al instante, hundo mi cabeza en su hombro desnudo.
—Necesito que me cuentes todo lo que te paso — dice en un susurro en mi oído.
—Algún día lo haré — le doy un par de besos en el hombro y luego elevo la cabeza para darle un beso en los labios.
Está vez es lento, así que él me corresponde, acunando mi cara en sus manos y besándome con urgencia.
—¿Lo hacemos, señorita Paris? — Marcel nos interrumpe.
—¿Y él es? — Heinz enarca una ceja.
—Después te explico — le digo.
Veo a Marcel, esbozándole una sonrisa.
—Toda tuya — le digo.
Él asiento con la cabeza.
—Será mejor si se alejan — pide.
—¿Qué harán? — Hakim pregunta, frunciendo el ceño.
—Eliminar la evidencia — sonrío tiernamente.
—¿Qué? — Heinz frunce el ceño.
—Vámonos — los halo a los tres, y nos encaminamos a la camioneta negra.
Nos adentramos, cuento hasta tres, midiendo el tiempo y... BUM.
—¿Qué mierda? — Klaus, miro hacia la mansión.
La mansión se está incendiando por completo, cada parte de ella, el fuego se empieza a correr por las paredes, Marcel se acerca a nosotros y se va del lado del piloto.
—Bien, podemos irnos — avisa.
—Ese señor está loco — Hakim habla en bajo.
—Lo mismo dije — le sigo.
Heinz esboza una sonrisa, negando con la cabeza.
—Tú también estás loca — me dice, sonriente.
—Lo sé y aun así me amas — sonrío.
—Y aun así te amo — afirma, sonriente.