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By taetzel

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Jeon Seokjin tiene exactamente cuatro semanas para impedir el compromiso de su hermano menor, condenado a un... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23

Capítulo 4

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By taetzel

Capítulo 4: Estrellas fugaces en el cielo.

—¿Revisaste el correo que te mandé?— Pregunta Seokjin, emparejando sus pasos con los de Yoongi mientras se acercaban al restaurante.

—Sí, leí nueve páginas de eso— responde Yoongi monótonamente. Leyó el correo de Todo-Sobre-Seokjin, con sus páginas y páginas de información. Sabía el color favorito de Seokjin, sabe la canción favorita de Seokjin, su película favorita. Sabe que a Seokjin le gusta cocinar, sabe que Seokjin se graduó de Historia del arte, sabe todos los detalles de dónde le gusta a Seokjin comprar su ropa. Yoongi frunce y mira su brazo donde los dedos de Seokjin aprietan otra vez. También sabe que Seokjin desarrolló un mal hábito de agarrarse de él cuando está nervioso.

—Espera— dice Seokjin, vacilando frente a la entrada principal del restaurante. —Estás seguro, ¿verdad? Podemos reprogramarlo, pretender que te enfermaste o algo.

Yoongi pone los ojos en blanco y sacude la mano de Seokjin fuera de su brazo. 

—Aunque hagamos esto ahora o más tarde, voy a tener que conocer a tu hermano.

Seokjin suspira y asiente. 

—Tienes razón. Tienes razón—. Sacude sus brazos como si tratara de sacudir fuera sus nervios.

Yoongi lo mira con diversión mientras el comportamiento de Seokjin cambia en cuestión de segundos. Él va de nervioso e inseguro a seguro y radiante. Seokjin exhala lentamente y mira a Yoongi son una sonrisa.

—¿Vamos, Yoongichi?— La mandíbula de Yoongi cae. 

—¿Cómo mierda me llamaste?

Seokjin se inclina para tomar la mano floja de Yoongi entre la suya. 

—Le pongo apodos lindos la gente. Jungkook esperará uno—. Yoongi frunce, curveando sus dedos alrededor de la mano de Seokjin sin pensarlo. 

—Ponme uno diferente.

—¿Cómo qué?

—¿Genio Yoongi?— Yoongi encoge los hombros. Seokjin se ríe, arrugando los ojos y mostrando los dientes. 

—Vamos, Yoongichi. Jungkook nos espera—. Abre la puerta del restaurante y Yoongi camina dentro. —Deberías llamarme 'hyung'— dice como si lo hubiera pensado después, parándose frente al recepcionista.

—Voy a hacer un apodo para ti. Va a ser repugnante—. Yoongi se burla. Seokjin se ríe y le da un empujón con el hombro. 

—Solo que no sea 'cara de popo'. Jungkook ya me nombró así.

—No hablas enserio.

Seokjin tararea sin comentarios y se voltea hacia el recepcionista. 

—Para Jeon-Min.

Ellos son llevados al comedor privado donde Jungkook ya está esperando. El chico los mira cuando entran, cruzando los brazos sobre su pecho y un ceño ya grabado en sus labios.

—¿Esperaste mucho tiempo?— Pregunta Seokjin, separando su mano de la de Yoongi y deslizándose en el asiento del otro lado de su hermano.

Yoongi se queda quieto por un momento, dándose cuenta de que habían estado tomados de la mano todo el tiempo desde la entrada hasta la sala. Sacude la cabeza para aclarar su mente y toma el lugar junto a Seokjin, moviendo la cabeza como saludo a Jungkook.

—Acabo de llegar— dice Jungkook, sonriéndole a Seokjin antes de enfocar su mirada en Yoongi. —Hola— dice, con un tono frío y desagradable.

Yoongi le regresa a Jungkook la mirada fría.

—Jungkook-ah, él es Yoongi, mi prometido. Yoongichi, él es mi hermano menor— dice Seokjin, presentándolos. Jungkook palidece. 

—¿Yoongichi?— Pregunta, curveando sus labios con desaprobación.

—Es un tierno apodo, ¿verdad?— Seokjin sonríe y lleva su mano hacia Yoongi para quitar amorosamente el flequillo de su frente. Yoongi parpadea y mira la nariz de Seokjin evitando el contacto visual, recordándose que solo actúan y no hay razón para sentir un revoloteo en su estómago.

—Es asqueroso— dice Jungkook, frunciendo. Seokjin se encoge de hombros, desinteresado. 

—A Yoongi le gusta. ¿No es cierto, Yoongichi?— Seokjin le sonríe a Yoongi, claramente divertido, retando a Yoongi a refutarle. Los labios de Yoongi se aprietan y levanta sus cejas. 

—Claro. Cualquier cosa que Jinnie Jin haga es tierno—. Sonríe e inclina su cabeza hacia Seokjin, retándolo a responderle.

La sonrisa de Seokjin duda y sus ojos se entre cierran, pero se mantiene en silencio.

Ellos ordenan y Seokjin trata de hacer fluir la conversación, pero todas las respuestas de Jungkook son breves y sarcásticas, y las de Yoongi son cortas y desinteresadas. Cuando la comida llega, Jungkook juega con la comida mientras Yoongi cae en completo silencio, concentrándose más en masticar que en la conversación. Finalmente, Seokjin manda una mirada suplicante haciendo un puchero y gesticula '¿Me ayudas?'

'Tu hermano', Yoongi gesticula de regreso, pero Seokjin lo golpea debajo de la mesa con su rodilla. Yoongi suspira y pone su atención de regreso a Jungkook para encontrarlo mirándolos cuidadosamente con los ojos entrecerrados. 

—Jin-ah me dijo que vas a la Universidad de Seúl— comienza Yoongi, —¿Te gust...?

—Deja de llamarlo Jin-ah. Es hyung. Seokjin-hyung, es mayor que tú— dice Jungkook, frunciendo.

Yoongi pelea con el impulso de burlarse. Se siente insultado sin razón. No es como si realmente tuviera un apodo para Seokjin, es un actor para el beneficio de Jungkook. Pero, de alguna manera, Yoongi estará condenado si algún mocoso le va a decir como llamar a su prometido falso. 

—¿Debería llamarlo Jin-hyung?— Seokjin suspira y cierra sus ojos. 

—¿Esto es, realmente, el tema de conversación al que llegamos?

—Hyung tiene razón. Vayamos directo al punto. Quiero saber qué demonios pasa con este compromiso— dice Jungkook, poniendo sus palillos en la mesa con un decisivo 'tunk'.

—Jungkook— comienza Seokjin, pero Jungkook lo ignora.

—¿No creen que es extraño que han estado saliendo por meses y solo escuché sobre eso ahora, semanas antes de una boda?— Jungkook mira acusatoriamente a Yoongi.

Yoongi sonríe de lado y también baja sus palillos, moviéndose para recargarse en su silla. 

—No— responde fríamente. —No lo creo.

Jungkook se burla.

—¿Tu hermano está obligado a decirte sobre cada faceta en su vida?

—Esperaba escuchar sobre su novio, sí.

—¿Por qué? No me voy a casar contigo. Me casaré con Seokjin.

—Porque soy la familia de hyung—. Jungkook se burla.

—Tu opinión no era necesaria.

—Sé que este es un matrimonio arreglado. Escuché los rumores. Tu abuela ha estado tratando de mandarte a citas matrimoniales por meses—. Jungkook replica con aire de suficiencia, como si hubiera lanzado un golpe mortal. Es algo tierno, piensa Yoongi, pero Jungkook es muy joven aún para ser un candidato para él.

—Las he estado evitando porque estaba saliendo con Seokjin. Mi abuela lo descubrió recientemente y sugirió el matrimonio—. Yoongi levanta una ceja. —¿Satisfecho?

—Difícilmente. Hyung nunca se casaría con alguien como tú— Jungkook escupe antes de mirar a Seokjin. —Hyung, cancela la boda—. Seokjin suspira y pone su mano sobre la mesa. 

—Yo...—

—Él no va a cancelar la boda—. Yoongi se burla. Jungkook mira a Yoongi. 

—Lo hará si yo se lo pido.

—Tu sentido de autorización está por los cielos, niño—. Yoongi se inclina, poniendo sus codos sobre la mesa. —Déjame aclararlo: no tienes nada que ver con este matrimonio, así que acéptalo y sigue adelante—. Jungkook rueda los ojos. 

—¿Piensas que eres más importante para hyung de lo que yo soy? ¿Su único hermano en el mundo?

—¡Suficiente!— Seokjin se levanta abruptamente, empujando su silla hacia atrás y tirando su servilleta en la mesa. —Todo lo que quería era una linda e incómodamente callada presentación entre mi hermano y mi prometido, y todo lo que tengo es un dolor de cabeza. Voy a caminar, y cuando regrese espero una conversación civil o no existente. Pueden elegir la que prefieran.

—Iré contigo, hyung—. Jungkook se mueve para levantarse.

Seokjin apunta su dedo hacia Jungkook y se congela, a medio camino fuera de su silla. 

—¡Tú te quedas!— Gira para apuntar a Yoongi. —Tú, te quedas y trata de recordar que eres el más maduro y adulto en la habitación.

Yoongi mira a Seokjin, pero se mantiene en su lugar, mirando hasta que Seokjin sale de la sala. Gira con un suspiro para mirar a Jungkook, ellos se miraron con un ceño por un momento en un breve silencio.

—Manejaste eso muy mal— Jungkook finalmente dice.

—Eres un mocoso— responde Yoongi, frunciendo.

—No te cases con mi hermano y no tendrás que soportarlo.

—No es negociable, niño.

—Eres una mala elección. Seokjin-hyung debería estar con alguien cálido y cuidadoso, no...— Jungkook hace un movimiento con su mano hacia Yoongi, —no contigo.

—Bueno, está atrapado conmigo, y estamos atrapados con el otro, así que busca una manera de aceptarlo. Este mundo no va a escuchar a mocosos quejumbrosos con opiniones sin argumentos.

—¿Qué te gusta de Seokjin-hyung?

Yoongi se encoge de hombros.

—Wow, haces un buen trabajo convenciéndome de casarte con mi hermano— Jungkook dice inexpresivo, cruzando sus brazos.

—Recuerdo claramente no necesitar tu permiso—. Jungkook se levanta. 

—Ni siquiera puedes pensar en una razón por la que te gusta Seokjin-hyung, ¿y piensas que estaré de acuerdo con este matrimonio?

Jungkook camina alrededor de la mesa y Yoongi frunce, mirando la comida sin terminar. No se va a casar por amor, y no se va a casar de por vida, pero Jungkook no lo sabe. Vagamente conoce a Seokjin, pero lo que ha aprendido de él es que Jungkook es la persona más importante en la vida de Seokjin. Prometió convencer a Jungkook, Yoongi se recuerda. Era la única estipulación de Seokjin en el contrato. Lo hace por el contrato, Yoongi se dice cuando abre la boca y salen las primeras palabras que pasan por su cabeza. 

—Sus manos— dice, aún mirando la mesa.

Jungkook no lo mira, pero no se aleja, bajando la velocidad hasta parar. 

—¿Qué?

—Me gustan sus manos—. Yoongi frunce hacia sus palmas, estirando los dedos y preguntándose de qué está hablando. —Se sienten como— dice, curveando sus dedos hasta cerrarlos otra vez, —como si pudieran sostenerte por mucho tiempo—. Finalmente mira a Jungkook quién levanta una ceja.

Jungkook frunce, pero sus ojos dudan, la incertidumbre desmoronando su obstinada respuesta.

—¿Me equivoco?

El ceño de Jungkook se profundiza. 

—Las manos de hyung...— Parece recuperarse, enderezando su columna. —Aún no te creo. Voy a parar esta boda.

Yoongi deja salir un cansado suspiro y levanta los hombros. 

—Puedes intentarlo.

Jungkook le manda un último ceño fruncido y se va, azotando la puerta detrás de él.

Seokjin regresa a la habitación cinco minutos después, frunciendo cuando ve el lugar de Jungkook vacío. 

—¿Jungkook se fue?— Pregunta, deslizándose de regreso en su asiento junto a Yoongi.

—Tu hermano es un mocoso— dice Yoongi ignorando la pregunta de Seokjin.

—También tú— dice Seokjin, tomando sus palillos y alcanzando un platillo.

Yoongi se echa hacia atrás en su silla, arqueando una ceja. 

—¿Disculpa?

—¿No estás de acuerdo?— Pregunta Seokjin, una mano tapando su boca mientras mastica.

—Vehementemente—. Seokjin se encoge de hombros, despreocupado, y se inclina por más comida. Yoongi frunce sus cejas, mirando a Seokjin masticar, sus mejillas infladas por tanta comida. —¿Por qué sigues comiendo?

—La comida no debe desperdiciarse—. Toma un poco de kimchi y lo pone en el tazón de arroz de Yoongi. —Come, ya lo ordenamos.

Yoongi mira su tazón de arroz y frunce, un extraño y cálido sentimiento se esparce incómodamente por su pecho. Levanta su mirada de regreso a Seokjin, preguntándose otra vez por qué este hombre le molesta tanto. Seokjin inclina su cabeza y parpadea hacia Yoongi. 

—¿Qué?

Yoongi se estremece y aclara su garganta. 

—Nada, solo recordé— dice buscando en su cabeza alguna explicación de estar mirando a Seokjin. —Solo recordé que mi primo Taehyung quiere hacer una fiesta de despedida de soltero este fin de semana. Rentó un club. Dijo que deberías traer a Jungkook—. Seokjin asiente, aún masticando. 

—Suena bien. Podemos intentar ser más civiles con el otro esta vez, ¿hmm?

Yoongi se burla, pero Seokjin lo ignora.

—¿No comes, Yoongichi?— pregunta, tragando.

Yoongi resopla y reprime la sonrisa que inesperadamente amenaza en salir en sus labios. 

—Lo de Yoongichi, estamos solos.

Seokjin sonríe y presiona sus palillos. 

—Es divertido.

Yoongi se burla y presiona sus labios para mantener una cara seria. Toma su cuchara y va por el kimchi en su arroz. 

—Estoy comiendo—. Mira a Seokjin y agrega, —Jin-ah.

Seokjin ríe y Yoongi rellena su boca para evitar corresponder.

Namjoon hace un bajo silbido, sus manos alisando los hombros del esmoquin de Seokjin. 

—Me superé a mí mismo— dice sonriendo.

Seokjin sonríe y gira lentamente a mirar su perfil en el espejo, sus dedos jugando con los botones del saco de su esmoquin. 

—Realmente lo hiciste. Como se esperaba de RM.

—Hyung, te dije que me llamaras Namjoon— suelta una risita.

Seokjin inclina su cabeza y gira de nuevo para ver de frente su esmoquin. 

—Me gusta RM. Te engloba como persona y como diseñador—. Tira de las solapas. —No puedo creer que hayas hecho todo un esmoquin en tan poco tiempo.

Namjoon alisa la tela en la cintura de Seokjin una vez más antes de tomar un paso hacia atrás, tarareando. 

—Para ser honesto, la abuela de Yoongi-hyung encargó su esmoquin hace dos años. Solo ajusté el diseño para tu estatura.

La mano de Seokjin cae de su saco y parpadea hacia su reflejo. 

—¿Yoongi y yo vamos a ir combinados?

Namjoon asiente, caminando alrededor de Seokjin y mirando sus pantalones. 

—Colores opuestos. El traje de Yoongi es negro con acentos blancos para complementar el tuyo, blanco con negro—. Sonríe. —Algo apropiado, ¿no?

—¿Qué? ¿Qué somos polos opuestos?— Seokjin resopla.

Namjoon para y mira a Seokjin, un pequeño fruncido aparece en sus labios. 

—No, que se complementan—.  Seokjin frunce. 

—Oh— dice, preguntándose lo que Namjoon ve. En lo que concierne a Seokjin, Yoongi no puede ser más diferente a él. Terco, rudo, gruñón, difícil, una falta de humor severa y preocupante. No está seguro en qué parte se supone que lo complementa.

—Hyung, este matrimonio...— Namjoon frunce, juntando en sus pensamientos. —¿Deberíamos preocuparnos sobre este matrimonio? Debo admitirlo, me sorprendió escucharlo. Hoseok y yo pensamos que podrían empezar a salir, pero un matrimonio tan rápido. A penas se conocen.

Seokjin pone una sonrisa tranquilizadora en sus labios y sacude su cabeza. 

—No necesitan preocuparse. Estamos bien. Sé en lo que me estoy metiendo.

—Hyung, el matrimonio no debería ser 'meterse' en algo. Prácticamente son desconocidos—. El ceño de Namjoon se profundiza.

—¿Hay algo preocupante sobre Yoongi que no sepa? ¿Es un chico malo?— Seokjin levanta su ceja.

—¡No! No, él es una muy buena persona. Lo conozco desde hace años, es uno de los mejores amigos que he tenido.

Seokjin asiente. 

—¿Hay algo sobre mi carácter que te preocupe?

—No es eso—. Namjoon suspira y rasca su nuca. —No estás enamorado de Yoongi-hyung. Y él no está enamorado de ti, ¿verdad?

Seokjin asiente afirmando. 

—Por lo que puedo decir, no, él no.

—Bueno, ¿no se supone que el matrimonio debe construirse sobre una base firme de amor?

Seokjin gira para mirar su reflejo otra vez, concentrándose en las afiladas solapas negras que contrastan con el blanco puro del saco. Levanta una mano para ajustar su moño, pasando su mano por el corazón en el proceso. 

—A veces hay cosas más importantes que el amor.

—¿Cómo qué?— Namjoon frunce.

Seokjin sonríe tristemente. 

—Paz. Confianza. Seguridad—. Desabrocha su saco y se lo quita, dándoselo a Namjoon. Yoongi no es el amor de su vida, pero es el ancla que Seokjin necesita cuando el viento golpea, el refugio de la tormenta que Seokjin no puede enfrentar solo. Yoongi es su milagro y Seokjin no espera nada más de él que la firma en su acta de matrimonio y un año de sonrisas para el público. —Estaremos bien, Namjoon— dice. —Confía en mí. Sabemos lo que estamos haciendo.

Namjoon toma el saco y suspira, asintiendo. 

—Solo no quiero que salgan lastimados.

Seokjin sonríe genuinamente esta vez. 

—No lo haremos— dice seguro de que Yoongi y él nunca irían más allá de la relación impersonal de negocios que acordaron. No hay manera.

Jimin no sabe cómo es que Jungkook lo convenció de ir a la fiesta de despedida de soltero de Seokjin. Sabe que no pertenece ahí. Lo sabe. Jimin aún es un niño perdido con grandes ojos, aún asombrado con las maravillas de Seúl, aún tratando de encontrar su camino. No sabe de marcas lujosas, no sabe sobre veranos en París o Milán. Solo ha visto el mar, sus ojos nunca han tocado el océano. Su mundo es tan diferente de la vida dorada de los herederos chaebol y multimillonarios. No tiene rumbo aquí, donde todos se conocen, donde sus ojos lo juzgan y lo descartan en segundos.

—No debería estar aquí— le dice a Jungkook, acercándose a él mientras caminan por el club, la fuerte música sonando alrededor de ellos.

—Hyung te quiere aquí— dice Jungkook, sus ojos escaneando el lugar. —Tienes que estar cerca de él, Min Yoongi es un parásito.

Jimin resopla cortamente. 

—Este no es el lugar indicado.

Jungkook frena de repente y gira en sus talones, tomando el antebrazo de Jimin y mirándolo fijo a los ojos. 

—Hace años me preguntaste si podías amar a hyung. Te di mi permiso. ¿Fue un error? ¿No amas a Seokjin-hyung?— Los ojos de Jimin se abren. 

—Claro que lo amo—. Le da un empujón a Jungkook. —Lo amo con todo mi ser.

—Entonces es hora de pelear por él.

—Lo he hecho— retrocede Jimin. —Hyung no quiere verlo.

—Intenta más duro. O no vas a ser el único que lo va a perder—. Jungkook muerde su labio. —Si esta boda se hace, ambos lo perderemos. ¿Estás conmigo?

Jimin se pierde en su fuerte respiración, tratando de encontrar coraje de algún lugar en el fondo de su estómago. Está asustado. Asustado de perder a Seokjin, asustado de confesarse, asustado de nunca dejarle saber a Seokjin sus sentimientos. Está asustado de hacerlo y asustado de no hacerlo, y está atrapado en medio, paralizado, sin poder moverse.

—Hyung, ¿estás conmigo?— repite Jungkook, apretando los dedos en el brazo de Jimin.

Jimin asiente fuertemente, resolviendo sus dudas, la ansiedad corriendo por sus venas. 

—Sí, sí.

Jungkook sonríe ampliamente antes de dejar a sus ojos escanear el lugar otra vez. 

—Seokjin-hyung está en el bar. Ve, agárralo solo y confiésate. Encontraré a Min Yoongi y lo mantendré lejos—. Hace un puño y golpea en el aire. —¡Ánimo!

—¡Ánimo!— repite Jimin lentamente. Jungkook lo empuja en dirección a Seokjin y se adentra en el club, buscando a Yoongi. Jimin toma una inhalación fortificadora y camina hacia adelante, los ojos en Seokjin recargándose en la barra y tomando una botella de cerveza.

Seokjin sonríe cuando ve a Jimin, enderezándose y saludando con la mano. 

—¡Jimin-ah!

Jimin sonríe, arrugando los ojos. 

—Hyung— dice, deslizándose en el asiento junto a Seokjin, demasiado cerca para sentir su calor.

Seokjin pasa su brazo alrededor de los hombros de Jimin y le da un medio abrazo. Jimin deja que sus ojos vean el sedoso material negro de la camisa de Seokjin con el movimiento, mirando la tela pegándose a las curvas de Seokjin. Está agradecido de que la luz sea oscura y pueda ocultar el rubor que siente que golpea sus mejillas. 

—Me alegra que vinieras— dice Seokjin, sonriendo.

—Ah, por poco no vengo— confiesa Jimin, mirando a Seokjin. Hace un pequeño gesto hacia el lugar. —No es mi ambiente.

—Gracias por venir de todas formas. Tampoco es mi ambiente—. Seokjin sonríe.

Eso es mentira, piensa Jimin. Seokjin no nació en el mundo chaebol, pero se moldeó y adaptó a él. Puede fluir en donde sea que esté, mezclarse, sonreír y hablar con facilidad, y todos lo aceptan. Jungkook también. Él no trata de encajar, solo sobresale en todo. Es un chaebol de nacimiento, exudando clase, estatus y prestigio con cada respiración. Solo Jimin está fuera de lugar, solo Jimin fue dejado mirando las amistades que atesoró queridamente por tanto aferro y lucha con el tiempo y la distancia. Él traga moviendo el bulto en su garganta, sus dedos alcanzando la cintura de Seokjin, otra ancla que no quiere perder, que no se puede imaginar sin ella.

—¿Quieres una bebida?— pregunta Seokjin, inadvertidamente.

Sacude la cabeza, el pánico dándole el coraje que necesita. Tiene que confesarse, tiene que agarrar a Seokjin ahora. No le importa si es ávaro, no le importa si no merece a Seokjin. No puede perderlo otra vez. 

—No, no. Estoy bien. Hey, hyung, ¿podemos ir a un lugar más callado? Tengo algo que quiero deci-...—

—Seokjin.

Las palabras de Jimin se quedan en su boca, cortadas por una voz desconocida. Parpadea, despegando su mirada de Seokjin. Siente que sus hombros caen, el coraje salió de su pecho. Min Yoongi lo mira, un fruncido apareciendo en sus labios y sus ojos entrecerrados mirando a Jimin con intensa profundidad.

—¿Hmm?— Seokjin cambia su mirada hacia Yoongi. —Oh, Yoongi, este es Jimin, un muy viejo amigo mío. Jimin, este es mi prometido Yoongi.

Yoongi asiente hacia Jimin, sus ojos aún son profundos, su boca presionada en una fina línea. 

—Encantado de conocerte.

Jimin se acerca a Seokjin, llevando sus brazos alrededor de su espalda. Tiene un impulso de parase entre Yoongi y Seokjin para decirle a Yoongi que él estaba primero. Que gracias por el interés, Seokjin es genial, lo sabe. Que entiende la atracción, realmente lo hace, pero Seokjin le pertenece, y a Jungkook. Con los recuerdos de Busan, risas suaves y el estruendo de la charla a la que Jimin desea volver algún día.

Excepto que Yoongi inclina su cabeza y asiente hacia el club, diciéndole a Seokjin. 

—Hay algunas personas que quieren conocerte. ¿Podemos...?

—Ah, sí— dice Seokjin, poniendo su cerveza en la barra y caminando lejos de Jimin, deslizándose de su agarre como agua.

Los labios de Yoongi forman una sonrisa de superioridad y asiente hacia Jimin otra vez. 

—Te veo por ahí, viejo amigo de Seokjin— dice regresando al club.

Seokjin le manda una pequeña sonrisa a Jimin y se despide. 

—Regresaré. Ve a mezclarte.

Jimin se deja caer otra vez en la barra, mirando a Seokjin caminar lejos, soledad escalando a lo profundo de su corazón otra vez, amenazando con sofocarlo. Sacude su cabeza y se endereza, caminando hacia la multitud. Tiene que salir de aquí. Necesita algo de aire, necesita a su ancla consigo otra vez, necesita-

Jimin es sacado de sus pensamientos, tambaleándose mientras un rápido cuerpo choca con él. Sus reflejos los golpean antes de que su mente entienda qué está pasando. Sus brazos se disparan y sus dedos toman el cuerpo que cae, y tira contra el impulso hasta que está al mismo nivel que el extraño chico. Espera hasta que se estabilice antes de aflojar sus puños y dejar caer sus brazos, mirando arriba para ver unos amplios ojos mirándolo con asombro.

—¿Estás bien?— pregunta suavemente, inclinando su cabeza para mirar al chico.

El chico asiente lentamente, su flequillo moviéndose con el movimiento, la boca congelada. Aún está pegado a Jimin, y Jimin se pregunta si el asombro fue demasiado para él.

Jimin le sonríe, sus ojos curveándose en medialunas. 

—¿A dónde ibas con tanta prisa? Es peligroso—. Apunta con su dedo al chico y dice con severidad fingida. —No corras adentro, ¿entendido?

El chico asiente otra vez, abriendo más sus ojos.

—Bien—. Jimin da un paso atrás y aclara su garganta, preguntándose cuando el chico dejará de verlo así. Puede sentir sus mejillas encenderse y soba su cuello incómodamente. —Bueno, entonces, voy a...— Señala a la multitud y da otro paso hacia atrás, girándose para irse.

—¡Espera! ¿Cómo te llamas?— El chico grita.

Jimin gira para mirar al chico y sonríe. 

—Park Jimin.

—Park Jimin— el chico repite lentamente, casi reverentemente. —Soy Kim Taehyung.

Jimin sonríe. 

—Encantado de conocerte, Kim Taehyung.— Se despide y camina de regreso a la multitud. —Sé más cuidadoso. Adiós.

—Te veré por ahí— Taehyung grita otra vez. Jimin ríe y se gira. 

—Seguro— se dice a sí mismo, certero de que nunca verá otra vez al veloz Kim Taehyung. Camina por la pista de baile y desaparece entre la gente.

Hoseok se convertirá en un asesino serial esta noche. No es la dirección que pensó que su vida tomaría, pero ¿quién es él para decirle cómo hacer su trabajo? Piensa que su hermana podrá sacarlo con poco o nada de tiempo de la cárcel. Ella tiene a los mejores abogados en retención. No hay un solo juzgado en la tierra que pueda condenarlo. Él es la víctima aquí.

Por otro lado, está completamente seguro de que Yoongi va a matar a alguien también si la forma en la que se dirigió a Seokjin y a su amigo fue una señal. Hoseok no es el chico malo aquí.

Comenzará con Jackson. Obviamente. Ese mocoso lo persiguió por años. Para registro, Mark fue el primer amor de Hoseok. Eran perfectos el uno para el otro. Era un puro y hermoso amor, y Jackson, coqueto, delicado y sexy Jackson, tenía que venir y quitárselo.

Bien, justamente. Hoseok no es rencoroso. Sabe que el primer amor no dura. Lo olvidó, puso a Mark en su pasado.

Namjoon, no obstante, es su futuro y estará jodido si Jackson repite su acción.

Él mira del otro lado de la pista de baile, lanzando dagas con sus ojos mientras Jackson hace a Namjoon bailar con él. Namjoon nunca baila por Hoseok, piensa con resentimiento. Namjoon no puede bailar, no le gusta bailar, se rehúsa incluso a mirar la pista de baile. Pero entra Jackson para pedírselo y de repente Namjoon es una cínica máquina de baile.

Primero Jackson, piensa Hoseok otra vez, cruzando sus brazos. Después Namjoon, obviamente. Hoseok no puede atenerse a una deslealtad como esa.

Después va a matar a Taehyung por invitar a Jackson a su fiesta de despedida de soltero y, finalmente, matará a Yoongi por comprometerse, en primer lugar, y darle a Taehyung una razón para hacer la peor fiesta del siglo.

Asiente para sí mismo, sus labios hechos un firme – y espera que permanente – fruncido. Será un rencoroso y enojado hombre desde este momento en adelante, pero va a conseguir su dulce venganza.

—Hyung— dice Taehyung, trotando hacia Hoseok y agarrándolo de los hombros. Sus ojos son imposiblemente grandes y habla tan rápido que Hoseok difícilmente descifra las palabras que saca. —Acabo de ver un ángel en la Tierra, hyung, fue mágico, ¿crees en el amor a primera vista?

Hoseok le lanza una mirada mortal a Taehyung y contempla, reorganizando el orden de su lista. 

—El amor está muerto— dice.

Taehyung levanta un dedo y continúa impávido. 

—Su nombre es Park Jimin, casi tan bello como él, pero también es muy fuerte, realmente tierno, literalmente salvó mi vida, voy a casarme con él.

—No si te mato primero— Hoseok amenaza, cruzando sus brazos. Taehyung frunce y resopla molesto. 

—¿Qué te pasa?

Creo que específicamente te dije que no invitaras a ese coqueto—. Hoseok apunta a la pista de baile.

Taehyung gira su cabeza alrededor, achicando los ojos en la dirección en la que Hoseok apuntó. Suspira. 

—Están siendo solo amigos, hyung.

—Él está, literalmente, manoseado a mi hombre en la pista de baile.

—Estás sobreactuando.

—Soy sanguinario, eso es lo que soy.

Taehyung se encoge de hombros y gira otra vez. 

—¿Haz visto a Yoongi-hyung?— Pregunta cambiando el tema.

—No desde que se fue furioso, ¿Por qué?

—Le prometí a abuelita mandarle algunas fotos de la fiesta, quiero una foto besándose con Seokjin-hyung—. Taehyung sacude sus cejas. —También material de chantaje para los tortolitos.

Hoseok frunce, enfocando su mirada en Taehyung. 

—¿Te das cuenta de que es un matrimonio arreglado? No se conocen.

—Aún— dice Taehyung con un fuerte énfasis. —Ellos no se conocen aún. Es solo cuestión de tiempo.

—¿Piensas que Seokjin-hyung puede derrumbar las defensas de Yoongi?— Hoseok levanta sus cejas.

—Tengo un presentimiento. Si alguien puede hacerlo, sería Seokjin-hyung—. Taehyung sonríe, ampliamente y emocionado. Hoseok frunce otra vez. 

—Taehyung, no todo es como en las películas. A veces las personas no se enamoran. Ellos solo existen juntos.

Taehyung tararea despectivamente. 

—Confía en mí, hyung. Algo bueno va a suceder—. Le da golpecitos al hombro de Hoseok. "Buena suerte con Namjoonie-hyung.

Hoseok frunce mientras Taehyung se va en búsqueda de Yoongi, regresando sus ojos a Namjoon y Jackson. 

—Están tan muertos— murmura para sí mismo.

Está lloviendo.

Yoongi deja salir un largo suspiro y recarga sus brazos en la barandilla del balcón. Mirando la lluvia caer continuamente, haciendo sonidos de pit-pat mientras caen a la calle debajo. Puede ver las nubes, el cielo nocturno también es oscuro, una tinta negra pintando el horizonte.

Él junta sus manos, sus dedos fríos al borde de temblar. Hace demasiado frío para estar afuera, pero no puede soportar más la fiesta. Sabe que es parte de la actuación que tienen, sabe que es parte del trato con un matrimonio arreglado, pero por un momento quería escapar.

Su mente está nublada e incierta. Odia forzar una sonrisa cuando sus amigos van con él para felicitarlo por su próxima boda. Odia tener que presentar a Seokjin como si fuera parte de su vida, parte de su familia. Tiene que recordarse que es falso, es temporal. Un año y puede lavar sus manos de todo este asunto del matrimonio. Un año y no tendrá que escuchar la palabra esposo, amor, familia. Por lo que sabe, su familia comienza y termina con Taehyung, abuelita y su tía Mikyung.

Y, sin embargo, extrañamente, de alguna manera, había sentido una punzada de celos. No quiere admitirlo, pero no le gustaba ver a Seokjin acurrucado con su Muy Viejo Amigo de Busan. No le gustaba su proximidad, no le gustaba la forma en la que Jimin sonreía a Seokjin como si cargara el mundo en sus hombros. A Yoongi no le gustaba la forma en la que Seokjin cambiaba con Jimin, simple y cómodo, y como si tuvieran una pertenencia que Yoongi no sabía que quería.

Sus dedos se aprietan más fuerte juntos y se recarga más en la barandilla del balcón, recordando el voto que hizo frente a los restos de sus padres. Ninguna intromisión de su abuela, ningún acto falso con Seokjin, ningún tiempo, atención o afecto lo rompería otra vez. Su corazón está cerrado. Sus equivocados celos eran solo eso, equivocados y temporales, un inesperado efecto secundario del acto que hace con Seokjin.

Suspira otra vez, mirando hacia arriba. No hay nada en la tinta negra del cielo, pero piensa que las gotas de lluvia lucen un poco como estrellas fugaces, el agua relejando las luces de la calle y brillando por un momento. Él desea tener su cámara. Le gustaría recordar esto, como la lluvia se convirtió en estrellas.

—¿Yoongi?

Yoongi parpadea, pero no voltea cuando escucha la voz de Seokjin, aún mirando la lluvia. 

—¿Hmm?

—¿Estás bien?

Yoongi sonríe para sí mismo. 

—Estoy bien. ¿Por qué?

—Hace frío aquí afuera—. Escucha a Seokjin acercarse y puede verlo pararse junto a Yoongi con su visión periférica. —¿Estás fumando?— Pregunta, escandalizado. Yoongi suelta una risita. 

—No. Pero si lo hiciera, no sería asunto tuyo.

—Tengo que vivir contigo, es asunto mío—. Seokjin bufa.

—¿Necesitas algo?

Seokjin se acerca, chocando su hombro con el de Yoongi. 

—Taehyung nos está buscando. Dice que quiere tomar unas fotos para mandárselas a la presidenta—. Deja salir un suspiro y murmura, —hace frío aquí, ¿qué estás haciendo?

—Mirando la lluvia.

—Oh— dice Seokjin, sacando sus palabras como su entendiera.

—Oh, ¿qué?— Yoongi resopla.

—Es lindo, como estrellas fugaces— Seokjin dice.

Yoongi se sacude y finalmente mira a Seokjin, su perfil iluminado por las luces de la fiesta y las luces de la calle debajo. La seda negra de su camisa brilla, pegándose a su cintura. Sus ojos parpadean, mirando la lluvia, un callado suspiro sale de sus labios. Por un momento, solo menos de un segundo, Yoongi piensa que Seokjin luce como una de esas imaginarias estrellas fugaces, luminoso, etéreo y brillante, no del todo real, pero suficiente para hacerlo creer que puede estirarse y tocar.

Aclara su garganta y da un paso hacia atrás, metiendo sus manos en sus bolsillos para calentarlas. 

—Vamos adentro y démosle a Taehyung sus fotos.

—¿Hm? De acuerdo— dice Seokjin, dándole una última mirada al cielo antes de seguir a Yoongi hacia el club.

Taehyung toma a Yoongi y Seokjin de los brazos tan pronto como están dentro, dirigiéndolos a una esquina donde sus amigos están reunidos. 

—¡Finalmente los encuentro a ambos!— Levanta su cámara a su cara y toma tres grandes pasos hacia atrás. —Hora de la sesión de fotos. ¡Pido por un beso!

Yoongi pone los ojos en blanco. 

—¿Qué tal un no?

—Aw, hyung, no seas tímido— Taehyung lloriquea.

Yoongi resopla, sabiendo que los ojos están en ellos. Puede ver a Jungkook, el mocoso, viéndolos con ojos sospechosos. Hoseok aplaude dándole coraje, cantando. 

—¡Beso, beso, beso!

—Jungkook está mirando. Solo, seré rápido. ¿Bien?— Seokjin se inclina para susurrarle a Yoongi.

Antes de que Yoongi pueda reaccionar, Seokjin se adentra en el espacio de Yoongi, el pecho cepillando su brazo. Los labios de Seokjin se presionan contra su mejilla, el calor floreciendo en el lugar. Sus dedos se curvan en puños y su respiración sigue en sus pulmones, pero Seokjin ya se alejó y le sonríe a Taehyung.

—Aw, hyung— Taehyung lloriquea haciendo un puchero. —¡Un beso en los labios!

—¡Yah!— Seokjin grita. —Eso no es para niños.

Yoongi frunce. Eso lo molesta. Sus labios se tuercen hacia abajo y resiste el impulso de frotar su mejilla donde Seokjin lo besó. No está seguro por qué eso lo molesta. Si es el gesto inesperado, Seokjin siempre se adentra en su espacio personal como si fuera normal, si es Jungkook viéndolos desde el otro lado de la habitación, con duda y sospecha en su mirada, si es el hecho de que eso pasó en menos de un parpadeo y Yoongi no tuvo tiempo de entender qué estaba pasando, sin tiempo de experimentarlo. Cualquiera que sea la razón, a Yoongi no le preocupa mucho, solo sabe que le molesta y la única manera en la que puede sacudir el sentimiento es controlando la situación.

Se gira hacia Seokjin y atrapa su mirada. Lleva su mano a descansar en la nuca de Seokjin, aplicando una ligera presión, suficiente para sugerir el movimiento, pero no suficiente para forzarlo. Seokjin mantiene la miranda, cuestionando, pero no aprensivo. Yoongi arquea una ceja, su dedo índice dando suaves golpecitos en el cuello de Seokjin, incitándolo a inclinarse.

—Un beso en los labios, dijo— dice Yoongi sonriendo. Seokjin levanta una ceja, asombrado. 

—¿Haces todo lo que tu primo pide?

Yoongi se encoge de hombros. 

—Me gusta consentirlo—. Golpea con su dedo en el cuello de Seokjin otra vez. —¿Hmm?

La orilla de la boca de Seokjin se levanta, y se inclina, dejando a la mano de Yoongi guiarlo hasta que sus labios se presionan juntos.

Suave, es lo primero que piensa Yoongi cuando los labios de Seokjin presionan los suyos, casto y cerrado. Más suave de lo que esperaba. Se siente bien contra él, cálido y gentil. Corre su pulgar entre el cabello de Seokjin, los dedos alargándose por su cuello. Da un paso más cerca, no suficiente para pararse al ras de Seokjin, pero suficientemente cerca para sentir su calor radiando por su pecho. Es lindo, piensa Yoongi, preparándose para dar un paso atrás, consciente del fuerte arrullo de Taehyung, el botón de su cámara, el burlón whoop whoop de Hoseok rompiendo el bajo contundente de la música que fluía a través de los altavoces.

Yoongi está preparado para dar un paso hacia atrás, su pie izquierdo ya está haciendo el movimiento, hasta que Seokjin gira su cabeza, inclinándose, labios deslizándose y encajando perfectamente contra los de Yoongi. Es solo un poco de presión en sus labios cerrados, aún casto, suave y cálido, pero la otra mano de Yoongi sube para deslizarse sobre la curva de la cintura de Seokjin, sus dedos de curvean sobre la sedosa camisa. Puede casi saborear el cóctel que Seokjin había estado tomando, algo mentolado. Las manos de Seokjin suben para suavemente cubrir la mejilla de Yoongi, sus dedos cubriendo su oreja hasta hacerla desaparecer.

El bajo suena hasta que no se puede diferenciar del latido de su corazón. Sus ojos seguían juntos, el lugar parpadeaba detrás de sus párpados. No puede escuchar la cámara de Taehyung o los chillidos de Hoseok, no puede sentir la penetrante mirada de Jungkook. No puede sentir, escuchar o ver nada, ni siquiera puede pensar propiamente. El último pensamiento coherente que registra es más. Más de la mano caliente de Seokjin contra su mejilla, más de los suaves labios de Seokjin contra los suyos, más del aliento mentolado de Seokjin desapareciendo en su boca. Más, más, más.

Sus dedos se aprietan en la cintura de Seokjin. Inclina su cabeza, presionando más fuerte en los labios de Seokjin, separándolos, ansioso de confirmar el sabor del aliento de Seokjin. Más, golpea por sus venas. Traza las líneas de las costillas de Seokjin, escalando hasta que el listón de la camisa de Seokjin cepilla por sus dedos. Lo enreda por sus dedos, envolviéndolo alrededor de su mano y jalando. Seokjin se tambalea bajo la presión, chocando con él, pecho a pecho, los labios deslizándose contra los suyos, con la boca abierta y húmeda.

Seokjin hace un suave sonido desde el fondo de su garganta, silencioso, sutil, pero penetra por los oídos de Yoongi, zumbando. Por un momento, Seokjin se acerca, sus dedos se deslizan por la oreja de Yoongi y lo jala un poco. Más.

Antes de que Yoongi pueda alejarse, antes de que pueda mover a Seokjin a una posición cómoda, Seokjin se aleja, rompiendo el beso y dando un paso atrás. Yoongi lo mira, la boca un poco separada, soltando un afilado suspiro, sus dedos aún torciendo el sedoso listón negro de la camisa de Seokjin. Está aturdido, desorientado. Taehyung, riéndose de algo, mirando las fotos en su cámara, Hoseok aún chillando idiotamente, Jungkook aún los mira, pero ahora tiene el ceño fruncido y una inclinación confusa en su rostro. El bajo aún suena, la fiesta continúa, el mundo parece ser el mismo. La única evidencia de lo contrario es el rojo esparcido en las mejillas de Seokjin y el calor persistente en los labios de Yoongi.

Aclara su garganta y mira a Taehyung. 

—¿Son suficientes fotos?

Taehyung sonríe y asiente. 

—Sí, gracias, hyung—. Yoongi asiente y aclara su garganta otra vez. 

—Voy por otra bebida— dice, sin molestarse en mirar a Seokjin, y va directo al bar. Pide un whiskey con hielo, dando golpecitos con sus dedos impacientemente en la barra. Cuando finalmente le sirven, lo bebe de inmediato. Quema su garganta cuando traga, pero sus labios aún hormiguean con un calor no deseado.

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