⊱┊BROKEN TIE 【Given OMEGAVERS...

By UchihaKari94

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⊱┊Uenoyama Ritsuka es un joven doctor especializado en lazos rotos. Sato Mafuyu, su más reciente caso, lo tie... More

❝Introducción❞
Capítulo I. ❝Dr. Uenoyama❞
Capítulo II ❝Tú❞
Capítulo III ❝ Halloween❞
Capítulo IV. ❝ Mi verdad❞
Capítulo V. ❝ Angel of music❞
Capítulo VI. ❝Quiero oírte otra vez❞
Capítulo VII ❝Doctor of the year❞
Capítulo VIII ❝El festival navideño❞
Capítulo IX ❝Noche Buena❞
Capítulo X ❝CELOs❞ 🔞
Capítulo XI ❝Decisión❞
Capítulo XII ❝ L.E ❞
Capítulo XIII ❝ Planes ❞
Capítulo XIV ❝New Year❞ 🔞
Capítulo XV ❝ Cambios ❞
Capítulo XVI ❝ El malentendido de San Valentín❞🔞
Capítulo XVII ❝ Comienza el juego ❞
Capítulo XVIII ❝Estrategia❞
Capítulo XIX ❝Una verdad incomoda❞🔞
Capítulo XXI ❝ Consecuencias ❞
Capítulo XXII ❝ Corazón ❞ 🔞
Capítulo XXIII ❝La Gala❞ 🔞
Capítulo XXIV ❝¿Niña o niño?❞ 🔞
Capítulo XXV ❝Enlace❞ 🔞
Capítulo XXVI ❝El Babyshower❞🔞
Capítulo XXVII ❝La fiesta de Akihiko❞
Capítulo XXVIII ❝Esperanza❞
Capítulo XXIX ❝Felicidad❞ 🔞
Capítulo XXX ❝Final❞
NOTAS DE AUTORA : ᕱ ᕱ ❛ ♡
🧡 Nueva historia 🧡

Capítulo XX ❝El plan❞

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By UchihaKari94

— ¿Alguna vez sentiste que eras invisible sin importar lo que hicieras? —preguntó Yayoi con lagrimas en los ojos

No, por supuesto que no. Ritsuka había nacido con la balanza a su favor, el mundo fue suyo desde el momento en el que llegó a este. Tenía la inteligencia, la belleza y sobre todo, los cromosomas XY.

Yayoi vivió toda su vida bajo la sombra de su hermano; la perfección misma. No importaba lo buena que fuera, porque Ritsuka siempre era mejor, y sus padres lo habían dejado más que claro en cada oportunidad que tuvieron. Ritsuka se había llevado toda la atención, todos los halagos, todo el "cariño". Sin embargo, no odiaba a su hermano, porque Ritsuka era cálido, considerado y bueno. Si había una sola persona que nunca la vio como menos, fue él.

No es que tuviera una mala vida tampoco, sus padres se habían encargado de darle la mejor educación y nunca le faltó nada material. Pero lo que más deseaba, lo que siempre quiso y nunca tuvo, lo que solo Ritsuka tenía, era la atención de sus padres, especialmente de su padre.

Yayoi era la primogénita, también era un alfa, era la mejor de su clase y cada día se esforzaba por dar lo mejor de sí y ser reconocida. Había dedicado tanto de su vida a ser reconocida por su padre, que incluso eligió una carrera relacionada con el negocio familiar, pero tal reconocimiento nunca llegó.

¿Qué hacía falta para ser tomada en cuenta? ¿Para dejar de ser invisible? ¿Realmente un cromosoma diferente cambiaba todo? ¿Eso era lo que significaba ser mujer en el mundo laboral o en el mundo en general?

Y ella era una mujer alfa de una familia acomodada. ¿Qué destino sufrían las mujeres omegas? ¿Las mujeres que no tenían las mismas oportunidades que ella? Le dolía el pecho solo de pensarlo. 

Un día simplemente dejó de intentar, y aceptó su destino. Se dedicó a viajar y conocer el mundo a su manera, y decidió mostrarle al mundo la vida a través de sus ojos, así fue como nació su canal de YouTube. Se alejó de todos, menos de Ritsuka, porque a pesar de representar todo aquello que ella sentía que no podía ser, era su precioso hermano menor, aquel que nunca la vio como menos, aquel que siempre la trató como una igual.

— Tiene que haber un error — habló la abuela con la voz quebrada — Yayoi...

— Déjala terminar, abuela, por favor — dijo serio Uenoyama, mirando a su hermana a los ojos. Tanto  Mafuyu, como el abogado y el investigador privado estaban en silencio, dejando que la familia arreglara sus asuntos

— Yo...— Yayoi hizo una pausa, intentando buscar las palabras adecuadas para explicarse. Había tanto que quería decir y no sabía como explicarlo. Además, el dolor y la incertidumbre en los ojos de su hermano y abuela le atravesaban el corazón como una daga. ¿La odiarían cuando les contara la verdad?

— ¿Lo hiciste o no, Yayoi? —preguntó la abuela alterada — ¿Cuáles fueron las pruebas que encontraste? — preguntó esta vez dirigiéndose al investigador privado ante el silencio de Yayoi

— ¡ABUELA! — gritó Uenoyama, asustando a Mafuyu quien no pudo evitar dar un brinquito ante el grito. Uenoyama se arrepintió enseguida, pues sabía que esa clase de estrés no podía ser buena para Mafuyu o el bebé

— Yo...no quería...no era mi intención — rompió en llanto nuevamente — No sabía nada...en verdad lo juro

— ¿Qué pasó exactamente, Yayoi? —preguntó Uenoyama, juntando la poca paciencia que le quedaba. Había genuino temor en su voz — ¿Tú...tuviste algo que ver con que papá terminara en el hospital? 

— Papá realmente estaba enfermo, yo no tuve nada que ver —respondió rápidamente, negando con ambas manos — Todo eso fue real, también cuando ingresó al hospital, yo no estuve involucrada

— ¿Entonces como terminaste relacionándote con la rata de alcantarilla de Kim Zhang? 

— Yo...conozco a Kim desde hace bastante tiempo, ella también es la primogénita de los Zhang por lo que llegué a jugar con ella cuando éramos niñas, cada vez que papá y su padre tenían juntas de negocios nosotras esperábamos juntas en la sala de juegos —comenzó a contar — Ella me entendía, también era menospreciada por sus padres, quienes ya habían decidido que en el futuro la comprometerían con algún alfa exitoso

Todos en la habitación guardaron silencio, escuchando atentamente la historia de Yayoi.

— Dejé de verla por muchos años, ella se fue a estudiar al extranjero durante la secundaria y nunca volvimos a vernos, hasta que nos reencontramos en navidad hace unos meses, fue ahí cuando nos pusimos al día y...

— ¿Lo planearon? —  preguntó la abuela, con un nudo en la garganta

— ¿Qué? ¡No! — exclamó Yayoi — Tan solo nos desahogamos la una con la otra...por lo que ella sabía acerca de mi frustración

— ¿Qué pasó después?

— Todo inició después de la fiesta de año nuevo — explicó — Fue ahí cuando me di cuenta de que sin papá en la imagen podía abrirme camino por mi misma...como dije antes, papá realmente estaba enfermo, y su ingreso al hospital no tuvo nada que ver conmigo, pero después de poder ir a esa fiesta y comprobar que sin él cerca podía demostrar lo que valía...fue una idea estúpida...solo estaba harta de ser dejada a un lado, de ser despreciada por mamá y papá, solo quería una oportunidad

— ¿Entonces decidiste unirte a Kim Zhang y...matar a tu padre? —  preguntó el abogado, quien ya comenzaba a formar el caso en su cabeza. Desde que Yayoi comenzó con su historia había comenzado a trabajar en la defensa de Yayoi en caso de que la familia se lo pidiera...aunque también podía ser el caso que fuese al revés, y tuviera que ir contra ella 

— Kim dijo que conocía a alguien dentro del hospital que podría ayudarme a falsificar los estudios de papá para que pareciera que no mejoraba, pero que estaría bien y fuera de peligro, que no había nada de qué preocuparse — explicó asustada. Podía notarse por la manera en la que su voz temblaba con cada palabra —  Creí que sería bueno para él también, de esa manera podía descansar y recuperarse mejor...y yo podría conseguir mi objetivo. ¡Nunca quise lastimarlo! y nunca creí que la maldita desquiciada lo mataría...

Hubo un minuto de silencio en la habitación. La abuela fue la primera en hablar

— Entonces nunca le pediste a Kim Zhang ni a nadie que matara a tu padre — dijo la abuela, con la voz mas calmada — Tu "asociación" con Zhang era para que te ayudara a falsificar documentos para que tu padre permaneciera más tiempo en el hospital y tú pudieras ganarte a los socios mayoritarios por cuenta. ¿Es así?

Yayoi asintió con la cabeza y dejó brotar las lagrimas que había estado aguantando mientras contaba su historia

— ¿Entonces cómo es que Yayoi puede verse ligada a Kim Zhang en este caso, investigador? Entiendo que ha incumplido la ley, y actuó terriblemente mal, pero ¿Se le puede relacionar con el asesinato?

— Durante mi investigación a la señorita Zhang obtuve un registro de todas sus llamadas y mensajes de texto. Fue ahí cuando me encontré con algunos mensajes de la señorita Yayoi que podrían ligarla como cómplice o autor intelectual del asesinato del señor Uenoyama

— Cuando papá murió repentinamente me pareció sospechoso — explicó Yayoi, interrumpiendo al investigador — Intenté contactarla para preguntarle si ella había tenido algo que ver, pero no obtuve respuesta

— Sin embargo, esos mensajes podrían jugarte en contra — señaló el abogado — Porque te ligan a ella y al delito 

— Entonces no podemos ir contra Kim sin hundir también a Yayoi — La abuela estaba analizando la situación tan fríamente que el resto de los presentes sintieron escalofríos. Era increíble lo profesional y madura que era la mujer, a pesar de que se estaba discutiendo el asesinato de su propio hijo, podía ver más allá de la situación y hablar con propiedad e inteligencia 

— Yo...en realidad no me importa si tengo que caer con ella —dijo Yayoi, decidida — Si con eso podemos atraparla de una vez por todas

— Mmm...no tendría que ser así necesariamente — habló por fin Uenoyama y todos lo voltearon a ver — Podrías obtener una confesión de ella si la presionas lo suficiente

— En realidad podría funcionar — puntualizó el abogado — Si logras que ella confiese con palabras claras en una grabación que el asesinato fue su idea totalmente podríamos ir contra ella sin que te veas tan afectada

— ¿Hablan de llevar un micrófono oculto como en esos shows de televisión? — preguntó Yayoi, con una gotita de sudor en la frente — ¿Pero cómo puedo lograr que hable conmigo? No contestó ninguno de mis mensajes ni llamadas

— Tienes que provocarla, hacer que se altere y hable de más — aconsejó el abogado — Podemos rastrear su ubicación y organizar un encuentro sin que ella lo sepa, y estando ahí tienes que lograr que se moleste y hable

— Y creo que todos sabemos cual es el tema más sensible para ella, ¿No es así? — preguntó la abuela, volteando a ver a Mafuyu, quien estaba sentadito en una esquina con las rodillas juntas. De repente sintió la mirada de todos encima y se hizo un ovillo.

...

-ˋˏ ༻  KIM ZHANG ༺ ˎˊ-

Estaba furiosa.

¡¿CÓMO SE ATREVÍAN?!

Sus pupilas se movían desenfrenadamente y su mandíbula parecía a punto de romperse. No podía creer lo que estaba viendo y escuchando en aquella entrevista. Lo peor es que aquel era un video grabado, pues la entrevista real había salido un día antes y ella había tardado tanto en enterarse. De no haber sido por los cientos de mensajes de odio que comenzó a recibir en sus redes sociales, no se hubiera enterado. ¿Qué carajo estaba pasando?

Se había confiado. Estaba segura de que Uenoyama la enfrentaría directamente, y entonces podría aprovecharse de eso para crear otro escandalo mayor, podía armar una gran escena en un sitio publico si lograba alterar lo suficiente al alfa, y luego hacerse la victima.

Jamás creyó que le responderían de la misma manera, tan públicamente.

Se mordió la uña del dedo índice, nerviosa. Las cosas se le estaban saliendo de las manos. Necesitaba que la imagen de Uenoyama fuese un asco hasta la siguiente junta directiva, estaba contando con eso, pero ¿Cómo podía lograrlo? Uenoyama se había ganado a la gente en un abrir y cerrar de ojos sin siquiera esforzarse, y parecía que el mundo entero comía de su mano. ¿Y quien no lo haría? Su sola existencia era motivo de veneración. 

Lo que más odiaba de Uenoyama Ritsuka era que no era suyo.

Sabía que si intentaba ir contra él públicamente nuevamente perdería, no, aquello tenía que manejarlo a puertas cerradas. Tenía que lograr que Uenoyama se retractara, ¿Pero cómo? No tenía nada más contra él. A menos que...

Era arriesgado, pero si lograba obtener algo con lo cual amenazarlo...podría tener éxito. Solo necesitaba más tiempo. Por primera vez sus padres estaban orgullosos de ella, porque había logrado deshacerse del padre y estaba acabando con la reputación del hijo. Si las cosas continuaban así, era cuestión de tiempo para que la empresa cayera en manos de su familia. No podía arruinarlo, tenía que ganar. Si Uenoyama no podía ser suyo, entonces lo destruiría.

Kim Zhang estaba fuera de si, y tenía cero control sobre si misma y sus acciones. En su estado actual era un peligro para la sociedad e incluso para si misma.

— Llévame a su casa —Exigió repentinamente con voz gélida a uno de sus subordinados, que estaba parado en completo silencio en la entrada de la habitación

— ¿Disculpe, señorita?

— ¡A casa de Uenoyama Ritsuka! ¡LLEVAME AHORA!

— Señorita...no creo que sea una buena idea

— No te pregunté tu opinión, te estoy ordenando que me lleves ¡AHORA!

El joven se enderezó en su lugar, nervioso y asintió con la cabeza. Nada bueno saldría de contradecir a la mujer, que por donde sea que se le mirara, estaba mal. Tomó las llaves y mientras se dirigía al auto fue evaluando seriamente sus decisiones de vida. ¿Cómo rayos había terminado trabajando para una loca? 

Veinte minutos después se encontraban fuera de la residencia de Uenoyama Ritsuka. Kim Zhang se bajó del auto aporreando la puerta, era evidente que estaba afectada porque usualmente tenía subordinados haciendo el trabajo sucio por ella, y esta vez estaba actuando con la cabeza caliente y había ido ella misma en persona, aunque claro, había arrastrado a un pobre inocente con ella.

— Parece que no hay nadie — comentó el chico con miedo, mirando la casa con las luces apagadas

— No me digas, Sherlock

Woof! Woof!

— ¿Qué fue eso? Suena como una rata con catarro 

— Eso es nuestro plan de contingencia — Sonrió Kim maliciosamente. En realidad había ido a casa de Uenoyama a amenazarlo con lo que tenía sobre Yayoi, pero aquello resultaba bastante conveniente también — Rápido, abre la puerta — ordenó, mientras buscaba en su bolsa de mano horquillas para el cabello que pudieran usar como llave

Kedama continuaba despotricando ladridos a diestra y siniestra detrás de la puerta. El joven volteó a ver a Kim con mirada escéptica. ¿No estaría sugiriendo...? Además ¿Quién abriría una puerta con horquillas para cabello? ¿Eso no funcionaba solo en la televisión?

— Señorita, los cargos por allanamiento de morada ajena pueden ser bastante graves

— ABRE LA PUERTA, TOMA EL PERRO Y LARGUEMONOS DE AQUÍ ANTES DE QUE ALGUIEN LLEGUE

— Yo...no sé como utilizar eso — confesó, con miedo 

¡JODER! ¿Qué clase de loca se robaba el perro de otra persona? El joven tragó fuerte y consideró seriamente darse la vuelta e irse, pero le temía demasiado a Zhang, y dios sabía que necesitaba ese trabajo. Tenía tres hermanitas en casa que dependían por completo de él, y una madre en el hospital con Alzheimer.

— Tienes dos minutos para aprender entonces 

El joven tragó fuerte y tomó las horquillas en sus manos temblorosas. Volteó a ver por encima de sus hombros dos veces, comprobando que nadie los viera. Una vez que comprobó que no había moros en la costa, moldeó las horquillas en forma puntiaguda justo como había visto en las películas y abrir la puerta resultó más fácil de lo que creyó. Las personas ricas en verdad tenían que comenzar a cuidar más la seguridad de sus casas.

Una vez abrió la puerta, Kedama se lanzó a morder a Kim Zhang por la pierna, ignorando por completo al joven. Quizá era verdad que los perritos podían sentir las malas vibras de las personas

— ¡QUITAME A ESTA BOLA DE PELOS DE ENCIMA! —  gritó la mujer, histérica

Con pesar, el joven tomó al pequeño Kedama y lo pegó a su pecho con delicadeza. Aquel perrito era pequeño y adorable, y sintió pena por lo que estaban a punto de hacer. Se dieron la media vuelta y regresaron al auto, llevándose al pequeño Pomerania blanco con ellos.

Tan pronto como llegaron, desaparecieron, y sin Kedama la casa quedó silenciosa y vacía.

...

— ¿Esto es incomodo? Lo siento...no tengo muchos amigos para hablar de esto

— Mmm...es un poco raro — admitió Haruki, observando concentrado el menú, fingiendo tener problemas para elegir que ordenar cuando lo sabía bien incluso sin mirar el menú — Pero somos amigos, estoy aquí para ti

Yatake le había mandado un mensaje de texto preguntándole si podrían reunirse a hablar. Haruki no era ningún experto, pero Take en verdad parecía triste. ¿Era extraño el reunirse con su ex-novio para darle consejos acerca de su nueva novia? Quizá un poco, pero estaba dispuesto a ignorar su incomodidad porque quería a Take, y deseaba que fuese tan feliz como lo era él con Akihiko.

— Entonces dices que Yayoi ha estado actuando extraña últimamente 

— Si — respondió cabizbajo — Al principio creí que era normal, debido a la muerte de su padre...pero no sé, algo se siente fuera de lugar, como si hubiese algo que no puede decirme y solo puedo observar como la carcome por dentro

— ¿Has intentado hablar con ella?

— Lo pensé, pero con todo lo que está pasando creí que el preguntarle podría ser un poco invasivo, no quiero que piense que estoy presionándola para que me cuente. Supuse que cuando estuviera lista lo haría por si misma

—Supongo que eso ha resultado más difícil de lo que creías o no me habrías citado tan repentinamente 

— Lo siento — se disculpó Yatake, sintiéndose un poco culpable por estarse reuniendo con su ex a espaldas de Yayoi — ¿Akihiko sabe que te reuniste conmigo? Espero no causar ningún problema

— Eh...si — sonrió nervioso. Una gotita de sudor apareció en su frente — En realidad está cerca de aquí, comprando en el centro comercial

Claro que le había dicho a Akihiko, después de todo, aunque él y Take fueran amigos, no dejaban de ser ex-novios. Akihiko tomó bastante bien el hecho de que Haruki se reuniera con Take a hablar, o eso creyó Haruki, porque después Akihiko aseguró tener cosas que hacer en el centro comercial y dijo que estaría cerca "por cualquier cosa".

Haruki sabía exactamente las intenciones de Akihiko, pero le parecía algo tierno como intentaba ocultar su celos. Además, había sido comprensivo y maduro al aceptar que a pesar de todo, su relación de amigos con Take no había terminado.

— Vaya, él realmente debe confiar en ti —sonrió Take, con los ojos cerrados — O realmente no me ve como una amenaza

— Oh vamos, Take-chan

— No lo culpo — añadió rápidamente — Lo que ustedes tienen es...bueno, es evidente que deben estar juntos

— ¿Yayoi sabe que te has reunido conmigo? — preguntó Haruki, curioso, pero también intentando desviar el tema — Oh, aunque ahora que lo pienso ella parece no saber que estuvimos en una relación

— Lo sabe — respondió enseguida — Se lo dije hace poco

— ¿Y...?

— Lo tomó bastante bien —se rió —Aunque dijo algo sobre como habías logrado salir con su crush y su actual novio. ¿Sabías que Yayoi solía tener un crush con Akihiko?

— Es increíble que tú no lo supieras — se rió Haru a carcajadas — Pero fue hace mucho, no tienes nada de que preocuparte. Yayoi te quiere, puedo notarlo

— Gracias...— la mirada de Take se volvió triste nuevamente — Desearía que confiara en mi lo suficiente también. Quisiera que supiera que lo que sea que esté atravesando, no está sola...

— Creo que lo sabe — Haruki lo consoló — Conozco a Yayoi desde hace mucho...ella odia ser una carga para los demás. A su manera, está demostrando que te ama, pero no te preocupes...seguro se abre contigo al respecto dentro de poco

— Justo ahora está en una reunión con su familia. Debiste ver su mirada antes de irse...se veía aterrada

— ¿Entonces qué tal si esperas a que termine la junta y te reúnes con ella?

— De acuerdo...gracias, Haru — sonrió, pero evitó mirarlo a los ojos — En verdad eres el mejor

— Escucho eso seguido —soltó una risita — ¿Comemos entonces?

...

La reunión terminó de manera incomoda. Yayoi no era culpable de la muerte de su padre, pero había actuado mal, y no sabía como comportarse cerca de su familia. Se sentía tan culpable que no podía mirarlos a los ojos. Una parte de ella agradecía que su madre no estuviera presente, porque no sabía como podría haber reaccionado a la noticia.

Había sido egoísta y había dejado que sus inseguridades tomaran control y sacaran lo peor de ella. En su momento pareció que aquello no era la gran cosa, pero ahora que podía reflexionar acerca de sus acciones se sentía avergonzada y culpable. Se sentía sola y devastada, y sentía que nada podría ayudarla a sentirse mejor, y había una cosa más que la había estado carcomiendo por dentro; Take-chan.

¿Cómo vería a Take-chan a los ojos? ¿Cómo reaccionaría él al saber la verdad? ¿Dejaría de quererla? Yayoi no creía ser capaz de soportar la decepción en los ojos de Take, pero sentía que tampoco podía continuar ocultándole la verdad.

Llevaban poco tiempo saliendo juntos, pero sus sentimientos por él no eran ninguna broma. Nunca antes se había enamorado de esa manera. Yayoi estaba acostumbrada a hombres menospreciándola de manera discreta debido a ser mujer, podía ver la condescendencia en sus miradas y sus tonos al hablar, pero cuando conoció a Take por primera vez no había más que admiración en su mirada, y genuino respeto en sus palabras. Take apreciaba su trabajo, y la admiraba por ser quien era, y aquello fue lo que la atrajo a él como un imán.

Sintió su celular vibrar dentro de su bolsa y como si lo hubiese llamado con el pensamiento, era Take preguntando si podía verla.

— Eso fue rápido— comentó Yayoi mientras subía al auto de Take. Había llegado a recogerla en menos de diez minutos

— Estaba cerca de aquí — respondió, tranquilo — ¿Quieres ir a dar una vuelta por la ciudad?

— ¿Podemos ir a un lugar tranquilo? Me gustaría hablar contigo acerca de algo

Take asintió con la cabeza y puso en marcha el motor. Durante el trayecto su mente era un caos sin control. ¿Haruki tenía voz de profeta? ¿Cómo es que justo después de decir que seguro Yayoi se abriría pronto con él...bueno, estaba a punto de pasar? Sin embargo, puso su mejor cara tranquila y condujo hasta el muelle, estacionándose justo debajo de un farol con luz tenue. Era una noche cálida, típica de una noche de primavera.

— Tus ojos — dijo, una vez se estaciono. Acarició con delicadeza las comisuras de estos — Parece que estuviste llorando

— No parece — respondió cabizbaja —Estuve llorando

— ¿Puedo preguntar por qué? 

Yayoi se mordió el labio, nerviosa. Ya se había decidido a contarle todo, después de todo era cuestión de tiempo para que se enterara de todas maneras, si no era por ella, sería por alguien más y prefería decírselo ella misma.

Inhalo profundo y ordenó sus pensamientos, una vez lo hubo hecho comenzó a contarle toda su verdad. Desde su frustración por no ser tomada en cuenta en nada por su padre, sus inseguridades como persona, y como aquello detonó en una serie de malas decisiones. Le contó también lo que Kim Zhang le había hecho a su padre y como ahora podría perderlo todo, y no podía culpar a nadie más que a sí misma.

Take no la interrumpió ni una sola vez mientras hablaba. Tan solo escuchaba atentamente y la miraba con atención. Una vez que terminó, hubo unos segundos de silencio en el auto, en el que solo se podían escuchar sus respiraciones y el aire del A/C

— ¿Me odias? —preguntó Yayoi, con voz temblorosa

— ¿Por qué pensarías eso?

— No dices nada...

— Estaba pensando cual sería la mejor manera de freír una rata de alcantarilla —bromeó — Y también que sería lo más adecuado para decir en este momento

— Solo dime lo que piensas...sé sincero por favor

Take la miró con una profundidad indescriptible a los ojos y tomó su mano con cariño. Yayoi se sorprendió ante la acción

— Lamento que hayas tenido que pasar por tantas injusticias durante tu vida —inició, con voz suave — Una vez, durante una de nuestras primeras citas dijiste algo acerca de tener miedo de quejarte de tus problemas porque hay personas pasando por cosas peores, y eso está mal. Tu dolor es tan valido como el de cualquier otro, no lo menosprecies ni lo minimices, si te duele, te duele. Es tu dolor, son tus problemas e importan, Yayoi

— Yo...

— Entiendo tu desesperación, y entiendo que aquello te llevara a tomar decisiones equivocadas — le acarició los nudillos con las yemas de los dedos — Eres humana, Yayoi, cometes errores como todos los demás. Está bien si no eres perfecta, ¿Entiendes? No tienes que ser perfecta todo el tiempo, deja de intentarlo porque eso es lo que te ha llevado a este punto de quiebre

— No entiendo porque no estás juzgándome— la voz de Yayoi se quebró — Yo...estuve mal, fui tan egoísta y lastimé a mi familia...y...te mentí. Entendería si no quieres estar más conmigo

— Yayoi — le llamó por su nombre y entrelazó sus dedos con los de la chica — Mi amor no es débil

Yayoi sintió un nudo en la garganta, y mariposas revoloteando en su estomago. Ah, esto definitivamente es amor.

...

Uenoyama y Mafuyu estaban en el auto de regreso a casa. La tensión en el vehículo también era palpable. Mafuyu no estaba del todo contento con el plan mencionado en la junta

— No me gusta la idea de que tengas que hablar con ella...— confesó

— Tampoco a mi, pero sabemos que es la única manera en la que podemos localizarla. No le contestará a nadie más, pero podemos sacarla de donde sea que esté escondida si accedo a encontrarme con ella

— Lo sé...pero aún así...

— No iré, Mafuyu. Cuando llegue al lugar se encontrará con Yayoi —intentó tranquilizarlo — Pronto todo esto habrá terminado, lo prometo...

— Espero que pague por todo lo que ha hecho... lo que dijo de mi no me importa, pero lo que le hizo a tu padre...no puedo perdonarla — Mafuyu frunció el ceño como Uenoyama nunca lo había visto. En verdad había resentimiento en sus palabras. Se enterneció ante el gesto, porque su padre nunca hubiese aceptado a Mafuyu, pero Mafuyu se sentía lastimado por su asesinato incluso sin haberlo conocido. Porque el corazón de Mafuyu era del tamaño de Júpiter, y el de su padre era tan oscuro y frío como Neptuno

Uenoyama colocó una mano en el muslo de Mafuyu y lo apretó cariñosamente. Sin darse cuenta habían llegado a casa. Todo lo que Uenoyama quería hacer era darse un largo baño y acostarse en la cama con Mafuyu. Tenía demasiados sentimientos encontrados y no había tenido un momento para sentarse a conciliar que su padre había sido asesinado. Es decir, lo sabía, pero una parte de él todavía no podía aceptarlo, como si fuese una especie de sueño del que podría despertar en cualquier momento.

— ¿Mm? — se sorprendió cuando intentó introducir la llave pero la puerta se abrió sola con un solo empujoncito — ¿Olvidamos cerrar? —susurró para sí mismo. Mafuyu estaba a un lado, pero estaba viendo la pantalla de su teléfono por lo que no se dio cuenta y simplemente entró de largo a la casa

En los pocos meses que llevaban viviendo juntos habían desarrollado una clase de rutina, y ya era costumbre que Kedama los recibiera en la entrada dando brinquitos y ladrando animadamente cada vez que llegaban a casa, por eso cuando entraron y se encontraron con el abismal silencio, Mafuyu se alarmó.

— ¿Tama? — preguntó con voz bajita, dejando sus cosas en la meseta de la cocina y escudriñando con la mirada el lugar — ¡TAMA YA LLEGAMOS! — gritó, ante la ausencia del peludito, pero nuevamente la respuesta fue el silencio

Desesperado, Mafuyu comenzó a buscar por toda la casa a Kedama, mientras gritaba su nombre y con cada segundo que pasaba la preocupación en su voz aumentaba, hasta que era puro miedo y voz temblorosa

— U...uenoyama-kun — se le quebró la voz — No encuentro a Tama por ningún lado

Uenoyama repasó los hechos en su mente. Estaba bastante seguro de haber cerrado la puerta al salir, pero estaba abierta al regresar. Observó el lugar y no parecía haber nada fuera de lugar. Solo la ausencia de Kedama. ¿Qué clase de ladrón entra a una casa y no se lleva nada? ¿Quizá si olvidó cerrar y Kedama se escapó al ver la puerta abierta? Porque no tendría sentido que alguien entrara específicamente a robar a Kedama...

El sonido de notificación de mensaje de su teléfono lo sacó de sus pensamientos. Sus ojos se abrieron como platos y sintió un nudo en la garganta cuando leyó aquellos mensajes. Aquello había sido demasiado.

— ¿Qué sucede? — preguntó Mafuyu, preocupado. Uenoyama lucía como si estuviera a punto de cometer un crimen de odio contra su teléfono. Mafuyu lo observó teclear con una fuerza y rapidez nunca antes vista — Me estás asustando...

— Kim Zhang —escupió su nombre con odio — Se llevó a Kedama, Mafuyu...ella lo tiene

Mafuyu sintió como si le patearan el estomago y se quedara sin aire. No podía ser cierto, no, su bebé no podía estar en manos de esa mujer loca. Sus piernas se sintieron débiles y sintió la necesidad de sentarse. Cualquiera lo llamaría exagerado, pero nadie podía comprender el vínculo tan grande que compartía con Kedama. Porque Kedama había sido el primer regalo que Uenoyama le había dado, la noche que se besaron por primera vez. Kedama había sido su fiel compañero durante las frías y solitarias noches en el hospital, y era su compañero de aventuras diarias. Kedama no era solo un perro, era su bebé.

¿Estaría asustado? ¿Kim Zhang lo habría lastimado? ¿Dónde estaría en ese momento? ¿Y si lo estaban matando de hambre? Mafuyu sintió unas incontrolables ganas de llorar

— Voy a recuperarlo, Mafuyu. Te prometo que no dejaré que le haga nada —Uenoyama intentó consolarlo al ver su cara a punto de romper en llanto y Mafuyu hizo su mejor esfuerzo por sonreír. Confiaba en Uenoyama, y sabía que cumpliría su palabra

Sin embargo, minutos después, mientras se quitaba la ropa para darse un baño, observó uno de los juguetes de Kedama en la habitación y fue la gota que derramó el vaso para que se soltara a llorar. Uenoyama tuvo que envolverlo en una mantita y abrazarlo por diez minutos para calmarlo, antes de que llegaran quienes había citado.

30 minutos más tarde se reunieron en su casa  Yayoi -quien llevó a Take con ella- y el abogado. Uenoyama no quiso molestar a su abuela con aquello, y el investigador privado había cumplido con su parte del trabajo por lo que no era necesario en aquella reunión.

— Lamento haberlos reunido aquí tan pronto, pero sucedió algo por lo que no puedo esperar más para llevar a cabo el plan — explicó, y su voz tenía tintes de desesperación — Necesito que lo hagamos mañana

— ¿Mañana? — preguntó sorprendido el abogado, quien apenas había tenido tiempo de darse un baño antes de volver a salir — ¿Por qué tan pronto? Si nos precipitamos podría salir mal y no tenemos más que una oportunidad para que esto salga bien

— Ella se ha comunicado conmigo y me ha pedido que nos encontremos mañana en el hotel Palace a las 7

— ¿Ella? Entonces ya no es necesario que organices tú el encuentro — señaló el abogado —Sabemos donde estará, así la señorita Yayoi puede aparecer...bueno si ese es el caso, supongo que sería optimo hacerlo mañana

— ¿Ella se comunicó primero contigo? — preguntó sorprendida Yayoi —¿Por qué?

— Se robó a Kedama — dijo Uenoyama, molesto y Mafuyu aguantó un sollozo a un lado. Su nariz estaba roja de tanto llorar

— ¿Kedama? — preguntó el abogado, confundido

— Mi bebé — explicó Mafuyu, con lagrimas en los ojos

— ¡¿SE ROBÓ A UN INFANTE?!

— No, no — lo tranquilizó Uenoyama — Kedama es nuestro perrito

El abogado suspiró tranquilo al escuchar aquello, pero enseguida se enfureció

— ¿QUERÍAN ARRIESGAR TODO EL PLAN POR UN PERRO? 

— Kedama no es solo un perro, es nuestra familia — dijo Uenoyama serio — No le pido que lo entienda, pero respételo

Lamentablemente muchas personas no lograban comprender el hecho de que una mascota fuese tan preciada para una persona. Mucha gente consideraba a las mascotas simples animales, a lo mucho una agradable compañía, y no lograban entender que para otras personas podían significar tanto como una persona. Kedama no era un perro para Mafuyu y Uenoyama, era parte de su familia, su bebé. 

— Lamento si los ofendí — se disculpó el abogado, apenado — De cualquier forma, si ella misma te pidió que se reúnan entonces lo mejor será hacerlo mañana

— Hagámoslo mañana — dijo Yayoi, decidida  — En realidad se me ocurre un plan, pero necesitaremos ayuda

— Eso es fácil de conseguir —respondió Uenoyama con una sonrisa confiada, mientras buscaba el grupo de chat que tenía con Akihiko y Haruki

...

-ˋˏ ༻ OPERACIÓN RESCATE A KEDAMA༺ ˎˊ

(y destrucción a Kim Zhang)

El plan para rescatar a Kedama y hundir a Kim Zhang fue ideado en una noche, y consistía en dos partes, y dos equipos.

Mafuyu se sentía en una película de acción, y aunque estaba nervioso y aterrado, una parte de él estaba emocionado porque si todo salía bien, para el final del día tendría a Kedama con él, y Kim Zhang quedaría desenmascarada de una vez por todas.

Uenoyama le había pedido que se mantuviera al margen -debido al bebé-, y gracias a que Haruki lo apoyó no tuvo más remedio que aceptar. Como el resto de la familia desconocía que Mafuyu estaba embarazado, creyeron que Uenoyama simplemente estaba siendo sobreprotector con él, pero nadie se atrevió a cuestionar su decisión.

— ¿Necesitas algo más? ¿Estás cómodo? — preguntó la abuela, atenta. Mafuyu había tenido que quedarse con ella en su habitación de hotel mientras esperaban por noticias de cualquiera de los dos equipos

— Estoy bien, abuela — respondió con una sonrisa. La mujer había insistido en que se refiriera a ella como su abuela también y Mafuyu no había tenido problema en adaptarse. Realmente la consideraba su abuela también — Gracias por cuidar de mi

— Sé que eres perfectamente capaz de cuidar de ti mismo — le sonrió — Pero te ves tan pequeño que quisiera cuidarte, supongo que lo mismo le sucede a Ritsuka

— A veces es algo sobreprotector —fingió quejarse. En realidad amaba que Uenoyama lo consintiera a diario y en realidad estaba ahí porque estaban protegiendo a su bebé, pero aun no era tiempo de que la abuela ni nadie más lo supiera

— Bueno, eres el nuevo tesoro de la familia, es entendible

— Gracias por aceptarme en su familia —agradeció sincero, y unas traviesas lagrimas amenazaron con formarse en sus ojos — Yo...antes de que usted llegara, no me sentía bienvenido en la familia de Uenoyama-kun

— ¿Lo dices por la madre de Ritsuka? Es una pequeña víbora, nunca me agradó —se quejó, llevándose dos dedos al puente de la nariz, masajeándolo — No entiendo como pudo rechazarte. Eres un encanto por donde sea que se te mire

Mafuyu se sonrojó ante el cumplido y no supo que responder, siempre fue así. Cuando alguien decía algo lindo de él procedía a quedarse estático e incomodo. 

— ¿Y por qué crees que no hemos sabido de ella? Seguramente se escondió después de ver el video de Zhang. La mujer que tanto defendió para su hijo fue la que terminó dañando su reputación y su trabajo, no debe tener cara para vernos ahora — continuó quejándose y soltó una carcajada sarcástica — ¿Cómo crees que reaccionará al saber la verdad acerca de su esposo?

— ¿Usted está bien? —se animó a preguntar Mafuyu. Después de todo, era su hijo, y para ninguna madre debía ser fácil el saber que su hijo había sido asesinado

— Sé bien que mi hijo no era una perita en dulce —suspiró — Pero tampoco creo que mereciera morir de esa forma. Confió en que Ritsuka y Yayoi le harán justicia

— También yo — dijo Mafuyu confiado

— ¿Deberíamos ordenar un poco de helado mientras esperamos? — sugirió la anciana, sonriente 

— ¡Siii! ¡De mantequilla de maní! — dijo Mafuyu animado y la anciana lo miró extrañada. Nunca había conocido a alguien que le gustara el helado de mantequilla de maní

— Tienes unos gustos peculiares —se rió — De acuerdo, de chocolate para mi y de mantequilla de maní para ti

...

EQUIPO 1 - TEAM RESCATE A KEDAMA

— ¿En serio es necesario ese disfraz? — preguntó Yatake, con la vena de la frente ligeramente alterada

— Estoy comprometido con la misión. ¿No lo estás tú? — preguntó Akihiko, acomodándose aquel ajustado traje

— Entiendo que nos infiltraremos en su casa haciéndonos pasar por trabajadores eléctricos que van a revisar el cableado de la casa, pero no entiendo porque estás usando un disfraz de electricista sexy

— ¡Era el único que había en la tienda de disfraces! Era electricista sexy o nada —se excusó Akihiko

— ¡Nada! ¡Hubiese sido mejor nada! — replicó Take con la venita de la frente a punto de explotar

— Yo creo que se le ve maravilloso — dijo Haruki, mirando de reojo desde el asiento de conductor y casi babeando. Definitivamente le pediría a Akihiko que utilizara ese disfraz más tarde en el dormitorio 

— ¡HARUKI, OJOS EN EL CAMINO! — lo regañó  Take

¿Cómo rayos se había formado un equipo tan caótico? La respuesta estaba en la noche anterior. Luego de que Yayoi explicara su plan, era más que evidente que necesitarían ayuda. Ahí fue donde entraron Akihiko y Haruki.

El plan era simple, mientras Yayoi y Uenoyama se reunían con Kim Zhang, el resto del equipo podría irrumpir en su casa y extraer a Kedama. Entrar no sería sencillo, pero tampoco imposible. Los chicos se disfrazarían de trabajadores eléctricos y dirían que recibieron un reporte de la compañía eléctrica para revisar el lugar.

"Kim lleva pocos meses en la ciudad, ha estado rentando una casa en una residencial privada en el centro de la ciudad. La residencial puede enviar reportes a las compañías que llevan el mantenimiento de sus casas y pedir revisiones. Ahí es donde entrará el equipo, haciéndose pasar por trabajadores de la compañía. Solo tienen que lograr engañar a su personal y estarán dentro", explicó Yayoi cuidadosamente. "Take-chan estará a cargo del equipo, solo necesitamos un par de personas más. Una que le ayude a registrar el lugar y un conductor que los saque del lugar rápidamente".

Así fue como Take, Haruki y Akihiko terminaron trabajando juntos para rescatar a Kedama. Haruki sería el conductor designado y Take y Akihiko los "trabajadores eléctricos". Era un plan sin fallas.

— De acuerdo...llegamos —anunció Haruki, apagando el motor del vehículo y estacionándose a unos cuantos metros de la casa. Por suerte no tuvieron problema entrando a la residencial privada porque habían logrado conseguir una furgoneta idéntica a las que utilizaba la compañía eléctrica, y Haruki le había hecho ojitos al guardia de la entrada y no hizo falta más para entrar — Repasemos el plan

— Take y yo tocamos la puerta, decimos que recibimos un reporte de la compañía para venir a checar el cableado del lugar porque presenta una anomalía —recitó Akihiko, casi de memoria

— Entonces nos dividimos y buscamos a Kedama por la casa, el que lo encuentre lo toma y lo esconde en esta perfectamente equipada maleta — Take mostró la maleta donde sacarían a Kedama a escondidas. A simple vista era una de esas maletas que los electricistas usan para guardar sus herramientas , pero por dentro estaba vacía y acolchonada para meter a Kedama

— ¿Y si algo sale mal? —preguntó Haruki, como una madre preguntándole a sus hijos las reglas de no hablar con extraños

— ¡Tomamos a Kedama y salimos corriendo y dando patadas! — contestó Akihiko lleno de adrenalina

— ¿Por qué suenas tan entusiasmado como si esperaras que el plan B fuese necesario?

— Por nada — Akihiko se encogió de hombros —Ustedes le quitan lo divertido a la vida

— La prioridad es sacar a Kedama, no lo olviden — les recordó Haruki —Si tienen que dejar al otro atrás, no lo piensen, solo ¡Saquen a Kedama!

— Auch, que frío Haru

— Muevan el trasero y traigan a mi sobrino canino en una sola pieza

Take y Akihiko se bajaron de la camioneta y se dirigieron a la entrada de la residencia Zhang. Según el reporte del investigador privado, el personal entero de Zhang consistía de omegas y betas, cosa que podría resultar en una ventaja o desventaja, dependiendo de la situación. Caminaron con seguridad total, y Akihiko estaba emocionado porque nunca le había contado a nadie pero tomó un curso de verano de teatro y actuación en sus años de secundaria y por fin podría actuar en una situación de la vida real. Take solo quería ayudar al plan de su mujer y hacerla feliz, por lo que estaba dispuesto a cooperar con el tonto de Akihiko, que de cerca se veía mucho más atractivo y lo odiaba un poquito por eso.

Tocaron la puerta y los recibió una mujer mayor, al rededor de sus cincuentas. Desprendía un aura amable.

— ¿En que puedo ayudarlos? — preguntó, observándolos con atención

— Recibimos un reporte de la compañía... — dijo Akihiko, comenzando con el elaborado y largo dialogo que había preparado para convencer a la persona encargada de dejarlos pasar

— ¡Oh! ¿Es por la fuga de agua? Lo reporté apenas, no creí que serían tan rápidos 

— ¿Ah? — Akihiko levantó una ceja, desconcertado. ¿En realidad iba a ser tan sencillo? Quiso tirarse en el piso y hacer una super rabieta porque se había preparado tanto con su explicación y ahora no sería necesaria en absoluto. Se recompuso rápidamente y sonrió — Ah...si, hemos venido a revisar eso

— ¿El joven de atrás también? —preguntó, sospechosa, porque Take no había dicho ni una palabra y llevaba ropa de civil — ¿Viene con usted? No parece un trabajador

— Ahh...él es nuevo en la compañía, lo estoy entrenando — respondió rápidamente Akihiko, orgulloso de ver que su capacidad de improvisación seguía siendo tan buena como recordaba

— De acuerdo...— respondió la anciana, analizándolos de pies a cabeza. Ahora que les ponía atención se veían bastante atractivos. Era una señora mayor, claro, pero también tenía ojos — Adelante

Es gracioso como a veces planeas algo pero ocurre algo totalmente diferente. Eso es lo que sintieron Akihiko y Yatake al observar la masiva fuga de agua en el cuarto de lavado. El ama de llaves estaba parada justo frente a ellos mostrándoles el problema

Ok, no entres en pánico — susurró Take en medio de una sonrisa fingida. Sin despegar la mirada de la anciana que explicaba lo que había pasado. — ¿Sabes algo de plomería?

Eh...no. ¿Tú?

No soy ningún experto pero conozco algo — admitió — Voy a encargarme de esto y la distraeré lo mejor que pueda, mientras lo hago aprovecha para escabullirte y buscar a Kedama. ¿De acuerdo?

— Y eso fue lo que pasó — terminó de explicar la anciana, agotada después de contar su larguísima anécdota acerca de como la lavadora se había vuelto loca porque se atascó algo dentro y la manguera conectada a la tubería se había roto

— Claro...— Akihiko rió nervioso — Mi asistente se hará cargo. No se preocupe, está perfectamente calificado para el trabajo

¿Asistente? — susurró y le pellizcó la espalda y Akihiko tuvo que aguantarse el quejido — Yo me haré cargo —esta vez se dirigió a la anciana con una sonrisa — Necesitaré una llave Stilson y algunos trapos que no use, madame

Akihiko casi se va de espaldas escuchando a Take hablar. ¡Joder! ¿No era ningún expero? A los ojos de Akihiko, Take realmente sabía lo que estaba haciendo. Ahora que lo veía bien, Take no se veía nada mal, tenía un rostro atractivo y era casi tan alto como él. Además, desprendía esta aura masculina viéndolo trabajar. ¿Tal vez debería aprender más de trabajos manuales?, se preguntó, dándose cuenta de que en cuanto a trabajos pesados y oficios no sabía absolutamente nada. ¿Y si un día se casaba con Haruki y tenían una casa con diez niños y dos perros? ¿Y si había una fuga de agua, qué pasaría? ¿Haruki tendría que hablar a un plomero, teniendo a un perfecto y capacitado alfa con él? ¡Demonios, no!

— ¿No tienen esas herramientas en su maleta? —preguntó desconfiada la anciana, observando la perfectamente enorme maleta que sostenía el rubio firmemente. Aquello sacó a Akihiko de sus pensamientos. No podían permitir que la anciana se diera cuenta de que estaba vacía. Volteó a ver a Take con desesperación en los ojos y se comunicaron brevemente con la mirada. Estaban jodidos

— ¡Acabo de darme cuenta de que traje la maleta equivocada! — improvisó nuevamente Akihiko — Permítame ir por la correcta a la camioneta

—Ah, no se preocupen, no hay tiempo que perder — dijo la anciana, dándose la vuelta para buscar la caja de herramientas en el almacén. Por suerte estaban en el cuarto de lavado, donde esos artículos suelen ser guardados

Akihiko comenzaba a desesperarse, porque no encontraba una excusa para escabullirse de la anciana. Entonces tuvo una idea perfecta, muy a lo Flash Dance. Mientras la anciana estaba de espaldas, buscando la caja de herramientas, Akihiko se acercó a la tubería donde estaba la fuga de agua y la pateó disimuladamente, haciendo que se hiciera aún más grande. Acto seguido, empujó a Take y a sí mismo cerca de la fuga de manera que ambos quedaron empapados

¡¿Qué carajo estás haciendo?! — preguntó Take, en una combinación extraña entre un susurro y un grito. Tuvo que quitarse los lentes porque se habían llenado de agua

— ¡Oh no! ¡La fuga se ha intensificado! — gritó Akihiko, dramático

¡Eres un pésimo actor! — le susurró de vuelta Take en el mismo tono de regaño

— ¡OH NO! ¿QUÉ SUCEDIÓ? — preguntó la anciana preocupada, dándose la vuelta y acercándose con la caja de herramientas que por suerte había logrado encontrar. Enseguida su rostro se tornó rojo como una granada al observar a dos jóvenes extremadamente apuestos y con cuerpos bien formados, completamente empapados frente a ella

Akihiko sonrió, complacido. Le echó una miradita cómplice a Take y Take quiso matarse al darse cuenta del grandioso plan de Akihiko, que aunque le doliera admitirlo, estaba funcionando.

— Disculpe, madame —Akihiko imitó el tono que había usado Take anteriormente — ¿Podría pasar a su baño a secarme un poco?

— C...claro — respondió con trabajo la mujer, aún sonrojada — ¿Usted también, joven? —se dirigió a Take 

Akihiko lo amenazó con la mirada. MANTENLA DISTRAIDA, fue lo que entendió Take con aquellos ojos asesinos.

— No es necesario, madame — dijo con tono seductor mientras se retiraba la camisa empapada, dejando ver sus bien formados abdominales. La mujer casi se desmayó ante la acción — Arreglemos esto lo antes posible o la casa se inundara. ¿Será mi ayudante? — preguntó, extremadamente persuasivo y seductor y la mujer olvidó la presencia de Akihiko por completo, permitiéndole al rubio escaparse para buscar a Kedama, por fin.

Akihiko se paseó por la casa, que por suerte no era tan grande. Parecía no haber nadie más además de la mujer que los atendió. Hasta que chocó con un joven en uno de los pasillos

— ¡AUCH! — se quejó el chico. Con el choque había tirado lo que llevaba en las manos, que resultaba ser nada más y nada menos que pequeñas tiras de carne seca, las favoritas de Kedama

— Disculpa, ¿Estás bien? — preguntó Akihiko, notando las tiras de carne seca en el piso. Kedama debía estar cerca, solo tenía que buscar la manera de deshacerse del muchacho. Olfateó disimuladamente, definitivamente era omega. ¿Podría usar eso a su favor? En otras circunstancias jamás lo pensaría, pero situaciones desesperadas...

— Si...— respondió el joven, sonrojado. Frente a él tenía a un hermoso, alto y fornido alfa con la ropa completamente empapada. Se había olvidado hasta de su nombre — ¿Quién eres...?

— Ah...lo siento, estamos revisando la fuga de agua — respondió todo profesional —Estaba buscando el baño

— Yo...yo puedo llevarte ahí si gustas — se ofreció, casi con corazones en los ojos — Ah...espera primero tengo que alimentar al perrito — dijo de repente, recordando lo que tenía que hacer. La maldita loca de su jefa lo había obligado a secuestrar a un inocente perrito, pero se había asegurado de consentirlo para que no se deprimiera

— ¿De verdad? —una sonrisa ladina se dibujó en el rostro de Akihiko — Me encantan los perritos. ¿Puedo conocerlo?

...

Akihiko estaba sentado en la camioneta, completamente aburrido . Observó la pantalla de su teléfono para ver la hora, Akihiko y Take llevaban más de media hora dentro de aquella casa. ¿Habría pasado algo? ¿Debería bajarse a comprobar?

Cuando alzó la mirada, la imagen frente a sus ojos parecía sacada de una película chusca. Akihiko y Take corriendo a la camioneta, empapados de pies a cabeza. Take no llevaba camisa y se veía bastante cansado. Akihiko cargaba a Kedama como si su vida dependiera de ello, y Kedama iba lamiendo el agua que escurría del cabello de Akihiko y caía sobre su cara. ¿Qué rayos había pasado con el perfectamente elaborado y elegante plan? Bueno, aquello no podía importarle menos, lo importante era que tenían a Kedama.

Se subieron a la camioneta en un santiamén y apenas hubieron cerrado la puerta, Haruki pisó el acelerador, dejando el lugar en un segundo.

— ¡¿Qué rayos pasó?! ¿Por qué están todos mojados? —preguntó, sin despegar la vista del camino, pero tentado a hacerlo — ¿Por qué traen a Kedama así? Pensé que lo sacarían disimuladamente

— A veces se tienen que hacer sacrificios para lograr un objetivo ¿Si? — dijo Akihiko, con la respiración agitada — Como coquetearle a un pobre trabajador, encerrarlo en el baño y tomar a Kedama para salir huyendo

— O como seducir a una ancianita y luego huir — agregó Take, tratando de borrar los sucesos que acababan de ocurrir

— ¿Lograste arreglar la fuga? — preguntó Akihiko, curioso

— Como todo un profesional — respondió Take, orgulloso

— Eh...tengo muchas preguntas — admitió Haruki, con una gotita de sudor en la frente

— No las hagas — suplicó Take

— Vayamos por ropa seca para ustedes y por comida para Kedama, entonces

— Naah, el gordito ya comió — dijo animado Akihiko, rascándole la pancita a Kedama, quien parecía comenzar a reconocerlo por fin — ¡Espera a que Mafuyu te vea, Kedama!

Haruki sonrió. La misión había sido un éxito. Solo esperaba que a Uenoyama y Yayoi les hubiera ido igual de bien.

...

EQUIPO 2 - LOS HERMANOS UENOYAMA VS KIM ZHANG

Kim Zhang había citado a Uenoyama a la suite de un hotel para hablar -amenazarlo-, pero a las 6:00, una hora antes de su cita programada con Uenoyama la puerta de su habitación se abrió repentinamente.

Kim, quien estaba relajada en la bañera comiendo uvas, se enrolló en una toalla y salió del baño sosteniendo un gancho de ropa como arma para defenderse. Soltó un grito aterrada cuando vio a Yayoi Uenoyama en persona parada frente a ella, con fuego en la mirada.

— ¡Casi me matas de un susto! — se quejó, y luego se relajó — ¿Qué demonios estás haciendo aquí? ¿Tu hermano te envió?

— ¿Ibas a encontrarte con mi hermano? —fingió demencia

— ¿Cómo sabías que estaba aquí? ¿Y qué quieres? —preguntó, esquiva

— Necesitaba respuestas y desde que dejaste de contestar mis mensajes y llamadas digamos que no me quedaba otra alternativa ¿No crees?

— Se supone que eras lista, mi querida Yayoi —soltó una carcajada —El silencio también es una respuesta. ¿No es esto lo que querías?

Yayoi sintió su sangre hervir. Tenía que hacer que hablara, y hasta ahora todo lo que había dicho podía ser subjetivo. ¿Y qué importaba si ella terminaba un poco embarrada? ¿No era aquello algo que valía la pena para hacer hablar a Kim Zhang?

— Ese no era el trato — dijo, fría — Además...¿Cómo te atreviste a ir contra mi hermano de esa manera?

—TÚ querías a tu padre fuera de la imagen para poder hacerte cargo de la compañía — dijo, sarcástica — ¿No es así? Pero... ¿No eras consciente de que si eso pasaba dejarían a tu hermano a cargo? ¿No ves que lo que hice te ayuda? Después del escandalo nadie iba a querer tenerlo en la gran silla

— ¡Eres una desquiciada! Mi hermano es una buena persona, él podía ayudarme, pero ahora que lo has perjudicado podrían quitarlo y sabes que la junta directiva no me pondrá a mi, si no a alguien más...

— Probablemente —Kim sonrió, extremadamente satisfecha y Yayoi sintió los engranajes haciendo clic en su cabeza. Ahora todo tenía sentido. Todavía no conseguía que Kim confesara el crimen contra su padre, pero comenzaba a revelar su motivo. Si continuaba de esa manera podría lograr que confesara no solo el asesinato, si no también la corrupción de su familia

— A alguien de tu familia — añadió Yayoi

— Piensas rápido, ¡Hey! después de todo si eres algo lista —le guiñó el ojo

— Entonces ese fue tu plan desde el inicio. Solo me utilizaste para poder tomar el control de la compañía de mi familia y para dañar a mi hermano — En el momento en el que Yayoi se dio cuenta de aquello se sintió tan estúpida, por dejar que Kim la usara como quiso. Por dejarse manipular como un títere, pero ahora al menos podría desenmascararla 

— Pobre Yayoi, harta de ser dejada a un lado—Se burló fingiendo una mueca triste— Eras la victima perfecta, estabas tan desesperada por aprobación, realmente no podría haber hecho esto sin ti

— No dejare que te salgas con la tuya, yo...lo diré todo

— ¿Decir qué? ¿Qué maté a tu pobre y patético padre para que mi familia tomara el control de tu compañía? ¿Qué blasfemé contra tu hermano y secuestre a su asqueroso perro? ¿Qué te amenacé? ¿No lo ves, Yayoi? Si yo caigo, tu caes conmigo, y te conozco desde hace mucho, eres una cobarde. No soportarías ser juzgada de esa manera

— Entonces ardamos juntas —sonrió — Mis cargos no son nada comparados con los tuyos. Yo no cometí asesinato, difamación y secuestro

— ¿Y qué pruebas tienes de ello? Con lo que tengo de ti fácilmente puedo involucrarte en todo eso. Te dije, si caigo, te llevaré conmigo ¿Estás dispuesta a renunciar a todo?

— ¿Pruebas eh? — la sonrisa en el rostro de Yayoi se hizo más grande y tosió complacida dos veces, dándole la señal a Uenoyama — ¿Qué te parece esto?

La puerta del closet se abrió lentamente, dejando ver a Uenoyama sosteniendo su celular fijamente. La sangre abandonó por completo la cara de Kim Zhang, dejándola blanca como papel. LA HABÍAN JODIDO.

— ¿Qué...Cómo...En qué momento? — preguntó confundida, de repente cayendo en cuenta de todo lo que acababa de decir. De acuerdo. No entraría en pánico. Todavía había solución, aun tenía al perro de Uenoyama y podría intercambiar aquel video por el canino. Su anterior plan estaba arruinado, pero al menos podría salvar su culo de esta manera — ¿Qué van a hacer con ese vídeo? Uenoyama, no olvides que tengo a tu perrito. Una sola llamada mía y puedo hacer que desaparezca de este mundo —lo amenazó —Si me entregan ese video les devuelvo el can y olvidamos que esto pasó, ¿Si?

— Mmm — Uenoyama fingió pensarlo — No lo creo, Zhang

— ¡¿Entonces vas a dejar morir tu perro así como así?! — preguntó, alterada

— Lo gracioso es que creas que tienes a mi perro. ¿Estás segura de eso?

— Pero...yo

— ¿Y publicar el vídeo? Lo siento Zhang — dijo con una sonrisa de lado, volteando la pantalla del teléfono mostrándole la cruda realidad — Esto es una transmisión en vivo 

Esta vez fue la quijada de Kim Zhang la que casi tocó el suelo al darse cuenta de que no había marcha atrás. Yayoi, esa hija de perra realmente le había tendido una trampa sin importarle si su reputación terminaba manchada también. Realmente había renunciado a su imagen de mujer perfecta por el bien de su familia y la había jodido, la había jodido a lo grande.

— ¿Por qué te sorprendes? —preguntó Uenoyama, casi aguantando las ganas de reír — ¿No fuiste tú quien quiso hacer de esto un espectáculo para el mundo entero? Simplemente te di el publico que tanto querías

Kim cayó de rodillas y se hundió en llanto. Sintiéndose incapaz de responder. Que ironico que habían sido sus propias palabras las que la habían destruido.

— Yo...solo hice todo esto porque te amo tanto — se aferró a la pierna de Uenoyama, desesperada, y no la soltó — ¡Si tan solo no me hubieses rechazado nada de esto tendría que haber sucedido!

— Dile eso a la policía, Zhang — dijo frío Uenoyama, soltando el agarre de su pierna

— Puedes esperar una llamada de nuestros abogados muy pronto —agregó Yayoi, guiñando un ojo

— ¡Esto no se quedará así! ¡Juro que me vengaré, aunque me tome toda la vida...ME VENGARÉ! — comenzó a despotricar desde el suelo, mientras Uenoyama y Yayoi se retiraban de la habitación

La policía ya había sido alertada y llegaría en cualquier momento.

Yayoi se alejó con una sonrisa de oreja a oreja, y aunque sabía que tendría que cumplir algunos cargos también, nada le quitaba la satisfacción de aquel momento.

.

.

.

...

¡Hoolaaaa, amores! Por fin pude actualizar. Las ultimas dos semanas fueron un caos por lo que tuve un tiempo difícil para actualizar. Quienes me siguen desde hace algún tiempo saben que actualmente estoy viviendo en una pequeña isla, y hace unos días el Huracán Grace entró por acá, y me quedé sin luz y luego el internet estuvo fallando un montón. Sumándole a eso, me enfermé hace unos días y anduve con muchas nauseas y mareos (aún sigo con esos malestares, y ya estoy asustada como Mafuyu temiendo que sea un embarazo jaja) (Tengo 26 años y llevo 10 años con mi novio, así que si llegara a estar embarazada no sería algo precisamente malo, cualquier cosa les informaré y todas serán madrinas!)

Respecto al capítulo, me costó un poco escribirlo porque acá tenía que escribir el desenlace del caso de Kim. En este capítulo no hubo mucho romance -solo la escena de Take y Yayoi que por cierto me encantó escribir porque ya les tocaba un poco de spotlight a los tortolos- y como había muchas cosas que quería escribir y mucha acción, fue un tanto difícil. Se me hace más fácil escribir sentimientos, pero cuando tengo que describir muchas acciones de repente me cuesta, espero que no haya sido complicado de entender.

Por cierto, yo quería darle un toque serio al capítulo, pero al final terminé escribiendo varias situaciones cómicas -mi parte favorita es el dúo dinámico entre Take y Akihiko jajajaja ya quisiera yo ser esa viejita- Ya tenía tiempo queriendo escribir una escena de estos dos juntos, dejando de lado sus diferencias y conviviendo. 

Para quienes me preguntan acerca del fanfic, descuiden, todavía no termina, pero tampoco estamos tan alejadas del final. Diría que la historia está en un ¾. Todavía queda mucho que quiero escribir acerca del embarazo de Mafuyu y algunos aspectos de la relación AkiHaru, así que todavía hay historia para otro ratito. (Diría que quedan al menos cinco capítulos más)

Dato curioso: Los capítulos del fanfic están numerados con el sistema romano, este al ser el capítulo 20 es XX. Al inicio se menciona que Uenoyama nació con la suerte a su favor, por haber nacido con los cromosomas XY. Curiosamente, los cromosomas femeninos son XX y en este capítulo Yayoi fue una gran protagonista. (GIRL POWER!)

Flash Dance es una película con una escena icónica donde la chica se tira agua encima, muy sexy. Ha sido parodiada en diferentes ocasiones, como en Shrek 2 cuando el gato con botas está cantando y se tira el agua (en la canción final jaja)

Respecto a Kim Zhang, en el siguiente capítulo sabremos que será de ella y las consecuencias de sus acciones, pero esta fui yo escribiendo la ultima escena

Bueno, disculpen por tanta nota final. ¡Gracias por leer y por sus hermosos comentarios! No saben cuanto amo y atesoro cada comentario que dejan en esta historia, MIL GRACIAS!! ¿Qué creen que suceda de ahora en adelante? Tengo muchas cosas planeadas por venir, así que espero no me abandonen aun T_T

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