Desafortunado
Para que se termine tienen que ser sinceros, aprender, comprender y crecer.
La solución está en ustedes, cada vez que cambien estarán a un paso más cerca.
Ayumi
Desperté de golpe, no había soñado solo había escuchado esa voz desde la profunda oscuridad.
¿Cada vez que cambiemos estaremos un paso más cerca? ¿Eso qué significa? —pensé molesta levantándome, sabía que no podría volver a dormir. Además de que pronto llegaría el viejo mayordomo.
Tome el celular de Sonoko y abrí el chat en grupo con el nombre: ¿Quien eres?
Sera-kun lo había cambiado ayer, no estaba segura de si era alguna clase de broma o que. Envíe un mensaje corto que estaba seguro que ayudaría a los chicos.
Ayumi Yoshida
Deje el celular en la mesita de noche, después de ver como las demás empezaban a escribir sus nombres.
Tome una toalla y fui directamente al baño, tal vez así me relajaría un poco, era el segundo día estando en el cuerpo de Suzuki-san por lo que más o menos se que hacer.
Una vez salí ubique el uniforme colgado en el gran armario, una vez lista busque entre los cuadernos para organizar el horario, por suerte Suzuki-san no tuvo tareas ayer.
Una vez termine el viejo mayordomo entró mirándome completamente sorprendido tal vez por que ya estaba lista.
—Llamaré a la estilista. —dijo antes de marcharse.
La verdad no necesitaba algo como eso, pero no podía decirle que no la llamara, no era mi cuerpo, ni mi cabello, mucho menos mi casa para mandar en algo.
Unos minutos después estaba comiendo sola en el comedor.
Que aburrido y solitario. —pensé llevando un trozo de fruta del plato a mi boca. —Le quita todo el sabor a la comida, por más exquisita que sea.
—¡¡Sonoko!! —gritó una mujer elegante de cabello corto negro ligeramente rizado, ojos azules y un lunar que la hacía ver sexy bajo su ojo derecho. —Ya estamos otra vez en temporada. —exclamó emocionada sentándose a mi lado.
Rápidamente la asocie con Tomoko Suzuki la que sale en varias revistas, obviamente la madre de Suzuki-san.
Completamente confundida la miré extrañada mientras ella seguía parloteando de lo emocionada que estaba.
—Vamos, emocionate, este año la preparas tú. —volvió a decir animada. —¡Oh, no! Se hace tarde, debo irme, buena suerte en la escuela hoy, cariño. —me dijo dándome un abrazo a medio lado antes de irse.
Aún más confundida que nunca termine de comer, tendría que preguntarle a Suzuki-san sobre esto.
—Señorita, Makoto-san ya llegó por usted. —me dijo el mayordomo.
—Gracias. —le dije antes de levantarme y seguirlo hasta la salida.
Una vez salimos de la mansión pude calmarme, por más que se sentía como un sueño esta vida, es muy fría.
—¿Estas bien, Yoshida-san? —me preguntó Makoto-san.
—Puedes decirme Ayumi y si, es solo que es raro desayunar sin los comentarios de mi madre. —le dijo con un aire melancólico.
—Si ese es el caso, no necesitas usar el san conmigo, Ayumi-san. —me dijo con una amable sonrisa, no esperaba que este amante al kárate fuera tan dócil. —Es normal extrañar a tu madre, solo debemos tener paciencia que esto pronto pasará. —dijo si trataba de subirme el ánimo, lo logró.
—¡Ah! —solté al acordarme de la emoción de la madre de Suzuki-san. Saqué el celular y entre al chat buscando su nombre al no recordar quién era.
Al encontrarlo leí el nombre desde el perfil donde lo envió en la parte superior del chat.
Kazuha-chan
Entre al chat que tenía Suzuki-san con Toyama-san, su última conversación fue hace cinco días.
También había un grupo llamado Consejos, pero no quería invadir su privacidad.
La llamé, pero esta no me respondió, intenté un par de veces pero nada.
—¿Alguna duda? —me preguntó amable Makoto-kun.
—Mmm, su madre llegó de repente muy emocionada diciéndome que es temporada y que me emocionará porque yo-ella lo haría esta vez. —le expliqué si no podía acudir con la chica, tendría que pedirle ayuda a su novio, por lo menos algo debe saber.
—¿Temporada? —dijo confundido. —¡Ah! Es sobre la fiesta del siglo XIX. —volvió a hablar comprendiendo todo.
—¿Fiesta? —pregunté confundida.
—Si, normalmente se invitan a gente famosa, ricos, incluso los hijos de esas personas. Sonoko estaba emocionada porque podría invitar a todos ustedes este año. —me explicó calmado.
—Ya veo, ¿tú siempre asistes? —pregunté curiosa.
—Si, empecé hace un par de años, creo que allí fue donde conocí a Edogawa-kun y a Haibara-san.
—¡¿Eh?! —solté asombrada. —¿Ellos asisten? —pregunté entre impresionada y curiosa.
—Claro, Edogawa-kun es hijo de un famoso escritor y Haibara-san es nieta de un famoso inventor. ¿No lo sabías? —me devolvió la pregunta.
—No. —susurre algo deprimida
Conocí a Ai-chan en nuestro primer año de preparatoria y nos llevamos bien desde entonces. Ese mismo año conocí a Conan-kun, ellos siempre andaban juntos y como amiga de Ai-chan también estaba junto a ellos. No fue muy difícil terminar enamorada de Conan-kun, él es una muy buena persona que siempre me trató con amabilidad.
Con todo esto me he dado cuenta que no conozco para nada a esos dos, sus familiares son famosos, están casados y al parecer la salud de Ai-chan no es buena.
Nunca supe si ellos dos se llevaban bien o mal, siempre discutían por tonterías, otras veces se entendían sin palabras, claro que nunca se fue la preocupación que había entre ambos.
En ese tiempo también conocí a Koizumi-san y Kuroba-kun, esos dos eran muy buenos amigos de ellos, pero nunca se me dio por indagar sobre ellos.
Menos cuando me di cuenta que se gustaban, pensé que era cuestión de tiempo para que se dieran cuenta así que hice aun lado mis sentimientos, solo quería que ellos fueran felices, grande fue mi sorpresa cuando me enteré que en realidad estaban casados.
Además estaba Mitsuhiko-kun quien siempre estuvo a mi lado sin importar que.
—Ayumi-chan, ¡Ayumi-chan!, ¡¡Ayumi-chan!! —el grito de Makoto me trajo a la realidad.
—Oh, disculpa. —dije avergonzada, casi llegábamos a la escuela.
—¿En qué pensabas? —me preguntó con una sonrisa comprensible.
Automáticamente me sonroje, mis pensamientos sobre Mitsuhiko-kun a mi lado empezaron a desencadenarse dentro de mi mente.
—Ehh, yo… —balbucee.
—¡¡Kyogoku!! —gritó Toyama-san saltando a los brazos del chico, obviamente este correspondió.
—Saben lo raro que es ver a Kazuha con el cabello trenzado y abrazar a Makoto-kun. —comentó disgustado Heiji.
Al reparar a "Toyama-san" note que en verdad llevaba una trenza en su largo cabello y la hacía ver muy linda.
—Te ves muy bien con ese estilo. —la elogie.
—¿Verdad? —exclamó emocionada. —No estoy muy acostumbrada al cabello largo, pero es lindo poder hacerme varios estilos. —me explico con una gran sonrisa, se veía bastante feliz, me alegraba ver que la estaba pasando bien. —¡Ah! Por cierto, ¿por qué llamabas? —me preguntó de repente.
—Tú madre me habló sobre una fiesta. —le respondí, era raro cambiar tan radicalmente de tema pero, ¿qué podía hacer?
—¡¡Waaa!! ¡¡Ya es temporada!! —grito emocionada. —Puedo darte unos detalles sobre eso, la verdad es que no tengo nada preparado pero si unimos algunas ideas podemos lograr algo genial. —habló rápido, es una sorpresa que apenas y logré entenderla.
—Calma, Sonoko, todavía hay mucho tiempo para eso. —le dijo Makoto poniendo una mano sobre su hombro, por suerte logró su cometido.
Mientras a un lado Hattori-san mantenía una mueca en su rostro seguramente por ver a "Toyama-san" actuar de esa forma.
—¿Vamos a clase? —pregunté con una sonrisa, quería por lo menos desviar el disgusto del moreno.
—¡Es cierto! Hay que darse prisa. —afirmó Hattori-san tomando a "Toyama-san" de los hombros. —Tenemos un proyecto que presentar, vamos a repasar de nuevo. —dijo mientras la empujaba dentro de la escuela.
—¿Otra vez? —se quejó.
—Si, otra vez. —le respondió Hattori-san perdiéndose entre la gente.
—Nosotros también tenemos que irnos. —me dijo Makoto-kun.
—Si. —fue lo único que dije antes de empezar a caminar.
La vida de Sonoko es más pesada de lo que pensé.
Cuando las clases por fin acabaron di un largo suspiro, Kuroba-kun acaba de explotar una bomba color rosa en el salón, manchando parte de "mi" uniforme.
Kuroba-kun es un idiota. —pensé molesta, mientras me quitaba la sustancia desconocida con agua, por suerte todas las sustancias en sus bromas son disolventes al agua.
—¿Estas bien? —me preguntó Kazuha (Sonoko) con una sonrisa comprensible.
Solté un suspiró al darme cuenta que a ella siempre le caían las bromas de Kuroba-kun.
—Si. —fue lo único que logré decir.
—¿Qué tal si vamos a comer algo? —preguntó Makoto-kun con una sonrisa tranquilizadora.
—Claro. —dije antes de caminar a su lado.
Caminamos hasta la salida dispuestos a marcharnos, cuando escuché la voz que me hacía temblar de nervios.
—¡¡Ayumi-chan!! —me llamó Mitsuhiko-kun acercándose velozmente hacia mi.
—Ui, allí viene tu príncipe. —me dijo Sonoko en un tono pícaro, golpeando levemente mi brazo.
Eso solo ocasiona que me ponga más nerviosa.
—¿Puedo ir con ustedes? —me preguntó con una sonrisa apenada, a la cual no le puedo negar nada.
—Cla-Claro. —respondí, los nervios no me abandonan.
—Entonces en marcha, en una hora hay otra reunión. —afirmó Kazuha (Sonoko) en un extraño tono que no supe identificar.
Seguía a Suzuki-san que no paraba de hablar sobre la fiesta, nos preguntaba sobre cómo nos gustaría que fuera, estaba anonadada.
—Suzuki-san, ¿nosotros estamos invitados? —pregunté tímida al escuchar que los invitados también podían opinar.
—Claro, he estado esperando este año para hacer una fiesta para nosotros, bueno seguirán invitando a celebridades, presidentes de corporación y bla, bla, bla, pero siempre he querido invitarlos a todos. —me explicó animada. —Mi único entretenimiento era Kudo-kun y Miyano-san, pero ya no puedo hacerlo. —se quejó.
—¿Quienes son Kudo-kun y Miyano-san? —preguntó confundido Mitsuhiko-kun.
—¡¡Sonoko!! —la regaño Makoto.
—¡Ah! —exclamó Kazuha llevando sus manos a la boca. —Emm, es algo privado. —murmuró incomoda.
—Ya. —soltamos Mitsuhiko-kun y yo, completamente extrañados.
Revisando el libro me encontré con que este capitulo estaba mal y en realidad era el 19, en otras palabras los dos tenían exactamente lo mismo 🤦♀️
Pero bueno ha lo arregle 😅😅