Capítulo 07

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¿Que hago?

Desperté con el sonido de la alarma, me levanté tranquilo estirando mi cuerpo. Me estire unos minutos antes de reparar "mi" cuatro.

Era una habitación sencilla con el color rojizo como base, extrañada recorrí el lugar.

Esta habitación es de...

—¡Kazuha, despierta! No quiero por quejas porque Heiji te vuelva a levantar. —escuchó el grito del padre de Kazuha.

¡¡Oh, dios!! ¡¿Qué es esto?! —pensé alterada caminando de un lado a otro. 

—Me voy, Kazuha. —volvió a escuchar el grito del padre de Kazuha-chan.

Empecé a morderme la uña de forma nerviosa. —¡¿Ahora que hago?! —pensé alarmada.

La alarma volvió a sonar, exaltandome con la hora.

¡¿Oh, por dios?! ¡¡La escuela!! —volví a pensar alarmada corriendo por el cuarto buscando el uniforme, para después correr al baño.

Salí de prisa de la casa encontrando a Hattori-kun que justo estaba por entrar a la casa.

—¿Vamos? —le pregunté pasando por su lado, ignorando convenientemente su expresión de incredulidad y un sonrojo pálido en sus mejillas.

—Tú-Tú cabello… —me dijo el moreno.

—¡Ah! Olvide atarlo. —le respondí tocando mi cabello suelto, había olvidado completamente que Kazuha-chan si ata su cabello, a comparación de mi.

—T-Te ves bien. —murmuró Hattori-kun a mi lado.

Estaba sorprendida, sabía la relación de esos extraños amigos de la infancia y que necesitaban con urgencia encerrarlos juntos, a ver si por fin podían ser honestos sobre sus sentimientos.

—Gracias. —dije con una sonrisa.

Kazuha-chan se emocionará cuando le cuente esto. —pensé animada, sin prestarle atención a la expresión de desconcierto de "su" amigo de la infancia.

El camino a la escuela fue bastante tranquilo, a mi lado seguía Hattori-kun mientras que yo revisaba de nuevo el horario de Kazuha, tal vez pueda encontrarla allí, ¿no? 

—Buenos días compañeros, lamento interrumpir lo que hacen, pero… todas las chicas que estuvieron en casa de Akako les pido que se reúnan en la sala de Ai-kun en el receso, mientras tanto sigan en su "personaje", espero y colaboren así que manténganse tranquilas, muchas gracias. habló por el megáfono… ¿Sera?

¿Eh? ¡¿Entonces tendré que ser Kazuha durante las primeras horas?! ¡¿Pero qué hago si tiene alguna presentación?! —pensé alarmada. —Tendré que repasar las materias del día de hoy. —pensé decidida.

—Hattori-kun, ¿me podrías decir dónde queda la sala de Haibara-san? —pregunté amable, no sabía dónde queda así que tendré que preguntar.

—¿Eh? —dijo confundido.

Fruncí levemente el ceño, al parecer no había entendido mi pregunta.

—¿Sabes donde queda el laboratorio de Haibara-san? —pregunté.

—Emm si. —me respondió extrañado.

—¿Podrías decirme dónde está? Por favor. —le pedí.

Hattori-kun frunció aún más el ceño, mientras me miraba como si me hubiera salido alas.

—Hey, hey, ¿no tendrás fiebre? —me preguntó divertido, acercando su mano a mi frente.

Extrañada con la situación empecé a mirar a los lados, sin saber muy bien qué hacer. Me llamó la atención un joven que pasaba por allí con un montón de papeles.

Aparte la mano de Hattori-kun me sentía muy incómoda con la situación, por lo que simplemente me fui.

Me acerqué al joven de lentes redondos, cabello negro y dos mechones saliendo de los lados de su rostro.

—¿Te ayudo? —le pregunté al verlo tratar de ver al frente, sin mucho éxito por los papeles.

—¿Eh? ¿Toyama-kun? —me cuestionó extrañado.

En ese momento el timbre de la entrada a clases llegó a nuestros oídos.

—¡Oh, no! ¡Oh, no! Esto ya debería estar en clase. —exclamó preocupado.

—¡Y por eso te ayudaré! —dije tomando la mitad de los papeles.

—Gra-Gracias. —me agradeció de forma tímida, aún con una sonrisa en su rostro.

Él nunca cambia, ¿eh? —pensé devolviendo la sonrisa.

Una vez lo ayudé volví al salón que me tocaba. Por suerte las clases de Kazuha-chan eran casi las mismas mías.

Una vez tocó el timbre me levanté dispuesta a consultar con alguien sobre la sala de Haibara-san, debía saberla antes del receso.

Me detuvo al ver Aoko tratando de golpear a Kaito en sus partes bajas.

Me paralice unos segundos al ver a Kuroba-kun saltar atrás evitando el golpe, al ver como estaba dispuesta a darle otro golpe y esta vez sí aceptaría corrí hasta ellos, bajando la pierna de "Aoko" salvando al mago y evitando que vean la ropa interior de ella.

—¡¡No hagas eso!! —le pedí con una firme mirada. —¡Ven por aquí! —exclame tomando su brazo antes de correr lejos de allí.

—Hey. —escuché su llamado pero no le preste atención. —¡Hey! —me volvió a llamar mientras que yo solo seguía corriendo. —¡¡Hey!! —grito fuertemente logrando que me detuviera.

Ese grito si fue fuerte. —pensé llevando mi mano al oído. —¡¡Sonoko, no grites!! —la regañe en voz baja, tampoco quería llamar la atención.

—¿Eh? —soltó en shock. —No puede ser eres… ¡¿Ran?!

Yo solo le di una sonrisa, somos amigas de toda la vida, era obvio que incluso con este extraño suceso nos reconoceremos.

—¡¿Eres Kazuha-chan?! 

—Y tú Aoko-chan. —le respondí calmada.

—¡Santo cielo! Ahora más que nunca debemos encontrar a Koizumi. —exclamó molesta.

—Si, pero… —el timbre de la escuela me interrumpió. —Primero vayamos a clase. —le dije.

—¡Bien! —afirmó antes de tomarme del brazo y correr, tal como lo había hecho antes, también corrí al darme cuenta que llegaríamos tarde.

—¿Qué clase te toca ahora? —pregunté sin dejar de correr.

—Historia, ¿y tú? —me preguntó dando la vuelta.

—Yo también. —me respondió con una gran sonrisa.

Hola, mundo cruel

Na, es broma

Hoy desperté con un buen ánimo que termine publicando todas las historias que están pendientes

Esto no sucede todos los días así que aprovechen 😉

Total, espero que mis historias sean de su agrado y gracias por leer

¡¿Quién eres!?Where stories live. Discover now