Capítulo 35

61 8 7
                                    

Piscina

Al día siguiente

Aoko

Aoko se removí en la cama incómoda, ese cuerpo empezaba a sudar lo que me causaba malestar.

Aoko solo quería dormir, había llegado relativamente tarde a la casa solo para escuchar los fuertes regaños de Hattori-san y "Kazuha-chan".

Cuando Aoko trata de hacer memoria, lo único que Aoko consigue recordar es haberse tirado en la cama.

Solté un suspiró sin ser capaz de conciliar el sueño, pronto serían las 12 del medio día así que preferí levantarme y preparar algo de comer, recordando las miles de advertencias de Haibara-chan de no dejar que Conan-kun se acerque a la cocina.

El rostro de Aoko se calentó al recordar que mientras iban en el coche junto con Hattori-kun, Kaito y Akaka-chan se dedicaron a decirle que se declarará a Saguru-kun y todo fue porque Haibara-chan me vio hojeando de vez en cuando el celular.

Aoko prefiere no pensar en eso así, así que prefiero buscar un baño, la casa de Edogawa-kun es bastante grande.

Abrí un par de puertas notando que realmente eran habitaciones, hasta llegar a hacer que estaba ligeramente abierta.

Estaba por entrar cuando escuché quejas de Edogawa-kun. —¿Qué? Espera un momento. ¿Cariño? ¡¿Cariño?! 

Extrañada con eso decidí terminar de abrir la puerta y entrar. 

—¿Qué rayos fue eso? —preguntó a sí mismo, en lo que yo entraba.

Me paralice al ver a Edogawa-kun con una toalla atada a la cintura mientras que su cuerpo goteaba, varias gotas pasaban de su cabello recorriendo sus pectorales.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y un extraño cosquilleo recorrió mis pies, mis manos y… ¿intimidad? 

Pasó su mano por su cabello, aumentando el aire sexy que lo envolvió.

Mis rodillas temblaron y de la nada perdí la fuerza y terminé cayendo al suelo provocando un sonido que logró llamar su atención.

—¡Aoko! —gritó exaltado y preocupado. —¿Estás bien? ¿Sientes algún malestar? ¿Algo te duele? —me preguntó alterado revisando lo más rápido que podía "mi" cuerpo. —Dime, si te duele. —me dijo acelerado tocando lo que en este momento es mi cuerpo, lo que causó un extraño calor que se extendió por todo mi cuerpo.

—A-Aoko… ¡Aoko está bien! —grité avergonzada empujándolo.

Él cayó al suelo sorprendido por mi acción, mis nervios se dispararon al ver el nudo de la toalla deshacerse.

Aoko se sintió alterada por lo que se levantó de golpe. —Aoko solo quería preguntar por el baño. —dije tapando mi rostro al ver que la toalla empezaba a caer.

—En el cuarto donde estás hay uno. —me respondió.

Nerviosa corrí de vuelta a la habitación, entre años baño.

Nerviosa corrí de vuelta a la habitación, entre años baño

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡¿Quién eres!?Where stories live. Discover now