Aoko, Kazuha, Ran, Sonoko, Sera, Ayumi, Ai están molestas con las bromas de Kaito así que van con Akako para que haga algo
Akako lanza un hechizo pero todo sale mal... pensando que su "venganza" acabo en fracaso cada una va a sus casas, sin embargo...
Una joven de cabellera ciruela y encantadores ojos rojos opacos por sus sentimientos negativos. Miraba al moreno a su lado con desánimo, este conversaba con sus padres.
—Si, señora. —hablo en el teléfono el moreno de lentes. —No se preocupe, los esperaremos. —concluyó el joven.
—¿Qué te dijeron? —preguntó cohibida Akako (Sonoko)
Makoto suspiro agotado antes de guardar su móvil, después acarició su hombro.
—Tus padres ya vienen están muy preocupados. —murmuró el chico mostrando una suave sonrisa.
—Lastima que no podré estar con ellos. —comentó Sonoko con una mueca que según ella era una sonrisa.
—Lo sé. —respondió Makoto.
Ambos se quedaron en silencio sin atreverse a decir algo, sus pensamientos dando vueltas en los sucesos.
—Al menos, podré quedarme con los chicos y saber de primera mano su estado. —argumentó Sonoko.
Makoto abrió ligeramente los ojos, claro que su chica era una persona que quería mucho a sus amigos pero normalmente no lo demostraba tanto y se alegraba que lo expresara.
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Eisuke
—Nee-chan, calma. —le dije tratando de calmarla ante su histeria, no me había dado cuenta que tenía ya varias llamadas encima. —Si, si, luego te explico. —solté un largo suspiró, al escucharla más relajada. —Antes de que te alteres yo estoy bien, no es por mi ni por Ran. —le expliqué de antemano.
—¿Qué sucede? —me preguntó con una deje de preocupación.
—Estoy en el hospital de Beika. —concluí, aparte el móvil por si no me había entendido antes pero no se escuchó nada.
Sera me miraba preocupada, bueno más bien era Ran, la situación era algo extraña pero era mi novia y mientras siga siendo ella no me importa nada.
—Iré de inmediato. —fue lo único que dijo antes de colgar.
Parpadee extrañado ante su calma.
—¿Qué dijo? —me preguntó Ran curiosa.
—Dijo que vendría. —le contesté sin más guardando mi móvil.
—Espero que no esté alterada mientras conduce. —murmuró preocupada.
Yo solo pude asentir, me extrañaba su reacción, pero supongo que me toca esperar.
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