Reina el amor duele (COMPLETA...

By Saxney_

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ojos grises. pelo negro azabache. brazos con más tatuajes de los que puedes contar y una mirada escalofriante... More

antes de leer (?)
sinopsis
epígrafe.
prólogo.
capitulo 1🔪🩸
capítulo 2🔪🩸
capítulo 3🔪🩸
capitulo 4🔪🩸
capítulo 5🔪🩸
capítulo 6🔪🩸
capítulo 7 🔪🩸
capítulo 8🔪🩸
capítulo 10🔪🩸
capítulo 11🔪🩸
capítulo 12🔪🩸
capítulo 13🔪🩸
capítulo 14🔪🩸
capítulo 15🔪🩸
capítulo 16🔪🩸
capítulo 17🔪🩸
capítulo 18🔪🩸
capítulo 19🔪🩸
capítulo 20🔪🩸
capítulo 21🔪🩸
capítulo 22🔪🩸
capítulo 23🔪🩸
capítulo 24🔪🩸
capítulo 25🔪🩸
capítulo 26🔪🩸
capítulo 27 (pt.1 🔪🩸)
capítulo 27 (pt. 2🔪🩸)
capítulo 28🔪🩸
capitulo 29🔪🩸
Capitulo 30🔪🩸
capítulo 31🔪🩸
capítulo 32🔪🩸
capítulo 33🔪🩸
capitulo 34🔪🩸
capítulo 35🔪🩸
capítulo 36🔪🩸
capítulo 37🔪🩸
capítulo 38🔪🩸
capítulo 39🔪🩸
capitulo 40🔪🩸
capítulo 41🔪🩸
capitulo 42🔪🩸
capítulo 43🔪🩸
capitulo 44 🔪🩸
capitulo 45🔪🩸
capítulo 46🔪🩸
capítulo 47🔪🩸
capitulo 48🔪🩸
capítulo 49🔪🩸
capítulo 50🔪🩸
capítulo 51🔪🩸
capítulo 52🔪🩸
capítulo 53🔪🩸
capítulo 54🔪🩸
capítulo 55🔪🩸
epílogo
<3

capítulo 9🔪🩸

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By Saxney_

Las dos horas se hacen eternas mientras observo pasar a las personas por la ventana, estoy en clase de ética periodística pero el profesor no hace más que desviarse del tema y comenzar a hablar de lo patética que es su vida.

Agarro una hoja en blanco y comienzo a dibujar garabatos sin sentido, había pasado una noche pésima, no había parado de darle vueltas al asunto de hacer una campaña más para darle el gusto a mi madre y verla "feliz".

Luego de que mi padre se esfumase de la faz de la tierra con la excusa de necesitar un respiro mi madre se dedicó de lleno a su trabajo, saltando así a la fama de un momento a otro. Un día estábamos comiendo de la basura y en un abrir y cerrar de ojos estábamos cenando con uno de los mejores diseñadores del país.

Mamá tenía un gran talento a la hora de diseñar vestidos, tanto talento que famosas celebridades recurrieron a ella para que les diseñara los vestidos que usarían en la alfombra roja o en grandes eventos, pero esto no termina ahí ya que por toda la atención que estábamos recibiendo famosas marcas de ropa se habían interesado en mí para ser la cara de sus campañas.

<<un rostro nuevo, dulce y bello>> Así me describían en aquel entonces.

Levantó la vista de la hoja que estoy dibujando y puedo notar que todos están viéndome. 

—¿Señorita Johnson?

—¿Si?—balbuceo con incomodidad.

—¿Que es la ética, señorita?—pregunta esperando mi respuesta errónea pero en ese momento suena el timbre y la frase 'salvado por la campana' cobra sentido—Pueden retirarse, pero eso no significa que se han salvado de las preguntas.

Guardo los libros en la mochila y salgo del aula junto con la maraña de estudiantes desesperados por respirar aire fresco.

Había quedado con Bastian para almorzar en la cafetería así que guardo mis cosas en el casillero y salgo disparada hacia allí pero en cuanto mis pies tocan el lugar siento todas las miradas sobre mi.

¿Qué rayos estaba pasando?

Visualizo a Bastian en la cuarta mesa al fondo, me mira por unos segundos pero luego baja la vista para juntar sus cosas y caminar hacia mi.

—Si, es ella...—escuchó que una chica murmura mirando su celular.

—¿Pero por qué se viste así? ¿no se supone que es modelo?—le responde la otra.

—¿¡Que tanto miran idiotas!?—grita Bastian atrayendo todas las miradas a él—¿Tan patéticas son sus vidas como para joder a los demás?

Bastian me tomó del brazo y me arrastró lejos de todas las miradas curiosas que me analizan de pies a cabeza.

¿Qué carajos está pasando?

Mi celular comienza a vibrar estallando en notificaciones de Instagram, Twitter y quien sabe que red social más.

No. Por favor no.

Cálmate. Todo está bien.

¿Habían descubierto las fotos? 

Mi corazón se acelera y el sudor comienza a cubrir mi rostro, esto no podía estar pasando.

—¿Por qué no nos contaste que eres modelo? 

Bastian me muestra la pantalla de su móvil y puedo ver la nueva publicación de la Girl boy's.
 
<<Tenemos una modelito infiltrada entre nosotros>> decía el título.
 
Había una foto de una de las tantas campañas que había hecho, llevaba puesto un vestido rosado y mi cabello iba peinado en una alta cola de caballo, no me veía feliz ni nada por el estilo si no que mi rostro era inexpresivo y mis ojos se veían cansados.

Suspiro sintiendo como el alivio recorre todo mi cuerpo, no era un secreto que había participado en varias campañas ya que más de una vez mi cara había aparecido en enormes carteles por toda la ciudad.

—¿Chloë?—Bastian chasquea sus dedos delante de mis ojos y esto me devuelve a la realidad—¿Estás bien?

—Si, solo que...— digo pero las palabras se quedan en el aire en cuanto veo a Devon en el pasillo guardando algunos libros en su taquilla.

Lleva puesta una sudadera negra, su pelo va peinado hacia atrás pero hay varios mechones que caen sobre su frente haciendo que sus ojos casi no se vean, lo veo suspirar y maldecir mientras saca su móvil del bolsillo y atiende la llamada que está entrando.

Mi instinto de periodista en creación se activa en cuanto lo escucho decir <<joder, ¿cómo se han enterado?>> así que tengo que luchar conmigo misma para no quedarme parada como una maldita acosadora escuchando su conversación.

Bastian abre la puerta y ambos salimos del pasillo respirando por fin aire fresco libre del olor nauseabundo de la perfumina que inunda los pasillos, vuelvo mi vista a la taquilla de Devon pero él ya no está ahí.

Vuelvo los ojos al frente y ¡Pum! Chocó con Bastian que iba algunos pasos delante mío.

—¿Tú también caíste en los encantos?—dice burlón.

—¿¡Qué!? No...

Los ojos de Bastian me analizan de una forma tan profunda que por algún motivo siento que sabe hasta el más mínimo secreto de mi ser.

—¿Devon?— pregunta.

Abro los ojos de par en par y siento mis mejillas arder de vergüenza.

—No se de que hablas. —gruño.

—Solo voy a decirte que tengas cuidado.

Trago saliva y la pregunta sale de mi boca antes de poder detenerla—¿Porque?

Sus labios se abren ligeramente y por unos fugaces momentos creo que no va a decirme nada pero entonces me tomó de la mano y me atrae hacia él.

—Creo que está involucrado en algo...

—¡Fiesta!—el grito de Penny hace que ambos nos separemos rápido el uno del otro—¿Interrumpo algo?—dice levantando ambas cejas.

Bastian suspira—No, señorita.

—Entonces, como decía ¡fiesta!—nos muestra la pantalla de su celular mientras chilla algo que no logramos entender,—Nos han invitado a una fiesta.

—Yo estoy muy cansado como para salir hoy, además es miércoles ¿Quién hace una fiesta a mitad de semana?

Bastian comienza a caminar y ambas le seguimos el paso.

—Oh, ¡vamos! No seas aburrido.—Penny hace un puchero—Si es necesario me arrodillare ante usted.—hace el intento de arrodillarse pero no lo hace.

Bastian estalla en carcajadas y al final acaba accediendo a ir pero yo por otro lado no estoy muy segura de si quiero pasar la noche con desconocidos e ir a clases mal dormida, mi propósito este año era no dispersarme con la carrera. Comenzar la universidad era algo que deseaba tanto que por nada del mundo quería arruinar eso así que cuando Penny me pregunta si voy simplemente desvió el tema.

—¿Qué hay?—dice Victoria uniéndose a nuestra caminata.

—Penny quiere ir a una fiesta.—explicó sin más.

—Todos vamos a ir. —afirma la rubia abriendo tanto los ojos que creo van a salir de su cara.

—Yo voy.—dice Victoria en un tono bajo.

Penny, Bastian y yo nos dirigimos una mirada.

Esto era raro, muy raro.

—¿Victoria accediendo a ir a una fiesta?—preguntó Bastián con sorpresa.

Penny saca tres manzanas rojas de su mochila y nos da una a cada uno, esta última semana habíamos estado casi todo el tiempo juntos y eso nos había dado la chance de conocernos un poco más.

Y por lo que conocíamos a Victoria hasta ahora jamás accedería por cuenta propia a ir a una fiesta.

—¿Estás bien, Viko?

Observo sus ojos y veo que están de un rojo intenso. ¿Había estado llorando?

—Si, solo una pelea con mi hermanastro.

Bastián se acerca a ella y la abraza con delicadeza—Dinos dónde encontrarlo y lo golpeamos.

Penny le da una mordida a su manzana y luego a habla—Una patada en las bolas y problema solucionado.

Todos comenzamos a reír pero Victoria solo hace una expresión rara y esto me lleva a mirar sus manos que están ligeramente rojas. ¿Porque tenía las manos manchadas de rojo?

(...)

¿Cuando dicen fiesta que se imaginan?

Gente bailando, música, alcohol, luces, gente y más gente ¿no? Pues, bueno esto más que una fiesta parece una reunión de jubilados.

Solo hay varias botellas de cerveza sobre una barra improvisada que hay a un costado de la pared, el lugar está casi en penumbras y literalmente con nosotros cuatro somos once personas en total. 

Penny, Victoria y Bastian no se como rayos se las han ingeniado pero van uno más ebrio que el otro.

—¿Sabes? A veces quiero desaparecer y olvidarlo a él y su estúpido rostro atractivo.—Victoria se sienta a un costado mío y puedo ver como pequeñas lagrimas caen por sus mejillas.

Está muy, muy borracha.

Por lo poco que había logrado conocerla me había dado cuenta enseguida que era una chica dura, de esas que no se permiten así mismas derramar una lagrima a no ser que la situación la sea demasiado para ella.

—Ven.— Victoria se acerca y la envuelvo en un abrazo—No se de quien estés hablando pero no merece tus lágrimas.

—Pero él... Es capaz de hacer lo que sea por mi y eso es lo que más me asusta.

La escucho sollozar hasta que se queda dormida en mi regazo, no se de que estaba hablando y poco quise preguntarle pero instintivamente Devon había cruzado por mi cabeza. ¿Era de él de quien estaba hablando?

Miro mi entorno y no puedo evitar sentir envidia, todos se están divirtiendo y yo estoy sentada en el sillón como una idiota observándolo todo desde afuera, me había dicho a mi misma que cuando comenzara la universidad todo sería diferente y me divertiría en cada oportunidad pero hoy no me sentía capaz de disfrutar nada. En lo único que podía pensar era en que mañana tenia clases y estaría tan cansada que no podría concentrarme.

Corro a Victoria de mis piernas con cuidado de no despertarla y la recuesto en el sillón, se veía vulnerable, pequeña y tan triste que incluso pensé en quedarme junto a ella pero esos pensamientos duraron poco ya que un chico de cabellos castaños dijo mi nombre y me obligó a quitar los ojos de la pelinegra.

—¿Eres la modelo verdad?—sus ojos curiosos observan la ropa que traigo puesta—Claro que eres tú... Solo que pareces un vagabundo con esa ropa.

Una carcajada sin gracia sale de mi garganta—Gracias por el cumplido, ¿eso es todo?

—Oh, no fue para que te enojes,—intenta apartar un mechón de pelo de mi rostro pero yo retrocedo— he visto varias fotos tuyas y te veías tan bien, lo que quiero decir es que si mostraras un poco más tu cuerpo te verías mejor.

—¿Mejor para quién? ¿Para ti?—preguntó manteniendo la calma.

—Olvídalo...—se da la vuelta y me deja ahí parada.

Idiota.

Vuelvo a mirar a Victoria, sigue durmiendo.

Busco con la mirada a Bastian y lo veo charlando con dos chicas, camino hacia él y le digo que me largo.

Nuestro departamento está a tan solo 5 calles de aquí así que podía ir sola.

—Espera, te acompaño.—dice bebido un trago del contenido que tiene su vaso.

Las chicas con las que estaba hablando él antes me miran por unos instantes y luego me sonríen con amabilidad así que decido devolverles el gesto.

—Puedo ir sola, además te necesitan más Victoria y Penny.

—Te llevo hasta ahí y vuelvo.

Él estaba ebrio, no tanto como Penny o Victoria pero aún así sería una locura pedirle que me acompañe.

—No, enserio esta bien.— digo con firmeza.

Le doy un beso en la mejilla y él sonríe—Envíame un mensaje cuando llegues.

—Si, señor.

Agarró la pequeña cartera que traje y salgo de la casa despidiéndome solo de Penny y Bastian.

Fuera de la casa el clima está fresco y las calles oscuras, por unos segundos pienso en volver a dentro pero entonces sé que es una idiotez.

<<No hay nadie que pueda hacerme daño, todo está vacío. >>

Me repito una y otra vez mientras camino con pasos rápidos y decididos, caminar sola de noche nunca fue de mi agrado pero si era algo que en cierto modo disfrutaba, sentía que era mi momento de pensar y analizar cuál iba a ser el siguiente paso en mi vida. Si, tonto y peligroso.

Miro las estrellas y apresuro aún más los pasos, estoy a tan solo cuatro cuadradas cuando escucho... ¿gritos?

Me frenó en seco delante del callejón oscuro por donde estaba pasando y los gritos se vuelven aún más fuertes y dolorosos.

Correr.

Eso es lo que dice mi mente pero no le hago caso en absoluto y sacó el móvil del bolsillo para llamar a la policía, había alguien que necesitaba ayuda.

—Hola, si, necesito una patrulla—susurro entrando el pánico al oír que los gritos no paran—creo que hay un hombre herido, lo están golpeando o no lo se...

Le paso la dirección y la mujer me da claras instrucciones de que me aleje del lugar hasta que lleguen ellos pero se me hace imposible obedecer en cuanto veo a cinco hombre fornidos salir del callejón con cuchillos y palos en las manos, ellos me ven ahí parada pero ignoran por completo mi presencia y se alejan caminando como si nada hubiera ocurrido.

Siento mi corazón latir a toda velocidad y entonces la idea de que han matado al hombre inunda mi mente.

Saco el móvil del bolsillo, enciendo la linterna y como la gran idiota que soy me adentro en el callejón.

—¿Hola?—susurro alumbrado entre las bolsas de basura.

—Ayúdame por favor.

Corro hasta el final del callejón y me quedo paralizada al ver que es Devon quien está tirado en el suelo sobre un enorme charco de sangre.

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