uploaded from: Wisconsin Dells, WI.
Creo que este quedó algo estúpido y sin sentido, pero bueh. Disfrútenlo <3.
______________________________________________
Melissa’s POV.
Y ahora… ¿Por qué rayos se iba y me dejaba sola?
Observé a todas partes con la esperanza de encontrar a alguien que me hiciese compañía en tal incómodo momento, pero gracias a mi mala suerte, todo el mundo había desaparecido. Layla no se veía por ninguna parte —tampoco Harry Styles—, Olive… Bueno, ella nunca había venido, y Zayn… No, Él no podía alejarse de mí. ¡Era mi estúpida pareja!
Mi nueva misión ahora era encontrarlo. Me acomodé el cabello hacia uno de mis costados, tomé una profunda respiración y comencé a caminar hacia el lugar en que Él había desaparecido hace tan solo segundos.
—¿Quieres decir algunas palabras, Niall? —escuché a Ben a lo lejos.
—Tan sólo quiero tener una noche especial con la chica que me interesa —contestó. El sonido de su voz se oía como si estuviese a varios kilómetros de mí, pero en realidad, el escenario estaba a tan solo tres metros de mi ubicación.
—Vaya… ¿Y quién es la afortunada? —indagó Schneider otra vez. Niall soltó una audible carcajada que me hizo sonreír por un segundo… Pero luego recordé todo lo que había hecho y me puse seria.
—Un caballero no puede confesar sus secretos.
¿Caballero?, ¿Él? Disculpa, pero hasta Zayn Malik era más caballero que Él. Hijo de puta.
Aceleré mi paso para poder estar cerca de Malik cuanto antes, pero los malditos tacones de Olive me impedían caminar con normalidad… Y bueno, el alcohol que almacenaba mi cuerpo también. A lo lejos vi a un hombre sentado en una mesa vacía, jugando con un anillo y dándolo vueltas sobre la superficie en que tenía un codo apoyado. Ahí estaba.
—¿Qué te hace pensar que quiero que me dejes sola? —pregunté fuertemente, acercándome a paso lento. Zayn captó mi mirada y alzó una ceja—. Respóndeme, Zayn Malik. —demandé. Sentí que de un momento a otro toda la borrachera se había esfumado.
—El nuevo invitado, quizás —escupió. Dejó de jugar con el anillo y lo acomodó en su dedo índice.
—¿De qué estás hablando?
—Nada, sólo vete con Él.
Estaba punto de poner mi mano sobre su brazo, pero rápidamente se levantó de la mesa y se fue caminando. ¿Me había dejado con la palabra en la boca? No. Eso no se lo permitiría ni a Él ni a nadie.
Nuevamente comencé a perseguirlo por todo el lugar, y sabía que Él notaba mi presencia detrás de sí, porque empezó a caminar aún más rápido. De un momento a otro me lancé sobre su espalda y acorralé su cuello con mis brazos, sin la intención de soltarlo.
—Suéltame y vete, Melissa. —gruñó, colocando sus manos sobre mi piel.
—Eres mi pareja, ¿No? —pregunté de golpe—. Actúa como tal.
—Tu pareja de verdad acaba de llegar, ¿No? —preguntó con una sonrisa irónica implantada en su rostro. Apretó mis brazos y me jaló hacia abajo, deshaciendo nuestro toque—. Actúa como una buena chica, vete con Él y déjame de una puta vez en paz.
Me quedé parada en el mismo lugar en que me había dejado por dos segundos, intentando descifrar por qué de un momento a otro actuó tan… Rudo. Bien, siempre era así, pero ahora me sabía diferente. ¿Era que estaba enojado porque lo toqué?, o… ¿Aquellos eran celos? Digo… ¡Sólo un minuto antes de que se presentase Niall estábamos de lo mejor! Maldito.
Repentinamente todo comenzó a dar vueltas de nuevo a mí alrededor. Sentía como si sólo al lado de Zayn mi cuerpo volvía a actuar normal… O algo así. Moví mi cabeza un par de veces, respiré profundamente y giré en ciento ochenta grados. Si Él no quería pasar la noche conmigo, no iba a obligarlo; sólo debía buscar a Layla y la pasaría igual de bien.
Comencé a caminar hacia la barra en que había estado la mayor parte de la noche, y podría jurar que no había dado ni siquiera diez pasos cuando sentí la calidez de un par de manos en mi cintura. Ahí estaba… El idiota había vuelto arrepentido. Sonreí victoriosa, mordí mi labio inferior y me giré nuevamente, llevándome la sorpresa de mi vida. Mi corazón comenzó a latir rápido, mis ojos se abrieron estrepitosamente, mi boca se secó y la ira comenzó a bailar dentro de mi organismo.
—Niall —susurré.
—Hola, bonita —respondió casi al instante, sonriendo como si nada. Imágenes mentales de Él y otra mujer comenzaron a recrearse en mi mente—. ¿Cómo la pasaste sin mí?
—Hmm… Normal —contesté. De pronto sentí un gran cúmulo de saliva en mi garganta, imposibilitándome tragar con facilidad.
—¿Normal? —alzó una de sus claras cejas, algo confundido—. ¿Y ni siquiera me extrañaste un poco? Porque, a pesar de que fueron pocos días, yo te eché mucho de menos.
Lo único que podía pensar era: ¡¡¡Hijo de puta!!!
—¿Mucho, eh? —comencé a reír como una estúpida frente a su cara—. ¿Estás seguro?
—Claro, ¿Por qué no habría de estarlo? —quitó lentamente sus manos de mi cintura y removió su cabello.
—No sé, dímelo tú… ¿Tienes algo que compartir? —ladeé mi cabeza, aun sonriendo.
—Melissa, no tengo idea de lo que estás diciendo.
—Uh… ¡No tiene idea! —comencé a aplaudir. Creo que la culpa era de la cerveza y todo lo que bebí antes—. ¡Escuchen todos, Niall no tiene idea! —grité… Pero luego me arrepentí, porque todos comenzaron a poner su atención en nosotros.
—Hey, basta —Horan frunció el ceño, agarrando mi brazo con un poco de fuerza—. No sé qué intentas hacer, pero no es divertido, Melissa.
—Y lo que tú tratas de ocultarme tampoco lo es, Niall —miré mi brazo, el cual estaba tornándose blanco por su agarre—. Y me está doliendo, así que corta la mierda y suéltame.
—No te voy a soltar hasta que me digas qué diablos está ocurriendo.
—¡Deja de aparentar que no sabes nada! —susurré con los dientes apretados. Intenté soltarme de su agarre, pero Él lo hizo más fuerte—. De verdad, está doliendo.
—Vamos a aclarar esto de una vez.
Apegó su pecho contra mi espalda, sin soltarme el brazo que me tenía aprisionado. Caminó entre el tumulto de personas, sonriendo y saludando como si nada malo estuviese ocurriendo…. Aunque claro, nadie lo notaba porque estaba escondiendo mi extremidad entre nuestros cuerpos.
¿Cómo era posible que alguien que creías ‘perfecto’ resulte ser como cualquier otro hombre? Nunca llegué a pensar que Niall sería infiel, y mucho menos, que lo ocultaría como si nada.
De verdad, desearía nunca haberlo conocido.
Zayn’s POV.
Y como lo imaginé desde un principio… Había perdido mi oportunidad de demostrarle a Niall que podría follarme a Hetfield antes de que Él volviera. Por un puto momento pensé que lo lograría, ya que estaba haciendo muy bien mi papel de ‘príncipe azul’; pero el imbécil de Horan llegó en un mal momento y me quitó toda la inspiración que había adquirido de algún extraño lugar.
Nunca había entrado tanto en el papel.
Después de dejar a Melissa sola, decidí pedirme un shot de coñac para quitarme su puto rostro de mi cabeza… Pero por alguna razón seguía dando vueltas y hablándome con su peculiar manera de expresarse. Pensé que quizás viéndola otra vez mi mente se quedaría tranquila, así que me atreví a espiarla.
Asomé mi cabeza hacia el mismo lugar en que se había quedado parada, pero lo que vi me sorprendió: Niall tenía sus putas manos en su cintura y se miraban directo a los ojos. De un momento a otro mi garganta se secó y sentí la necesidad de ir allí, separarlos y golpearlo. Esa puta sensación se hizo más fuerte cuando la vi riéndose con algo que Él había dicho… Pero me dejó aún más confundido cuando Niall la tomó del brazo y se fueron directo hacia la salida.
Inconscientemente desordené mi cabello con efusividad mientras mi mano libre se empuñaba. Sentí un cálido toque en mi hombro y rápidamente di vuelta. Era la amiga de Melissa, Layla.
—Si quieres que te dé un consejo… Ve por ella —apuntó hacia la salida con su barbilla.
—¿Qué sabes tú? —la observé y alcé una ceja—. Estás borracha y apuesto a que ni siquiera recuerdas tu nombre.
—Tal vez… Pero sí el de Melissa —me guiñó un ojo con superioridad—. Y sé que te gusta, ¡Deja de ocultarlo!
—¿Qué estás diciendo? —una ronca carcajada nació de lo más profundo de mi pecho, pero rápidamente se esfumó—. Sé que estás un poco borracha, pero tus comentarios están fuera de lugar. A mí no me gusta Melis…
—Sólo una persona que… —un hipo salió de su pecho, lo que la hizo parar—. … Gusta de otra se toma el tiempo para explicar que… Hmm... ¿Sabes? Olvídalo, sé que te gusta y punto.
Y así desapareció de mi lado. Me quedé viéndola algo confundido, intrigado por las estupideces que de pronto salieron de su boca. Era obvio que no sentía nada más que una leve simpatía por la chica…
Decidí dejar de lado todo el embrollo y me preocupé de disfrutar lo que me quedaba de fiesta. Fui hasta la mesa llena de comida —que sin querer, estaba cerca de la salida—, cuando escuché un grito de frustración que conocía bien. Hetfield estaba gritando algo que no podía descifrar desde tan lejos. Me acerqué un poco más y fue cuando comprendí todo: estaba discutiendo con Niall. Movía sus manos enérgicamente y trastabillaba constantemente gracias al alcohol que había ingerido a través de la noche. Alcé una de mis cejas cuando escuché parte de la pobre excusa que le daba Niall, y casi me eché a reír.
Pero toda pizca de gracia que tenía aquella situación desapareció cuando Horan cogió sus antebrazos con fuerza y la acercó a su cuerpo, susurrándole algo con rabia en su oído. Melissa se encogió y comenzó a apretar sus labios. La siguiente acción de mi colega fue tomar su cara con la misma intensidad y acercar sus labios a los de ella, incluso si ella intentaba alejarse.
Mis pies comenzaron a caminar hacia los involucrados en la escena que cada vez atraía más espectadores, y también, sin notarlo, mis manos se posaron en los hombros de Niall y fuertemente lo moví hacia atrás.
—Creo que es hora de que ambos corten la mierda —sugerí, lo más calmado que pude. Dos pares de ojos me miraron con sorpresa y recibí dos tipos de expresiones: alivio y rabia.
—¡Tú! —gritó Horan—. ¡Tú fuiste el maldito hijo de puta que le contó todo!, ¿No es así? —soltó fuertemente a Melissa, quien ahora tenía roto uno de los tirantes de la parte superior de su vestido.
—Si me haces el favor de explicarte… Creo que entendería —me crucé de brazos y alcé mis cejas, esperando.
—¡No te hagas el imbécil, porque lo sabes, Zayn! —gritó otra vez, fuera de sí. Sabía que Niall había bebido más de lo normal con Ben, celebrando su llegada—. Dime, ¿Fuiste tú?
—Sigo sin entender a qué te refieres, amigo.
—¡No te atrevas a llamarme amigo! —ahora vociferó, casi golpeándome con su olor a alcohol. Uh, tranquilo—. Tú le dijiste a Melissa que cogí con Hanna, ¿¡No es así!?
Mis ojos se abrieron de golpe y mis cejas se alzaron aún más. Una traviesa sonrisa comenzó a formarse en mi rostro, pese a que el momento no lo ameritaba. Observé a Melissa con la misma expresión y ella rodó sus ojos, como si no le importase.
—Para ser sincero, no sabía que ella sabía —me giré a la susodicha—. ¿Cómo sabes que te fue infiel? —pregunté sin la precaución con que debía hacerlo.
—Vale, sigue echándole leña al fuego —sugirió Niall, acercándose cada vez más a mí.
—Cállate. Los tres aquí somos suficientemente grandes para que podamos llamar las cosas por su nombre —miré a Melissa—. Niall metió su pene en otra…
—Sí, lo sé —me interrumpió Hetfield, colocando una mano frente a mi rostro. Lucía algo furiosa y triste—. No es necesario que lo digas tan explícitamente.
—¿Y cómo es que sabes? —pregunté algo curioso, girándome hacia ella. Hetfield suspiró, mirando a Niall con desdén.
—Olive, mi mejor amiga, lo leyó en Facebook, sacó una puta foto y me la mostró. Es todo… Niall, eres un hijo de puta mentiroso y canalla.
Intentó arreglar su roto vestido con una mano, y con la otra, nos mostró el dedo medio a ambos. Luego de eso, caminó en zigzag hacia dentro, chocando con una pareja que estaba casi teniendo sexo en la entrada de la gran carpa. Ver a Melissa en ese estado, borracha y enojada, me hacía gracia. No podía contenerlo… Y me encontré sonriendo como un imbécil.
—Ya está, ¿Estás por fin contento? —el idiota de Horan empujó mi hombro con furia y luego pasó una mano por su cara.
—¿Por qué debería estarlo?
—Porque Melissa no me quiere ver nunca más. —me empujó otra vez, ahora con más fuerza—. ¿Eso es lo que querías lograr?, ¿Querías que cortara toda relación conmigo para al fin poder meterte entre sus piernas? —ahora los empujones estaban cargados de cólera e ímpetu.
—Si hubiera querido meterme entre sus piernas no habría esperado que terminase contigo para hacerlo, sólo lo hubiese hecho —me encogí de hombros, siendo lo más sincero posible—. Pero no, no quiero hacerlo.
—¡No me jodas! —lanzó un puñetazo hacia mi cara, el cual esquivé gracias a la suerte—. Me he dado cuenta de que la miras como un imbécil.
—Seguro. —asentí un par de veces, y estaba a punto de irme… Pero su puño conectó exitosamente con mi mandíbula—. ¿Qué mierda crees que estás haciendo, Niall? ¡Si tan enojado estás porque estabas caliente con Hanna no es mi jodida culpa!, ¡Yo no te obligué a meterla en otra!
—¡Estoy furioso porque sé que ahora te vas a ir con Melissa!
—Bueno, y si lo hago, ¿¡Qué jodida mierda te importa a ti!?
—¡Me importa! —gritó, acercándose una vez más, pero ahora, lo detuve y devolví su golpe—. Si te acercas a ella te voy a matar, Malik.
—Quiero ver cómo lo haces.
Lo golpeé una vez más, y cuando estuve a punto de conectar de nuevo, alguien se interpuso entre nosotros, sujetando mis brazos. Me di vuelta al instante y observé los fuertes rasgos tensos de Liam. Alcé mis cejas preguntado qué estaba mal y Él apretó sus muelas. Pude notarlo.
—Melissa está allá dentro, mal. Nos vamos —susurró. Esa molesta emoción tomó lugar en mi pecho otra vez y de un momento a otro me solté de Liam y entré casi corriendo.
Una vez dentro del lugar, busqué rápidamente por todos lados… Hasta que di con su cabellera castaña sentada en la barra, observando sus tacones y acariciando su estómago repetidas veces. Me acerqué para ver qué estaba mal, y cuando estuve a pocos centímetros de su cuerpo, noté las horribles marcas que el imbécil de Horan había dejado en sus antebrazos. Mi corazón comenzó a latir desbocadamente, sentí la ira recorrer todas mis venas… Y de pronto, la preocupación se instaló en todo mí ser.
—Es suficiente, nos vamos —susurré lo más cortés que pude cuando llegué a su lado y acaricié su cabeza. Subió la vista lentamente y observé sus ojos. Estaban rojos—. ¿Traes algo más contigo? —negó un par de veces y bajó su vista—. ¿Hay algo mal?
—Síp. Mi estómago.
—¿Tienes ganas de vomitar?
—Sïp.
—¿Ahora mismo? —pregunté lentamente.
—Nop.
—¿Estás segura?
—Si sigues obligándome a hablar, tal vez lo haga en tu cara —me miró un par de segundos y luego sonrió leve.
—Lo siento, vamos —le ofrecí mi mano y la tomó luego de dos segundos.
Me aseguré de que el imbécil de Niall no estuviese rondando en ningún lugar en tanto volvíamos a mi vehículo, y todo iba bien... Pero justo cuando llegamos al lote en que había aparcado, nos lo topamos otra vez. Lucía mal. Creo que la palabra ‘furioso’, era más que poco.
—¿¡Qué estás haciendo tú con mi novia!? —vociferó. Pobre chico. Melissa soltó un jadeo de sorpresa y yo simplemente hice que se escondiera detrás de mi espalda.
—Corta la mierda Niall, ella no es tu novia —lo empujé y pasé por su lado, abrí la puerta de copiloto para Melissa e hice que entrara. Me giré y encaré de nuevo a Horan.
—¿Y acaso es la tuya? —su nariz topaba con la mía.
¿Qué debía contestar?, ¿Hacerlo enojar más?, ¿Jugar con Él?...
Intenté, juro que intenté decir algo sutil, pero mi intento resultó fallido. O tal vez lo hice conscientemente.
—No… —me quedé en silencio, luego lo empujé por sus dos hombros—. Pero tal vez decida que sí quiero que lo sea.
No lo dejé continuar, simplemente me escabullí e ingresé a mi automóvil. La ventaja que tenía en ese momento era que Niall no estaba con sus cinco sentidos funcionando a la perfección, y yo sí. Bueno, mucho más que Él.
No demoré mucho en ponerme en marcha y manejar hacia su edificio. Observé a Melissa, quien estaba acurrucada en el asiento, durmiendo… Y verla así de indefensa y tranquila me hizo cuestionarme lo que le dije a Niall.
¿De verdad podría llegar a decidir que sí quiero que lo sea?