Poco a poco empezabas a acostumbrarte un poco mas a esto del teatro, los primeros días claramente habían sido un infierno, aunque... aun lo eran pero al menos en un punto tolerable.
Como si fuesen perros y gatos, cada tanto, hasta por lo más mínimo acababas peleando con tu coprotagonista.
Sus personalidades inevitablemente terminaban chocando, lo que ocasionaba un sin fin de "Bruja", "Imbécil privilegiado", "Maldita fea", "Tu abuela en tanga", "Inepta", "aborto de orangutan" y demás palabrillas dulces que intercambiaban tú y el azabache.
El ensayo tenía sus contratiempos debido a la extrema vergüenza que presentaba uno de los participantes.
Creo que todos sabemos de quien hablamos...
—¡Descanso de 10 minutos y luego desde el inicio! ¡Esta vez sin fallas!
Resoplaste ante la actitud tan pedante del profesor.
“si quería una obra maestra debió de buscar actores de verdad, no alumnos flojos que solo entraron a su clase por "facil". ”
Al parecer a tu "padre" le iba mal al intentar tratarte como hija, se ponía tan rojo que era difícil saber si era un tomate o una persona.
Fuera de los diálogos de los ensayos no habías intentado entablar conversación con él. Tal vez este descanso era una buena oportunidad.
—¡Hola! —Saludaste amable tomando asiento junto al chico.
— H-hola —Por alguna razón siempre que hablaba con una chica tartamudeaba o pausaba sus palabras.
—¿Todo bien? —Preguntaste con un poco de preocupación al ver que estaba un tanto decaído.
—Um,si... gracias por preocuparte.
— Ya veo, ¿Aun se te hace difícil no? —Indagasten referencia al tema de la actuación.
—Sí, supongo...
—¡Trata de calmarte un poco yo estaba así al principio también! —Trataste de animarle.
— ¡Eso es porque no sirves ni para eso! —Escuchaste venir de lejos, nadie mas ni nadie menos que Kaigaku interrumpía.
—¡Tú callate! ¡Nadie te está hablando a ti!
"¿Que diablos tiene en esos oidos? ¿Como hace para escuchar hasta allá? o es que... ¿Estoy hablando muy fuerte?"
—¡Metiche! —Finalizaste con él para dirigirte una vez más al Shinazugawa —Entonces... Genya... ¿o prefieres que te llame Shinazugawa?
— Genya está bien...
—Bien, debes tratar de no dejar que... — hiciste una pausa.
"¿Debería decir hormonas? suena muy banal..."
—Que los nervios te ganen — Continuaste— Si sigues así solo se volverá peor, trata de imaginar que no hay nadie cerca y puede que logres dejar de trabarte. En un principio yo me lo tome muy mal.
—¿Eh? ¿Por que? —Indagó dejando un tanto atrás su vergüenza.
—Porque me debo de besar y actuar románticamente con eso — Dijiste señalando al azabache quien se había ahogado con el agua que estaba tomando. Eso hizo que Genya sacara una pequeña risa— Pero para todo hay una solución ¿No? lo tuyo es algo fácil de sobrellevar, solo debes hacer que tu mente te obedezca. Si crees que eres el único que esta y no hay nadie más, puede que todo salga bien. — Sonreiste amable.
El asintió.
—Gracias, lo voy a intentar.
—Por cierto... llevo días con la duda ¿Eres un familiar de Sanemi? lo digo por su apellido.
—¿Eh? —Soltó, la pregunta lo tomo por sorpresa— Oh, sí. Es mi hermano.
—¿Que?
—Sí, es mi hermano mayor.
—Oh, de verdad no me lo esperaba, es que no se parecen...
—Nos lo dicen a menudo —Su gesto se torno sonriente— ¿Lo conoces?
—S-si, estudiamos juntos y el me ayudo con matemáticas, jeje. — Cuando hablabas de eso te ponías un tanto risueña, lo que no pasaba desapercibido.
Él te examinó con una ceja arqueada y una sonrisa en su rostro.
Era muy Obvio.
—¡Genya! ¿Ya estás mejor? — Interrumpió el cabellos borgoña.
—Sí —Asintió ya calmado.
—¡Oh! veo que se llevan bien, ¡Si parecen padre e hija! ¿Que tal nosotros? —Dijo señalandose a el y luego a Kaigaku, quien seguía encontrandose apartado.
—Son igualitos... —Agregaste con una sonrisa forzada, viendolo primero a el y luego dirigiendo tu mirada a Kaigaku — Muy parecidos...— No querías romper sus animos, y más con aquella abominable diferencia. Mientras, Genya actuó igual apoyando tus palabras.
—¡Me alegra! ¡Eso me tenía preocupado! —Siguió animado.
—¡Fin del descanso!
El anuncio trajo consigo un montón de suspiros de molestia pero, todo el mundo prefería quedarse callado y obedecer.
Tras acabar la práctica solo suspirabas cansada, si bien podías evitar el beso allí, cuando llegara el día de la obra sería un sí o sí. Ibas pensando en que la supuesta solución de Rengoku, funsionase.
Como en toda esa semana ibas saliendo con Mitsuri al templo, pero al estar hundida en tus pensamientos, te notabas diferente y tu actitud no paso desapercibida por ella.
—Esto... T/N-Chan ¿te encuentras bien?
—Un poco, Supongo —Respondiste con cierto tono de frustración— Estos dias... no lo he visto.
—Ah, te refieres a—
— Shhhh, vamos saliendo de la escuela,no lo digas aún —Le interrumpiste mientras mirabas en distintas direcciones asegurandote de que no hubiera nadie cerca — Me gustaría poder pasar más tiempo con el... Inevitablemente me acostumbre a estar juntos.
—¡Hemos ido todos estos días al templo! ¡Seguro que eso funciona!
—Ya Estoy empezando a e dejar de creer en eso. ¡Diablos, quiero verlo!
— ¿A quien quieres ver? —Interrumpió tras de tí la voz de un chico a lo cual volteaste instantáneamente.
— ¿Shinazugawa? — le nombró sorprendida Mitsuri mientras te miraba y su gesto de sorpresa se tornaba en uno de felicidad.
“¡GRACIAS ESPIRITUS DEL CIELO! ¡DIOS EN TI CONFIO! ¡ALABADO SEA EL SEÑOR!"
—¡NO ES NADA! —Hablaste en voz alta por el nerviosismo— Ah, perdón, me sobresalte un poco... ¿Como has estado?
—Bien, como siempre.
— ¡Oh por dios!
—Mitsuri ¿Que te pasa? — indagaste ante su interrupción.
— No me lo van a creer. Al primo de mi primo se le perdió su perro y tengo que ir a buscarlo. ¡Adios!
—¡Oye espera! — Ante tus palabras, prefirió hacer caso omiso dejandolos solos.
"¡Se lo que intentas hacer!"
Sanemi solo miraba confundido la escena mientras que los nervios te comían.
"¿Pero que diablos? he estado ya sola con el antes ¡Reacciona!” — Mecias tu cabeza para entrar en razón.
—¿Te pasa algo?
—No nada, ¡Todo perfecto! —Sonreiste acomodando detrás de tu oreja unos mechones de tu cabello buscando calmarte.
—Bueno, ¿Vas a algún lado?