—Así que este es el hermoso lugar — Bellamy dice un poco asustada.
Bellamy ha venido con nosotros ya que parece ser más secretaria de Loukas que de Wolfgang.
Entramos al lugar y esta como el último día. Personas observándonos mal y con ganas de matarnos, nada fuera de lo común. Puedo ver como tienen armas muy afiladas mostrándolas a los lados. Bellamy se acerca a mí y me agarra del brazo, mientras que Loukas camina a la par mía con el gesto serio.
Entramos al segundo lado y puedo ver a gente un poco más... más fuera de sus cabales, sin duda están drogados, hay una buena fiesta de plano. Loukas abre la puerta y nosotras pasamos de primero, caminamos por el pasillo oscuro y luego llegamos al gran lugar que está con varias luces de colores y la oscuridad.
Nos quedamos parado cerca de la entrada del pasillo y miramos para todos lados, sin duda hay demasiadas personas, la música a un alto volumen y las personas gritan sin control, mientras bailan y al parecer follan sin pena en público.
Nos dirigimos al lado derecho y caminamos en línea recta, esquivando un par de personas, Bellamy choca con un tipo haciendo que vote su bebida, el tipo la ve furioso y Bellamy parece que se va a desmayar de solo verlo.
La tomo del brazo y empezamos a caminar un poco más rápido. Llegamos a una pared y frunzo el ceño. Hemos llegado el final de un lado. Giro a ver a todos lados y a un extremo miro a Klaus, él sigue en el sofá de la última vez, sentado rodeado de varias mujeres y cocteles.
—Ustedes tres vienen con nosotros — una voz gruesa se escucha detrás de nosotros.
Doy media vuelta quedando enfrente del tipo y trago duro.
Feliz día de tu muerte.
Un tipo me toma bruscamente del brazo y empieza a arrastrarme.
—Suéltame — Bellamy trata de forcejear, pero se le hace inútil y Loukas no se queda atrás.
—Menudo idiota — dice Loukas molesto.
Ellos abren una puerta y nos empujan dentro de ella haciendo que caigamos al suelo. Me quejo en lo bajo en el momento que mis rodillas tocan el suelo y se arrastran un poco. Nos levantamos rápidamente tambaleándonos un poco.
Loukas se coloca delante de las dos en modo de defensiva ante los tipos, entones cierran la puerta fuertemente. Y quedamos solos los tres, con un puto foco de luz que apenas si da.
—Nos han secuestrado — dice entrando en pánico, Bellamy.
—No... — trato de sonar convencida pero no da.
—Podemos llamar al señor Wolfgang, o al señor Hakim — Bellamy sugiere.
—¡No! — decimos rápidamente Loukas y yo con un poco de pánico.
—Vale, vale — se encoge de hombros.
Loukas se acerca a la puerta y trata de abrirla empujándolo, haciendo que esta haga un gran ruido, aunque dudo que todos los de afuera escuchen, si la música está muy fuerte.
—Estamos jodidos — Loukas dice molesto.
—¿Qué? — Bellamy tiene cara de horror.
—Loukas — lo regaño — claro que no, vendrán por nosotros, nos sacarán, y nos iremos — trato de sonar convencida.
—Pero... soy muy joven para morir — Bellamy tartamudea — no... necesito conocer al amor de mi vida, ir a otros países, a París — eso hace que esboza una sonrisa.
—Pero si ya conoces a Paris — le dice burlón Loukas.
Nosotras nos reímos. Nos sentamos en el suelo sin nada más que hacer.
—No seas paranoica, saldremos de acá — hablo.
—O nos volvemos como ellos — Loukas se encoge de hombros.
Bellamy cambia de nuevo su cara a de horros y con Loukas no empezamos a reír.
—No es gracioso — se queja.
—Vale, vale — me encojo de brazos.
Pasa más de media hora y estoy empezando a aburrirme, Bellamy está a la par de Loukas mientras su cabellera roja descansa en su hombro, mientras el castaño juega con las manos de Bellamy.
Suspiré cansada y me quedo un momento viéndolos. Loukas y Bellamy, se llevan solo un año, aunque Bellamy es la mayor, su carácter parece que fuera igual al del castaño, Loukas y Bellamy haciendo una buena pareja.
¿Se traerán algo? Digo, se supone que Bellamy es secretaria de Wolfgang, no de Loukas y se mantiene más con él, mmm, sospechoso. Esbozo una sonrisa viéndolos y Loukas me mira con el ceño fruncido, mientras Bellamy tiene los ojos cerrados.
—¿Qué? — pregunta.
—Nada — digo con la sonrisa esbozada, y él me mira de igual modo.
Se escucha un ruido proveniente de afuera y elevamos la vista los tres, la puerta se abre y deja ver a tres tipos vestidos de negros con tatuajes y con un gran aire de maldad. Se acercan a nosotros y nos toman de los brazos con fuerza haciendo que nos levantemos bruscamente.
Empezamos a caminar para salir de ese lugar, con brusquedad hacen que caminemos, pasamos un mar de gente, mientras algunas personas se nos quedan viendo. Y paramos de caminar al estar enfrente de él.
—Klaus — mi voz sale un poco arisca.
—Esa no es la manera de tratar a mis invitados — Klaus les dice a los gorilas y estos nos sueltan.
Me acomodo la blusa y me quedo más cerca de los chicos.
—Disculpen ese pequeño inconveniente — esboza una sonrisa — pero, me da gusto tenerlos por acá, aunque veo que vinieron sin el jefe.
—Nos interesa saber información — Loukas habla.
—De tu padre — dice Klaus viéndome.
—No, por ahora — hablo seria— de Heinz Wolfgang.
Parece sorprendido, pero lo disimula rápidamente esbozando una sonrisa que no traerá nada bueno.
—Claro, tomen asiento — señale un sofá largo que está enfrente de él.
Los tres nos miramos entre sí y aceptamos, sentándonos enfrente de él.
—Heinz Wolfang, él es un poco de todo — mueve las manos — y... ¿saben qué? — nos mira de pies a cabeza.
—¿Qué? — Bellamy pregunta.
—Todo tiene un precio — esboza una sonrisa.
Jodida mierda.
—¿Enserio? — Loukas lo veo molesto.
—No será mucho — dice.
—¿Qué quieres? — pregunto.
—Diez kilogramos de polvo blanco mágico.
—¿Polvo blanco mágico? — Bellamy frunce el ceño.
—¿Dónde conseguiré eso? — pregunto ignorando a Bellamy.
—Eres una Wilhelmine, deberías saberlo.
—Oh vamos — se queja Loukas, — no tenemos ni puta idea de donde conseguir eso.
—Sin eso, no hay trato — esboza una sonrisa maliciosa.
Suspiro frustrada y hablo.
—Bien, se dónde conseguirlo, pero mientras tanto, nos puedes decir sobre Wolfgang — digo seria.
Klaus me mira de pies a cabeza con una ceja arqueada.
—¿Cómo sé que no mientes? — pregunta.
—Puedo llegar a ser muchas cosas, pero nunca una mentirosa — sueno segura de mis palabras.
Bueno, un poco mentirosa tal vez.
—Bien, trato hecho — dice emocionado.
Suelto el aire que no sabía que estaba reteniendo hace mucho tiempo.
—¿Entonces? Dinos sobre él — Loukas habla.
—Heinz solía venir acá hace un tiempo, venía a emborracharse y drogarse, ya saben, acá las bebidas acá son más fuertes, al igual que las drogas — cuenta — normalmente venia cuando se peleaba con alguien o su día no terminaba bien.
—Entonces cuando decayó hace un par de años atrás, fue porque él venia acá — Loukas sonó extrañado.
—Así es, la droga de acá era fuerte, digo era, porque ya no tenemos más, se ha vuelto un lio hacer que nosotros consigamos droga, nos rechazan — sigue explicando, — sin embargo, Heinz era muy respetado acá, por ser el hijo de un mafioso que, en ese entonces, nos brindaba ayuda, ahora ya no, por obvias razones, pero gracias al anillo que Heinz carga, el respeto le seguirá toda la vida.
El anillo, que mencionaban la otra vez. ¿Anillo familiar? Necesito saber sobre eso.
—¿Cómo era Wolfgang cuando estaba bajo el efecto? — pregunto.
—Tu novio — trato de evitar una mueca cuando dice eso — era otra persona muy diferente cuando estaba bajo ese efecto, apostaba dinero, apostaba lugares que estaban a su nombre, nunca perdía los lugares, solo el dinero, su carácter era muy fuerte, la mayoría del tiempo se mantenía molesto y con el ego en alto, tenía peleas y no siempre terminaba intacto.
<< Hakim era la persona que no le venía a traer acá, se encargaba de que Heinz llegara a casa sano y a salvo, aunque a veces llegaba medio vivo, Hakim no le gustaba que Heinz viniera acá y malgastara su dinero acá. Que peleara y terminara moribundo, venia tal vez tres veces a la semana acá, siempre a lo mismo, pero eso sí, nunca ha tenido sexo con una chica de acá, él no suele meterse con estás chicas.>>
—El otro día mencionaste algo — hablo — Él... ¿mato a alguien? — mi voz sale insegura.
—Fue bajo el efecto de las drogas y... no solo fue una — al escuchar eso el aire sale de mis pulmones.
Veo a Bellamy tensarse y a Loukas está de igual modo, pero sorprendido igual.
—¿Cómo... fue? — pregunto.
—Como dije, estaba bajo el efecto de las drogas, todo estaba tranquilo, él estaba apostando con unas personas una casa en un lago que él tiene, todo estaba saliendo bien, Heinz iba ganando, pero entonces algo sucedió.
<< Heinz parece haber perdido el conocimiento de donde estaba o algo así, y su carácter cambio al escuchar que el tipo le había ganado, eso no le gusto para nada; como dije antes, él nunca a perdido una propiedad que ha colocado a juego. Pasaron menos de dos horas y Heinz salió del lugar persiguiendo al tipo cuando ya se iba a ir, estaban en la parte trasera, escuche algunos gritos y reclamos, era la voz de Heinz, llegue un poco tarde para ver el acto, pero Heinz le había disparado en la frente.>>
Mi estomago se revuelve y siento la sensación de vomitar, Loukas aprieta mi mano está temblando.
—Nadie supo nada sobre eso, bueno, son pocas las personas que saben sobre eso, ya que como dije antes, me llevaba bien con el padre, y él me pidió favor de esconder todo, cada rastro de Heinz, lo que hizo, el arma y al muerto y fue la última vez que Heinz vino. Hasta ayer — termina de explicar.
—¿Ya no supiste nada de él? ¿Sobre las demás personas que mato? — pregunto Loukas.
—No, desconozco a cuantos más, mato y el motivo — Klaus ya no tiene esa sonrisa juguetona, ahora está serio algo ido.
—¿Y sobre su padre? — mi voz sale lenta, el estómago se me está revolviendo al tan solo imaginarme a Heinz disparando.
Te acostaste con un asesino.
Un gorila se acerca a Klaus y le dice algo al oído, Klaus parece tensarse y nos mira.
—Sobre el señor Wolfgang y tu padre, esa será un tema de conversación para otro día — habla colocándose más serio y levantándose de su lugar. —Ahora deben de irse.
—¿Qué está pasando? — Loukas se coloca en alerta.
—Largo de acá, mis hombres les mostrarán el camino de la puerta trasera y deberán de irse lo más rápido — camina hacia nosotros.
—¡Klaus! — le grita molesto y desesperado Loukas.
—Él está acá con sus hombres, los ha encontrado — responde, y se a quienes se refiere. — Vinicio.
Al escuchar el nombre de Vinicio hace que me coloque de pie rápidamente, y los otros dos me siguen, no decimos nada más y empezamos a caminar, cuando doy tres pasos paro y volteo a ver a Klaus.
—Klaus — lo llamo, él gira a verme— gracias.
—Lo que sea para los hijos de mis mejores amigos — hace un gesto con la cabeza y esboza una sonrisa.
Caminamos por otro pasillo oscuro, mientras dos hombres van delante de nosotros guiándonos, Bellamy está temblando, así que Loukas la agarra de la mano, yo camino rápido mientras miro para atrás.
No hay nadie, nadie viene, pero eso no me mantiene tranquila. Al salir del lugar los hombres nos cierran la puerta, y varios disparos se escuchan. Corremos para llegar a mi auto y adentrarnos a él antes que algo nos pase. Bellamy sube atrás y Loukas de copiloto.
Abro la puerta del lado de piloto y antes de subirme me detengo, elevo la vista hacia la pared del segundo nivel, la cual es un gran agujero, mi piel se tensa, y mi corazón se acelera, él está parado viéndonos con una sonrisa pequeña.
Su cabello café, perfectamente peinado para atrás, sus ojos negros viéndome fijamente, la cicatriz en el ojo izquierdo, y esos aires de sicario que en cualquier momento arruinara mi vida, trago duro, luego miro a su lado izquierdo, ella llama mi atención.
Hay una mujer parada a la par de él, vestida elegantemente, cabello rubio, ojos cafés, alta, un maldito cuerpo perfecto, tal vez unos 28, 29 años de edad, ella solo se mantiene al lado de Vinicio y mi ceño se frunce al no saber quién es.
—¡PARIS! — el grito de Loukas me saca de mis pensamientos, y me adentro al auto rápidamente.
Lo enciendo y arranco, piso el acelerador hasta el fondo, los nervios me están invadiendo, y es algo que no puedo controlar, creo que me va a dar un ataque de algo, no lo sé, estoy por perder el control.
Paris, no, relájate, esto no puede volver a suceder.
Los recuerdos sobre Vinicio vuelven a mi mente, sus hombres, mis padres y el disparo, todo, absolutamente todo. Eso hace que apriete más mis manos contra le volante con fuerza y la sensación de serrar los ojos me invade, pero puedo.
Doy la vuelta para bajar al subterránea y parqueo el auto hasta el fondo. Siento un alivio al estar acá, lejos de ellos. Loukas y Bellamy se bajan y yo tardo unos segundos en repetir sus acciones. Subimos por el elevador, nadie dice nada, y no creo que quieran hacerlo.
Salimos del elevador y caminamos a mi apartamento, saco la llave lentamente y abro la puerta, camino un poco dejando las llaves y mi bolsa en una mesa de la entrada, doy una pequeña vuelta y paro en seco al verlos al verlo.
Su gesto serio, molesto, muy molesto, los brazos a los lados apretando los puños y pareciera que tuviera ganas de matarnos ahora mismo.
—¿Qué tal la fiesta?