Aioria estaba en su oficina un poco incomodo por las miradas de Milo, demoraba a propósito lo que estaba haciendo porque sabia que ese hombre lo iba a bombardear a preguntas que seguramente tienen respuestas pero cada una de ellas siendo Milo, generaría mil preguntas mas. Por otro lado seria mejor acabar con esa molestia lo mas pronto posible y que lo dejara en paz.
Milo por su parte, estaba sentado de lo mas tranquilo, había echo un espacio para poder llegar donde Aioria a averiguar lo que a Shaina y a el le estaba matando, muchas cosas sucedían a sus ojos entre el y Marin, cosas que no estaban bien por el momento en que estaban pasando, bueno eso era lo que el par de esposos creían, por lo que la misión de Milo era interrogar a Aioria y salir de dudas.
Aioria suspiro, cerro su computador, se giro y puso las manos cruzadas en el escritorio quedando frente a frente con Milo, el gesto en la cara de su amigo le causo gracia, era esa cara que ponla cada vez que maquinaba alguna travesura.
- Y bien, a que debo el honor de que estés en mi oficina? - pregunto Aioria.
- Vine a visitar a uno de mis mejores amigos, no puedo?
- Claro que puedes, pero vamos Milo, dispara de una vez y no alarguemos esto.
- Esta bien, si así lo quieres, que pasa con Marin?
- Ya te dije que no pasa nada.
- Y lo que vimos el viernes?..... parece que se conocieran de toda la vida, es mas - se inclino hacia adelante acortando la distancia entre el y Aioria - parece que tuvieran algún tipo de relación "clandestina".
- Por todos los dioses MIlo, creo que estas viendo muchas telenovelas - Milo negó con el dedo indicie - no?
- No, solo me valgo de lo que paso estos días, primero como sabias que Shaina debía ir en busca de Marin y luego has estado pendiente de ella, hablan diario y esa escenas super dulce de ustedes dos en el soga, de lo mas romántico - Milo alzo una ceja al decir esto ultimo, para hacer mas énfasis en sus palabras.
- Es mi amiga, MIlo, aunque es poco tiempo que la he tratado, no se como decirte, me inspira cuidarla, protegerla, creo que coincidimos en un momento de nuestra vida en que necesitábamos a alguien que nos pueda entender.
- Me dijiste que la conociste por casualidad.
- Si, fue en un restaurante, ella estaba con Shaina y June, después de eso le pregunte a Shaina por ella y ya sabes el resto de la historia.
- Es que ustedes se ven tan cómodos juntos - Milo hablo con seriedad mirando fijamente a su amigo - es que todo es tan natural entre ustedes....Marin es mi amiga y sé que esta pasando un mal momento, Aioria....
- Lo sé Milo, recuerda que yo estoy saliendo de un divorcio, no tengo ni una semana que firmé los papeles, se lo que ella enfrenta y por eso, ademas de ustedes me tiene a mi y nunca haré nada que la haga sentir mal, esta bien así?
Milo asintió - puedes sacar un tiempo, cerca hay una pastelería donde hacen una torta de chocolate deliciosa y así aprovecho y le llevo a mis mujeres.
- Tus mujeres?
- Shaina y Marin, ambas viven conmigo, son mis mujeres.
- Creo que si Marin te escucha diciendo eso te deja sin herederos.
- Y te lo creo, puede parecer dulce pero tiene un genio que ni que, es mejor dejarla quietecita - ambos amigos salieron y siguieron con su platica sin sentido.
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Kanon llegaba a la que en algún momento fue su hogar, miro la fachada de la casa y una ola de recuerdos llegaron a el, recordó a Marin el día que fueron a verla por primera vez, ella de pie en la entrada sonriendo, emocionada porque se enamoro a primera vista de la casa, una sonrisa triste se dibujo en su rostro, un poco mas de una semanas habían pasado y parecía que hubiese sido una eternidad.
Con mucha cautela entró y todo estaba oscuro, se notaba que Marin no estaba allí, a pesar de que las cosas entre ambos se torno complicada y claramente el sabia que era el culpable, no podía negar que quien daba vida a todo lo que estaba allí era ella. Recordó cuando llegaba por las noches y encontraba todo limpio y organizado, su comida lista que por cierto nunca probaba, por qué?, se preguntó, giro hacia la escalera y allí de pie frente a esta creyó ver a Marin vestida para ir a la ultima fiesta que lo acompaño.
Paso a la sala y miro la foto del día de la boda, se veía feliz, se veían felices, Kanon comprendió que ella dejo todo por el, porque ella si había comprendido que a pesar de tener intereses diferentes, ya debían pensar en el otro, el lo hizo al principio pero las ganas le duraron poco, conocer a Thetys para el fue algo que desbalanceo su mundo y el cayó sin tener en cuenta que arrastraba a Marin a un abismo del que no podría salir y se sintió mas miserable que nunca, sus decisiones no fueron las correctas, pero quien menos debió sufrir fue ella.
Con pesadez llego hasta el segundo piso, ya ni recordaba porque llego hasta allí, entro primero a su habitación y las puertas del closet estaban abiertas, tomo un portafolio donde tenía unos papeles que necesitaba y salio de ahí.
Llego a la alcoba que en principio compartió con su esposa, como se sentía de vacía y triste la casa. Camino y se sentó del lado que siempre uso ella, en la mesa de noche estaba una foto de ellos dos en uno de sus viajes, los ojos de Marin resplandecían y su sonrisa era hermosa, acaricio la imagen de la mujer y no pudo soportarlo mas, las lagrimas comenzaron a brotar sin poder evitarlo, abrazo la fotografía a su pecho y repetía una y otra vez, perdóname Marin.
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Marin se sentía afligida, triste, unas enormes ganas de llorar la embargaban, ese día estaba sola en casa, Shaina y Milo, salieron y por primera vez en mucho tiempo no tenia nada mas en que pensar sino en su vida. Su corazón dolía mucho, era una sensación extraña, poso sus manos a la altura del pecho y cerro los ojos, la primera imagen que se le vino a la mente fue la de Kanon, abrió los ojos de golpe y empezó a respirar de manera agitada. Le habrá pasado algo?. Se preguntó. No, eso era ridículo, pero la sensación de angustia no se iba.
Camino hasta la cocina para prepararse un té, necesitaba calmarse o terminaría llamando a Kanon y la verdad lo que menos quería era importunarlo, se sentó en la mesa a esperar que el agua hirviera y recibió unas fotografías de Aioria y Milo, entre toda su tristeza no pudo ocultar una sonrisa al ver a sus amigos, sobre todo a Milo con la cara llena de chocolate y un mensaje que decía: Milo les lleva un poco para que prueben. Marin suspiro, cuando escucho la tetera se levanto y termino de prepara la bebida, se fue a la sala y se sentó en el sofá, tomo nuevamente el celular y volvió a abrir la imagen, miraba el rostro de Aioria y no pudo evitar de nuevo, ese hombre era un bálsamo para su alma, solo verlo lograba animarla, pero su angustia no se iba.
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Luego de su jornada de trabajo, Kanon con toda la disposición que había reunido y con el animo de no dilatar mas su conversación con Thetys salio de su oficina directamente para la casa de la que era aun amante. No podía negar que estaba nervioso, pero era algo que debía hacer.
Entro a la casa de la joven y un pequeño niño, salio corriendo y al ver que era su papa gritaba de la emoción:
- Papá, papá - gritaba al niño emocionado al rededor del hombre - quiero mostrarte algo - Kanon lo cargo y lo beso.
- Hola hijo, como estas?
- Bien papá, pero quiero enseñarte algo - a Kanon le dio curiosidad tanta insistencia - ven a mi cuarto, si?
- Esta bien - el era incapaz de negarle algo a ese pequeño, lo amaba mucho e intentaba ser un buen padre, pero a veces si reprochaba mucho si eso era así - que es eso que me quieres mostrar?..... donde esta mamá?
- Esta en el cuarto de lavado, pero ven - lo tomo con su pequeña mano y lo condujo hasta su habitación - mira - le mostró con mucho cariño un pequeño gato que dormía en una cesta.
- un gato?.... desde cuando tienes un gato?
- Hace unos días - Kanon giro y vio que Tethys se sacaba las manos con una toalla - como estas?
Kanon sonrió y regreso la vista al niño que contemplaba al pequeño animal como su mayor tesoro - Bien, solo que he estado muy ocupado, hay muchas cosas que arreglar - acaricio la cabeza de su hijo y este lo miro - como se llama?
- Se llama Pelusa, lindo, verdad?
- Si, es muy lindo.
- Aspros, ve por favor te lavas las manos vamos a cenar - miro a Kanon y el entendió lo que quería decir y asintió.
Kanon salia de la habitación del niño quien ya se encontraba dormido, entro a la habitación pero Thetys no estaba ahí, bajo las escaleras y camino un poco, la encontró en la mesa de la cocina junto a una copa de vino. Ella era una mujer bella una belleza diferente a la de Marin, la amaba?, si, por eso tanta confusión, al sentirse observada giro hacia el y sonrió.
- Te sirvo? - levanto su copa - para no sentirme sola - asintió y se acerco a la mesa y ocupo la silla frente a ella, mientras le servia su trago - Sabes?.... tengo un mal presentimiento de todo esto - le puso la copa frente a el y se sentó en su lugar.
- A que te refieres?
Ella levanto los hombros - tú sabes, esto inició mal y va a terminar mal - miraba fijamente el contenido de la copa - aunque se que algo sientes por mi, es mucho mas grande lo que sientes por ella y lo entiendo, créeme - su voz se quebró y agacho la mirada, el flequillo cubría la mitad de su rostro pero Kanon sabia perfectamente que estaba llorando - pero....pero no quiero bajar los brazos sin ni siquiera intentarlo - cuando por fin tuvo la fortaleza de mirarlo el se dio cuenta de lo mal que se veía, se sentía mucho mas miserable, dos mujeres buenas lo amaron y a las dos les fallo.
- Tethys, por favor no llores - no se sintió capaz de moverse de su lugar, solo se miraban ella con los ojos enjuagados en lagrimas, el corazón destrozado pero con muchas dudas dando vueltas - por favor, dame un tiempo, si?.... te prometo que voy a solucionarlo todo, no sé que debo hacer ahora, le he fallado a ella, a ti y a mi hijo, pero debo buscar la manera de arreglarlo.
- Y que crees que sea lo correcto, ah, dime, Kanon - Tethys se limpiaba las lagrimas de las mejillas con brusquedad - dime, piensas pedirle perdón y hacer borrón y cuenta nueva, sé que yo soy la otra, diablos, lo sé pero te amo Kanon y no se que hacer con esto.
Kanon la observó y entre lagrimas sonrió - se que soy un miserable que no merezco el amor ni la comprensión de ninguna de las dos, se que te hice promesas Tethys, que me dejé llevar por muchas emociones y muchos sentimientos que tengo por ti. Pero....
- No digas mas, con eso pero lo has dicho todo, te daré el tiempo que necesites, sabes que te voy a esperar.
Ella se retiro a su habitación, sabia que el se iría estaba preparada para todos los escenarios posibles, le dolía?.... claro que le dolía, pero era consiente del juego al que había apostado y también sabia que podía salir como la perdedora. El por su parte regreso a donde se estaba quedando pensando en que era hora de buscar un lugar mas cómodo donde quedarse.
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Milo, Shaina y Marin observaban una serie policíaca que le gustaba mucho, hacían teorías de quien podría ser el culpable, era una manera tranquila y divertida de pasar el rato después de cenar y desde que Marin era quien cocinaba los dos se sentían consentidos, ya que su amiga le daba gustos en las cosas que a ellos les apetecían y ella se sentía bien haciéndolos felices.
El celular de Marin empezó a sonar y era un mensaje de Aioria: Hola Marin, puedes salir?, ella se levantó de un brinco de la silla y Shaina que siempre estaba alerta se percato de que su amiga iba hacia la puerta.
- A donde vas?
- Voy a salir un rato.
- A esta hora?.... a donde? - Milo se intereso en la conversación y miro detenidamente a Marin, ella al sentirse cuestionada les dijo la verdad - y por que no viene hasta aquí?
- No lo sé, no quiere importunar.
- Parecen adolescentes - se burlo Milo - salúdalo de mi parte.
Ella salio y el estaba apoyado en el auto, al verla sonrió, Marin empezaba amar esa sonrisa cada vez que la veía se le iluminaba el mundo, era un verdadero tesoro el que ella encontró en Aioria.
- Hola - dijo ella moviendo la mano.
- Hola, como estas?.... por que demoraste?
- Shaina se dio cuenta que salia y ni modo tuve que decirles que estabas acá afuera, Milo te manda saludos y Shaina que cuando quieras puedes entrar, además de que creo deben estar asomados en la ventana - Aioria se movió un poco y pudo verlos y los saludo con la mano.
- Si, efectivamente allí están - Marin se acerco y se apoyo también en el auto, el le tendió una caja de la misma pastelería donde había ido con Milo por la tarde - toma, este postre también es delicioso, lo traje especialmente para ti.
- Gracias, pero entre tu y Milo me van a engordar.
- Nah... que va, tu te verás bien como sea - ella sonrió.
- Bueno y que debo la razón de tu inesperada pero siempre bien recibida visita?
- La verdad no tengo ninguna razón, solo quería verte - ella lo miro extrañado - si aunque no lo creas, me hacia falta verte y aquí me tienes. Bueno, mañana tengo que viajar y regreso el sábado, así que quiero saber si quieres salir conmigo el domingo, que dices?
- Si, claro que si, me encantaría - Marin comenzaba a convertirse en alguien especial, se lo prometió a Milo, siempre la cuidaría y jamás haría algo que la hiciera sentir mal.
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Hola wattpadianos, espero todo vaya bien, bueno espero que les guste el capítulo, nos leemos pronto