Shaina conducía el auto, Marin iba en el asiento del copiloto, mirando por la ventana con la mirada perdida en la nada, su amiga de vez en cuando la miraba de reojo, no lloraba, no hablaba, solo el suave movimiento de su pecho le confirmaba que estaba con vida. Siempre pensó que esta situación pasaría, lo que se preguntaba era porque ambos la alargaron, ciertamente Marin aun amaba a Kanon, pero y el, que macabro juego tenia con ella.
- Marin - ella se giro hacia su amiga - quieres hablar? - negó con la cabeza - entiendo - se pararon en un semáforo en rojo.
- Quisiera - Shaina se respingo, realmente le sorprendió escucharla - quisiera una malteada de chocolate.
- Vale, tendremos una malteada de chocolate - Se desviaron hasta que llegaron a una heladería e hicieron su pedido, ya nuevamente en el auto emprendieron su camino a casa.
- Recuerdo que mi papá nos llevaba a mi hermano y a mi después de los entrenamientos a tomar malteadas y hamburguesa, esta era su preferida.
- Te has comunicado con ellos? - Marin negó con la cabeza - deberías contactarlos, obviamente ahora no, cuando estés mas tranquila - Marin sorbió su malteada.
- Sabes lo que van a decir, verdad?
- No, creo que te juzguen, familia es familia Marin - esbozo una mueca que por lejos era una sonrisa. Marin encendió la radio y el resto del camino, escucharon la música que en algo ayudo a tranquilizar a Marin.
El resto del camino fue en silencio, en el ultimo semáforo, Shaina envió un mensaje a Milo anunciando que pronto escarian allí, este le aviso a Aioria.
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- Sabes, hay muchas cosas que debes explicar? - le dijo Milo a Aioria.
- Como que? - hizo un gesto con la cabeza, invitándole a hablar mientras se asomaba a mirar como iba la lasaña.
- Desde cuando eres tan amigo de Marin?
- No somos tan amigos - Milo entrecerró los ojos y sonrió.
- Si claro.
- Cree lo que quieras - se sobo los ojos y se sentó apoyado las manos en la mesa que estaba en la cocina - veras, la conocí de casualidad en un restaurante y nos volvimos a encontrar siempre de casualidad y creo que eso ya lo conté.
- Claro.... casualidad - Milo sintió la puerta abrirse y salio a recibirlas, Aioria se quedo estático, no sabia que hacer, solo escuchaba los intercambios de saludos de las personas afuera.
Milo, se sorprendió de ver a Marin tan desencajada y abatida, se acerco a ella y la arropo en sus brazos, le dio un beso en la cabeza, quería que sintiera que a pesar de todo, ellos estaban para apoyarla, Marin, se aferro a el. Unos pasos llamaron la atención de la mujer que de a poco se deshizo del abrazo de su amigo y giro hacia donde esos pasos se detuvieron y grande fue su sorpresa cuando lo vio allí de pie, sus ojos se abrieron y se llevo la mano a la boca, Aioria la miro con sus intensos y hermosos ojos verdes y le sonrió, extendió sus manos y la llamo
- Marin - ella corrió hacia el y el la recibió, la abrazo tan fuerte como pudo, beso su cabeza como antes hubiese hecho Milo, este y Shaina no entendían esa cercanía, justo cuando el le dijo que no eran tan amigos - estoy aquí, a tu lado, siempre - Marin entonces lloro, desahogando todo el dolor que llevaba.
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- Y entonces? - pregunto Saga, mientras se paraba frente a su hermano - de que quieres hablar? - ya estaban en la casa su casa.
- No puedo pasar una noche tranquila con mi hermano, porque siempre debe haber algo malo, que poca fe me tienes.
- Hace mucho tiempo deje de tenerte fe, hermano.
- Entonces, no confías en mi buenas intenciones?
Saga entrecerró los ojos - No - y se cruzó los brazos gesto que Kanon supo interpretar - quiero que me digas la verdad.
- Me voy a separar de Marin - Saga ladeo la cabeza un poco esperando que Kanon continuara - ya hoy me fui de la casa, me estoy quedando en un hotel - suspiro - es lo mejor.
- Hubiese sido lo mejor hace mucho tiempo Kanon.
- Lo sé, lo se - Kanon se apoyo en el auto, Saga trato de descifrar ese nuevo semblante en su hermano.
- Te arrepientes de tu decisión? - Kanon levanto la mirada y negó con la cabeza - entonces?
- Entonces, Saga?.... Creo que es lo justo para ella, no se merece nada de lo que le hice, los desplantes, lo mucho que la ignoré, el abandono.... en parte pensé que ella daría el primer paso pero soportó todo este tiempo y la verdad no me siento bien.
- Alguna vez la quisiste, Kanon?
- Al principio la amé, amé a a la mujer que tenia sueños, metas, cosas por hacer, esa que brillaba con luz propia, no sé que pasó que con el tiempo se apagó y ya no se, todo se volvió una rutina - Saga miraba con sorpresa a su hermano, jamás había hablado de una manera tan sincera como ese día, estaba sacando todo lo que tenia atrapado - sé que no es una justificación, pero ya no la veía como antes....no era mi Marin.
- El amor te duro que 2 años?.... Kanon peleaste contra todo y todos porque amabas hasta la muerte a Marin.
- Cuando dices todos te incluyes? - Kanon sonrió - es porque ella me eligió a mi y no al perfecto Saga.
- De que hablas? - interrogo Saga.
- Que pensé que tu presión para que tomara una decisión era que querías aun a Marin para ti o no? - Saga soltó un fuerte golpe a su hermano que lo hizo caer al suelo.
- Eres un maldito cretino, Kanon - Saga respiraba alterado - Marin fue importante para mi, es mi amiga y nada mas. Tengo a mi esposa y mi hija, las amo y no necesito nada mas, nunca vuelvas a insinuar algo así.
Kanon se limpio la sangre que salia del labio con la mano - ya veo - se sentó en el suelo apoyándose en el auto de donde hacia un rato se hablan bajado - lo siento, no se ni lo que digo, quiero a Marin pero no la amo y ella no merece tener a alguien en su vida que la haga sufrir - agacho la cabeza y Saga vio como unas lagrimas caían al suelo, de verdad no podía entender como funcionaba la mente de su hermano.
- Espero que hayas tomado la decisión correcta y que cuando quieras arrepentirte no sea tarde - Saga le dio la espalda y empezó a caminar hacia su casa.
- Quiero empezar a hacer las cosas bien - Saga se detuvo - y lo primero que quiero pedirte es que despidas a Thetys - su hermano se giro con cara de desconcierto - si ella va a ser en un futuro mi esposa, no quiero que siga trabajando en la empresa, mientras se arregla lo del divorcio, hará un tiempo para que pueda organizar las cosas con ella.
- Espero que esto no sea también un capricho Kanon, porque será la ultima vez que te apoye - sin mas que decirle Kanon y Saga cogieron diferentes caminos.
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Marin y Aioria estaban en el sofá de la casa de sus amigos, la mujer tenia su cabeza apoyada en el hombro de el, mientras que con toda la delicadeza el acariciaba sus cabellos, tratando de con sus mimos consolarla. Sabia el momento tan difícil por el que ella pasaba.
- Recuerdas que ayer te dije que estaba viendo la película que me recomendaste? - ella asintió - me la vi toda - Marin movió un poco la cabeza para mirarlo a la cara - y me encantó - ella sonrió.
- Las películas no siempre deben tener tramas rebuscadas para ser interesantes, la manera en que trataban a esas personas por ser "diferentes", es horrible.
- Así es - ella se volvió a acomodar. Ya todos habían cenado, Marin no mucho la verdad no tenia apetito, Shaina y Milo los habían dejado solos mientras organizaban la cocina, pero estaban sorprendidos por la actitud de esos dos - Sabes que pienso?
- No, que piensas?
- En que Shaina y Milo deben estar quemándose las neuronas pensando en porque parecemos tan cercanos,
- Somos amigos, no? - respondió Marin, levantando los hombros en señal de que era algo obvio.
- Claro que lo somos, les explique que nos hemos visto varias veces...
- Por casualidad - interrumpió ella.
- Por casualidad, gracias a los dioses - ella sonrió - pero Milo cree que hay algo mas.
- No hay nada mas - Marin se separo de Aioria y se sentó con las piernas cruzadas, se paso las manos por detrás de la cabeza, echando esta un poco para atrás, tratando de acomodarse los huesos - creo que estamos destinados a estar juntos, a ser el soporte el uno del otro, nos encontramos en un mal momento de nuestras vidas, tu en tu divorcio y yo pues - suspiro - en mi próxima separación, Aioria - lo miro a los ojos y el se sorprendió, a pesar de lo mucho que había llorado Marin se veía hermosa - aunque es poco lo que hemos tratado, eres de esas personas que son fáciles de querer. El sonrío, la halo hacia el.
- Siempre estaré a tu lado Marin, no importa las dificultades que se presenten, las afrontaremos juntos, de acuerdo? - Marin asintió y también lo abrazo.
Milo y Shaina veían la escenas desde la puerta de la cocina, que se traían esos dos, lo iban a averiguar.
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Hola wattpadianos, por acá de madrugada dejando este capitulo que espero sea de su agrado, y muchas, muchísimas gracias por leer, comentar y votar, de veras mil gracias, sé que siempre lo agradezco pero no me cansaré de hacerlo.
Créditos al autor de la imagen