┏━━━━━━༻❁༺━━━━━━┓ CAPÍTULO DIEZ
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—SI MASTICAS MÁS FUERTE, te maldeciré seriamente
James suspiró, dejando su bolsa de patatas fritas. Olivia nunca se había sentido más embarazada que ahora. El embarazo ha sido bueno para ella durante las últimas ocho semanas, pero parece que tan pronto como llegó la novena semana, no era más que un paquete de emociones no resueltas y hormonas incontrolables.
Sus cambios de humor empeoraban y cada pequeña cosa se estaba convirtiendo en un detonante de su molestia, incluida la masticación de James. Incluso Sirius se mordió la lengua y mantuvo la distancia un poco, permitiendo que James se ocupara de su bebé/mamá.
Esto se estaba volviendo cada vez más difícil para el chico de Gryffindor considerando que todavía tiene diecisiete años y aunque las últimas semanas definitivamente han aumentado su madurez, todavía no tiene ni idea de muchas cosas.
—¿Qué quieres comer?—Preguntó James mientras comenzaba a sacarle las vitaminas recetadas de su bolsa de mensajero, pero primero ella necesita comer antes de poder tomarlas
Estos eran pequeños detalles que Olivia olvida a menudo, por lo que decidió tomar el control de ellos.
—Las almas torturadas de los condenados—respondió sin levantar la cabeza de la mesa
James no pudo evitar reír en silencio mientras comenzaba a llenar su plato con cosas que sabía que ella podía tolerar.
—Estás muy alegre esta hermosa mañana—comentó Sirius, haciendo que James, Remus y Peter se voltearan hacia él, sus rostros llenos de puro terror por su amigo
Olivia agarró el cuchillo de mantequilla a su lado, levantando lentamente la cabeza y apuntando con el cuchillo a Sirius.
—Si no cierras la boca, Black, voy a meterte este cuchillo tan adentro que podrás sentirlo cuando cagues durante los próximos cuarenta y cinco año
Eso ciertamente hizo callar a Sirius. James suspiró de nuevo.
—Por favor, cálmate, amor
Olivia redirigió su mirada hacia él.
—No puedes decirme que me calme. Hiciste esto. Esto sucedió todo porque tu juego de extracción apesta. Ahora me veo como un niño de catorce años hinchado todo el maldito tiempo
Sirius y Remus trataron de ocultar su risa ahogada metiéndose más comida en la boca, pero James lo captó. Los miró mientras le entregaba a Olivia su plato en silencio.
Kat entró al Gran Comedor y, a diferencia de los días anteriores, fue directamente en su dirección, tomando su lugar al lado de Sirius, que de repente parecía un cachorro perdido cuyo dueño acababa de llegar a casa.
—¿Están ustedes b-
—¿Decepcionada con mi vida?—Olivia interrumpió—Sí
—¿Agotado?—Preguntó James
—¿Queriendo terminar con todo?—Remus terminó
—¿Deprimido?—Dijo Sirius
—¿No me gustó?—Peter murmuró
Kat se congeló por un momento, solo mirándolos a los cinco.
—... Bien con la tarea. ¿Qué les pasa a ustedes? ¿Debería comenzar la terapia de grupo?
-La terapia podría ser interesante—dijo Olivia, tomando un bocado de su tostada de aguacate—Tal vez haga soportable al demonio insaciable en mi cabeza que siempre me susurra al oído lo inútil que soy con todo lo que hago
Nadie habló después de eso, pero Olivia siguió comiendo su comida como si no dijera nada malo. Fue Kat quien intentó cambiar de tema.
—Bueno, esto no va a mejorar la mañana de nadie, pero el desayuno termina en quince minutos, así que es mejor que se den prisa o llegaremos tarde a DCLAO
—Maravilloso—murmuró Olivia—Es hora de confrontar a mi hermana por querer terminar con mi bebé porque, obviamente, nadie en mi familia disfuncional está cuerdo y han jodido mi vida tanto que acabo con enormes problemas de confianza asociados con una dosis de trastorno de estrés postraumático
—Jesucristo—murmuró James, tomando un sorbo de su café negro
Solía ser una persona del té, pero con la nueva y constante necesidad de Olivia de succionar la felicidad de todo y de todas las personas con las que se encuentra, necesita tanta cafeína como sea posible.
—Probablemente deberíamos hablar con alguien sobre esa terapia que Kat mencionó—dijo Remus, con una sonrisa divertida en su rostro
Agarrando un bagel, su bolso y el de Olivia, James se puso de pie, pasando una mano por su cabello.
—Vamos. No quiero llegar tarde—Sirius arqueó una ceja en interrogación a su mejor amigo
—A ti, James Potter, ¿te preocupas por llegar tarde a clase?—James nerviosamente comenzó a saltar sobre sus talones y con una mirada de Remus, Olivia ya sabía la razón del cambio de opinión de James
Las acusaciones de Amara resuenan en sus oídos. Cómo su hermana mayor afirmó que James no era un hombre, sino un niño que solo la iba a dejar y al final renunciaría a sus responsabilidades.
Uno de los ejemplos que Amara había usado era la indiferencia de James por asistir a clases a tiempo, y Olivia rápidamente se dio cuenta de que James Potter estaba decidido a demostrar que su hermana mayor estaba equivocada.
Olivia se unió a él y se puso de pie, fingiendo poner los ojos en blanco hacia Sirius.
—Le dije que teníamos que empezar a ir a clases a tiempo. Mi asistencia se ha visto afectada por tu tardanza—Remus sonrió, habiéndose dado cuenta de lo que estaba haciendo Olivia
—Estoy de acuerdo con la mujer embarazada
Dándose la vuelta y caminando delante de ellos, Olivia se burló.
—Mujer embarazada. Eso es todo lo que soy ahora
El grupo de seis caminaba hacia el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, Sirius molestaba incansablemente a Remus mientras trataba de llamar la atención de Katherine. Peter caminó en silencio, feliz de simplemente ser incluido. James estaba hablando con Olivia, recordándole a la morena sobre sus vitaminas.
Fue entonces cuando un familiar Slytherin trató de pasar junto a ellos, pero James rápidamente lo agarró del brazo, deteniendo su carrera.
El pequeño Lucas le dio al grupo una adorable sonrisa llena de dientes, su cabello rizado despeinado y su corbata colgando de su cuello.
—¡Oh, hola, chicos!
Olivia entrecerró los ojos al ver al niño de once años.
—¿Has dormido hasta tarde, Lucas?—La sonrisa avergonzada en el rostro del chico era toda la respuesta que necesitaba
Olivia suspiro. En momentos como este, sentía que Lucas se había convertido en su prueba gratuita para la maternidad. Le estaba dando dolor de cabeza asegurándose de que se despertara a tiempo, comiera e hiciera su tarea.
No ayudó que Lucas realmente tenga problemas con sus clases. A menudo le resulta difícil comprender conceptos simples, por lo que los adolescentes tenían que explicárselo una y otra vez.
—¿Por lo menos comiste?—Preguntó James
Él también se ha apegado al chico más joven. Lucas es casi ridículamente inocente y mucho más bajo de lo que debería ser para su edad. Era como si se negara a dejar de lado su infancia mientras seguía actuando antes de los once años. Fue fácil tratarlo más joven de lo que realmente es.
—Lucas, ¿qué te dijimos sobre el desayuno?—Exasperado, el chico puso los ojos en blanco mientras recitaba las palabras que a Olivia y James les encantaba recordarle
—Es la comida más importante del día
—Entonces, ¿por qué sigues perdiéndolo?—Olivia lo regañó mientras comenzaba a arreglar su corbata
Lucas no respondió mientras le dedicaba una sonrisa inocente, sabiendo muy bien que se metería en problemas si les decía la verdad sobre cómo había presionado continuamente el botón de repetición hasta el último minuto posible. A
decir verdad, a James no le importaba mucho si iba a sus lecciones a tiempo o si estaba fuera después del toque de queda o si lo detenían, pero cuando se trataba de su salud, entonces era cuando interfería.
James le entregó su bagel al niño. Si le hubieras dicho a James que había terminado siendo el papi de una chica Slytherin con intensos problemas de confianza mientras cuidaba a un adorable niño de Slytherin de once años, entonces se habría reído de tu cara, pero aquí estaba molestando a Lucas cabello RIZADO.
—Come tus comidas, Lucas—Lucas fingió poner los ojos en blanco, pero mordió el bagel con gratitud
—Sí papá
—No quiero arruinar el sincero momento familiar—interrumpió Sirius—Pero si las manos de mamá y las de papá no dejan de mimar a los bebés, entonces todos llegaremos tarde, algo que aparentemente estamos evitando hoy
—Siempre arruinas el momento, Sirius—dijo Remus rodando los ojos
—Tu mera presencia arruina el momento
—Estoy de acuerdo con esa afirmación—dijo Kat
Sirius puso dramáticamente una mano sobre su pecho, dándoles a los dos una falsa mirada de corazón roto.
—Me duele que ustedes dos piensen tan humildemente de mí
—A veces, todos actúan de manera más infantil que el niño real—les dijo Olivia, luego se volvió hacia Lucas—Y tú, jovencito, sigue tu lección. Te veré más tarde para ayudarte con tu tarea
Lucas mostró su amplia sonrisa, huyendo del grupo.
—¡Adiós, mamá. Adiós, papá!—Bromeó
—No sabía que habíamos adoptado un hijo—dice James, luciendo divertido
—Yo tampoco—se encogió de hombros—Pero ya sabes todo sobre el trabajo diario de ser padre
—Todo lo que falta es matrimonio—bromeó Sirius, moviendo las cejas
James le sonrió a la morena a su lado.
—¿Qué dices, cariño? ¿Quieres ser la Sra. Potter?—Olivia lo empujó juguetonamente
—Eres un asco proponiendo matrimonio
James le sonrió, pasando una mano por su cabello antes de poner un brazo sobre su hombro.
—Créeme, chica bonita, cuando te lo proponga, va a ser espectacular
Olivia no hizo más que poner los ojos en blanco.
Quizás Sirius tenía razón. Si Olivia era así de inconsciente, entonces su hijo sin duda necesitaría alguna otra figura en términos de citas. Estaba claro como el día que incluso el propio James no se molesta en ocultarlo. Había usado "cuando" en lugar de "si" y Olivia estaba demasiado preocupada en su propio pequeño mundo para darse cuenta.
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OLIVIA SE ASEGURÓ DE QUE AMARA conociera sus pensamientos sin decirlos. La joven Kinsley había pasado la totalidad de la lección mirando a su hermana mayor con tanta dureza como pudo.
Sabía que Amara se dio cuenta cuando la profesora evitó su mirada, asegurándose de no dejar que sus ojos se desviaran hacia el fondo de la habitación donde Kat y Olivia estaban sentadas con los Merodeadores.
James, por otro lado, parecía estar decidido a demostrarle a Amara sus capacidades mientras respondía todas las preguntas que tenía, y cuando ella se negó a llamarlo por su nombre para obtener una respuesta, lo dijo en voz alta.
Faltan diez minutos antes de que termine la lección y, por primera vez desde que entró al aula, su mente no estaba pensando en lo furiosa que estaba con su hermana. En cambio, su cabeza se había metido a la tierra de los antojos. Se volteó hacia el padre de su hijo.
—Potter—llamó en voz baja
James la miró con una ceja levantada en interrogación.
—Pepinillos—dijo—Los necesito
James miró de nuevo al frente de la habitación antes de mirar su reloj.
—¿Ahora?—Olivia frunció el ceño
—Bien. Después de clase
Los dos volvieron a escuchar y poco después, la campana marcaba el final de su lección y Olivia agarró la muñeca de James, arrastrándolo fuera del aula para ir a buscar sus pepinillos, pero antes de que pudieran salir de la habitación, La voz de Amara la había llamado de vuelta.
—¿Podemos hablar?—Los ojos mayores de Kinsley estaban suplicantes, pero se endurecieron considerablemente al ver con qué fuerza su hermanita se aferraba a la muñeca de James Potter—En privado
El agarre de Olivia sobre James se apretó.
—Lo que sea que quieras decirme, puedes decírnoslo a los dos—Esa declaración hizo que el corazón de James latiera a través de su caja torácica y entrelazó sus manos, enfrentando el problema como uno solo
—Bien—resopló Amara—No creo que estés lista para tener un hijo
Olivia enarcó una ceja.
—¿Y cómo lo sabes? La última vez que te vi fue hace dos años. Demonios, Amara, ¿sabes siquiera quién soy?
James sintió que se entrometía en un asunto privado entre las hermanas mientras veía a las dos discutir. Se preguntó si así era como discutían en la familia Kinsley, entrando directamente sin endulzar o evitando el problema.
—¡Por supuesto que sí!—Amara exclamó con incredulidad—Eres mi hermana
—¡No, no lo sabes! Conoces a la Olivia de hace dos años. ¡Conoces a la Olivia con Maxwell a su lado, pero no me conoces a mí!—La voz de Olivia se había elevado ahora, sus frustraciones y su ira eran visibles—No sabes las cosas por las que pasé después de su muerte. No sabes el cambio por el que tuve que pasar. Estás atascado con esta idea de mí que tienes, la yo de cuando éramos niños escondidos en tu habitación, pero esa ya no soy yo, Amara!
La mayor de Kinsley parece desconcertada. Quizás su hermanita había cambiado, pero ¿cómo podía sorprenderse Amara de que lo hiciera? Amara se había ido tan pronto como se graduó, escondiéndose de sus padres. Apenas envió cartas y apenas miró hacia atrás. Solo regresó cuando Maxwell había muerto, e incluso entonces, solo se quedó un día antes de reanudar su escondite.
Olivia tenía quince años entonces, diecisiete ahora, y esos dos años tenían que ser los más duros de su vida. Amara corría, Samuel cedió y Maxwell se había ido. Ella había estado completa y absolutamente sola. Tuvo que adaptarse a lo que había resultado ser su vida. Tenía que crecer demasiado rápido, y esa era la parte que Amara estaba luchando por aceptar. Olivia había crecido y no estaba allí para presenciarlo, y eso no era culpa de nadie más que de ella.
Amara exhaló un profundo suspiro, regresando a su asiento mientras cruzaba la mano sobre su escritorio, sin mirar a los padres cuando comenzó a hablar de nuevo.
—Hoy en día, la adopción está menos mal vista. Lo he investigado. Hay un gran orfanato para magos que encontré, principalmente para hijos de muggles cuyos padres los abandonaron. Estaba pensando que podríamos...
—¡No hay nosotros!—Olivia estaba furiosa mientras le gritaba a su hermana—Es nuestra decisión, Amara. ¡Es mi bebé, es mi cuerpo, es mi vida! El hecho de que finalmente hayas decidido volver a ser mi hermana no significa que puedas tomar decisiones por mí. Soy mayor de edad. Puedo hacer lo que quiera con mi bebé y ¡no tienes absolutamente ningún derecho a detenerme!
Amara suspira de nuevo, esperando este resultado.
—Liv, solo estaba pensando-
—¡No me importa lo que estés pensando!—Olivia interrumpió de nuevo, su rostro visiblemente enrojecido por la ira—¡No tienes ningún derecho! No has sido mi hermana durante seis años, y ahora solo porque has vuelto, ¿crees que de repente eres parte de mi familia otra vez?
—No lo digo así
—¡No me importa!—gritó de nuevo, y James la sintió temblar—No puedes tomar decisiones por mí, no puedes decirme para qué crees que estoy lista , y lo más importante, no tienes voz en la vida de mi hijo
—Solo quiero lo mejor para ti—respondió Amara, obviamente sorprendida por las palabras de su hermana—Eso es todo lo que siempre quise
Olivia tiró de James, dándose la vuelta para finalmente salir de la habitación, pero no antes de volverse hacia su Amara una vez más, con la mirada furiosa en su hermana mayor.
—Vete a la mierda
Fue cuando llegaron a un pasillo desierto cuando James la empujó hacia su pecho. Y fue entonces cuando Olivia rompió a llorar. Su pequeño cuerpo temblaba incontrolablemente mientras sollozos desgarradores salían de sus labios.
Lloró porque durante tanto tiempo no hizo más que reprimir sus sentimientos. Lloró porque no tenía idea de lo que le deparará el futuro. Lloró porque Maxwell se había ido, porque Samuel bien podría haberse ido. Pero, sobre todo, lloró porque le dolía.
Dolía tanto que quería desgarrarse el corazón y pisotearlo en el suelo. Dolió porque esta no es la vida que ella quería y no es la vida que se merecía.
Ella no se merecía nada de eso, todo el dolor y el sufrimiento por el que tuvo que pasar. Ella no se merecía nada de eso, y fue muy injusto porque no hizo nada malo y, sin embargo, tiene que pagar por crímenes que no cometió.
Y mientras ella lloraba, James la abrazó. No dijo nada y no hizo más que abrazarla, porque no entiende y no va a fingir que lo hace. Él no sabe las cosas por las que pasó y eso estuvo bien. Él está ahí y eso es suficiente. Dejó que Olivia llorara. La abrazó mientras ella se separaba.
Y cuando le estaba dando un beso en la frente, juró en silencio que mientras viviera, Olivia Kinsley nunca volvería a experimentar la soledad.
-𝐱𝐫𝐛𝐚𝐫𝐧𝐱𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐞:
𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘥𝘦𝘥𝘪𝘤𝘢𝘥𝘰 𝘢 𝘭𝘹𝘴 𝘭𝘦𝘰𝘯𝘹𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘦𝘦𝘯
"𝘏𝘶𝘳𝘳𝘪𝘤𝘢𝘯𝘦", 𝘺𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘰𝘺 𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘥𝘪𝘢 𝘥𝘦𝘭
𝘰𝘳𝘨𝘶𝘭𝘭𝘰 𝘎𝘳𝘺𝘧𝘧𝘪𝘯𝘥𝘰𝘳 ❤️
𝘕𝘰 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘦𝘯 𝘷𝘰𝘵𝘢𝘳, 𝘥𝘪𝘨𝘢𝘮𝘰𝘴 ¡𝘕𝘖! 𝘈 𝘭𝘹𝘴 𝘭𝘦𝘤𝘵𝘰𝘳𝘹𝘴 𝘧𝘢𝘯𝘵𝘢𝘴𝘮𝘢𝘴.