Sábado 03:50 PM
— ¡¿porqué quieres llevartela?! — el de ojos esmeralda seguía preguntando lo mismo desde hace tiempo ya mientras su brazo derecho yacía quebrado por completo, estando morado con elevaciones irregulares entre la piel ahora oscura y rasponeada, llena de heridas.
Ahora su torso estaba al descubierto mientras parte de su rostro desangraba y sus piernas estaban flexionadas en el suelo con polvo a su alrededor. Parecía ser que atacó bastante fuerte y más de lo que podía su cuerpo, aunque parece que le esquivó aunque sea un poco el contrario, debido a sus heridas pero también lo destruido de una parte del suelo, donde rompió éste logrando que salieran escombros.
(Ignoren la poca ropa porfa jajaj)
El de cabellos grisáceos que ahora estos volaban gracias al viento suave y cálido, ni siquiera pensó en responderle al muchacho de bando contrario, no le incumbía en lo más mínimo esa respuesta, haciendo así que solo lo mirase a la cara, a través de una máscara blanca sin tanta decoración ni detalle, suficiente para que no apreciaras sus facciones.
Tomura también se encontraba herido, pero la diferencia es que no tenía huesos rotos, tal vez esguinces con suerte, pero no lo suficientemente potente para llegar a quebrar un hueso. Su ropa estaba rota en algunas zonas y sus manos al descubierto.
— DEKUUUU! — interrupiste con tu voz altisonante para que te escuchase el joven de aspecto dolorido, mientra tu voz era agitada. Llamaste la atención de ambos muchachos, logrando así que entre el polvo divisasen al uniso una silueta femenina de pantalones olgados y pies descalzos, sin mencionar el oír de éstos últimos en el suelo, corriendo lo más rápido posible pero bastante agitada. Por detrás de aquella mujer, además lograron distinguir al chico de heterocromía correr a su lado serio, mientras exhalaba un aire frío y refrescante.
El alivio que sintió en su cuerpo aquel adolescente al verte a salvó, fue indescriptible, casi así se olvidaba de su brazo roto, suspirando para luego largar un quejido de dolor mientras volvía la vista de a poco a su brazo, acompañada de una mueca de disgusto y dolor. — que carajo... Pasó? — detuviste tus piernas repentinamente en un tono bastante, torpe, curioso y confundido al ver a Deku y ese chico de cabellos y apariencia... Familiares y sospechosas.
— tienen... Que irse — se esforzó en ordenarles a tí y a Shoto debido a su dolor, mirando fijamente al líder de la Liga de villanos, éste de vez en cuando desviaba su mirada a tí. Te vió... Mediocre, pensó que eras más seria, fría, calculadora o por lo menos normal, pero destruiste toda sus expectativas al ver cómo estabas descalza, con alguna que otra herida pequeña por golpes y polvos del suelo, mientras levantabas tus pantalones a tus caderas un poco distraída.
— Deku, debemos de irnos — replicó frío Shoto mientras adelantaba unos pasos mas delante de tí entre toda esa pelea, remarcando que era él el proveniente de tal fría y corta voz, mirando de reojo al chico de cuerpo cubierto de manos. — n-no... — se negó poniéndose de pie rápidamente el de traje de héroe en tonos verdes, que ahora por el polvo y algunas roturas leves no dejaba apreciarse tanto su tono.
— quiere llevarse a ___ — le miraste curiosa como niña pequeña descubriendo algo nuevo, como si fuera algo nuevo que su motivación para luchar fuera tu seguridad — no pienso dejar que se la lleven, como a Kacchan — lo pensó una y mil veces en su cabeza, recordando cuando se llevaron al rubio por un tiempo no tan largo ni extenso. — así que... Vayanse, busquen a los profesores — pidió con la voz firme y segura el de ojos verdes brillantes, tanto que logró que mirara sin duda ni miedo al muchacho de cabello grisáceo por al menos un momento. Shigaraki preparado para combatir contra deku, ya teniendo en mente que tendría que ser rápido luego de que salieras corriendo junto con el heterocromático luego.
— obviamente no — interrupiste a ambos cuando estaban a punto de volver a combatir mientras tu tono sonaba incrédulo — eh? P-pero... — módulo a duras penas Izuku y volteó a verte entre curiosidad y nervios mientras te veía caminar cerca lentamente hacia su cuerpo — claro que no te voy a dejar aquí solo, cuando posiblemente todo su equipo de mediocres vengan a atacarte entre todos — al llegar a Izuku quedando éste igual de anonadado que el de cabello bicolor mientras te observaba cómo mantenías los ojos en los del villano con indiferencia, poniendo una mano en tu cadera, inclinada ésta misma un a poco hacia un costado — y que? Tan pocos huevos tienes como para ponerte máscara delante mia? — provocaste en un tono monótono y tronaste los nudillos, apretando los dedos contra tus caderas, de manera lenta e indiferente ante la situación.
Tampoco respondió tu pregunta, simplemente veía desde la distancia.
— esta... — dudó unos segundos Midoriya, bajando cada vez más la voz al igual que la vista, para luego verte a los ojos y sonreír levemente — esta bien — alargarste tus labios a una sonrisa de lado, mirándose entre sí el uno al otro con una sonrisa, no sabían si de seguridad o inquietud por parte del joven de pecas.
— YA ESTAMOS AQUI~ — canturreó con emoción y éxtasis la fémina de cabellera rubia mientras venía detrás de Tomura, acompañada con Mr.Compress, éste último parecía un poco molesto en su andar, ni siquiera jugaba con su bastón. Venían desde detrás de su líder. Caminaban tranquilos mientras la chica admiraba el panorama emocionada, tomando cuchillos especializados en extraer sangre, era precavida en pocos sentidos.
— hasta que al fin llegaron — murmuró con la voz raspada Shigaraki, rascando su cuello lentamente mientras seguía con la mirada perdida en tus ojos vacíos que direccionaban a él de vez cuando pero mayormente a sus demás compañeros. — perdona la tardanza, Dabi tiene algunos inconvenientes con Bakugo Katsuki — acomodó su pequeño micrófono cerca de su oreja en medio de su explicación el de galera alta y elegante — no me importa... Traiganmela, ahora — fue directo al grano, mirando a través de la máscara a su objetivo con interés continuo, poniéndose nervioso al no verte en sus manos, bajo su total control, provocando se rascara un poco más el cuello y apretara la mandíbula.
Con indiferencia al escuchar sus palabras, le miraste profundamente, hasta que Mr.Compress dió los primero pasos, dejando atrás a Tomura y Himiko, mientras en su brazo se apreciaba como tenía un pequeño pedazo de tela atada a una zona de éste, manchada en sangre ya sin su chaleco. — esta vez prometo no errarle al objetivo —
— en serio? — volviste a interrumpir incrédula, con una cara de pocos amigos y con los párpados caídos y adormilados. El muchacho de galera giró su cabeza a verte un poco molesto pero curioso a la vez por tu tono monótono — luego de que te haya apuñalado con un cuchillo en el brazo quieres tratar de tocarme con esas mierdas? — observaste mientras alazaste una ceja de duda luego de preguntarle con aburrimiento. — además... Prometer? — volviste a consultar descortés ante las personas presentes allí, más hacia los del bando contrario a tus amigos, recordando con cierta gracia que no te oponías ni alentabas a ninguno de ellos. — prometer algo en lo que me involucra a mi... Es bastante complicado de cumplir — volviste la vista al de herida por arma blanca, ocasionada por ti sin mencionar y le miraste fijamente, como si fuera aterradora tu mirada.
— somos parecidas~ — expresó cómoda en vos baja y sonrió tranquila Himiko tratando de no emocionarse de más como anteriores veces — esta bien, entonces solo veamos cómo termina esto. Sin promesas, jovencita — largaste un leve "Tss!" Con cierta ironía luego de que Mr.Compress aclarara sus acciones y desviaste la mirada aún desinteresada.
No pasaron ni 5 segundos luego de aquel malentendido, que Deku notó como los tres, salían corriendo hacia tí, cada uno preparado con sus armas, exceptuando el de pequeño lunar debajo de la comisura de sus labios en el lado derecho, que mantenía una de sus manos extendida hacia tu cabeza. "No puedo dejar que se le acerquen..." Lo pensó muy bien, tenía un brazo roto, y eran tres personas, no tendría tiempo para encargarse de todos antes de que llegasen a tí. "Me salvó la vida una vez... Quiero ser útil!" Cerró los ojos molesto, todo iba a cámara lenta y dolorosa, tanto como su brazo pero este dolor era interior, la impotencia y desesperación.
"No..." al abrir sus ojos divisó como estaban a centímetros de tomarte. Pronto estarías en las garras de esos tipos, de esos que no tenían arrepentimiento si algo te ocurría, de esos que tenía mentalizado que no escaparías jamás.
Sin pensar en nada más que salvarte, el de ojos esmeralda, que ahora brillaban más que nunca con intensidad y cierta llama dentro de ellos, corrió delate tuyo, cerró su puño izquierdo y con su fuerza ahora si por el impulso sin poder controlarla y con probabilidades de poder romper sus huesos, golpeó la calle fría y dura.
En instantes una ráfaga de viento se expandió alrededor de Izuku mientras lo tomabas de los hombros para no caer y salir volando, justo como, a diferencia de tí, lo hicieron los tres villanos en busca de capturarte, mientras el suelo se rompía y se agrietada.
— tu brazo... — murmuraste sorprendida por su acción, apreciando como entre el polvo, ahora su dos brazos se enconttaban rotos, sin poder hacer más movimiento en éstas extremidades. Quedaron unos segundos callados, mientras tanto, el adolescente de cabellos verdes, fruncía el ceño y se aseguraba de ver a los villanos lejos, fuera de tí, lo cual, lo pudo confirmar al verlos tratando de recomponerse, tirados a metros de distancia.
— ____, estas bien? — preguntó en un tono débil y flojo, volteando un poco más calmado, pero aún serio. Antes de poder observarte, escuchó un pequeño quejido leve, ahogado — Mhhg! — fue cortante y rápido aquel pequeño ruido. Pronto dejó de sentir tus manos en sus hombros, sintió como un escalofrío recorría parte de aquella zona, sintiendo inseguridad. Al terminar de voltear, ya no estabas. — ______? — te llamó agitado y giró por el otro lado, con la esperanza de verte indiferente como de costumbre. Nada.
— ¡________! — nombró Todoroki en voz alta y alarmante, parecía ya casi desgarrado aquel tono llamarte con rapidez. Midoriya giró la vista hacia donde gritaba el muchacho bicolor, notando así tu cuerpo quieto, de pie y tomada por detrás de los brazos con una mano, mientras la otra tapaba tu boca.
Dabi.
Ese muchacho estaba ganando mucho odio de parte tuya, lentamente.
Rápidamente se dirigió hacia su líder, que luego de retomar la postura, se la antregaron fácilmente, ahora a el chico de manos sobre su cuerpo, apoyando poco a poco su mano en tu nuca, sintiendo ya solamente la palma fría y grande. Ambos estudiantes le miraron sorprendidos al notarte atrapada por Shigaraki. Si no hubiese sido por que el pelinegro haya entrado por sorpresa en la situación, todo estaría bien.
— ________! — sonó desgarrado y fuerte aquel joven de cabello desordenados y verde oscuro, mientras comenzaba a correr hacia tí, con intenciones de golpear al muchacho que tomaba de tu cuello, aunque tuviera roto sus brazos, lo intentaría. — espera! — Shoto lo tomó por detrás con su ceño fruncido, apretando la mandíbula con enfado y presión al ver cómo no estaba en sus manos la seguridad tuya.
Estaba forcejeando para safarse del agarre de su compañero de doble Kosei, hasta que notó los dedos de Tomura tocarte uno a uno. Le era desesperante ver cómo poco a poco podrías volverte polvo. Comenzaba por el dedo pulgar hasta el meñique. Pero se detuvo y dejó el dedo corazón y anular sin llegar a tener tacto en tu cuello.
Deku empezó a llamarte entre gritos desgarradores y ásperos, forcejeando para safarse del agarre de Todoroki que mantenía su manos en los brazos del chico contrario, estaba igual de angustiado como su amigo de pecas, pero tuvo que contenerse al ver cómo el villano, posible asesino tuyo, jugaba con esos dos dedos libres en el aire con cierta diversión e intriga, mientras detrás de la máscara donde nadie podía verle sonreía cómo un psicópata. Sabía que estaban a su disposición, no podían hacerle nada, sinó, te harían algo a tí.
— DEJENLA IR! SUELTENLA! — la inquietud e impotencia ayudaban a que las lágrimas salieran con más facilidad, moviendo bruscamente los brazos como pudiera entre el dolor que ahora por la adrenalina ya no sentía. — NO PUEDEN LLEVÁRSELA! ¡LIBERENLA DE UNA VEZ! — seguía insistiendo y ordenando casi en manera de súplica mientras Shoto le hacía entender cómo pudiese — no puedes ir tras ella! La matarán si te les acercas —
— no... Aun no... — justo en aquel momento, Bakugo llegaba corriendo, buscando a su antiguo rival de combate que hace minutos había escapado con facilidad. Para cuando llegó, presenció aquel momento en donde Izuku se partía, Shoto aguantaba por no hacerlo y los villanos de a uno entraban al portal creado por Kurogiri, parecían pacientes, en realidad tenían todo el tiempo del mundo si estaban amenazando con desintregar tu cuerpo en cuestión de instantes.
— ESPEREN! — volvió a forcejear el peliverde, siendo testigo de tu secuestro bastante difícil de ver, mientras tanto tus pasos eran lentos y tranquilos. ¿Que más podías hacer? Estabas siendo amenaza y a de admitir de parte tuya que era una muy buena amenaza, aunque no para tí si se trataba de vivir o no, pero sabías que si ibas con ellos, podrías ser libre.
Aquellos tres muchachos que buscaban cierta seguridad tuya, cada uno tomando diferentes caminos y estrategias, veían como te ibas de ellos, tan tranquila y simplemente... Serena, como si fueras de paseo junto con los villanos. Notaron como tu mirada estaba perdida y vacía y tus gestos ya ni existentes se alejaban conforme Shigaraki entraba al portal de espaldas, para mostrarte mejor, como si fuera una burla hacia los demás. De vez en cuando se le escapaba una risilla a ese líder, pero volvía a ponerse serio mientras atravesaba el portal oscuro y morado.
Lo último que vieron fueron tus ojos, como si todos ellos estuvieran en sintonía y decidieran solo fijarse en éstos. Esta vez brillaban fuerte y deslumbrante, pero ese momento fue arrebatado luego de que pasaran por el portal y éste ya desapareciera sin rastro alguno de tí. Shoto perplejo, al darse cuenta de lo ocurrido completamente, soltó levemente al de pecas que ahora ya no se movía, ya no podía, no sentía que había necesidad. Ya no estabas y eso le dolía en exceso.
Parecía un chiste, un mal y agrio chiste, justo cuando las cosas estaban bien, vinieron. Justo cuando parecía ser un increíble día, llegaron ellos y te tomaron como si nada.
Sentía frío en su cuerpo aquel joven de cabellos verdes mientras éstos volaban por la brisa que ahora era ligera y calida. Su boca temblaba mientras quedaba atónito, observando el lugar perplejo. "Simplemente... Se esfumó?"
Entre ese transcurso en el que el chico quedaba preguntándose a sí mismo cosas casi inentendubles para él, el rubio cenizo y el heterocromático, quedaron asombrados, sin nada que decir o hacer, estáticos, ni siquiera un temblor en sus cuerpos, solo sorpresa y leve presión en el pecho, esa que sentían que no iría jamás.
A los minutos, llegó Aizawa con los demás profesores junto con toda su clase.
— Midoriya, Bakugo, Todoroki... Que ocurrió? — corrió hacia ellos, tomando sus vendas alarmante mientras fruncía el ceño, mirando a su alrededor por sí encontraba a algún villano. Ya había estado buscando a todos por un buen tiempo, pero ahora estaba casi completo si no fuera por tu ausencia. — _______... — musitó en un tono ya casi áspero y grave el de cicatriz en el rostro. Su profesor con cierta sorpresa, estremciendose, levantó la vista a verle a su alumno que te nombraba en un tono apagado.
— se la llevaron — contestó rápido el joven bicolor. Al escuchar ello también fue sorpresa para Katsuki y Deku otra vez, como si no les hubiese bastado ver, sinó también oír, como si fuera un segundo golpe duro y frío de realidad. Otra vez los ojos de Izuku se cristalizaron, pero no cayó ni una gota de agua salada, en lo más mínimo, simplemente se limpió con el hombro desnudo y dió media vuelta, topandose con su Sensei también con los ojos abiertos ampliamente al darse cuenta que otra vez se llevaron a uno de sus estudiantes.
Era duro de oír, pero ver... Solo ellos tres lo pudieron hacer.
— nos vamos a la Academia, AHORA! — ordenó firme el pelinegro de estatura alta y comenzaron a partir lo más rápido posible. Algunos entre murmuros y otros simplemente callados, tratando de tragarse la realidad, aunque posiblemente se atragantasen con su nudo en la garganta de la impotencia, tanto como a Bakugo, que miraba al suelo con el ceño fruncido y apretaba los puños, nadie se atrevía a dirigirle la palabra.
Todo el embrollo y la revuelta de pensamientos, lo tenía que resolver él solo mientras daba pasos lentos, lo cual, provocaba que estuviese a lo último.
La mayoría de la clase 1-A se acercaba a Todoroki y Deku a preguntar que había ocurrido durante el transcurso de todo lo ocurrido, la más sorprendida fue Ochaco, casi ni podía modular palabra alguna por tal angustia.
Pronto comenzaría a colorearse el cielo a un tono anaranjado debido a que ya estaba llegando el atardecer y las nubes comenzaban a expandirse de a poco.
Izuku hablaba a duras penas, estaba realmente agotado, aún así deseaba hacer algo por tí pero lo único a lo que pudo responder ante ese impulso, fue caminar un poco rengo y tambaleante con las piernas debiles y los cordones de sus zapatos desatados. "No puedo... Más" mientras caminaba a duras penas y miraba al frente perdidamente, poco a poco lágrimas brotaron de sus ojos mientras apretaba sus labios con el poco esfuerzo que llegaba a tener.
— soy un idiota... —
Todos quienes escuchaban a Shoto explicar cómo podía la situación, pararon de oírlo y éste también se detuvo al hablar para que, cuando ya haya levantado su mirada hacia su compañero de pecas en las mejillas, éste ya estuviera cayendo desmayado. Los cercanos a su cuerpo trataron de tomarlo para que no cayese al suelo y tuviera otro golpe o moretón.
Dentro de él, en sus más puros recuerdos, se dejó llevar con libertad.
...
— Nee~ Nee~ Deku — tu clara voz hizo que abriera sus ojos con atención y cayera en cuenta que estaban en medio del descanso, despues del entrenamiento junto con Aizawa. — A-ah... Si? — reíste al oírlo tan distraído — escuchaste lo que dije? — apoyaste tus manos tus caderas burlona, pero el muchacho bajó la mirada pensativo mientras se enrojecia de la pena — l-lo siento, _____ — y derrotado por su poca atención bajó los hombros, para acto seguido volvieras a lanzar una carcajada y te sentaras a un lado, contra la pared que formaba parte del gimnasio Ganma. — solo me preguntaba cual fue tu primera impresión al conocerme — bajaste la mirada un poco graciosas, riendote de tí misma — bueno... Soy un desastre total las 24 horas así que no se... — apreció curioso, tomándose su tiempo para mirar como pasabas tu mano desde tu frente hasta tu cabello, en dirección hacia detrás con lentitud.
Su negación con la cabeza rápida y nerviosa logró que girarases a verle interesada en su respuesta — n-no! Cuando te ví parecías una especie de... — ahora fue turno del chico bajar la mirada nervioso y mantener sus mejillas rosadas y labios un poco apretados — caballero, de ese tipo de cuentos de hadas en donde salvan a los demás pueblerinos — sonrió entre vergüenza y pena por admitir sus pensamientos la primera vez que te vió, cuando recordó como le salvaste de aquel momento de ser pulverizado por el líder de los villanos, le parecías tan genial en aquel momento de aparición.
Un poco... Sorprendida por esa inesperada respuesta, dejaste caer tu cabeza de lado, sonriendo amigable mientras tomabas lentamente su mano — Aaaay~ suena más lindo que lo mío — te quejaste de mala gana un poco floja, mientras estirabas las piernas y tomabas firme su mano calida y un poco áspera, eso último mostraba los tantos meses de entrenamiento arduo.
— eh? ¿Por qué? — lo pensaste un momento mirando las canchas de tierra enfrente suyo, como el viento levantaba las hojas y el poco polvo del suelo, pero volviste a verle de manera frustrante ante tu siguiente explicación — en el Festival deportivo te ví por la TV, estabas realmente guapo luchando contra tus contrincantes — cerraste tus ojos risueña mientras el empezaba a sonrojarse por lo directo y sin rodeos que explicarte la sitúa — tan lindo~ — murmuraste pero logró escuchar el de pecas que tomaba tu mano firme.
— q-que no soy lindo — miró al lado contrario tuyo, un poco nervioso y decaído. El tacto de tus labios suaves en su mejilla motivó al peliverde a girar a verte sorprendido, observando como soltabas su mano y te levantabas — Nee~ Nee~ que si lo eres — le regañaste relajada mientras dabas una leve risa y él solo contemplaba tu espalda, mientras el viento ayudaba a mover tus cabellos y la larga camisa que no estaba para nada acomodada. Volteaste a ofrecer tu mano para así pudiera levantarse, mientras le sonreías radiante y animada — ahora vamos por helado, me dió hambre~ Nee~ Nee~ —
Por unos segundos quedó perplejo al ver cómo el sol ayudaba a tu brillante gesto feliz y emocionado a verse más único, provocando que los ojos del muchacho, brillaran por un milisegundo, como si pasara una estrella fugaz delante de él, una realmente hermosa. Extendió su brazo, tomando tu mano y jalaste hacia tí, provocando que se levantara mientras caminaban tranquilos tomados de la mano, aunque Izuku se dió cuenta un poco tarde de aquello último y se sonrojo apenado, desviando los ojos a otro lado, tapando su boca con la otra mano libre, ya que la otra no pensaba soltarte, no ahora que se sentía tan cómodo a tu lado...
No ahora que todo estaba tan bien y que era casi impensable que podría pasar algo malo.
...
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Nmms la capturaron... Y ahora k?
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3705 palabras (◎ﾍ◎；)？
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