Lottie estaba tumbada en el sillón viendo la televisión junto con su hermano Louis. Su madre se había ido a un festival o un evento raro que hacían sus hermanas Phoebe y Daisy. Les había costado convencer a su madre para no ir a...a lo que fuera eso. A ninguno de los dos les apetecía ver a unas niñas correteando por ahí con trenzas, moños y algún que otro tutu. Solo era otra exposición ridícula que preparaba la escuela.
Su padre también estaba fuera, como de costumbre, trabajando o de copas con sus amigos, no lo sabían.
-Tengo que hablar contigo -soltó de la nada Louis.
Lottie le miró sorprendida, pues él no solía hablar con tanta seriedad, y si lo hacía, no lo decía de repente. Le preocupó la mirada de su hermano, fija en la televisión, con nerviosismo, como si en cualquier momento el fuera a echar a patadas de casa.
-Claro, qué pasa? -animó.
-No sé por dónde empezar...
En vez de contestar, ella cogió el mando a distancia de la televisión y le bajó el volumen, para que pudiera hablar con normalidad sin ninguna voz anunciando el tiempo de países de la otra punta del mundo.
-Soy homosexual-confesó atravesandola con la mirada. Él siempre miraba a los ojos, era algo que le encantaba de él.
-Yo también -confesó segundos después.