los olvidados del diablo

Reviviendo mi poder.

EMILY POV'

seguimos hablando, todos eran muy agradables, y luz y yo reíamos a carcajadas sin ningún filtro, parecía que nos conociéramos de toda la vida... Los gemelos eran muy geniales, peleaban por cualquier tontería y Daniel era tan engreído que daba mucha risa, Zac y Cat eran muy agradables luego de conocerlos, aunque no rieran Cat mantenía una sonrisa en su rostro mientras Zac los miraba divertidos. Me agradaron mucho.

Sin embargo, no ignore las miradas que se posaban en nosotros, incluso los profesores que pasaban por la cafetería se nos quedaban viendo, todos murmurando sobre la nueva integrante de la inaccesible Manada, algunos me miraban con asombro y otros con rencor, sonreí con suficiencia, es un buen primer día.

-ya vuelvo, buscare algo de comer.- les dije, ellos asintieron y siguieron conversando entre risas, me puse de pie y comencé a caminar a la fila de comida, ya fastidiada de esperar me decidí por una pera y me dirigí de nuevo a la mesa, prometiéndole a la señora que se lo pagaría antes de irme.

Caminando entre las mesas con la frente en alto, ignorando las miradas posadas en mi vi como una chica castaña caminaba a mi dirección con una bandeja llena de lo que parecía lasaña, seguí caminando sin prestarle atención hasta que sentí un impulso que me hizo dar media vuelta y terminar de pie en una silla vacía, justo cuando la bandeja de la chica salía volando y chocaba contra la camisa turquesa de una rubia que parecía teñida que iba a tras de mi junto con una chica morena con camisa rosada, ambas chillaron como locas al ver sus camisas y voltearon a verme enojadas.

"Aja ¿y por que diablos es mi culpa?" Pensé, pero entonces al ver a la chica castaña disculparse con "tiffany" según escuche, entendi completamente su imbecil plan, me iban a encarcelar entre las tres para que la lasaña cayera en mi chaqueta blanca, las mire furiosas de arriba para abajo, la rubia teñida estaba totalmente combinada con una camisa escotada color turquesa y falda del mismo color, unos tacones de como diez centímetros color negro y un bolso nada convencional.

Las otras dos estaban igual a la primera solo que la castaña iba de color morado y la morena de color rosado, los tonos le quedaban bien, debía admitir, pero sus intenciones me mostraban que eran todo menos buenas.

Fingí preocupación. -¡Oh querida! ¿Estas bien?- le pregunte en un fingido tono preocupado mientras ponía una mano en mi pecho dramáticamente.

-¡maldita perra!- me llamo la obviamente oxigenada rubia, por lo menos Alena y yo éramos natural y teníamos más neuronas que esta tipa llena de silicona.

-con todo y placa lindura.- dije poniendo las manos en mi cadera, fulminando la con la mirada, sentí algo extraño por mis venas pero se detuvo al ver a la manada alrededor mío, con una expresión seria.

-¡tiffany! ¡Querida amiga! ¿Como te encuentras?- dijo Cat en un fingido tono amable.

-veo que le hiciste un nuevo retoque a tu guardarropa.- dijo Alena mientras tocaba su barbilla con la mano, en un gesto pensativo.- sin embargo la comida en la ropa paso de moda desde que Lady gaga uso el vestido de carne.-

Tiffany pataleo roja del enojo y me señalo muy cerca de la cara, sin embargo no me inmute ni un poco.

-me las pagaras adoptada, me las pagaras.- dijo echa una furia, entrecerré los ojos al llamarme así, y dije algo que por su mirada sabia que era cierto.

-prefiero ser adoptada y tener una familia que me quiere, a tener unos padres que ni siquiera notan mi existencia.- murmure sabiendo que había escuchado, vi como se ponía pálida para luego pasar a la furia, la cafetería estaba totalmente en silencio, presenciando nuestro lindo encuentro.

Busque a Damian y lo encontre viendo a mi dirección junto a un chico que irónicamente había sido el mismo que se había tropezado en el pasillo, mientras su amigo me miraba con curiosidad Damián parecida divertido.