falta poco.

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Así fueron los dias, la reunión se llevó de maravilla y todos estaban emocionados a más no poder, pero yo ya estaba ansiosa de que todo esto terminara, y empezar con el plan mayor que suponía "gobernar" a los humanos ¿es gracioso cierto? Con tan solo pensarlo es difícil creerlo, pero me dejaba llevar por lo que los demás decían, era mi gente y debía darles lo que esperaban de mi... a costa del sufrimiento de muchas otras personas que estarían en el camino.

Justo ahora me encontraba en el área de entrenamiento destruyendo los obstáculos que habían puesto con mi poder, divirtiendome al ver los negros tentáculos engullirlos como si no fueran nada.

Por que no lo son. Dijo mi compañera.

Fruncí el ceño mientras me acariciaba el abdomen, sintiéndome algo cansada.

-¿Cómo esta el amor de mi vida?- escuche mientras alguien se sentaba a mi lado.

-Luz, no sabes lo deprimente que es que tu me digas eso y no el hombre de mi vida.- murmure sin cambiar mi posicion, ella rie.

-si bueno... es mejor así digo yo.- dijo, voltee a verla.- ninguna distraccion.- se encoge de hombros.

"Oh, no sabes cuantas distracciones" pensé.

-da igual.- dije desanimada. - todo esto parece como una pelicula.-

-si, antes parecía que sería todo complicado, pero Daniel, Jaxon y Zac llevan todo controlado, Alena esta con las relaciones exteriores y Cat entrenando a los que puede, creo que nosotras somos más publicidad que otra cosa.- dice haciendo una mueca.

-yo no quiero eso.- dije ahora molesta. -quiero ser la líder que todos esperan, quiero esto luz...- voltee a verla. -no deseo dejárselo a otra persona, es mi ejército y es mi decisión si seguir o no.-

-lo sabemos, pero también sabemos eres nuestra mejor arma.- dice. -debes estar descansada el día de la batalla.-

- oh, creeme, ese día brillare de furia.- gruñi.

-eso espero amiga.- suspira recostadose de mi estomago, cuando de repente sentí algo parecido a un empujón desde adentro.

-¿pero que diablos?- chille asustada, asustando a Luz quien luego me observo suspicaz.

-¿Qué ocurre?- me pregunto observándome fijamente.

Abrí los ojos algo abochornada, demonios, espero lo deje pasar.

-nada... nada. - intente convencerla mirando hacia otro lado.

Dudo por unos instantes pero luego decidió recostarse de mi muslo, dejándolo pasar, suspire aliviada con lentitud para que no lo notara, ambas absortas en nuestros pensamientos.

-¿Qué harás en navidad con tus padres?- pregunto. Hice una mueca al recordarlo.

-ellos irán a una cena con el alcalde en la ciudad cercana, parece ser que luego habrá una fiesta y eso.- repuse. -me haré la enferma, y espero que ellos me dejen en casa.-

Ella asiente. -¿y no desearías ir?- pregunta.

-en otras circunstancias... creo que si, pero lo que deseo es exterminar a Mirek y a su maldito ejercito, es lo único que quiero.- murmure imaginándome el día en que vea como el destello de la vida abandona los ojos de mirek y su sangre corra por mis manos. - lo único.-

No es lo unico. Contradijo la voz. Necesitas a ese que puso esa criatura dentro de ti.

Maldito sea el día en que Damián llego a mi vida.

O que te obligó estar en la suya.

Dale voz en mi cabeza, sigue poniéndome acertijos sin significado.

los olvidados del diabloWhere stories live. Discover now