los olvidados del diablo

Pero que curioso.

EMILY POV'
Un pequeño espasmo me recorre. Ya es la tercera vez este día, suspiro resignada y me acomodo mas en la silla, justo ahora estoy en el almacén, en la sala de reuniones a oscuras y solo conmigo adentro.

Un proyector me deja ver en la pared la noticia del verano pasado, en donde encontraron a más de cincuenta muertos en Stonehenge , justo una noche antes de que Damián y yo apareciéramos en este pueblo, sin nuestros recuerdos.

Se supone que ese accidente es solo un mito, que en realidad es solo una historia ridícula según la policía pero este blog me muestra lo contrario.

"Parece ser, que estas personas no tienen procedencia, no se sabe de donde son ni quienes son, e intentamos averiguar que era ese polvo oscuro que gobernaba el lugar, sin embargo, nos cuestionamos ¿habrá sido un ritual satánico?"

Es mas que eso dice mi fiera compañera, bufo en respuesta, la punta de mi bota repiquetea en el suelo mientras mis uñas en mal estado siguen sonando encima de la mesa, haciendo un sonido tanto irritante como relajante.

Se preguntaran como supe esta noticia... Pues escuche a mis padres hablar de ello, de inmediato vine aquí sin que me vieran y mande a que investigarán sobre esto, el resultado fue un blog de misterios.

"Quizás no tenga nada que ver conmigo, ni con Damián" me digo a punto de rendirme, sin embargo un presentimiento me dice todo lo contrario.

Tuve que escapar de casa, resulta que después de ese "ataque de pánico" (como lo llamaban mis padres) ellos me dejaron en cuarentena, sin salir y sin hacer nada, sola con su compañía y un montón de regalos además de postres.

-Es su forma de decir que están ahí para mi, sin embargo tengo un ejército que guiar, y que me consientan no entra en mi lista en estos momentos.- Me digo pasando mi mano por el rostro para espabilarme.

Apago el proyector y escondo mi cabeza entre mis brazos, ya mareada por mi cabeza dando vueltas.

Escucho el sonido de la puerta y murmullos detrás de esta, Jaxon y Daniel aparecen algo atemorizados.

-Emily.- me llama Jaxon, levanto la vista cabreada, sin embargo la suavizo al verlos preocupados. -necesitamos tu presencia.-

-¿qué ocurrió?- pregunte incorporándome y acercándome a ellos.

-un chico esta en la entrada, no parece peligroso pero dice que tiene algo para ti.- dice Daniel, frunzo el ceño y me dirijo a la entrada, al llegar a las escaleras que bajan al almacén veo como todos los presentes están observando algo (o alguien) con sumo interés.

-¡atención!- gritó Jaxon. Todos, sin excepción, voltean a mirarme con las manos en la espalda y la postura erguida.

-ya me acostumbre a esto.- digo divertida, sin embargo sigo con el semblante serio, bajo las escaleras con precisión y asiento para que todos sigan en sus actividades.

Estos atienden y siguen en lo suyo, sin embargo noto como algunos están pendientes de quien esta en la entrada de almacén, custodiado por Zac y Nathaniel, uno de mi numeroso clan.

-un niño.- digo un poco sorprendida, no debía pasar los seis años sin embargo algo en su mirada me decía que su alma tenía más años que eso. Me acerco lentamente, con Jaxon y Daniel alertas a cualquier movimiento del sujeto.

Nathaniel me mira con respeto y hace una pequeña reverencia, acompañada de un asentimiento de Zac, quien me mira sin sentimiento alguno plasmado, pero no me interesan en estos momentos, lo único que me importa es ese pequeño ser que tengo al frente.

-mi señora, este... Niño dice tener algo importante para...- empieza Nathaniel, sin embargo la criatura lo detiene.

-que yo sepa puedo hablar por mi solo.- dice este en tono de reproche, sin embargo pegue un brinco al escuchar su voz, no sonaba como la dulce y melodiosa voz de un niño, parecía más como una voz dentro de otra voz, tan grave como si me hablara un hombre de más de 50 años.