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Dejó de respirar gracias a la sonrisa que el alfa más alto le dio. No es como si hubiera esperado a que Ray aceptara a entrar a su casa y pasar un rato juntos, viendo alguna película o hablando sobre cualquier cosa.

El aroma de Ray llenó su casa casi de inmediato, claro que era de esperarse teniendo en cuenta de que Ray es un alfa con un aroma bastante notorio, aunque tratara de ocultarlo siempre quedaba un leve rastro de ese aroma que podía hacer que cualquier omega llegara a la completa locura.

Le ofreció un vaso de agua el cual aceptó con mucho gusto, debe admitir que su mano tembló al sentir como Ray tomaba el vaso que le estaba dando.

—Iré a tomar un baño — murmuró, esperando una respuesta rápida.

—¿Es una invitación para que te acompañe?

No, no era una invitación. Simplemente fue un aviso por parte del alfa más bajo, ya que se le hizo correcto decirle a Ray que tomaría un baño y que se sintiera como en su casa. Al decirle que tomaría un baño se esperó una respuesta como "tomare uno después de ti, pero no creo que tengas ropa de mi talla y dudo que la tuya me quede". Realmente su intención no era hacerle creer a Ray que quería tomar una ducha con el, pero era de esperarse de un alfa pervertido como lo era Ray.

La tensión entre ellos dos se notaba demasiado, a tal grado de que dejaron salir sus feromonas para poner más tenso el momento. Ray tenía una sonrisa juguetona de siempre, y la forma en que estaba sentado lo hacía aún más atractivo, su brazo recargado en el marco del sillón, piernas entre abiertas, sin olvidar que tenía su pie recargado en una de sus rodillas. Su mirada fija en el cuerpo de Eilán, mirándolo como si en cualquier momento fuera a saltar para comérselo entero. Tan solo esa mirada lujuriosa hacia que Eilán se pusiera nervioso por completo, gracias a esa mirada se sentía desnudo pese a tener ropa en su cuerpo.

Ahí sentado, parecía uno de esos alfas millonarios que les gustaban mirar a los omegas por horas y horas y no se cansarían. Lo malo es que Eilán no era un Omega y Ray no era tan millonario que digamos, simplemente eran todo lo opuesto.

—Era una broma, no haré nada que no quieras — se puso de pie y fue hasta donde Eilán estaba parado. Lo tomó por las mejillas y sin más le dio un suave beso en sus labios rosados,— sé que aún no estás listo para dar ese gran paso.

—¿Qué paso?— frunció su ceño confundido.

La mirada inocente de Eilán hizo que Ray pensara mucha cosas, él realmente pensó hasta lo inimaginable solo por esa mirada de Eilán.

—Ve a bañarte, te espetaré aquí.

—Si quieres puedes ir a mi habitación para descansar, es un poco tarde, ¿mañana trabajas?

—De hecho sí, pero puedo mandarle un mensaje al jefe y decirle que llegaré tarde porque me surgió alguna de emergencia — dijo tan naturalmente.

—¿Qué es lo que le dirás?

—Le dire que mi alfa ha entrado en celo y que me quedaré a ayudarlo.

Enterró su cara en el cuello del alfa.—Pervertido, eres un maldito alfa pervertido. Si sigo saliendo contigo me iré por el mal camino.

—Vayamos juntos por el mal camino.

Gimoteó.

—Tú realmente harás que pierda la cabeza — se separó del más alto,— me iré a ahora.

—¿Donde guardas las películas?

—En ese cajón de ahí, están acomodadas por orden alfabético así que no las desacomodes — advirtió,— si lo haces tendré que —

El Cortejo De Los OmegasWhere stories live. Discover now