Capítulo 26

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Camino a paso apresurado y quedamos frente a frente, su estatura es solo una cabeza más alto que yo.

-¡Dime qué esto es real y no es otra pesadilla!

Acaricia mi barbilla con su tentáculo.

-Mi pequeña -al terminar de decir esas palabras las lágrimas inundan mis ojos, lo amo, Offenderman tiene razón. -Lo siento por... -pongo mi dedo índice donde deberían estar sus labios haciéndolo callar.

-Solo bésame y olvidemos todo lo demás -eso fue música para sus oídos, me tomó de la muñeca y me condujo a un cuarto de limpieza, podía hacer lo que quería, pero me lleva ahí.

-Mis hermanos están aquí y esta es la única parte segura -dice leyendo mis pensamientos.

-¿Seguro? ¿Para qué?

-Para esto -aclara mientras hace que mi espalda choque contra la pared, une sus labios con los míos para crear un beso desesperado, gimo, me acerco más a su cuerpo y él entiende, se junta más a mí, yo siento su latente erección chocando contra mi feminidad. Sus besos bajan a mi cuello y yo enrollo mis piernas en su cintura.

-Lo único que nos separan son las telas, ¿Segura qué quieres hacer esto?

-Slendy -jadeo exitada -Tomame.

Arranca mi vestido de un tirón, esto es un sueño todo es posible. Le desato la corbata muy lentamente, sé que me ve con una mirada de súplica para apurarme. Boto la prenda al suelo junto con el saco, él vuelve a mi cuello dejándo pequeñas marcas. Mientras tanto yo sigo torturandolo, ya está desnudo de la cintura para arriba, yo estoy solo en ropa interior, rozo nuestras partes por encima de las telas empezando a moverme arriba a abajo, Slender se detiene de lo que hacía y suelta gemidos roncos.

-¿Por qué me torturas? -me pregunta mientras gime y jadea sin parar.

-Por no visitarme, cariño.

Luego de varios minutos, ya quiero terminar con su castigo, porque siento su masculinidad tan dura que le duele debajo del pantalón. Desabrocho la faja de cuero y los pantalones caen, él suspira de agradecimiento, baja su boxer desesperado. En un dos por tres siento su punta en mi entrada, comienza a trazar círculos en ella antes de penetrarme, grito de placer y él sonríe atacando mis labios nuevamente.

Empezó suave y luego fue subiendo de intensidad, nuestros cuerpos sudorosos chocaban entre sí constantemente, estaba tan cerca y él igual. Sentía como llegaba y todo se descargó junto a Slenderman, uno de los mejores orgasmos de la vida. Luego recuerdo que en ningún momento retiro mi ropa interior, miro y no la tengo puesta.

-Es un sueño, todo es posible -dice mientras besa mi cuello, estoy tan cansada como para responderle. Escuchamos la puerta abrirse, Offenderman esta en el umbral viendonos.

Despierto del sueño y noto que estoy sudando, me doy vuelta en la cama. Ahí está él, mi Slendy, durmiendo a mi lado.

Juntos en la oscuridad *slenderman y tu*Where stories live. Discover now