Juntos en la oscuridad *slenderman y tu*

Capítulo 30

Offenderman se retira y queda un silencio incómodo en la habitación.
-Es nuestra noche, ¿Qué quieres hacer?
-Hay que amarnos lo que queda de ella...

~*~

Nos vemos a los ojos como dos enamorados, lo extrañaré, no quiero olvidarle, solo en pensarlo se me hace un nudo en la garganta. Besa mi frente. Tal vez realmente lo olvide y todo el dolor se vaya, no lo recordaré y seré feliz. Sus besos bajan a mi boca. No aguantaría si no pasara así, no quiero hacerlo, pero no es una opción, me encuentro encerrada en un lugar donde lo que pienso no importa, ellos saben que sucederá y yo soy solo una niña. Ahora se encuentra besando mi clavícula. Quiero seguir sintiendo como besa cada parte de mi cuerpo, como hacemos el amor y cuando me ve, cuando sonríe, bueno algunas cosas es cuando se hace el rostro que me encanta tanto. Besa mis pechos y continúa bajando por mi estómago. Seguro si le cuento a alguien se preguntará "¿Por qué?", es simple la respuesta a ello, quiero ver cuando sonríe, lo que trasmite sus ojos al verme, como arruga su ceño cuando no le gusta algo, no quiero ver solo un rostro blanco, quiero conocer que piensa y besar sus labios cuando menos lo espere, pero está relación no es normal, no puedo volver hacer estas cosas con Slendy, eso me parte el corazón, ya que creo que me encuentro profundamente enamorada de él.

Cuando caigo en la realidad, veo a Slenderman observándome fijamente.

-Deja de pensar en eso y disfruta, quiero pasar la mejor noche contigo...

Vuelve a atacar mis labios en un necesitado beso, en donde le demuestro todo el amor que siento, no sé si lo lograra entender, nos separamos un rato para vernos y él sonríe.

-¿Ya te he dicho lo bella que eres? -me pregunta acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Me sonrojo. Derritiendome con sus palabras.

-Nunca.

-Pues ahora lo digo, me encanta cuando sonríes de la manera que ahora lo estás haciendo. Amo que me abraces y que estés loca -cuando dijo lo último golpee suavemente su hombro.

-¡Oye!

-Lo amo.

Si no fuera porque estemos en este problema, traigo el padre ya y me caso con él. Esta bien si fue muy exagerado.

Besa la punta de mi nariz.

Se quita los pantalones y los tira a algún lugar de la habitación, abre mis piernas y se coloca en mi entrada. Gimo al sentir su miembro ya en mi entrada, eso fue como un sí para él, ya que inmediatamente me penetró. Grité provocando que él se riera en mi oído, sus carcajadas roncas me excitaron más. Me encontraba gimiendo a más no poder y Slender no se quedaba atrás.

Vi cuatro tentáculos y cada uno de ellos me abrazó, tomándome en sus brazos para nunca soltarme... a veces los nunca pueden durar unos cuantos minutos. Sus embestidas eran cada vez más rápidas y yo ya veía las estrellas.
Slenderman dio un grito ronco que se escuchó seguro por toda la casa, yo había llegado al orgasmo unos segundos antes, él puso su peso encima mío, pero no todo. Cuando había decidido darse la vuelta lo sostengo.

-No te salgas de mí, durmamos así -le digo, quiero seguir sintiéndolo dentro, tal vez esta sea la última y quiero que dure.