Juntos en la oscuridad *slenderman y tu*

Capítulo 45

-Tienes que escoger alguno de los dos no te puedes quedar en la calle.
Medito.
-Entonces con 'S'.
-¿'S'? Es Slenderman primor.
-Ya la escuchaste -dice el de traje gris con autoridad.
-¿Seguro que quieres estar con él? ¿No tienes miedo?
Sé muy bien lo que intentaba, todos lo sabíamos, porque cuando él pronunció esas palabras Slenderman suspiró. Intenta ponerme en dudas y escogerlo, pero ya esto está listo.
-Sí, estoy segura.
Veo como Slenderman sonríe... ¿¡Cómo hizo para formar una sonrisa en su rostro!?
-¿Por qué lo escoges a él -dice el sujeto de la rosa con el ceño fruncido ¿¡Otro que cambia su rostro!? Quiero tocarles sus expresiones en este momento y averiguar si son reales o si me di muy duro en la cabeza.
-Por una simple razón... -medito. -Él me cuidó, tuvo la oportunidad para hacerle algo malo y no lo hizo, además se nota que tu no eres de fiar.
-Eso me llega al corazón -se hizo el dolido mientras ponía su mano donde debería tener su corazón, aunque creo que no tiene.
-Ahora vete.
No sé como en un momento a otro le cambió la voz a una más ronca que me daban miedo, vi como se fue su "tío", luego como Slenderman hacia cosas extrañas por mi habitación y creo que también en toda la casa.
-Creo que ya no podrá volver -aclaró seguro de que hizo lo posible para aquello, se sentó en la orilla de mi casa a observarme. Sé quitó los zapatos y se sentó estilo indio, se veía sumamente extraño.
-¿Por qué te ríes? -preguntó él divertido con aire más jovial, en un momento a otro pasó de serio a alegre. Me toqué la nariz con el dedo índice.
-Me da risa verte en esa forma -añadí dejando de tocar mi nariz y señalandolo a él.
-Hey! No pensaba que por mí te reías.
Sonaba herido. Ahora me arrepentía de mis acciones.
-Perdón...
-Tranquila.
Lo volteo a ver y me doy cuenta que él ya está al lado mío en la cama, se aprovechó de mi despiste para estar más cerca de mí, que miedo. Nunca a apartado su vista de mí, me gusta así su rostro, con huecos y sonrisa, parece feliz.
No sé como y porqué, pero termino envuelta en sus brazos, me quedo estática sin saber reaccionar, su agarre es fuerte y poco a poco va aflojandolo.
-Per-d-dón... es que... -intentaba buscar una razón de sus acciones, pero no encontraba una. -simplemente lo necesitaba.
-No importa -digo restandole importancia al asunto, quería que se relajara.
-Es que te he extrañado.
-Lo siento... pero... no te conozco.
Golpe bajo.
Creo que debo cuidar más mis palabras.
-Lo sé, no sé como llegué a pensar que si volvía y te besaba recordarías todo lo que vivimos juntos, lastimosamente no es así.
-No sé que hicimos juntos, pero suena importante.
-¿Quieres intentarlo nuevamente?
-Depende, ¿que debo hacer?
-Únicamente dormir.