Justin's Girl

14. Bomba

— ¡No!—exclamé.

—Deberías pensarlo al…—trato de hacerme razonar Dan.

— ¡No! ¡Y es un no rotundo!—digo. — ¿Enserio Dan? ¿Cómo quieres que acepte? Solo complicaría más las cosas y además, ¿telonera? No estoy lista para algo asi, a mí me encanta cantar pero es diferente dar un concierto. No puedo hacerlo.

—Solo piénsalo…es una gran opción. —me dice.

Sale de mi habitación y al hacerlo cierra la puerta.

Acababa de llegar del aeropuerto, de Cabo, México. Dan me había ido a recoger y habíamos venido a casa, yo contándole sobre lo hermoso que fue la boda y la sorpresa que le hicimos a Adam y a Behati.

Pero no le dije que Justin se apareció por ahí.

No le dije que me besó.

Y no le dije que le rechacé el beso.

Cuando llegamos a casa, él dijo que tenía una propuesta para mí. Que le habían hablado de la disquera y querían que sea la telonera de Justin Bieber en la etapa por Sudamérica. Eso… ¡era una completa locura!

Y sabía a quien se le había ocurrido la idea.

La puerta de mi habitación se abre, esperaba ver de nuevo a Dan pero a quien veo es a Zoen.

—Muévete. —me dice, mientras se tira en mi cama, encima mío. —Que te hagas a un lado.

Me empuja, arrimándome a un extremo.

— ¡Que amable, eh!—le digo, acomodándome mejor, mientras le doy un codazo.

— ¡Mira quién habla de amabilidad! La que no ha llamado desde que se fue a México. ¿Cómo vamos a confiar en que no te olvides de nosotros cuando te vayas a Los Ángeles?

—Sabes que no podría olvidarlos…de todas maneras ustedes no me dejarían.

—Por supuesto que no, Kanter. —me dice él, y con su brazo rodea los míos.

Recuesta su cabeza en el hueco de mi cuello y me comienza a olisquear.

—Hueles bien. —dice.

—Tú no lo haces, amigo. —digo, dándole un empujón.

—Acabo de venir directo desde el entrenamiento. Los chicos iban a venir después de comprar cosas en el supermercado. Te traerán comida…será noche de basura.

— ¡Los amo! ¡Juro que lo hago!—exclamo, y doy palmaditas sin moverme.

Zoen sonríe, aun con su cabeza recostada en mí.

—Ya no tenemos nuestras noches de helado secretas…—dice él, de la nada.

Sonrió con el recuerdo.

—Las extraño—confieso.

—Yo también. —dice él, para mi sorpresa.

Pensé que iba  hacer un comentario más egocéntrico, típico de uno de mis mejores amigos.

— ¿Sabes porque odie a Bieber la primera vez que lo conocí? ¿Cuándo nos lo presentaste?

Me incomodaba hablar de Justin, pero me daba mucha curiosidad.

Zoen desarrollo un odio automático hacia él apenas lo vio, en el partido de hockey que jugamos todos juntos.

— ¿Por qué?—le pregunto.

—Estaba celoso…tengo que admitirlo. Había visto rumores en las noticias de que eras su nueva “amiguita”. Yo no quería que seas la amiga de nadie más, Meggy. Eras nuestra. Siempre había sido asi. No podía compartirte con nadie que no sean esos cuatro idiotas que tenemos como mejores amigos. Tenía miedo que te empezaras a alejar…pero luego me di cuenta que nuestra Meggy Kanter jamás nos dejaría.

—No lo haría. —le digo. —Jamás.

Él toma mi mano y le da un apretón.

—Soy un idiota, Meggy…

—Lo eres, pero asi te amo. Eres Z, mi chico.

—La he hundido…muy en el fondo. Y tengo miedo. —escucho como se quiebra y me asusto.

—Dime que ha pasado. —le digo, con un nudo en la garganta.

—Yo…—hunde más su rostro y se queda asi.

—Vamos, Zoen, puedes decírmelo, sabes que puedes…

—Es eso por lo que te lo digo…sé que puedo decírtelo y que no me vas juzgar ni a decir “te lo dije”:

—Deja de asustarme…y dime. Por favor, te lo ruego.

—Yo…Meggy todo está a punto de cambiar. Yo ya no se siquiera si puedo irme a ese intercambio, no sé nada, mi futuro ha cambiado a niveles increíbles y…

—Dímelo. —le ruego.

Sus brazos me sostienen dándome un abrazo.

—He dejado a una chica embarazada.

Suelta la bomba.

Y está explota.

 

No me odien...

tenía que hacerlo

mañana subo de nuevo, las amo xx