8. Llamadas arregladas

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Le doy un sorbo profundo a la botella de vodka. Siento como el líquido quema hasta llegar a mi estómago, pero estoy tan acostumbrado a ello que ya no importa. Un mix de David Guetta empieza a sonar por los parlantes de la discoteca. Puedo ver a todas las personas que se encuentran en la pista de baile desde aquí.

Me encuentro en la segunda planta de algún club de Los Ángeles, en la zona VIP. Mis amigos alrededor le piden a uno de las mujeres semidesnudas que pasaban atendiendo más botellas.

—Me das tanta pena.

Alzo la vista para ver quien me hablaba.

Hailey se sienta enfrente de mí, lanza su caro bolso a su costado y empieza  buscar en él. Saca un cigarrillo y me ofrece uno, niego con la cabeza. Solo fumaba cuando estaba estresado. Ella se encoge de hombros y se lo lleva a la boca, le da una gran calada y bota todo el humo de una sola exhalada.

— ¿Para qué vienes a un club si vas a ser tan perdedor como siempre?—me pregunta ella.

Que gran mejor amiga tengo.

Para mí era obvia la respuesta.

No quería pensar en ella.

La extrañaba tanto que si no me controlaba era capaz de tomar el primer vuelo de vuelta a Canadá, a su lado. Pero no podía permitírmelo.

Hailey suelta un bufido al no obtener respuesta de mi parte.

—No debí haberte ayudado con esas fotos. —dice negando con la cabeza.

—Hubiese conseguido a alguien más, lo sabes.

Vira sus ojos y arrima todo su rubio cabello hacia un lado para que no la molestara.

—Eres un cobarde, Justin. —me dice ella, directamente.

— ¿Cobarde? La estoy protegiendo, Hailey. Este no es su estilo de vida, es el mío. Las cosas se hubiesen puesto feas con el tiempo y lo sabes. Tu viste todo lo que le hicieron a Selena cuando salíamos…no quiero que ella pase por lo mismo.

—Eso es algo que ella debía decidir. No tú. —me dice ella.

Lo que me dice me recuerda la última conversación que tuve con Megan hace tres semanas. No había vuelto a hablar con ella desde entonces. Intente llamar a su número después de que me colgó pero me sonaba apagado. No lo volví a intentar después de eso.

Me moría por oír nuevas noticias de ella. Quería saber si se encontraba bien, si estaba cumpliendo su promesa, si había logrado continuar. Pero no obtenía mis respuestas y me desesperaba cada vez más.

—Le dije que la iba a proteger…

—Una mierda, Bieber. Y lo sabes. La extrañas más que la mierda, solo que no tienes los pantalones para afrontarlo e ir a buscarla. Sabías que ella no se iba a alejar asi que lo hiciste tú, haciendo las cosas más sencillas. ¿Huir de los problemas es la forma más sencilla para ti no?

Justin's GirlWhere stories live. Discover now