7. Más tweets

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A la mañana siguiente me despierto temprano, el vuelo de Justin debería de haber llegado a las diez de la mañana, pero hubo un retraso y no llegaría hasta la noche. Y eso apestaba completamente.

Necesitaba verlo y hablar con él de todo lo que estaba pensando.

Decirle que tenía mucho miedo, de lo mucho que estaba cambiando mi vida en estos momentos y de lo rápido que lo estaba haciendo. No quería ser el centro de atención de las cámaras, quería tener mi privacidad, y sobre todo no quería que el mundo me odiase solo por ser la novia de Justin Bieber.

Ayer no pude soportarlo más, y entré a Twitter. Tenía más de un millón de notificaciones y era tendencia. ¿Cómo pase de ser una chica normal que solía jugar hockey con sus amigos los fines de semana a ser tendencia mundial? De los tweets que tenía algunos de ellos me mostraban apoyo, defendiéndome de los comentarios negativos. Pero también unos muy malos…diciéndome de todo.

Lo que más me molestaba de ello es que apostaba mi vida a que esas personas ni siquiera sabían cómo era yo. No me conocían y aun asi ya me podían catalogar como una persona asi de falsa y malvada.

Las fotos editadas inevitablemente aparecieron en mi inicio…estas estaban pixeleadas en las partes íntimas. Si yo no conociera mi propio cuerpo podría decir que eran reales. Se veían tan reales.

Cierro el ordenador de un golpe.

—Hola Meggy. —dice Yael, entrando a mi habitación. —Ser famosa es una mierda, ¿no?

—Lo es. —Digo concordando con ella. — ¿Has visto las fotos?

—Sí…también vi la reacción de Justin en las noticias de esta mañana. Él realmente está enamorado de ti, me alegro mucho, los dos son increíbles personas.

—No sé si eso va a ser suficiente…

—Van a estar bien, Meggy. —trata de darme aliento ella.

—Eso espero.

Dan entra a la habitación, lleva en sus manos su teléfono.

— ¿Han creado un plan ustedes dos o algo por el estilo?—me pregunta él.

— ¿Quiénes dos?—pregunto confundida levantándome de la cama, al igual que Yael, ambas no entendíamos nada.

—Justin y tú. Para alejar a la prensa, ¿han creado este teatro?

— ¿De qué teatro hablas?—le pregunto, quitándole el teléfono de sus manos.

En la pantalla del teléfono aparecían tweets.

El primero de ellos era un tweet de Justin.

Realmente el tweet no decía casi nada solo un emoticón de una corona, pero había adjuntado una foto. Abro la foto para poder verla, y siento como la respiración se queda atrapada en mi garganta.

Justin's GirlWhere stories live. Discover now