Justin's Girl

20. A mi manera

Justin

— ¡Ahí está mi chico favorito!—grita Hailey, lazándose sobre mí. Sus brazos rodean mi cuerpo en un abrazo y yo hago lo mismo.

— ¿Cómo estuvo Nueva York?—le pregunto.

Hailey había ido a modelar a la pasarela más importante de la moda del mundo entero.

—Una palabra. Asombroso. —dice, y se sienta a mi lado en el sofá. —Pero no quiero hablar de la Semana de la Moda. Quiero hablar de tu plan, amigo. ¿Has avanzado algo?

—Eso espero. He coordinado con Scooter promoción de la gira en México la próxima semana. Pero necesito tu ayuda. No sé qué más hacer. Te conté lo que pasó en Canadá. Ella parecía...

— ¿Haberte superado?

—Exacto.

—No lo ha hecho—afirma ella.

— ¿Cómo estas tan segura?—le pregunto, confuso.

Como yo lo veía, ella había acabado conmigo. No quería saber nada más de mí.

—Soy una mujer, sé de esas cosas. Cuando ya hemos girado página nos importa una mierda si siquiera siguen existiendo. Pero...ella, amigo, ha estado revisando tu Instagram.

Una sonrisa de oreja a oreja se formó en mis labios. Era sorprendente lo mucho que me alegraba esa simple noticia. Me alegraba el simple hecho de que Megan Kanter haya querido saber de mí.

— ¿Cómo...

—Yo solo estaba en Instagram y me apareció en notificaciones de mis seguidores que le había dado "Me gusta" a una de tus fotos. Al segundo, el "me gusta" ya no estaba. Es obvio que está revisando y se le escapó. Me ha pasado.

—Por algo eres mi mejor amiga, Hailey-pailey.

— ¿Para revisar si tu novia le da "me gusta" de casualidad a tus fotos en Instagram?—pregunta ella, sonriendo.

—Obviamente.

Ella se ríe, mientras saca el teléfono de su bolsillo.

—Estaba pensando en enviarle flores... ¿crees que es una buena idea?—le pregunto.

— ¡NO! Por dios, a veces me avergüenza decir que soy tu maestra. No puedes hacer eso. Ella no puede ni verte en persona, ¿Por qué quisiera tus rosas?

—Para que sepa que me importa, que pienso en ella. Y no serían rosas, creo que hay unas flores especiales para decir "lo siento", o cosas como esas.

—Tú la conoces mejor que yo, pero en mi opinión, lo que creo que ella haría sería mandarlas a la basura.

—Tiene sentido. —opino.

—Tengo una mejor idea. Hay algo que no puede botar a la basura. Y que puede notarlo.

— ¿Qué cosa?

—Los tweets. —Dice con una sonrisa malévola, que me hace estar feliz de tenerla como amiga y no enemiga. —Dame tu teléfono. Y sí, prometo no mandar mensajes en tu nombre a nadie.

La última vez que se lo había prestado, le había enviado un mensaje a Miley Cyrus diciéndole que me la quería follar. Por suerte, ella lo tomó por el lado divertido y no se enojó.

Se lo doy y ella entra a twitter directamente.

— ¿Una canción que te recuerde a ella?—pregunta.

Y no es necesario pensar.

Solo una canción aparece en mi cabeza cuando lo pienso.

—Treasure de Bruno Mars.

Esa había sido la primera canción que cantamos juntos. Después de haberla chantajeado con una fuente ilimitada de dulces, ella había aceptado. Ese día supe más de ella, de su historia. Y dios, supe que ella era para mí en ese segundo. Como si estuviese escrito.

—De acuerdo.

Ella empieza a escribir rápidamente un nuevo tweet. Menciona a Megan, y pega el link de YouTube de la canción en el tweet. Y asi de simple, lo twittea.

Ahora lo ve el resto del mundo.

Las respuestas, los favoritos, los re tweets no tardan en llegar.

—Ella, probablemente, no responda. Pero sabrá que has pensado en ella. Y recordara esa canción, y porque los une.

Realmente esperaba que lo recuerde.

—Pero voy a twittear mas cosas, ya sabes, para que la prensa preste más atención.

— ¿Eres consciente que me aleje de ella porque no quería que tuviese prensa?

—Vas a llevarla a tu gira latinoamericana, créeme, van a tener prensa de sobra.

Y asi lo hizo.

Hailey siguió twiteando, publicando fotos en instagram. Todo sobre nuestra relación.

No tardó en aparecer varias noticias sobre esto, notas de prensa en E! Hailey había obtenido la atención que deseaba.

Mi teléfono empezó a sonar. Era un número desconocido. Probablemente era prensa preguntándome que pasaba. Lo ignoré. Mi teléfono volvió a sonar, era Dan Kanter esta vez.

— ¿Quién es?—pregunta Hailey, curiosa.

—El tío de Megan—respondo y atiendo la llamada. —Hola Dan, ¿Cómo está todo?—pregunto.

— ¿Qué estás haciendo?

Es ella. Puedo saber por el tono de su voz que está enojada. Muy enojada.

—Hola Megan—digo.

Y Hailey sonríe de oreja a oreja al escuchar su nombre, aplaudiendo en su sitio.

—Responde mi pregunta, Justin. ¿Por qué demonios crees que estás haciendo esto? ¿Quieres publicidad para tu gira? No me uses a mí.

—No, Meggy, no es lo que estaba haciendo. Esa es la última cosa en la que estaba pensado. Yo...

—Eres un idiota. Y mira, la única razón por la que voy a continuar con la gira es porque he firmado un contrato. Deja de hacer lo que estás haciendo.

—Escucha, tienes razón. No debí haberte hecho esto. Pero no lo hice por la razón que tú crees. Megan Kanter estoy tratando de recuperarte.

—Pues no lo hagas...Justin hemos intentado varias veces pero creo que la única verdad es que no debemos estar juntos.

— ¿Quién decidió eso?—pregunto, frunciendo el ceño. —Porque yo no lo acepto.

—Tienes que.

—No, Megan. Porque no quiero. Tú eres mi chica. Mia. Sé que hemos pasado por mucho. Sé que lo voy arruinando muchas veces pero lo único que quiero es hacerte feliz. Y no voy a permitir que me sigas alejando.

— ¿Qué...

—Nos vemos en México—digo y cuelgo el teléfono.

Hailey me está observando con la boca abierta.

—Ahora lo haremos a mi manera.