02 | No lo toques si no lo curas

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—¿Se puede ser tan descarado?

—¿Se puede ser tan obvio?

La risa de Shoyo inunda, por breves segundos, todo el autobús hasta que poco a poco va decreciendo mientras que Miya se ocupa de hacer como que no oye más ese timbre escandaloso junto al regaño de Shion.

Enserio, debió haber compartido asiento con Kiyoomi en lugar de con él. Al menos los regaños que recibe del azabache parece que los digiere más a comparación de los de Inunaki aunque no le sorprende. No sabe cómo ni porqué ni mucho menos cuando pero Shion luce exactamente como la materialización de Osamu cuando está molesto con él.

Y, a menos que seas Bokuto, debes ser un ciego para no darte cuenta de que la razón por la que Miya se encuentra cada vez más irritable es debido a Shoyo junto a lo que él le llama tener un coqueteo extramarital con ese armador Argentino en sus narices.

¿Qué pudo haber dicho ese tipo a través de la videollamada que tiene con Shoyo justo ahora para hacerlo romper a carcajadas?

¿Tobio sabe de esto?

Porque si no es así él va a estar encantadísimo de avisarle, por mucho que lo deteste también, solo para tener un poco de diversión a costa de ocasionar una riña menor entre él y Shoyo.

—Baja ese maldito celular —le reprende Shion a su lado, dándole un golpe en la muñeca para detener la trayectoria de su teléfono siendo alzado al querer capturar una buena foto de Shoyo riendo frente a la pantalla de su tableta.

—Auch, ¿pero qué tiene? Solo le voy a tomar una inocente foto —Shion entrecierra los ojos hasta volverlos dos rendijas—. Tsk, le quitas lo divertido a la vida.

—Y tú llenas la mía de completo estrés —Miya hace una mueca, rindiéndose al final, hundiéndose en su asiento completamente frustrado y ofendido. La gran risa de Shoyo decrece pero aún alcanzan a oír pequeños remanentes de un par más.

No es la risa en sí lo que le molesta, incluso si se estuviese riendo de los chistes sin gracia de Bokuto, lo pasaría. A quien no pasa —además de Tobio— es a ese tal Oikawa Tooru. No hay forma de que compagine con alguien como él aunque Shion dice constantemente que posee una actitud de diva tan similar a la suya.

La comparativa, desde luego, tampoco le agrada ni un poco.

No lo conoce personalmente pero gracias a Shoyo es que tiene una idea clara del tipo de persona que es además de que en una ocasión se los presentó —aunque fuera por videollamada— a todo el equipo. Y enserio que no olvida la intensidad de su mirada y el brillo oculto y perverso en sus ojos, como si estuviera satisfecho de sí mismo y de la relación estrecha que tenía con Shoyo.

No le pareció una mala persona pero sí que le pareció una persona muy al pendiente de Shoyo como para categorizarla con una simple amistad. Además de que Shoyo, una vez y estando borracho, terminó por abrirse a él y contarle lo que había sucedido, o estuvo a punto de suceder, con Oikawa Tooru hace bastante tiempo en Brasil, cuando él y Kageyama estuvieron distanciados un tiempo. 

Eso había sido suficiente, suficiente para no querer toparse con él jamás.

Y, sin embargo, había sido el propio Miya quien había decido enviarle esa solicitud de amistad mientras estaba ebrio, a tan solo días después del anuncio público sobre la relación de Shoyo y Tobio. ¿En qué estaba pensando? Desde luego, nunca han hablado a pesar de que se tienen entre contactos añadidos.

—No te duermas que ya vamos a llegar —oye a Shion reprenderle en tanto ve cómo se coloca las orejeras sobre los audífonos y baja el antifaz sobre sus ojos—. ¡Hey! —hace oídos sordos a la segunda advertencia sintiendo una leve sacudida pero Miya se aferra a volverse un tronco humano, encogiéndose aun más en su asiento.

Tatemae 【Haikyuu-SakuAtsu】Where stories live. Discover now