10 | Si por casualidad te arrepientes

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—¿Y ahora qué se supone que ves?

—Se llama "Soy tu dueña"

—¿Y la estás viendo solo?

—Sí. Porque Kiyoomi no está. Kiyoomi se fue. Kiyoomi se escapa de mi vida.

Tooru suelta una carcajada del otro lado de la pantalla.

—Dios, eres casi tan buen elocuente como yo. Casi.

Sí, bueno, puede que Atsumu esté siendo un poco dramático pero la realidad es que esa es la segunda telenovela que ve solo pues Kiyoomi está cada vez más ausente que un padre no queriendo hacerse cargo de sus hijos durante años.

Y no, años no son lo mismo que semanas, pero se siente tan abandonado que ha tenido que recurrir, incluso, a comprarse un maldito dildo porque la sensación de extrañarlo ya abarca en él un deseo terrible de querer recordar cómo se sentía su jodido pene dentro suyo.

Aunque, claro, el sexo es solo una de las cosas que extraña de él.

—¿Sabes? Hace tiempo, creo que ambos dependimos tanto de la aceptación de una persona que no recordábamos lo que se sentía.

—¿Qué cosa?

—Disfrutar de pasar tiempo con alguien.

Hace más de un mes que él y Kiyoomi no lo hacen, pero eso sería algo irrelevante si al menos pasaran la misma cantidad de tiempo juntos como antes lo hacían.

No han discutido.

De hecho, Atsumu no recuerda haber cometido algún error como para hacerlo enfadar como solía hacerlo antes, cuando se la pasaba ignorándolo por días. Y Kiyoomi tampoco se veía enfadado con él ni su tono de voz se oía particularmente disgustado pero sí que había algo que hacía que no lo mirara por más de veinte segundos pues casi enseguida buscaba algo más en lo que prestar atención.

Hace apenas unos meses parecían dos fantasmas desapareciendo al final de los entrenamientos o perdiéndose entre los camerinos para hacer quién-sabe-qué-cosas-ahí. Hace apenas unos meses Miya solía reírse de las desesperadas y frías manos de Kiyoomi luchando con el molesto elástico de sus boxer o con el cuello de su camisa.

Hace apenas unos meses tuvieron toda una persecución en el departamento del azabache luego de que Atsumu olvidara cerrar bien la lavadora, provocando que todo el piso se llenara de espuma y a Kiyoomi casi le diera un infarto, persiguiéndolo por todos lados.

Hace apenas unos meses estaba él corriendo por el Ikea, alejándose con el carrito de compras mientras Kiyoomi solo hacía malabares —a la vez que se enfadaba, según él— intentando alcanzarlo con las compras para colocarlas ahí.

Cocinando la cena.

Sacudiendo los cobertores.

O simplemente devorando sus bocas en el sillón —Atsumu sobre él—, solo porque la película que se encontraban viendo no estaba cumpliendo su tarea de entretenerlos.

Han hecho prácticamente todo juntos.

Sin embargo, parece que esos días tienen una eternidad de haber sucedido. O quizá la ausencia y el abandono se amplifica por el extraño comportamiento que han adoptado ambos.

Porque sí.

No es solo culpa de Kiyoomi el no decir qué le sucede sino también de él por no preguntar. Todo por miedo a recibir una respuesta que no está preparada para oír y digerir o por miedo a que todo eso se acabe tan rápido como un suspiro si llegan a discutir.

Tatemae 【Haikyuu-SakuAtsu】Where stories live. Discover now