14

7.3K 1K 108
                                    

No me asustes de ese modo, temo perderte.

🌸🌸🌸

Solo faltaba una semana y unos días para su cumpleaños. Para tener diecinueve, para poder aceptar como queria la marca en su cuello.

Bueno, que hasta ahora había logrado no tenerla por protección. Aunque sólo había logrado toqueteos en sus anteriores celos.

De ahí en fuera, no había pasado nada.

 —¿Cuando vendrá? —esperaba a su alfa después de llegar de su propio trabajo.

Donde parecía divertido acomodar las cosas de una bodega grande. El mismo trabajo donde lo seguían tratando igual.

—Veamos, son las siete. Debería llegar a... —se quedó quieto.

Sujetándose de la isla de la cocina y respirando profundo ante el dolor intenso que sintió en la parte baja de su abdomen.
Eran como agujas enterrandose, cada vez más profundo. Como si sus entrañas se torcieran.

Se quejó, pasando una de sus manos a la zona para agacharse. La única manera de que disminuyera. Fue donde el calor apareció en su cuerpo, cuando su lobo se inquietó mientras rasgaba sus paredes.

Las lágrimas se acumularon, apretando su quijada y cerrando los ojos. Negando, se supone que debía ser mañana y con síntomas menos dolorosos.

—Du-Duele... —sentía su mundo dar vueltas, el calor adueñarse de su cuerpo. Las punzadas más fuertes.

Intentó gatear, lamentablemente cayó al suelo ante la falta de aire.

Se sentía peor, no parecía un celo como otros. Este era agresivo, lo sabía. No era normal.

Ninguno de los Omegas que conocía le habían dicho que casi se mueren en uno. Siempre dijeron que eran suaves, un poco dolorosos en cuestión de necesitar a alguien pero de ahí no había nada de malo.

Ahora no entendía. Porque su cuerpo dolía, no podía ni avanzar porque más agujas parecían enterrarse. Porque sentía su oxígeno ser arrebatado.

Parpadeo leve, no quería dormirse. No de ese modo, no cuando preocuparía a su alfa.

Al menos intentó seguir despierto con las punzadas cada vez más fuertes, y los temblores en su cuerpo. Siendo conciente del momento donde Sunghoon entró a casa y se acercó a él.

—Dios, ¿estas bien? ¿Que pasa?

 —Sunghoon... —sintió su aliento caliente, su respiración agitada y mejillas rojas.

Su alfa no tardó en levantarlo en brazos obteniendo un quejido.

—Estás ardiendo en fiebre, Sunoo.

—N-No m-me muevas. —susurró cerrando poco a poco sus ojos.

—¿Sunoo?, ¿Sun?, no no. Espera. No te duermas.

[...]

¿Pueden sentir esa preocupación? ¿Cuando no entiendes su ocurre con tu alrededor e intentas aceptar todo?, Sunghoon no sabía que había ocurrido.

No comprendía porque su Omega estaba en el hospital, conectado a varias cosas y respirando más tranquilo. Con su color de piel más blanca.

Respiró profundo, solo quería que Sunoo estuviera bien.

—¿Es pareja del paciente Kim?

—Sí...

—Bien. —el doctor lo miró un momento para extender una pequeña tarjeta. —Visite a esta doctora, ella podrá ayudarle a su pareja. Sobre su estado, ahora está bien. Pero debera quedarse los tres días.

—¿Que le pasó?, digo. Yo solo lo encontré en el suelo e intente ayudarlo pero...

—Escuche, esto solo sucede en pocos Omegas. Lo que tuvo fue un caso de celo agresivo. Es debido a varias cosas, y esa doctora que le recomendé sabe el porqué dependiendo a su situación.

Asintió, al menos sabía que era por culpa del celo. Pero no porque habia reaccionado de ese modo, tan mal.

—Se podrá ir en tres días, que es lo que dura su celo. De ese modo se pasará y no tendrá problemas.

Aceptó lo que dijo y solo tomó una de las manos de Sunoo sentándose a su lado.

El médico se fue, y solo pudo ver la expresión calmada de su Omega, la tranquilidad al dormir con su cabello negro un poco alborotado y ahora sin fiebre.

—Me asustaste. Creí que te perdía, me alegro de que ahora estés bien. Aunque tenga que quedarme en el hospital para verte despertar, voy a esperar.

Sonrió, solo quería verlo sonreír como siempre.

—Te amo bebé, no vuelvas a espantarme de ese modo. No cuando sabes que dependo de ti. Y aunque no me creas ya estaba preocupado antes de llegar.

Quería llorar, verlo ahí en el suelo con sus quejidos bajos y la fiebre. No había sido bueno, no para su corazón.

—Mi lobo estaba alerta y muy inquieto. —suspiró. —Sunoo, no quiero perderte. No tan pronto cariño.
        

Te esperaré, hasta que sonrías.

🌸🌹🌸

Lazo [Sungsun] •Adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora