Prólogo

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Había dulce, miel, naranja y canela. También chocolate, manzana, durazno y hierbas silvestres. Eran al menos unos de los cientos de aromas que podías encontrar al entrar a la Universidad.

Entre alfas, Omegas y betas. Había una relación tranquila, al menos lo que decía la gente o directivos sin tomar en cuenta los riesgos.

 —Quítate. —el empujón del alfa lo hizo tambalear y derramar un poco de su té sobre sus propias prendas.

El problema principal era el acoso a los más extraños, a los alumnos más listos y a veces los más tímidos.

Ese era el caso de Kim Sunoo omega de diecisiete años que a su corta edad vivia del maltrato, considerado uno de los peores betas que alguien podía escoger.

Dije ¿beta?, si bueno. Nadie en realidad sabía que era un Omega. Debido a su aroma extravagante y exótico de flores. No era de agrado al ser puro, un Omega que según su madre no podría tener más de dos hijos.

—¿Kim Sunoo?

—¡Presente! —levantó su mano dando lugar a su asistencia.

El profesor asintió, para terminar de ver a todos y finalmente levantarse de su escritorio analizandolos.

—Es un nuevo año, el primero según recuerdo. Varios piensan que será fácil, pero no. Ya estuvieron aquí tres meses para conocerse y es momento de trabajar.

Tres meses, solo tres y ya era maltratado tanto verbalmente como físicamente por la mayoría.

Pasó su mano por su mejilla jugando con el bolígrafo y haciendo garabatos en su cuaderno.

Recordó a su mamá, ella solía decirle que todo estaría bien. Siempre y cuando no saliera con un alfa mediocre o malo que no lo quiera.

—Ahora, creo que esto será bueno para los Omegas. Pues hoy ingresa un alumno nuevo. Por favor, pasa. Su nombre es Park Sunghoon. Estará con nosotros en Filosofía.

El ruido de pasos, como Sunoo solo
pego su frente a la butaca y  suspiro ante el hambre que tenía desde la mañana porque sus compañeros le quitaron su desayuno.

Paso algo que no quiso, tal vez su Lobito que estaba escondido dentro de él se levantó emocionado, moviendo su colita y saltando.

Sunoo solo olfateo levemente, había algo diferente en el ambiente. Un aroma que le gustaba, el sándalo y café juntos que le llamó la atención.

Abrió sus ojos, observó como un chico tal  vez alfa de sentaba en la parte de adelante.

Incluso se levantó inclinándose por el aroma que le encantaba. El mismo que parecía ser una droga.

—Joven Kim.

Se sentó bien, bajó la mirada observando sus manos y temblando. Tal vez no le gustaba la voz de los alfas. Menos cuando la alzaban.

—Si va a molestar a su compañero este no es lugar, después puede pedirle una cita o hablarle. Pero no en mi clase.

Se sonrojó, cerro sus ojos y sumiso ante el momento no pudo hacer nada. No cuando sus compañeros se burlaban de él en voz baja.

Seguro incluso el alumno nuevo ya lo tenía tachado de raro y acosador.

Quiso llorar, pero como no sabía bien que hacer. Solo tomó su bolígrafo y lo apretó con fuerza. Desquitando su vergüenza con el objeto entre sus dedos.

—¿Estas bien? —oyó una voz que lo tranquilizó un poco. —¿Te sientes mal?

Levantó la mirada, con sus ojos brillosos a punto de llorar. Con el sonrojo en sus mejillas y temblor en su cuerpo.

—Soy Sunghoon, ¿tu eres?

No era correcto hablar en clase, pero poco le importó que su profesor estuviera explicando. Solo abrió sus labios lentamente y con su voz, la misma ligera y suave dejó escapar su nombre.

—Sunoo, mi nombre es Sunoo.

—Oh, Sunoo.Es un lindo nombre. No deberías de hacer que te afecte lo que dijo. Ya sabes, las cosas se malinterpretan.

Entendió, que ese alfa delante suyo con aroma hermoso podría ganarse muy fácilmente su corazón.

—Sunoo. —su nombre se repitió por ambos, el profesor y el alumno nuevo.

Parpadeo confundido ante el llamado, pero solo le puso atención al alfa del aroma peculiar.

—Te hablan...

Uhm, que triste. Y pensar que él le dió su atención.

—Sunoo toma tus cosas y fuera de mi clase. Ahora.

No dijo nada, no miró a nadie más. Solo se levantó tomando sus cosas y sin mirar atrás, o siquiera al alfa atractivo salió del aula para avanzar hacia los sanitarios.

—Demasiado bueno, lo malo es que dura poco. —suspiró, sabía perfectamente que no se fijaría en él.

Nadie se fijaba en lo lindo que era, en sus mejillas o su sonrisa. Nadie, porque todos parecían más odiarlo y tenerle asco.

—Gracias al menos por alegrar a mi lobo y hacerme sentir feliz. —un murmuro que quedaría solo con él.

Lo que las personas no esperan, es el amor verdadero. Porque ya están acostumbradas a las sombras, que si ganan más no les parece real.

 

Mirame, soy el indicado.

🌸🌸🌸

Lazo [Sungsun] •Adaptación•Where stories live. Discover now