Final

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Bésame, porque amo demasiado estar contigo.

🌸🌸🌸

Trabajo, esfuerzo. Momentos donde tuvo que hablar fuerte para obtener un puesto en una empresa digna.

Aunque sea podía presumir de tener una bonita casa, estar casado legalmente con el hombre que amaba aún sabiendo que sus padres estarían más molestos que antes.

Y bueno, ahora no se podía quejar. Solo de sus malestares al despertar, porque no quería despegarse de los brazos fuertes de su pareja.

Porque lo amaba y no quería soltarlo.

 —Sunghoon, no quiero. —se quejó, no le gustaba el aroma fuerte que desprendía la comida.

—Vamos, solo un poco. Si sigues así tendremos que ir al doctor.

—Me da asco, no quiero. —puchereo, no le gustaba la comida con aroma fuerte y desde hace meses ya no quería comer demasiado.

—Cariño, te enfermaras y yo no deseo tenerte en cama.

—En la cama si, solo cuando tú eres el causante. ¿No? —se burló, pero la mirada sería de su esposo le hizo saber que hablaba en serio. —Está bien, solo poquito.

Abrió su boca aceptando la comida y masticando. Dejando que el sabor fuera el mejor, tragando para sonreír ante su mayor que sonrió satisfecho.

Los demás bocados llegaron, y el olor fue parte del pasado cuando lo tomó en su boca y disfrutó de la comida hasta que su platillo estuvo vacío.

—Ahora, ve a ducharte para irnos. —Ambos trabajaban en el mismo lugar, una empresa pequeña que apenas iniciaba.

Obviamente, en diferentes puestos y portando importancias distintas. Sin embargo ambos llegaban juntos.

Suspiró ante el cansancio, podía sonreír por tener a Sunoo como quiso. Feliz en una casa propia y un poco grande, manteniendo un trabajo mientras se volvió su esposo solo por una celebración pequeña.

No fue grande, incluso el anillo pareció ser más caro que el evento. Algo que sus hermanos y padre tuvieron que ver, ya que ellos le habían ayudado a pagar todo.

—Dios, ¡Sunoo! —era tarde, había pasado ya una hora y la mejor forma era gritar el bonito nombre.

Subió las escaleras cruzando el pasillo. Entró a la habitación buscando a su Omega, un momento donde se puso inquieto ante la preocupación que sintió a través del lazo.

—Cariño, ¿Donde estas?

El ruido del baño le dió la respuesta, cuando entró y tuvo miedo ante un Sunoo jadeante sentado en el suelo mientras parecía llorar bajo.

—Bebé, ¿Que ocurre? —lo intentó tomar de sus manos para sacarlo de su escondite.

Cuando creyó lograrlo su menor lo empujó para abrazar casi al inodoro y vomitar entre arcadas fuertes, las que parecían dolorosas ante los quejidos de Sunoo.

—Está bien, estoy aquí. —le acarició la espalda esperando.

Mandando un mensaje a su jefe para decirle que no irían por problemas de salud.

Bueno, parte de su día fue estar al lado de su menor. Quien no paró hasta dos minutos después para volver a lo mismo justo cinco minutos más.

Solo obteniendo sollozos y el brillo de ansiedad en los ojos de Sunoo.

—N-No, n-no pu-puedo. —negó, sus manos pequeñas sujetas a la base del inodoro mientras otra arcada le hacia regresar todo.

Lo que probablemente no tenía en el estómago.

Lazo [Sungsun] •Adaptación•Where stories live. Discover now