Lazo [Sungsun] •Adaptación•

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Sujeta mi cadera, de este modo puedes besarme.

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¿Como explicas ese sentimiento de alegría al ver a tu pareja despertar después de un día entero? ¿Como lo haces cuando solo quieres tomar su mano en esos dos días y sonreír?, no hay una forma de decirlo.

Pero verlo en casa, caminando con cuidado y riendo ante los comentarios que soltaba sobre su trabajo.

Hacer una cita con la doctora que el médico le mencionó fue fácil, decirle a Sunoo que debían ir no tanto. Pero al menos llevarlo fue más fácil.

Se veía bonito, con su cabello esponjoso cayendo sobre sus ojos y portando ese lindo atuendo. Que consistía en una sudadera azul con líneas negras y un pantalón negro.

 —Hola, tengo entendido que ustedes son la pareja que hoy atendere. ¿cierto? —la doctora era una Omega mayor con buen porte.

Sunoo retrocedió casi escondiéndose detrás de su novio. No quería hablar con ella. No sabía ni a que iban.

—Tu debes ser Sunoo, el Omega del que me ocuparé.

—Ho-Hola... —Sunghoon sonrió, tomando a su pareja de los hombros y con esfuerzo colocandolo delante de él. —N-No, no quiero.

—Sunoo, es por tu bien.

Puchereo, no quería estar solo con esa mujer. No si su alfa sería rodeado de varias o varios Omega que estaban en el lugar.

—No tengas miedo, solo hablaremos. Así que, pasa.

Sunghoon dejó un beso en sus labios para dejar otro en su frente soltando sus manos y animandolo a avanzar.

—Entra... —pasó con miedo a la Oficina. Observando el lugar amplio y escritorio. —Toma asiento, ahora vengo.

Obedeció observando él lugar y pasando sus manos por el respaldo de la silla para sentarse algo incómodo.

Que él sepa estaba bien de salud, solo por su celo extraño. Pero estaba bien, no estaba enfermo.

Negó, no era nada malo. ¿O si?

Mientras sus dudas seguían, Sunghoon fue llevado a otro cuarto donde le dijeron que solo se sentara y observara lo que iban hacer. Que escucharía pero no debía decir nada.

Asintió, mirando como Sunoo solo estaba sentadito y confundido.

Esto sería difícil, tal vez más complicado de lo que creyó.

[...]

Dos minutos después, la doctora estaba sentada mirando a Sunoo y sonriendole con confianza.

—Bien, tengo entendido que tienes dieciocho años. Terminarás la Universidad en un mes y no tienes marca.

—Uhum...

—Puedo preguntar, ¿por qué aún no tienes marca cuando ya tienes un alfa a tu lado?

Tembló, ¿estaba mal no tenerla cuando era joven?

—Y-Yo.., estoy esperando a mis diecinueve. Cuando era pequeño me dije que no era bueno atarme a alguien tan joven. Y le prometí a mi mamá que sería hasta los diecinueve.

—Oh, de acuerdo.

Pareció anotar algo para volver a verlo, esta vez respirando profundo y acomodando sus manos en el escritorio.

—De acuerdo, la dinámica va a ser de este modo. Yo preguntaré y solo tendrá que responder con la verdad. Sin olvidar los detalles de lo que pregunte.