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No llores, es tiempo de avanzar.

🌸🌸🌸

 

Sus ojitos hinchados eran muestra de las horas que siguió llorando, ni siquiera su alfa había podido calmar el llanto.

Y ahora, estaba listo para irse con Sunghoon de nuevo a casa, resultaba extraño solo haberse quedado una noche y arruinarlo todo.

 —Sunoo, mirame. —obedeció obteniendo un beso en sus labios. —Cierra tus ojitos.

Fue donde al cerrarlos sintió los dedos de Sunghoon pasar suavemente con algo frío. Como si le ayudará a bajar la hinchazón de ese modo.

—Dime, cariño, ¿prometes no llorar por cosas insignificantes?

—Sunghoon...

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. —el frío desapareció y pudo parpadear sintiendose solo un poco mejor.

Tomó su mano para recoger las maletas y salir del cuarto. Sabiendo que sería la última vez en ese lugar, en estar en esa casa y probablemente siendo lo peor para la familia.

No tardaron en bajar las escaleras y encontrándose a los hermanos de Sunghoon.

 —Sunoo, lo sentimos mucho, no sabíamos que reaccionaría de ese modo mi madre. Sin embargo, sabes que si ambos necesitan apoyo estamos para eso.

El hermano mayor abrazo a Sunghoon y se alejo para apresar esta vez a Sunoo en un abrazo pequeño.

Se alejaron, al menos los hermanos los apoyaban y estarían en lo que fuera difícil.

—Te extrañaré, pero sé donde vives, así que en unos meses o el próximo año iré. ¿De acuerdo? —Eun parecía ser más tranquilo, un alfa comprensivo.

Asintieron, con Sunghoon tomando la mano de Sunoo y avanzando hasta los pasillos de la salida donde el menor sonrió al notar las fotos en la pared.

—Esperen, Sunghoon. Hijo.

El alfa se detuvo, su padre fue quien lo abrazó con una sonrisa orgullosa.

—Sé que tienes un gran futuro, con un Omega lindo a tu lado. No tengo duda de que tendrán una familia y mucho amor. Así que no dudes en llamarme si hay un problema. —esta vez se giró hacia Sunoo. —Sunoo, cuida a mi hijo. A veces suele ser testarudo pero sabe arreglar las cosas. Estoy seguro de que hará todas tus metas realidad. De eso no dudes.

Si, eso era mejor a los gritos de la mujer. La misma que no estaba ahí, y de algún modo ambos agradecían que no les gritara o algo peor.

—Gracias.

—Cuidate mucho.

[...]

Se quejó, se sentía mareado y abochornado en calor. Ni siquiera podía dar un paso por el temblor en sus piernas y el dolor en su abdomen.

Chilló, estaba sosteniéndose de la separación de la sala. En el Departamento de Sunghoon, mientras portaba su pijama suave y cómoda.

El problema es que su celo se había atrasado una semana, y ahora no podía siquiera llamarle a su mayor.

Solo sabía que Sunghoon estaba en su trabajo, debido a que eran vacaciones y quiso aprovechar para ahorrar un poco sus ganancias.

Sus rodillas se doblaron en el piso, provocando un estruendo suave y sus manos fueran directamente a su abdomen intentando masajear.

—M-Me duele... —lloriqueo, a diferencia de sus otros celos, este era más fuerte.

Empezó a gatear hasta la habitación, con su cuerpo ardiendo y la debilidad en sus manos haciéndose presente.

Tan rápido como llegó intentó subirse a la cama para tomar la almohada de Sunghoon y abrazarla. Dejando que el aroma al menos lo calmara un poco.

Había una necesidad en liberarse de sus prendas y tocarse, de la forma más brusca para que pudiera dejar de doler.

—¡Alfa!, solo quiero que me toque. Solo... quiero que me reclame.

Puchereo, no. Debía esperar, aun no era el momento. Debía de ser cuando tenga diecinueve. Si, ahí estaría bien.

No sabía qué hacer, así que optó por tratar de ignorar el calor que se extendía por todo su cuerpo y esperar a que su alfa volviera.
       

Soy tuyo, excepto por un detalle.

🌸🌹🌸

Lazo [Sungsun] •Adaptación•Where stories live. Discover now