Sangre a cambio de sexo

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Jinsu odiaba su preciosa capacidad de olvidar las cosas cada vez que bebía. No era la primera vez que le traía problemas, pero quizás no tan grandes como ese. Victor era tan grande como la incómoda situación que tenía ahora.

Poniendo la cosas desde una perspectiva realista. Su vida ahora dependía de él, más bien sus vidas dependían una de la otra. Y al parecer Victor no tenía intención de morir. Un punto positivo, aunque ahora estaba la parte de qué le pediría a cambio.

Ya por lo menos de seguro no tendría que rogarle por su sangre, él solito se la había dado.

-¿Qué es lo que quieres?- Jin no tenía intenciones de dar  vueltas y menos con Victor.

El humano bufó suavemente y se recargó su rostro sobre el puño cerrado.

-Aparte de tu trabajo…sexo-

-¿What?- a Jinsu casi se le cae la quijada.

-Oíste bien, quiero que sigas trabajando en la compañi…-

-Eso no me importa- el vampiro lo interrumpió alzando la voz, conmocionado- ¿Por qué demonios involucras el sexo en todo esto?-

Victor no pestañeó lentamente.

-Odio que me interrumpan cuando estoy hablando- casi le gruñó.

-Me importa un culo lo que te guste o no, respóndeme la pregunta-

La tensión en el ambiente era tensa. Victor comenzaba a molestarse. Lo poco que había visto de Jinsu antes de descubrir que era un vampiro, era que era alguien tranquilo, de pocas palabras, pero por lo visto era una pantalla. EL chico tenía una cloaca en la boca y sin mencionar el carácter. Ellos no pegaban ni con pegamento extrafuerte. Victor prefería las personas sumisas, calladas, que respondieran si a todas su órdenes, no alguien con quien tenía que contar hasta diez para no estrangularlo en el proceso.

Pero de todo, lo que más le molestaba, era que cada vez que veía ese rostro y ese cuerpo, la rabia que podía tener al escucharlo menguaba rápidamente. Como si fuera un hechizo. Sería un iluso y se mentiría si dijera que el vampiro no era el prototipo de persona que le gustaba. No era una cuestión de si era hombre o mujer, el género no era una cuestión crucial, pero pocas personas podían hacer que se excitara a tal punto de dejar todo de lado.

Maldito vampiro y su aspecto atrayente, seguro que era un truco que aplicaba con todas sus víctimas. Pero primero muerto antes de decirlo en voz alta.

Se inclinó hacia adelante entrelazando los dedos delante de su boca y entrecerró los ojos, enfocando a Jinsu.

-Cállate de una vez y escucha. Mi paciencia se está acabando y estoy seguro que de esto saldremos beneficiados los dos. Soy un hombre de negocios, nunca salgo perdiendo, ni las personas que los hacen conmigo.

Jinsu quiso responder pero se mordió los labios y cruzó los brazos frente a su pecho.

-Bien, oiré que tienes que decir- hizo un puchero inflando sus mejillas.

La ceja de Victor tembló ante este hecho pero fue el único gesto que podía tomarse como que el puchero del chico no le fue indiferente.

-Bien, en primera, te mantendrás en mi empresa. No tienes permiso para desaparecer. Tienes un importante proyecto en tus manos y los que vendrán después. No estoy dispuesto a perder dinero solo porque alguien decidió vaguear-

-Puedes contratar a alguien más para que diseñe- Jinsu probó fuerza, en su propuesta debía haber algo raro, no todo podía ser tan maravilloso como que lo dejara seguir trabajando sabiendo en el estado en que estaban.

Esclavo por equivocación (vampiros)®Where stories live. Discover now