Esclavo de sangre

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Jinsu no podía creerlo. Mientras más hablaba más fácil salían las palabras de su boca delante de toda aquella gente. Había podido exponer todo el proyecto, incluso dando más detalles de los que Victor le había dejado en el libreto, le era fácil dado que él había hecho el trabajo pesado de diseño. Incluso se sorprendió al poder responder una que otra pregunta realizada por una persona. Eso sí, de vez en vez miraba hacia el costado cerciorándose que Victor estuviera allí, sino estuviera le fuera imposible hacerlo.

El problema fue cuando se terminó su parte y todo se quedó en silencio. La sangre se le volvió a bajar a los pies y los temblores comenzaron de nuevo. Sudor frío corrió por su columna. No podía moverse. La idea de que se levantaran y fueran en dirección a él se superpuso a la tranquila de ahora.

No se esperó una mano cálida que se posó en su espalda baja y que al momento comenzó a disipar su estrés. El olor de Victor lo invadió y sintió su calor a su lado. El humano se había detenido y lo tocaba con disimulo por debajo del podio.

No lo miró, simplemente comenzó a hablar su parte y encargarse de responder el resto de las preguntas y terminar con aquella tortura para Jinsu. Al dar sus últimas palabras y agradecer palpó una de sus nalgas sin que nadie se diera cuenta dada la baja iluminación que estaba a su espalda y le indicó que fueran de regreso.

Jinsu tenía las piernas hechas una gelatina por lo que le costó trabajo llegar detrás del escenario. Victor lo agarró del brazo y tiró de él hasta más lejos donde no había personal.

-Lo hiciste bastante bien para la escena que montast...- Victor había comenzado a hablar, pero sus palabras fueron interrumpidas cuando Jinsu se trepó en él como koala de un brinco.

Sus brazos y piernas lo rodearon y el rostro de este quedó enterrado en el hueco de su cuello.

-Lo hice, pude hacerlo- soltaba suspiros de alivio- Pensé que me moría al principio, pero después si pude- había emoción en su voz, aunque sabía que al final había flaqueado, sin embargo no había salido corriendo como una magdalena.

Se enderezó y dejó un sonoro beso en la mejilla de Victor.

-Gracias- esta vez se dejó caer de nuevo sobre su esclavo como si no pudiera más. Victor había tenido que aguantar sus muslos para que este no cayera de nalgas al suelo a pesar de estar abrazado con fuerza por el vampiro- No puedo más, mi resistencia está en cero- se quejó.

Victor cerró los ojos y la vena en su cien palpitó. Esa noche estaba haciendo prácticamente el papel de nana del vampiro, al menos había recibido un beso de agradecimiento y sabía que el mejor plato tocaría más tarde, pero de momento.

Se encaminó más atrás y se sentó en una de las sillas de descanso, Jinsu había cerrado sus ojos relajado contra él como si supiera que estaba seguro en los brazos de Victor, con la guardia completamente baja. Sacó su celular y marcó.

-Luca, todavía tengo cosas que hacer, ven a buscar a Jinsu y llévalo para la casa- fue una orden clara que hizo que Jinsu alzara la cabeza con un puchero.

-¿Tú no vas conmigo?-

-Alguien tiene que encargarse de atender a los invitados ahora que termino la exposición, y ya que uno no está al otro le toca el doble de trabajo- la voz de Victor era grave, mostrándose molesto, pero Jinsu no le hizo caso a eso.

-Entonces no te demores mucho, te estaré esperando- mostró una sonrisa complacida y volvió a recostarse contra él abrazando su cuello con fuerza.

Y contra eso... y esa sonrisa... era difícil protestar. Esta vez Jinsu había ganado por completo. Victor solo le quedó suspirar, esperar a que llegara Luca por el vampiro y contar los minutos que le quedaban para que estos pasaran rápido.

***

Jinsu miraba por fuera de la ventanilla mientras iban de regreso a la casa. Había visto la expresión de Victor cuando Luca había venido por él y estuvo forzado a soltarlo. Su enlace con Victor se estaba volviendo cada vez más fuerte y demasiado rápido. Le preocupaba que su esclavo se volviera tan dependiente que no pudiera separarse de él.

No era que le molestara, pero entonces Victor perdería su esencia. Después lo analizó bien.

-Ese ni matándolo y volviendo a revivir pierde su esencia- se rio

-Dijiste algo- Luca preguntó por encima del hombro desde el asiento del conductor.

-No, nada no te preocupes- Jinsu se dejó caer hacia atrás y cerró los ojos.

Se preguntó cómo debía esperar a Victor. Con ropa o desnudo, quizás con una de sus camisas puestas, eso siempre encendía a los hombres. Se prepararía de antemano, le gustaban los juegos previos y más con los dedos de Victor, pero para eso había tiempo, él quería sentir algo más grande dentro de él. Quizás después de correrse una vez podrían jugar más tranquilos, porque de seguro esa noche no dormirían.

Ya cuando llegara pensaría mejor que hacer, pero de que esa noche tenían fiesta bien húmeda la tendrían.

Despidió a Luca en la entrada del edificio que volvería a recoger a Victor y él entró. Solo no se esperó que al abrir la puerta del apartamento encontrara todo a oscuras como lo habían dejado, aunque la atmósfera era diferente. la puerta de la terraza estaba ligeramente abierta, y no solo eso.

-Speicer- llamó a su perro con cautela cerrando la puerta a su espalda sin hacer mucho ruido.

Todas sus alarmas se activaron y sus ojos comenzaron a cambiar de color. Volvió a llamar a su perro recibiendo un leve gemido desde el baño, seguido como este raspaba la puerta desde adentro.

Jinsu se encaminó hacia allí después de darle una mirada objetiva a la sala buscando algo anormal y se acercó al baño de esa planta abriéndola. Dentro encontró a Speicer que se notaba sumamente alterado y con todo el pelaje del lomo erizado.

Primero saltó de emoción al verlo para después ponerse alerta y gruñir. Jinsu reaccionó y alzando la mirada vio por el reflejo del cristal de la ducha algo que venía en dirección a él para atacarlo.

Rápidamente se agachó esquivando el ataque que rozó su un abriendo su piel y lo que fuera se estrelló contra el vidrio astillándolo con un fuerte sonido. Jinsu agarró al perro y saltó hacia atrás poniendo distancia. Podía sentir como los hilos de sangre corrían por su espalda.

-¿Qué demonios?- gruñó dejando al familiar a su lado que gruñía en alerta en dirección al atacante. Parecía que saltaría en cualquier momento para protegerlo, aun cuando no tenía sus colmillos y se estaba recuperando.

Jinsu no se quedó atrás, había notado la atmósfera ofensiva de su atacante. Había entrado en la casa y definitivamente su objetivo era él. Por lo que tenía que encargarse de quien fuera antes que llegara Victor y estuviera en peligro. Así que desenfundó tantos sus colmillos como sus garras y dejó que las venas rodearan sus orbes completamente rojos.

De dentro del baño se escuchó un estruendo debido a los vidrios y alguien comenzó a caminar saliendo en medio de la oscuridad. Jinsu se quedó con la boca abierta. No solo por hecho que reconoció quien era esa persona... sino porque el olor que la envolvía era extrañamente familiar, sino porque eso significaba una cosa... que un humano oliera así significaba que se había convertido en el esclavo de un vampiro.

Jinsu tragó en seco.

-¿Qué has hecho Iris?- se esperó a cualquier menos a la ex prometida de Victor. 

Esclavo por equivocación (vampiros)®Where stories live. Discover now