Capitulo 9: Recuerdos Bajo el Agua.

78 4 0
                                    

Estaba sentada en el estúpido auto escuchando una estúpida emisora radial en la que hablaban acerca de estúpidas rupturas en la estúpida secundaria. El día se tornaba cada vez más aburrido y las horas pasaban lentamente. Pero se me ocurrió una genial idea, y estaba segura que así mataria el tiempo.
.....
Estacioné en frente de una hermosa casa a casi 30 minutos de la ciudad. La entrada estaba rodeada por rejas negras donde se podía observar una gran casa color tierra, baje del carro y me dirigí hacia la entrada. Me gustaría ver lo que había dentro. Mire hacia los costados y no había absolutamente nadie ya que las demás casas estabas muy separadas de esta. Comencé a trepar la reja hasta llegar arriba y me coloque en el pequeño espacio de un muro que sostenía la reja, salte hacia el otro lado y en menos de 1 minuto ya estaba dentro de la propiedad. Camine rápidamente hacia la puerta principal y trate de buscar la llave en algún lugar, levanté el tapete negro y encontré lo que buscaba. Abrí cuidadosamente la puerta y mis ojos quedaron en shock al ver aquel grande recibidor-la casa es inmensa-. Cerré la puerta y mis ojos fueron directamente hacia la amplia sala que tenía enormes mamparas que daban hacia el exterior en donde una hermosa piscina adornaba perfectamente el jardín.
-Woww.. felicidades Amanda por tu nueva y bella casa.- mi voz sonó por toda la casa que sólo tenía muebles instalados, mas no la decoración.
Caminé hacia la cocina, era de color blanco y negro tenia una pequeña isla en la cual estaba el fregadero, unas sillas blancas la adornaban y al otro lado había una especie de pequeño salón en el cual había una pequeña mesa y unos sillones, un televisor colgaba desde una pared. Segui caminando por la primera planta donde entre al escritorio y a otros cuartos mas que estaban vacios con solo unos pocos muebles. Subí hacia el segundo piso y comencé a entrar a cada cuarto hasta que llegué a uno mas espacioso que los demas. Me eche en la gran cama, estaba fenomenal. El baño era extraordinario la ducha era mas grande que mi armario y la bañera, era perfecta. Abri una puerta que me llevo hacia un balcón y pude ver el inmenso jardín y la piscina en medio, gire mis ojos al ver unas toallas que estaban encima de la bañera. Mi mente comenzó analizar lo que estaba pensado.
Baje rápidamente con las toallas en mano y me dirigi hacia el jardín. Coloque las toallas en la pequeña mesa que estaba a un lado de la piscina. Comencé a quitarme la ropa rápidamente, el frio me congelaría. Cuando me quede en ropa interior camine rápidamente hacia el borde de la piscina y sin dudarlo un segundo más, me tiré. El agua no estaba tan fría, seguro era temperada. Salí a la superficie y cerre los ojos, haciendo que una risa saliera de mi boca. Solo me reía y no sabia porque.
🔹
-El agua esta genial, y si no me equivoco es más de medianoche.-Fred trataba de convencerme que me metiera junto con el, pero no quería, hacia demasiado frio.
-Ya te dije que aun asi el agua este caliente no me....-no pude terminar la oración porque sentí como el agua llegaba a cada parte de mi cuerpo. Saque mi cabeza al exterior y Fred se acerco a mi.
-¿Aun asi te bese?.- no dude en tirarle agua en la cara.
-Eres un maldito bastardo.-mis piernas estaban alrededor de su cintura y el tenia sus brazos fijamente en mi cintura.
-Un maldito bastardo que muere por besarte.- sus labios tocaron los míos.
🔹
Abrí los ojos y me di cuenta que estaba debajo del agua, subí a la superficie otra vez y mire a mi alrededor con una pizca de esperanza en ver a Fred. Salí de la piscina y el frio hacía temblar todo mi cuerpo. Me cubri rápidamente con las toallas recogiendo mi ropa y subi hacia el cuarto principal, entre al baño y las lagrimas comenzaron a salir apresuradamente de mis ojos.
-¡Dime por qué mierda no puedes dejame en paz!.-mi respiración comenzó acelerarse mientras mis ojos miraban alrededor. -Solo quiero olvidarte Fred, pero no puedo...seria como matarte en mi memoria y tu... tu nunca moriras para mi.- mi cuerpo iba cayendo lentamente hacia el piso sentándome en un rincón del baño.
No se cuanto tiempo habrá pasado exactamente, pero me encontraba sentada otra vez en el asiento del auto fumando un cigarrillo. Mis ojos seguían rojos cuando me mire por el espejo retrovisor. De casualidad mire mi celular y eran mas de las 4 de la tarde.
-¡Mierda!.- me había olvidado de Fredster.
Maneje la media hora de vuelta a la veterinaria y ahí estaba Mi pedacito de alegría.
-Vengo por Fredster- le dije a la señorita entregándole el papel que me dieron para recogerlo.
-En un momento se lo traigo- dijo después de ver el papel-Aquí esta, este pequeñín- me lo entrego, estaba limpio, olía bien y tenía una cinta de color azul atada en el cuello.
-Gracias, chau- me despedí y salimos del lugar.
Bien ahora no se que hacer, me siento tan sola, no tengo apetito, no tengo ganas de nada. Lo único que quería era seguir llorando a pesar de haberme descargado en casa de Amanda. Por mas que lo intente nunca podré seguir adelante, sin importar el esfuerzo que haga seguiré estancada en este agujero negro.
Freddie siempre estará en mi mente y nunca podrá salir. Me rompe la idea de que jamás podremos tener la oportunidad de hacer lo que siempre quisimos, estar juntos toda la vida y jamás separarnos.
De un momento a otro ya había llegado a mi departamento entre y alimente a Fredster, yo no tenía apetito así que me pase de frente por la cocina y me metí a mi dormitorio.
Pasaron alrededor de 20 minutos desde que llegue y escuche el sonido de mi celular. Vi la pantalla y era un numero de usa, conteste rápidamente.
-¿Hola?
-¡¡Thea!!, soy Joe
-¿Joe?, después de tiempo, no sabes cuanto te extraño, los extraño a todos.-Joe era parte de nuestro grupo de amigos, uno de los más cercanos a Fred.
-Theaa, no sabes lo que te extrañamos nosotros, ¿como estas? ¿Como están las cosas allá?
-No tan bien que digamos, me siento sola y aburrida- dije haciendo un puchero
-Apuesto a que en este momento estas haciendo esos pucheros que solías hacer para salirte con la tuya o para quejarte.-en ese momento comencé a reír, me conocía bastante.
-No hablemos de mi, no hay mucho que contar, cuéntame, ¿como vas con Kate?
-Bien, pudimos solucionar el problema; ahora que te has ido, esta mas tranquila- Cuando Fred murió, Joe y yo nos unimos mucho mas y Kate, su novia, pensaba que entre nosotros había algo más que amistad, lo cual era imposible.
-Que bueno que por fin puedan estar tranquilos, ¿como están los demás?
-Están bien, Dannie seguro te llamara en estos días, te extraña bastante, todos lo hacemos.-me quede un momento en silencio.
-Y no saben cuanto los extraño yo-comencé a soltar unas ligeras lagrimas, el no decía nada así que aumente el sonido de voz- ¿sabes? No ah sido fácil para mi hacer todo este cambio ah sido la decisión más difícil que haya tomado nunca, pero tenía que hacerlo...
-Basta Thea, se como estas sufriendo en estos momentos, yo tampoco puedo sacarlo de mi cabeza, se que es difícil, pero por favor deja de culparte, paso porque tenía que pasar ¿entiendes? Te lo hemos dicho todos ¿cuando lo entenderás?-sonaba un poco a un regaño, pero lo que decía era cierto, me lo dijeron mis padres, mis amigos, el psiquiatra y todo el bendito mundo.
-Lo sé- dije suspirando, el era una de las pocas personas que podían tranquilizarme y por las cuales yo daría mi vida.
-Thea, tengo que irme, mañana tengo clases, supongo que ahí esta anocheciendo, aquí es media noche. Cuídate, te llamare pronto. No hagas alguna locura de la cual te arrepientas mas tarde, te queremos mucho no lo olvides ¿si?
-Esta bien Joe, cuídate mucho por favor, los quiero y mándales saludos.

Beginning Again (H.S)Where stories live. Discover now