Nadie puede... [KHR]

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Los pasos de Gaen lograban hacer eco en la soledad del Instituto Namimori, mientras los pasillos y oscuros solo lograban dar una sensación de terror al ambiente.

Finalmente llegó hasta su destino, las letras rezaban comité de disciplina, la nube de Delta extendió su mano hasta la puerta corrediza. Un movimiento lento y sin prisa abrió la puerta, bajo la atenta mirada del presidente del comité.

Sus dos manos viajaron hasta los lados de sus cabeza, mostrando el vacío en ellas.

Hibari frunció el ceño ante la aparición de un extraño en los terrenos de su amado espacio, la persona frente a él le recordaba de alguna manera a los emos, pero nada de su vestimenta era negra.

Jeans blancos, blusa de mangas blancas, un chaleco jersey del mismo color que casi no llegaba a notarse, una gabardina larga blanca.

Sus botas también eran blancas.

De todo lo blanco en su persona, lo que no era de aquel color neutro, eran sus ojos color rosa pastel; además de su cabello castaño semi-rojizo.

—Debes ser Hibari Kyoya— Gaen habló, voz ligeramente suave y sin alzar demasiado el tono.

Todo en ella denotaba pereza, casi como si se hubiera visto en la obligación de ir hasta ese lugar.

—He venido en nombre de la Alianza— Sus manos lentamente volvieron a bajar a sus costados. —A partir de ahora, serás puesto a prueba—

Aquello encendió una pequeña chispa de curiosidad y molestia en él de inmediato.

—Esto es solo un saludo... No tengo las intenciones ni las ganas de causar un desastre aquí— En medio de su pequeña explicación llevó una de sus manos hasta su bolsillo, sacando una pequeña caja.

Con poca pero suficiente fuerza y precisión, logró lanzarla hasta la mesa de Hibari, el de cabellos azabache miró la caja con desconfianza.

—Anillo— Murmuró al ver su contenido, lo que parecía ser un anillo se mostró ante el.

Gaen parpadeó y bostezó.

—Eso es solo la mitad— Su otra mano entro en su bolsillo derecho, sacando otra caja idéntica a la que había lanzado.

Ella la abrió delante de él, revelando la otra mitad del anillo, siendo está la parte superior del dibujo tallado de la nube.

—Esto se llama anillo Vongola y será tuyo en un futuro— Gaen cerró la cajita nuevamente. —Solo si demuestras ser lo suficiente para portarlo—

—¿Por qué debería demostrar ser digno de algo como esto?— La pregunta de Hibari causo que Gaen hiciera una pequeña mueca.

—Has llamado la atención de alguien... sumamente importante, por lo que— La de ojos rosados metió la caja en el bolsillo de su gabardina. —Debí anotar lo que Shion dijo que diría—

Gaen notó como el entrecejo de Hibari no cambiaba de estar ligeramente arrugado, suspirando ella golpeó varias veces si frente con la palma de su mano, como si esto activará un interruptor para su memoria.

—Nuestro Jefe ha intentado tenerte por métodos poco productivos, has llamado su atención hasta el punto de que no puede pensar en nuestra familia sin tí, de manera que decidimos probarte— Explicó con un poco más de ánimos, Gaen sonrió. —Si pasas las pruebas, obtienes la otra mitad del anillo y podrás enfrentarte a personas más poderosas que nosotros—

Estudiar a Hibari Kyoya no había sido difícil para nadie, aunque la mayor parte de su pasado fuera un misterio, lo disponible decía mucho sobre él.