VI

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Adelheid bufó molesta ante la situación plantada frente a ella, aún no sabía cómo Rokudo Mukuro y Julie se habían logrado una amistad relativamente buena.

El mundo se acabará pronto... Byakuran se pondrá celoso si se entera—  La de cabellos negros buscó con su mirada algo que pudiera usar de entretenimiento.

Se encontraba en la sala que había conseguido de la escuela para su comité de liquidación, tomó una revista de la mesa, parecía hablar de cosméticos y cosas para el cuidado del hogar.

Comenzó a pasar página tras página ignorando el reciente juego de ajedrez sumado al hecho de que bebían alcohol a temprana hora del día.

Cuando Enma y Tsuna salgan de clases los llevaré a comprar...— Susurró mirando atentamente una especie de máquina que hacía fideos caseros.

Marcó la hoja con un pequeño click y observo de reojo a sus dos acompañantes.

Ese alfil...— Murmuró mirando a Julie mover el alfil en contra del caballo de Mukuro.

El ilusionista rió y después de la jugada de Katō, utilizó su reina para comer su alfil y hacer jaque.

¿Quieres perder de nuevo Katō?— Cuestionó burlón la piña.

Preferiria no perder contra ti de nuevo...— El mafioso bufó y movió su peón.

Kufufufu~, temo que eso sea lo único que consigas— Mukuro arrasó con su peón.

Si solo no fueras... Ugh, de solo pensarlo me dan náuseas— Adel presto atención a las palabras de su compañero.

Julie, ten más respetó— Regaño la de cabellos negros. —Oh, Mukuro... ¿No deberías estar en Kokuyo? Pensé que Kanzai era un problema—

—Mmm... Hace tres días Tsunayoshi-kun se encargó de ella, su órganos fueron donados a una organización de donantes en Latinoamérica— Respondió tomando su torre y marcando un jaque mate.

Al menos su cuerpo podrá ser usado para bien... ¿Y que hay de la chica? ¿Era Kozuki?— Adel bajó la revista.

Si... Esa fue enviada como regalo a la alianza, dijo que sería lindo añadir su nombre a los regalos que le daría a sus enemigos en los años venideros— Julie frunció el ceño e intentó saber en dónde se había equivocado para perder de aquella manera.

Ya veo... ¿Acaso eso fue lo que Yamamoto entregó en Narita hace tres días? — Mukuro asintió algo sorprendido.

Kufufufu~, ¿él te lo dijo?— Cuestionó.

En realidad fue Yabuki, después de todo... Los diez puestos deben estar concientes de cualquier movimiento— Adel volvió su vista a la revista, encontrándose con un par de palillos de madera con diseño de pequeñas rosas.

Querida número nueve... ¿Participaras en un mes en la próxima reunión?— Cuestionó curioso y con una sonrisa.

Mientras Enma y Tsunayoshi esten presentes...— Julie suspiró al ver que esa conversación ya no le concernia a él.

Hizo una reverencia y salió de aquella sala.

»«

Tsunayoshi a veces pensaba que la hermana de Ryohei era molesta, mucho más de lo que era Haru, pero a la castaña podía perdonarla ya que no estudiaban en el mismo lugar.

Nadie puede... [KHR]Where stories live. Discover now