Dos Cielos [XiXian] [WangXian]

Despierta

Notas iniciales:

Oh dios, si no me lo dicen no me doy cuenta... Lamento tanta angustia, les juro que no era mi intención. Voy a actualizar la etiqueta de advertencia ＼(º □ º l|l)/

Este... el capítulo me quedó muy largo, iba a ser todavía más largo, pero mejor pondré la otra parte en el siguiente jeje

Y gracias por seguirme y tenerme paciencia, he estado bastante ocupada con el trabajo. Intentaré retomar mi ritmo semanal φ(。。)

Aclaraciones:

Ofrezco una disculpa si he omitido aclarar algo o lo describí muy superficialmente, si estás leyendo esto desde un traductor es probable que el español tenga complicaciones para traducirse correctamente. Quiero aclarar lo siguiente:

• No todos los Emperadores son bendecidos, esto lo decide Vian hasta su coronación. De hecho, es sumamente raro que algún Emperador sea bendecido.

• Todas las Emperatrices son bendecidas para evitar que la descendencia Lan se acabe.

• Si el Emperador fue bendecido, se forma un vínculo especial entre ambos Emperadores, si no, el matrimonio es normal.

• Al perder una bendición esta no desaparece de inmediato, tarda algunos meses en disiparse por completo.

• La bendición no puede quebrantarse (es de un Dios). Lo que hacía diferente a Lan Xichen y Wei Wuxian era que Wei Wuxian tenía una bendición "defectuosa" y por su vínculo con Lan Xichen provocaba ciertos desperfectos en él.

• Padre biológico de JingYi: 100% Lan Zhan. Padre biológico de Sizhui: 100% Lan Huan. Claro que, después de todo el rollo que se formó, WWX terminó educando a ambos niños para que consideraran a los dos como sus padres en todo sentido de la palabra. Cuando dicen "papá" se refieren a Lan Huan, cuando dicen "padre" se refieren a Lan Zhan (¿por qué ese orden? Lancé una moneda al aire).

Flashback 5:

En medio del festín de celebración, un joven de ojos plata y ropas ostentosas se acercó al segundo jade —Míralos, beben, comen y vuelven a beber... yo debería estar ahí, debería reír junto a ellos, pero cada que me acerco se callan.

Sus túnicas eran negras con detalles dorados y con los emblemas característicos del príncipe heredero (un círculo de nubes doradas girando hacia el oeste) bordados en los hombros y al frente. Una discreta forma de decir que, aunque el compromiso todavía no era formalizado, pertenecía al futuro Emperador.

—Eres la Emperatriz —Lan Wangji apenas le dirigió una mirada. Seguía sentado, recto y elegante. Estar ahí era una obligación, alguien de la familia principal Lan debía estar presente; Lan Qiren estaba hablando con los reyes y su hermano seguía inconsciente.

—¡Estoy vivo! Deberían dejarme festejar también —Wei Wuxian apretó las túnicas que le habían obligado a ponerse, tan rectas y pesadas como un gobernante debía vestir, tan rectas y pesadas como la carga que habían puesto sobre sus hombros.

Lan Wangji no respondió, su mirada seguía fija en los soldados que comenzaban a cantar.

—Lan Zhan —Wei Wuxian tampoco volteó hacia el jade, su sonrisa era hueca —Lan Xichen... va a despertar ¿verdad? No podría permitirme perder dos prometidos el mismo año... Dirían que tengo una especie de maldición encima.

Lan Xichen se había arriesgado demasiado en salvarlo, ¿para qué? Su propósito había sido cumplido, era mejor ser recordado como un héroe que como una Emperatriz.