Los deseos de las estrellas | one shots edser y hanker

la furia de las estrellas; edser

He terminado el bölüm 20 tan enfadada con Selin que me he desahogado. Aquí tenéis mi idea de lo que tendría que pasar cuando Eda se entere de que ha sido ella quien ha cambiado la dirección del restaurante para que no viera a Serkan.

Quiero decir que estoy totalmente en contra de insultos como "zorra", "cerda", "hija de puta" y variados, sobre todo, entre mujeres. Porque nos deberíamos respetar más entre nosotras. Sin embargo, Selin saca lo peor de mí.

Que conste que no es algo que yo utilizaría para referirme a nadie en la vida real y que esto es ficción, por si acaso.

Y ahora sí, disfruten bbys ✨

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Si había algo que Eda Yıldız odiaba es que jugaran con ella y con sus sentimientos.
Y Selin acababa de cruzar la línea en eso.

La noche del desfile, Serkan la había asegurado que quería cenar con ella, que la iba a esperar en el restaurante. Y Eda había ido con toda la ilusión, confiada de dar un pasito más en el intento de arreglar su relación.
Pero él no estaba.
O al menos, eso parecía.

Se fue a casa destrozada, con un dolor agudo en el pecho y el corazón un poco más roto que el día anterior. Sin embargo, Serkan estaba en su puerta, apoyado en el coche, con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

–¿Cómo te atreves a presentarte aquí después de dejarme tirada en el restaurante? –Le gritó, plantándose frente a él y dándole un puñetazo en el pecho.

–¿Yo dejarte plantada a ti? ¡Llevo más de dos horas esperándote! ¡Y vengo aquí, a hablar contigo, y me encuentro con la sorpresa de que no estás! –Respondió él, alzando también la voz.

Eda alzó una ceja y le miró, todavía furiosa.

–¿De qué estas hablando, Serkan?

–De que he sido un estúpido por creer que podría volver a ganarme tu confianza.
Lucharía todos los días de mi vida por ti, pero no voy a presionarte a algo que no quieres.
Lo he captado.
No me necesitas, no me aceptas y no me quieres en tu vida.
Está bien. Lidiaré con ello.
Aunque me habría gustado que me lo hubieras dejado algo más claro cuando te he invitado a cenar.

–¿Te rindes?

–No existirá momento en mi vida en el que no te ame, Eda Yıldız. Espero que tengas eso claro. Pero no puedo hundirme más ilusionándome por un futuro contigo que no va a llegar nunca.

–Y todo esto lo has pensando, ¿cuándo exactamente? –Preguntó Eda, conteniendo la voz de gritarle de nuevo porque estaba siendo un cabezota y la estaba enfadando más.

–Mientras te esperaba, rodeado de parejas cenando entre velas, mirando el anillo que me has devuelto y toda mi galería de fotos llena de ti.

Había algo en la seriedad y la firmeza con la que Serkan hablaba de sus sentimientos por ella y de todo lo que la rodeaba que la ponía los pelos de punta y la aceleraba el corazón cada vez. Y deseaba pegarle para que abriera los ojos, o besarle y hacerle ver la realidad.

–¿Dónde has estado tú, Serkan? Porque yo he ido al restaurante que decía la nota y no estabas. Y te he esperado, y he llorado por ti, pensando que me habías olvidado.

–No puede ser. ¿Estábamos en mesas distintas?

–Estábamos en sitios distintos –Le corrigió ella, intentando recordar qué había hecho con el sobre desde que Serkan se lo había dado.

–No entiendo nada. Eda, te lo juro. Te he estado esperando. Esperaría por ti los miles de años que espera el universo para que se creen las estrellas.