Crónica 22: Revelaciones

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Dentro reinaba la oscuridad. Varios haz de luz se filtraban por los arcaicos cristales que formaban las ventanas, brindando un toque tétrico y demacrado al castillo. Las puertas de entrada, decoradas con una fina y pequeña capa de polvo, se abrieron de par en par con un chirrido extenso y ruidoso.


El visitante iluminó las paredes de la construcción con las llamas de sus manos, observando meticulosamente cualquier rincón y detalle, manteniendo su guardia en alto.


El hall del infernal castillo era muy similar a una mansión. Banderas rojas desgastadas y rotas colgaban de las paredes, rompiendo la gama de color negro y grises que llenaban la entrada. En el medio de todo había una fuente, con la curiosa característica que estaba hecha de calaveras y huesos, llena de agua rosácea que a Daniel le recordó al famoso Mar Rojo que se encontraba entre África y Asia.


Observó dos escaleras que ocupaban tanto izquierda como derecha, separándose para terminar guiando un único camino. Tras subir, observó que el pasillo era más largo de lo que pensaba, y estaba decorado con una alfombra de elegante calidad y diseño, al contrario que el piso de abajo el cual era de frío mármol, o cual sea el material del que estaba hecho.


Visualizó una puerta hecha de madera a lo lejos del pasillo. Para su mínima sorpresa, estaba entreabierta, por lo que apenas llegó la derribó de una patada mandándola a volar; aterrizando a las espaldas de un silueta negra.


- ¿Era realmente necesario esa acción? Simplemente podrías haber tocado y abrirla con delicadeza.


El muchacho no dijo nada ante la declaración. Sus ojos se mantenían fijos en la espalda del demonio, quien se giró y avanzó hasta ponerse a una distancia considerable del chico.


Durante unos segundos, no dijeron nada. Ningún comentario, ningún movimiento, nada en absoluto. Ambos mantenían su mirada fija uno en el otro, hasta que los ojos de Dante se volvieron negros totalmente, solo sobresaliendo sus iris rojas como la sangre.


Lentamente, Astaroth levantó sus manos, algo a lo que su oponente tomó una posición de pelea al instante; aunque para su desconcierto, se detuvo a la altura de su cabeza.


- No voy a pelear contigo, humano. Solo quiero entablar una conversación pacífica contigo. Seguro que tienes muchas preguntas, como por ejemplo... Oh, sí, ¿cómo fue que controlé a Aaron Crane?


Dante se sorprendió en gran medida, relajando su postura por un momento debido al shock. Astaroth sonrió internamente al lograr esto, y jugó al parecer relativamente sorprendido también.


- Oh, ¿acaso no lo sabías? - comentó con fingida impresión- Fue fácil en realidad. Verás, no soy el "Emperador del Inframundo" por nada...


Basura humana.


El ambiente se sintió helado de repente, observando como un aura negra casi imperceptible   rodeaba a Astaroth. Dante experimentó una sensación de muerte que invadía su cuerpo, pero no era suficiente para asustarlo. Si hacía un paso en falso, podría costarle muy caro y eso era algo que sabía con seguridad. Se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Era un mensaje sin palabras. Un aviso. Una advertencia.

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