Capítulo 17

50 8 3
                                    

Capítulo 17

❈── ∗ ⋅Zeth⋅ ∗ ──❈

≫────≪•◦ ❈◦•≫────≪

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

≫────≪•◦ ❈◦•≫────≪

	        Disparos en todas las direcciones, es la tercera casa que allanamos, estas construcciones de arena hacen que todo suene con mayor potencia; por consiguiente, cada esquina es un riesgo porque no sabes quién estará oculto tras el siguiente ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

        Disparos en todas las direcciones, es la tercera casa que allanamos, estas construcciones de arena hacen que todo suene con mayor potencia; por consiguiente, cada esquina es un riesgo porque no sabes quién estará oculto tras el siguiente callejón, pared o cuarto.

        La voz en el audífono reporta que el área ha sido limpiada. Los pocos agentes a distancia se dispersan y salen. Estoy a punto de hacer lo mismo, ya que tenemos órdenes de retirarnos de inmediato al terminar un ataque, pero escucho un leve quejido entre la oscuridad. Apelo a mi compasión, no me hace feliz dejar a una persona agonizando. Me quito la careta de visión nocturna, saco de mi bolsillo una linterna pequeña y la enciendo.

        Camino con sigilo con la luz y el arma apuntando a la misma dirección; escucho una vez más el quejido, se encuentra contra un muro, apunto con cuidado, iluminándola. Es una chica, muy joven, sus manos se encuentran atadas y está gravemente herida en el estómago, sé que hay mujeres que apoyan la causa de estos delincuentes, pero, esta no parece una de ellos, parece una prisionera y la hemos herido junto con ellos.

        El dolor la ha dejado sin habla, muerde con fuerza su labio inferior, saboreando sus lágrimas, mientras descansa en el pozo de sangre que está creando. Me arrodillo frente a ella bajando mi arma. Enciendo la luz de mi reloj para que nos ilumine a ambos y pueda ver un poco mi rostro.

        Sus ojos se encuentran con los míos inundados de lágrimas y pánico. Saco de mi bolsillo una navaja y con cuidado corto la soga de sus manos. Apenas la libero, las dirige a su estómago.

        —¿Por qué...? —susurra entrecortadamente—, pensé que nos salvarían.

         Sus ojos se cierran, pero los quejidos siguen escapando de sus labios. Oprimo el audífono que tengo solo para comunicarme con mi equipo. De inmediato, al usarlo se bloquea la señal del que usamos para todos los miembros de la operación.

#4 DeepnessWhere stories live. Discover now